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5 (2022)
ISSN 2618-2882
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Fenómenos de variación léxico-gramatical en el dialecto rioplatense
juvenil
Lexico-grammatical Variation Phenomena in the Rioplatense Dialect of Young
People
Silvina Pérez Instituto Superior de Formación Docente Villa Mercedes (IFDC-VM), San Luis,
Argentina perezsivina735@gmail.com
Resumen
En este artículo se analizan algunas formas
lingüísticas que recientemente se han
incorporado al dialecto de los jóvenes
rioplatenses a raíz de la popularización
generada por ciertos influencers
1
. Para realizar
esta tarea se han seleccionado algunos términos
difundidos por traperos y streamers
2
, que están
incidiendo en la forma de hablar de toda una
generación. Este trabajo se realiza con la
intención de analizar fenómenos gramaticales y
no solo léxicos, por eso, se examina los
diferentes usos lingüísticos, para detenerse en la
proyección pragmático-discursiva. De esta
manera, se pondrán en evidencia las
características modales que adquieren algunos
de estos vocablos con el objetivo de demostrar
que los cambios que se producen en la sintaxis
de las palabras resultan incluso más creativos y
complejos que los simples neologismos y, por
ende, se tornan más ricos desde el punto de vista
lingüístico.
Abstract
This article analyzes some linguistic forms that
have been recently incorporated into the
Rioplatense dialect of young people as a result of
the popularization generated by certain
influencers. To perform this task, some terms
disseminated by trap artists and streamers, who
are influencing the way of speaking of an entire
generation, have been selected. This work is
carried out with the intention of analyzing not
only lexical but also grammatical phenomena;
therefore, the different linguistic uses are
examined to focus on the pragmatic-discursive
projection. In this way, the modal characteristics
acquired by some of these words will be
highlighted in order to show that the changes
occurring at the syntactic level of words are even
more creative and complex than the simple
neologisms and, consequently, these changes
become richer from the linguistic point of view.
Palabras clave
Neologismos Variación léxico-gramatical
Procesos de gramaticalización
Keywords
Neologisms Lexical-grammatical variation
Grammaticalization processes
1
influencers: usuarios que destacan en una red social y expresan opiniones que ejercen gran
influencia sobre muchas otras personas que las conocen.
2
trapero: cantante de trap (subgénero del rap que apareció a principios de los noventa en los barrios
más pobres de EE. UU.); streamer: realizador de transmisiones en vivo, en muchos casos, para
demostrar sus habilidades con los videojuegos.
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1. Introducción
Es común que los jóvenes utilicen un vocabulario propio, es decir, palabras que
están de moda. Este hecho no parece representar algo significativo, sin embargo, es sabido
que la lengua se encuentra en permanente cambio y que, en muchas ocasiones, el uso
habilita la incorporación de nuevos vocablos que terminan siendo aceptados por el DRAE.
Tal es el caso de algunos rminos propios del lunfardo que fueron incorporados al
dialecto rioplatense y que, actualmente, forman parte del idioma español como afanar,
atorrante, autobombo, entre muchos otros (Bohrn, 2020).
Por otra parte, la creencia popular de que los jóvenes hablan mal no es un tema
novedoso ya que siempre se ha acusado a los adolescentes de corromper el lenguaje.
Kuguel (2014) señala que son tres los aspectos negativos con los que se asocia la forma
de expresarse de este grupo etario: el exceso, que llevan a cabo al incorporar términos
innecesarios; la carencia, por la pobreza de léxico; y la oscuridad, dada la dificultad de los
adultos para comprender lo que dicen los adolescentes. No obstante, Kuguel agrega que a
estos rasgos negativos propios de la variedad juvenil
3
se opone una representación actual
positiva generada por los medios de comunicación que presenta a los jóvenes como
protagonistas de la escena (por ejemplo, en las publicidades) y que da lugar a una
recreación del lenguaje que busca que los destinatarios se identifiquen con estas nuevas
formas de expresarse.
