Nueva ReCIT, 7 (2023) Facultad de Lenguas, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina
ISSN 2618-1940
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sector, se enriquecen las propuestas y se reitera la necesidad de contar con una política nacional
del libro y la lectura. Además de exponer la crisis del sector, el por qué y para qué del libro y la
situación que enfrenta el libro y la lectura, en la obra se plantean una serie de propuestas en
diferentes ámbitos. Específicamente, en el plano institucional se sugiere la necesidad de fortalecer
la formación profesional en los diversos oficios y profesiones editoriales, entre los que nombran a
editores, lectores, traductores y correctores de pruebas, entre otros.
En el ámbito de la creación, se plantea «establecer subsidios que apoyen la traducción de
obras chilenas contemporáneas a otras lenguas, cuando exista una editorial extranjera
comprometida en editar la obra» (Fundación Chile Veintiuno y Asociación de Editores de Chile,
2005, p. 59) y, en el ámbito de la producción, se propone generar un Fondo Nacional Editorial
dependiente del Fondo del Libro que permita establecer un poder de compra de derechos de autor
y de traducción como una medida para aumentar las posibilidades de exportación del libro chileno,
cuyo atractivo, a su juicio, «depende en gran medida de una buena combinación de la producción
de autores nacionales y de traducciones de otras lenguas» (Fundación Chile Veintiuno y
Asociación de Editores de Chile, 2005, p. 67)
Este es el primer documento en el cual se alude de manera explícita a los traductores como
agentes clave del ecosistema de la lectura y el libro, al fomento de la traducción y al apoyo para la
compra de derechos de autor y de traducción.
3.3 Primera Política Nacional del Libro y la Lectura (2006-2010)
Varias propuestas de la Fundación Chile Veintiuno y de la Asociación de Editores de Chile
se concretaron en la primera PNLL (2006-2010), cuyo objetivo fue
crear las condiciones para asegurar el más amplio acceso al libro y la lectura, apoyando el desarrollo
de una fuerte industria editorial, incrementando el apoyo a la creación, protegiendo el patrimonio
bibliográfico del país, fortaleciendo la institucionalidad del libro y promocionando la lectura.
(Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, 2006, p. 6)
En esta primera política pública se plantean líneas estratégicas, objetivos y medidas que
apoyan la «creación, producción, impresión, edición, comercialización, distribución y difusión del
libro, así como el fomento de la lectura» (Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, 2006, p. 7).
Con el fin de garantizar su efectividad, se convoca a todos los actores involucrados de la sociedad
civil y de los sectores público y privado. No obstante, constatamos que en el listado de
representantes de la sociedad civil no se incluyen organizaciones como el Colegio de Traductores
e Intérpretes de Chile (Cotich) o profesionales como los traductores, si bien se nombra a otros
actores del sector del libro y la lectura, a saber, escritores, editores, bibliotecarios, periodistas,
educadores y gestores culturales.
La PNLL (2006-2010) se estructura en cinco ámbitos que contemplan objetivos y medidas
para su consecución. Los cinco ámbitos corresponden a «Fomento a la lectura a través del libro»;
«Edición, producción y comercialización»; «Creación»; «Patrimonio bibliográfico», e
«Institucionalidad del libro». En el ámbito de creación, se plantea una medida referida a la
traducción, la cual señala: «generar instancias de capacitación profesional para traductores, así