2. Marco teórico
Kornfeld y Kuguel (2014) consideran que no es adecuado referirse al uso de la
variedad juvenil como un cronolecto, sino que lo apropiado sería aclarar que se trata de
un sociolecto:
La sociolingüística proporciona argumentos en favor de que el habla juvenil es un
sociolecto, a partir del hecho de que se trata de un grupo social determinado por una
variable social, del que esperamos cierta homogeneidad de conductas (por ejemplo, vivir
con la familia, parcial o nula autonomía económica, escolarización, grupos de amigos,
consumos). De este modo, le «quita» al lenguaje juvenil el estatuto «especial» de cronolecto
y la iguala con otros sociolectos determinados por la clase social o el nivel educativo
(p.132).
En este sentido, indudablemente, los factores regionales y socioeconómicos inciden
en la forma de hablar de los adolescentes, pero la necesidad de emular el vocabulario de
sus nuevos ídolos (instagramers, traperos, streamers, etc.) ha generado el traslado de sus
modismos lingüísticos al habla juvenil. A esto se suma el hecho de que las nuevas
tecnologías permiten el uso informal de la lengua escrita por lo que los neologismos que
utilizan los influencers se han incorporado en la escritura transformándose en parte de la
oralidad secundaria:
los espacios virtuales, aunque nacidos en el mercado, trascienden lo estrictamente
consumista y constituyen una de las principales marcas de diferenciación con el adulto. Las
3
Kuguel (2014) propone delimitar la variedad juvenil entre los 15 y 24 años.
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páginas de Internet, Twitter, Facebook, la telefonía celular, todos estos nuevos canales han
dado lugar a una nueva competencia comunicativa con todas sus dimensiones (lingüística,
sociolingüística, estratégica y pragmática), que los jóvenes manejan con enorme habilidad,
acomodando la expresión lingüística a las necesidades interaccionales específicas de estos
espacios (Kuguel, 2014, p. 87).
Por otra parte, si bien existen distintas formas en que se incorporan las palabras al
idioma, la importancia de analizar el léxico juvenil radica en su carácter innovador ya que
refleja cambios en el nivel léxico y gramatical:
es cierto que gran parte de estos cambios nacen con la finalidad de que la juventud se
identifique como grupo social diferenciado de los hablantes no jóvenes, y son efímeros, pero
a la vez, una parte de ellos sobre todo las gramaticalizaciones influyen en la lengua
general, modificándola (Kornfeld y Kuguel, 2014, p. 140).
Vale aclarar que la gramaticalización
4
es el proceso por el cual una palabra de clase
léxica se recategoriza como una palabra gramatical o funcional. A esto se puede agregar
que existen distintos casos de gramaticalización y que los mismos resultan variados y
complejos. Por citar algunos ejemplos es posible nombrar los siguientes: desgaste
semántico, descategorización, cristalización, deslexicalización y relexicalización.
En este sentido, si se tiene en cuenta que la palabra se proyecta a partir de la clase a
la que pertenece y es dicha clase la que determina las posibles combinaciones con otras
palabras, surge la necesidad de examinar el lugar que ocupa dentro de la oración, o sea, la
dimensión sintáctica para reconocer, por ejemplo, los casos de recategorización. En el
caso de la gramaticalización, se trata de aquellas ocasiones en que una palabra léxica
adquiere distintos rasgos sintáctico-semánticos y culmina categorizándose como
elemento funcional (Resnik, 2013).
Además, durante la gramaticalización se produce una resemantización, es decir, un
desgaste semántico. Esto sucede cuando un rmino entra en proceso de gramaticalización
y experimenta un desgaste en su significado léxico, perdiendo componentes específicos
de su significado.
Por su parte, Torres Cacoullos (2016) considera que, en el caso particular de los
verbos, al perder rasgos de su significado y al fijarse dentro de una construcción, en
muchas ocasiones, pierden las propiedades morfosintácticas de su clase léxica y a este
cambio de estatus gramatical lo denomina descategorización. En este sentido, otro
proceso de gramaticalización que se produce es la cristalización de las categorías
morfológicas (Kornfeld, 2020).
Además, según Kornfeld, otros procedimientos a considerar en relación con los
verbos son la relexicalización y la deslexicalización. En el primer caso, el verbo se
relexicaliza, adquiriendo una nueva definición así, por ejemplo, un verbo de acción podría
transformarse en uno de sentimiento. En el segundo caso, el verbo pierde el significado
léxico, en un proceso ligado con la gramaticalización de la estructura.
4
La gramaticalización es el conjunto de los procesos mediante el cual llegan a crearse nuevos morfemas
gramaticales (por ejemplo, afijos, adposiciones, artículos). Los morfemas gramaticales no presentan
significado descriptivo, a diferencia de los morfemas léxicos (a saber, las clases abiertas de palabras, tales
como los sustantivos y los verbos).
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En suma, a partir de todos estos procedimientos, en muchos casos, los términos se
convierten en modalizadores del discurso, es decir que funcionan como marcadores
gramaticalizados de modalidad desde un punto de vista epistémico. De esta manera, se
transforman en elementos desligados que modifican la oración en forma periférica.
Según Cinque y Rizzi (2016), las palabras funcionales constituyen núcleos que dan
lugar a proyecciones sintagmáticas y desencadenan el movimiento sintáctico. Por ende,
los núcleos dan foco a otros especificadores conformando el sintagma de fuerza, en el que
se pueden apreciar los valores comunicativos y la fuerza ilocutiva del enunciado.
Por todo lo expuesto hasta aquí, es que al analizar los neologismos no solo se
estudiarán las propiedades semánticas de las palabras sino también la dimensión
sintáctica para poder analizar los valores modales y las características pragmático-
discursivas que adquieren.
3. Materiales y métodos
Los términos elegidos para ser analizados, sin afán de exhaustividad, se caracterizan
por ser populares entre los adolescentes, pero, también, algunos de ellos han comenzado
a ser incorporados por los adultos en su habla cotidiana. Además, otra observación
posible es que su uso no se restringe exclusivamente al ámbito coloquial, sino que pueden
ser utilizados a través de medios escritos poco formales como lo son las redes sociales.
En cuanto al criterio de selección para la conformación de este corpus, ha sido la
distribución extendida de los términos y las particularidades, tanto en su construcción
morfológica como en las propiedades semántico- pragmáticas, que los caracterizan.
A continuación, se presentan las palabras que conforman el corpus: skere- se picó-
mal- buenardo- ahre- de rúcula- de ruta- descansó- ndeah.
4. Análisis de materiales
Antes de empezar a analizar el corpus propuesto, es preciso realizar algunas
distinciones entre las palabras elegidas ya que si bien la mayoría de ellas son neologismos
(skere, ndeah, ahre, buenardo), otras constituyen vocablos que forman parte del idioma
español (se picó, descansó, mal, de rúcula, de ruta), pero han adquirido nuevos significados
e incluso, en algunas situaciones, se puede considerar que se trata de casos de
recategorización.
Otra distinción posible se da entre aquellos términos que utilizan exclusivamente
los adolescentes como skere, ahre, descansó, de cula, de ruta y ndeah, y aquellos que se
han trasladado a un grupo etario conformado por mayores de treinta e incluso cuarenta
años como se picó, mal y buenardo. Esto permite reconocer que se trata de términos que
tienen mayor difusión.
4.1. Ahre
La expresión ahre surge como resultado de la combinación, en el ámbito coloquial,
de la interjección ¡Ah! y el afijo re como se puede apreciar en (1a). Este término se utiliza
para manifestar que lo dicho se trata de un absurdo (b), una mentira (c) o una exageración
(d).
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(1)
a. ¡Ah! Re que es mi mejor amiga.
b. ¡Lo odio! ¡Ahre que lo quería!
c. ¡Voy a aprobar la materia, ahre!
d. A: - ¡Vos sos relindo!
B: - ¡Ahre!
e. 54 de abril. ¡Ah re que ya estaba re pobre un 11, ja ja!
Si se quisiera clasificar la palabra semánticamente, ¡ahre! podría incorporarse en la
clase léxica denominada interjección ya que no presenta variaciones morfológicas, forma
parte de expresiones exclamativas y puede aparecer sola como respuesta a un comentario
anterior (1d). Además, al igual que muchas interjecciones, aporta un grado de
subjetividad dado que posibilita llevar a cabo una ponderación valorativa sobre lo dicho.
En cuanto a las características sintácticas, ahre ocupa lugares periféricos dentro de
la oración por eso es factible determinar que cumple la función de un modificador de la
modalidad oracional. En este caso, se trata de una modalidad epistémica dado que expresa
el grado de certeza que se tiene sobre lo dicho (Kornfeld y Kuguel, 2013, p. 24).
En (1c), por ejemplo, no se tiene ninguna seguridad de que el hecho vaya a ocurrir,
o sea que el grado de certeza es muy bajo. En cambio, en (1e) es notorio que ahre desdice
lo afirmado previamente, se trata de una oración exclamativa con fuerza ilocutiva que
tiene un tono irónico. Entonces, como se puede observar, ahre funciona introduciendo un
efecto polifónico (Kuguel, 2014) y como modificador de la modalidad ya que pone de
manifiesto la actitud del hablante respecto de su enunciado.
En los ejemplos (1abcde) se evidencia que ahre presenta diferencias en cuanto al
lugar que ocupa, ya que puede aparecer al inicio de la oración, pero, también, puede
agregarse al final para realizar una apreciación o surgir en respuesta a algo dicho
previamente. Las diferencias en la distribución de este marcador de modalidad se
concentran fundamentalmente en la capacidad de conformar enunciados independientes
y en la posibilidad de variar la posición sintáctica, sugiriendo que tiene alcance sobre la
oración en su conjunto (Di Tullio y Kornfeld, 2013).
En resumen, se trataría de un modificador de modalidad “alto” que, en general, surge
en la periferia izquierda de la oración (Cinque y Rizzi, 2016) y señala la evaluación
subjetiva del hablante ante el hecho descripto, pero que no interviene en el contenido
proposicional propiamente dicho ni en el valor de verdad del enunciado.
4.2. Se picó
La expresión se picó que utilizan los jóvenes actualmente no hace referencia a
ninguna de las acepciones que propone el DRAE para picar en tanto verbo transitivo
(Durante el safari, lo picó una víbora), intransitivo (El chile habanero pica mucho) o
pronominal (Cuando el vino se pica toma un sabor avinagrado). Se trata de un nuevo
significado que se usa al menos con tres connotaciones posibles: para referirse a una
actividad que está llegando a su clímax (2a), para explicar que una situación se pone difícil
(2b) o para expresar que alguien se enojó (2c).
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(2)
a. Se picó la joda, amigo.
b. El otro día jugamos un partido de fútbol, arrancamos bien, pero en el segundo
tiempo se nos picó.
c. Ayer jodimos con la hermana de Juan hasta que se picó y se fue a la casa.
En otras ocasiones, se picó agrega una valoración positiva a lo dicho previamente
(3). Se convierte así en un elemento sintáctico que sirve para expresar el valor subjetivo
del hablante y adquiere las características de un elemento interjectivo.
(3)
A: - El viernes jugamos contra El Nacional.
B: - ¡Se picó!
Es conveniente aclarar que, en su uso tradicional, se picó constituye un sintagma
verbal, es decir, un elemento léxico; sin embargo, en el uso que aquí se analiza, se desgasta
y pasa a ser un elemento puramente funcional, en otras palabras, un constructo
morfofonético (i.e. se produce una gramaticalización y, por ende, una recategorización).
Esta gramaticalización de se picó permite reconocer que no se trata de un simple
caso de relexicalización, sino de una deslexicalización verbal (cfr. Kornfeld, 2020). Así se
picó, al perder rasgos de su significado léxico, pierde las propiedades morfosintácticas de
su clase léxica y se produce un cambio de estatus gramatical al que Torres Cacoullos
denomina descategorización.
Además, es notable que en se picó como interjección (3) se produce una
cristalización del verbo en su uso pronominal y pierde las características morfológicas
restringiendo exclusivamente su uso a la tercera persona del singular en tiempo pretérito
perfecto simple (Kornfeld, 2020).
En este sentido, las interjecciones, según Bosque y Gutiérrez Rexach (2009),
constituyen elementos con carga modal que posibilitan llevar a cabo una valoración
evaluativa e incluso permiten manifestar sentimientos.
En (3), como se puede observar, el verbo se desgasta y se convierte en un marcador
del discurso a través de un proceso de gramaticalización en el que se va desemantizando
y cumple valores subjetivos. Esta ponderación valorativa que le agrega se picó al
enunciado podría ser traducido como Todos sabemos que va a estar bueno, por esto es
posible considerarlo un marcador evidencial.
4.3. Mal
De la misma manera que sucede con se picó, el uso que se le da actualmente al
término mal no responde a ninguna de las acepciones de la palabra reconocidas en el
DRAE. En (4ab) se utiliza para manifestar que algo es cierto o para demostrar adhesión
de pensamientos en forma potenciada.
(4)
a. A: - Juan y Cande hacen relinda pareja.
B: - Mal.
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b. A: - El profe manda mucha tarea.
B: - Mal.
En el ejemplo de (4a), mal no constituye un sustantivo ni un adjetivo, podría
considerase que funciona como un adverbio de afirmación ya que sirve para reafirmar lo
dicho por otra persona y sería equivalente a Sí, estoy de acuerdo. Asimismo, se trata de un
valor enfático por eso se puede analizar como un caso de polaridad positiva (cfr. Di Tulio
y Kornfeld, 2013), aunque admite la presencia del adverbio de afirmación “sí” (4c):
b. A: - El profe manda mucha tarea.
B: - Sí, mal.
En este sentido, también es posible incluir la palabra mal entre los adverbios de
juicio evidenciales, dado que denota el grado de compromiso respecto de la verdad que
se comunica, en estos casos funciona en forma equivalente a “evidentemente” (5):
(5)
A: - Vamos a tener que esperar.
B: - ¡Mal!
Otro uso posible de mal se puede apreciar en (6ab) donde la expresión exclamativa
se utiliza para indicar cantidad. En estos casos, efectúa una ponderación cuantitativa de
un sustantivo o de un adjetivo y funciona de manera similar a los cuantificadores muy/
mucho (Candela es muy hermosa/ Hace mucho calor).
(6)
a. ¡Candela es hermosa mal!
b. ¡Hoy hace calor mal!
En (6ab) mal presenta pérdida de significado léxico a favor de un sentido general
intensificador de calidad o tamaño, equivalente a gran (cfr. alto, zarpado y reverendo en
Resnik, 2013). Además, es notorio el uso oracional de mal con carácter intensificativo y
ponderativo que, de manera periférica, agrega una valoración a la oración que modifica.
En cambio, en (5) el uso es similar al de aquellas interjecciones que provienen de un
sustantivo o adjetivo y adquieren un matiz evaluativo y coloquial como ¡Lástima! o
¡Genial! Estos marcadores de modalidad, al igual que ¡Mal! pueden constituir enunciados
independientes, sugiriendo que tienen alcance sobre la oración en su conjunto (Di Tullio
y Kornfeld, 2013).
En suma, muchas de las expresiones del lenguaje juvenil en las que se advierten
transformaciones gramaticales (por ejemplo, mal) se asocian a la idea de cuantificación y
tienen valor intensificativo o ponderativo.
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4.4. Buenardo
A este término lo popularizó el streamer Coscu
5
(al igual que a skere y ndeah) y fue
adoptado por múltiples hablantes del español rioplatense. Buenardo es un derivado del
adjetivo bueno al que se le adhiere el sufijo -ardo que forma sustantivos y adjetivos con
valor aumentativo o despectivo. En oraciones como (7) se utiliza para referirse a algo que
está “muy bueno”.
(7)
a. ¡Ese auto está buenardo!
A partir de este proceso derivativo, buenardo se constituye como un adjetivo de alto
grado ya que no admite intensificadores (7b). Así, el sufijo -ardo le otorga un valor
intensificativo en relación con la calidad o el tamaño del objeto.
b. *Ese auto está muy buenardo.
Sin embargo, en (8) cumple la función de una interjección que agrega a lo dicho una
valoración positiva por eso podría considerarse como un equivalente a la interjección
¡genial! A partir de este proceso de gramaticalización, buenardo adquiere distintos rasgos
sintáctico-semánticos que culminan con su recategorización como elemento funcional
(cfr. zarpado en Resnik, 2013).
(8)
A: - ¡Vamos a jugar a la play!
B: - ¡Buenardo!
Este procedimiento de derivación que se produce entre bueno y buenardo constituye
un recurso de paranomasia
6
. Según Bohrn (2020), estos recursos que ponen en juego el
uso de la morfología derivativa le aportan un significado connotativo al término que
puede obedecer a fines apreciativos, lúdicos o irónicos.
4.5. skere- de ruta- de rúcula
Skere constituye un remate de frase que popularizó el trapero estadounidense Lil
Pump. Se utiliza para agregar una valoración positiva y proviene de la deformación de la
frase en inglés let´s get it que puede traducirse como “vamos a conseguirlo”. Este préstamo
lingüístico puede interpretarse como un recurso de paronomasia ya que consiste en el
reemplazo de una palabra por otra que es similar en el plano del significante, pero no del
significado (Kuguel, 2014).
5
Martín Pérez Disalvo, más conocido por su seudónimo Coscu, es un streamer, celebridad de internet y
cantante argentino. Es el fundador y líder de la Coscu Army, una comunidad hispanohablante de jugadores
de e-sports (competiciones de videojuegos) y streamers de Argentina.
6
La paranomasia es un recurso semántico que consiste en la semejanza fonética entre dos o más palabras.
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Desde el punto de vista semántico, se produce una creación léxica y lo que
constituiría un sintagma verbal (Vamos a lograrlo) se transforma en un término que
funciona como un adjetivo (9a) o como una interjección (9b).
(9)
a. Esa bici está skere.
b. ¡Hoy es viernes, skere!
c. ¡Hay joda en lo de Nico, skeeeere!
En aquellas ocasiones en que constituye una interjección funciona como un
modificador de la modalidad oracional ya que evalúa lo dicho previamente. En (9b) se
utiliza para festejar o expresar felicidad por el hecho mencionado, es el caso de las
interjecciones que sirven para demostrar sentimientos (Bosque y Gutiérrez Rexach,
2009).
Asimismo, el ejemplo de (9c) constituye una oración exclamativa con fuerza
ilocutiva en la que el skere adquiere el valor de vamos a hacerlo o hay que ir, lo que lo
convierte en un acto perlocutivo.
Por otro parte, en (9c) se produce la repetición de letras, hecho que es común en
el nivel gráfico de los espacios virtuales ya que buscan replicar la forma oral. Incluso,
según Kuguel, la repetición de letras o de signos de puntuación puede entenderse como
un intento de transcribir una emotividad que se transmitiría en la oralidad mediante la
entonación.
En cuanto a los sintagmas preposicionales de ruta o de rúcula, se utilizan de manera
equivalente a skere (10) y su significado es similar a las expresiones: me encanta, genial,
espectacular, buenísimo.
(10)
Está todo skere/ de ruta/ de rúcula.
En de rúcula y de ruta se produce un proceso semántico de (re)lexicalización (Bohrn,
2020), en el que los sintagmas preposicionales adquieren el valor de una locución
adjetival equivalente a buenísimo.
4.6. Ndeah- Dea
Ndeah o dea constituye una abreviatura que surgió en la jerga de los videojuegos y
suele considerarse como una deformación de la expresión Ni idea. Este término sirve para
expresar una duda (11a); pero, también, puede ser utilizado en un tono humorístico (11b)
o de manera similar a jodeme (11c) (cfr. Kornfeld, 2020).
(11)
a. ¡Seguro aprobé, ndeah!
b. ¡Me comí una milanesa gigantovich! ¡Ndeah!
c. A: - Voy a cortar con Nicolás.
B: - ¡Ndeah!
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Si bien ndeah constituye un neologismo que puede ser considerado una interjección
con valor subjetivo al igual que otras expresiones analizadas en este trabajo (skere, ahre),
se diferencia de estas porque en ocasiones solo se trata de una expresión interjectiva que
no tiene ningún significado. Esto sucede en aquellos casos en que los chicos emiten el
sonido sin haber dicho algo previa o posteriormente, generalmente, alargándolo
(ndeahhhhhhh); en estas situaciones ndeah solo cumple fines fonológicos.
Como menciona Kuguel, si bien varios neologismos usados por los jóvenes designan
fenómenos nuevos (hipster, whatsapp), la mayor parte de las palabras que se crean en el
lenguaje juvenil tienen una finalidad expresiva, es decir que están orientados a manifestar
la subjetividad. Es justamente este el carácter expresivo de la neología juvenil.
4.7. Descansar
De la misma forma que sucede con se picó, el uso que los adolescentes hacen del
verbo descansar no responde a ninguna de las acepciones que propone el DRAE. Si bien a
diferencia de se picó no se produce una recategorización de la palabra, se trata de un
cambio en el significado, es decir, una lexicalización (Bohrn, 2020).
Estos cambios en el significado de un verbo se encuentran entre las innovaciones
propias del lenguaje juvenil (Kuguel, 2014), sin embargo, esta variación genera, además,
cambios sintácticos.
El verbo intransitivo (cfr. 12a y 12b) se vuelve transitivo (alguien descansa a
alguien) y se lleva a cabo una relexicalización. Este cambio de significado permite que este
verbo de proceso se transforme en uno de relación humana (cfr. estafar en Korfeld, 2020).
(12)
a. El enfermo ha descansado dos horas.
b. Me parece que Agustín me re descansó.
Además, se produce una cristalización temporal ya que el término se utiliza
exclusivamente en pretérito, no en presente, futuro o condicional, por ejemplo (13):
(13)
Nico lo re descansó/ *Nico lo re descansa/*Nico lo re descansará/ *Nico lo re
descansaría.
Además, el uso, en general, se da en la tercera persona del pretérito perfecto simple,
pero puede utilizarse en la primera y segunda persona del singular y plural (14).
(14)
Lo re descansaste/ Lo re descansamos/ Lo re descansaron.
También, se puede combinar con la negación (15) y, en estos casos, adquiere un
valor pragmático de pedido (cfr. embromar y joder en Kornfeld, 2020).
(15)
No me descanses.
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En suma, es evidente que el término descansar adquiere el significado de burlar en
el nuevo uso instalado por los adolescentes, con un valor intensificativo. Esta
relexicalización permite que el verbo adquiera distintas características semántico-
pragmáticas.
5. Conclusiones
En síntesis, en este trabajo se ha realizado un análisis de algunas formas lingüísticas
propias del dialecto rioplatense adolescente con la intención de describir ciertas
características del lenguaje juvenil y ampliar el conocimiento sobre esta variedad del
español que surge a partir de los influencers.
Como se desprende de los ejemplos dados en relación con términos como ahre,
skere, buenardo, se picó, mal, de rúcula, de ruta y ndeah, en la mayoría de los casos, podrían
ser reemplazados por el superlativo buenísimo (o por adjetivos como genial, bárbaro, etc.)
ya que proponen una valoración positiva que suele adjuntarse a la proposición a la que
modifican. Entonces, ¿cuál es la necesidad de incorporar estos vocablos al léxico cuando
ya existen otros con un significado similar? Sea cual fuere la respuesta, es notorio el uso,
entre los jóvenes, de neologismos que intensifican y ponderan de manera positiva lo
dicho.
Esto permite reafirmar que los jóvenes no empobrecen el lenguaje, sino que lo
utilizan con distintas finalidades (estéticas, lúdicas, etc.), dada la necesidad de
diferenciación etaria de los niños y los adultos. Por otro lado, solo el tiempo podrá
confirmar si estos vocablos se incorporarán en forma permanente o no al idioma español.
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Referencias bibliográficas
Bohrn, A. (2020). Procesos de formación de palabras en lunfardo. En Kornfeld, L. (ed.), Temas de
gramática y variación (pp. 131-161). Buenos Aires: Waldhuter.
Bosque, I. y Gutiérrez Rexach, J. (2009). Fundamentos de sintaxis formal. Madrid: Ediciones Akal.
Cinque, G. y Rizzi, L. (2016). Functional Categories and Syntactic Theory. The Annual Review of
Linguistics 2016. 2: pp. 13963. Traducido por N. Flechas para la cátedra de Lingüística
Chomskyana (revisión de L. Kornfeld).
Di Tullio, Á. y Kornfeld, L. (2013). Marcas de modalidad epistémica en el registro coloquial. En Di
Tullio, Á. (ed.), El español de Argentina: estudios gramaticales (pp. 83-103). Buenos Aires:
EUDEBA.
Kornfeld, L. (2020). La expresión me jodés/ jodeme (que) en español rioplatense y la noción de
miratividad. Revista Saga (Universidad Nacional de Rosario) No. 13, segundo semestre de
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Fecha de recepción: 23/03/2022
Fecha de aceptación: 31/10/2022