Paisajes, derechos, (des) montaje transdisciplinar y promoción de la salud entre la investigación y la extensión

 

Santiago Llorens[1]  |   sllorens@unc.edu.ar  | Universidad Nacional de Córdoba, Argentina

Valeria Cotaimich[2] | valeria.cotaimich@unc.edu.ar  | Universidad Nacional de Córdoba, Argentina

Recibido: 30/03/23

Aceptación final: 30/06/23

 

Resumen 

El presente artículo presenta una serie de reflexiones en torno a un proyecto de extensión transdisciplinar que venimos realizando de forma conjunta con diversas organizaciones e instituciones de barrio Alberdi de la ciudad de Córdoba (Argentina). Las mismas se centran dialécticamente en torno a nociones como las de territorio, espacio, (des) montaje y promoción transdisciplinar de la salud. Remitiendo a experiencias territoriales de marcadas transformaciones del paisaje urbano barrial, algunas organizaciones destacan la continuidad de un proceso signado por estrategias públicas y privadas de “recuperación” de espacios públicos y de promoción de bienes culturales, que de manera sostenida apoyan, incluso sin ser esta su intención, un proceso de gentrificación. Entre las cuestiones que proponemos abordar se encuentran las relaciones entre “derecho al paisaje”, “derecho a la ciudad”, derechos culturales y ambientales y derecho a la salud y a vivir en un ambiente sano considerando procesos de (in) equidad socio-política, cultural ambiental y de género. En última instancia, se señalará que la provocación del paisaje es colocarnos ante la responsabilidad de crear imaginaciones, cosmologías políticas, afectos, compromisos y discursos que abran a la posibilidad de denominar y hacer efectivo estos derechos; en aras de potenciar el (des) montaje de nociones apropiadas por el poder biopolítico gubernamentalizado, en favor de biopolíticas de lo común.

Palabras clave: paisajes, derechos, (des) montaje transdisciplinar, promoción de la salud

Abstract

This article presents a series of reflections on a transdisciplinary extension project that we have been carrying out jointly with various organizations and institutions in the Alberdi neighborhood of the city of Córdoba (Argentina). They are dialectically centered around notions such as landscape, space, montage, (dis)montage and transdisciplinary health promotion. Referring to territorial experiences of marked transformations of the urban neighborhood landscape, some organizations highlight the continuity of a process marked by public and private strategies for the "recovery" of public spaces and the promotion of cultural assets that they sustainably support, even without this being their intention, a process of gentrification. Among the issues that we propose to address are the relationships between the "right to the landscape", the "right to the city", cultural and environmental rights and the right to health and to live in a healthy environment considering processes of socio-political, cultural (in) equity environmental and gender. Ultimately, it will be pointed out that the provocation of the landscape is to place ourselves before the responsibility of creating imaginations, political cosmologies, affections, commitments and discourses that will have the possibility of naming and making these rights effective, and in order to promote the (dis) assembly of notions appropriated by the governmentalized biopolitical power, and in favor of biopolitics of the common.

Keywords: landscapes, human rights, transdisciplinary (dis) assembly, health promotion

 

El presente artículo se orienta a presentar reflexiones dialécticas y dialógicas vinculadas con una experiencia de investigación y extensión universitaria compartida con la Multisectorial Defendamos Alberdi, focalizando en un proyecto que llevó como título: Re-encontrarnos. Cultura, territorio, comunicación, promoción transdisciplinar de la salud, bienes comunes, trabajo, y políticas públicas con organizaciones sociales de la capital y las Sierras Chicas de Córdoba” (en adelante Re-encontrarnos)[3]. El objetivo general de este proyecto fue: “Retomar, profundizar y ampliar procesos de extensión universitaria desarrollados con organizaciones sociales e instituciones públicas de la ciudad capital y las Sierras Chicas de Córdoba relacionados con la Promoción transdisciplinar de la salud, el cuidado/producción de bienes comunes ambientales, culturales y territoriales, la comunicación pública y popular de las ciencias y las artes, y la equidad socio-política, cultural y de género(s)”. Esta propuesta deviene de un extenso proceso de articulación y trabajo conjunto que venimos impulsando desde hace más de una década, tanto en la ciudad capital, como en la región de las Sierras Chicas de la provincia de Córdoba, vinculando instancias de investigación y extensión que han contado con subsidios y/o becas, fundamentalmente, de la Secretaría de Extensión Universitaria (SEU) y la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Secyt) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)[4][5] y de la Cátedra de Psicología Sanitaria de la Facultad de Psicología (ambas de la UNC). Este desafío, por cierto, no fue nada sencillo, puesto que, en un comienzo, institucionalmente, la investigación y extensión constituían dos instancias separadas para el ámbito académico. Afortunadamente esto está cambiando.

Para el desarrollo del artículo ponemos en juego, tanto conceptual como metodológicamente, aportes vinculados, fundamentalmente, con: 1) la noción de paisaje, el “derecho al paisaje” y el “derecho a la ciudad” (Massey 2006; Llorens, Pantano Rodigou, 2023; Musset 2017); 2) una propuesta epistemológica considerada como (Des) montaje transdisciplinar (Cotaimich 2021a y 2021b); y 3) una propuesta de Promoción transdisciplinar, transcultural y transnacional de la salud - en adelante PTTTS- y el cuidado de bienes comunes ambientales y culturales (Cotaimich 2023b).

 

Acerca del proyecto y la relación entre investigación y extensión

El proyecto Re-encontrarnos emerge de una articulación entre instancias de investigación y extensión. Las primeras se vinculan con un proyecto desarrollado desde el ELAPPSS[6], marco en el cual se realizaron rastreos bibliográficos, documentales y periodísticos, observaciones participantes y en términos de montaje (Cotaimich 2023a), y entrevistas semi-estructuradas. Actividades que prosiguen en prácticas de grado de la Facultad de Psicología orientadas a conocer, y contribuir, desde la PTTTS, con organizaciones y movimientos sociales que trabajan por el cuidado de bienes comunes ambientales y culturales de los cuales dependen la salud y la vida humana y más que humana (Cotaimich, 2023). Desde la geografía, tanto en lo que refieren a la investigación como a la extensión, se propuso el enfoque conceptual y metodológico sobre territorio, los paisajes colectivos de expresión y las cartografías sociales críticas. Se consideraron relevantes los ejercicios que, desde epistemes situados y pluridiversas, tensionan los sentidos y prácticas hegemónicas referidos al paisaje y el territorio, prácticas que se re-pliegan constantemente en políticas de (re)presentación -discursividades, imágenes y prácticas materiales y simbólicas-. Así, se tomó el paisaje desde su rol político, en tanto medio expresivo de relaciones e interactividad entre humanas y más que humanas, implicando el corrimiento de la mirada antropocéntrica, por otra que atiende a las formas de agenciamiento que todas las “cosas” y “seres” inscriben sobre territorio (Llorens, Pantano, Rodigou 2023).

El proyecto de extensión Reencontrarnos se desarrolló con tres colectivos con los cuales venimos trabajando desde hace casi una década[7], en actividades como: encuentros de aproximación y/o actualización diagnóstica, planificación, ejecución y evaluación de procesos y productos, actividades de form(a)cción general -ligados a los ejes del proyecto- y de form(a)cción específica relacionadas con necesidades puntuales de cada organización.

Como continuidad del proyecto se propusieron Prácticas Supervisadas de Investigación (PSI) de carácter extensionista para el tramo final de la Licenciatura en Psicología. Estas PSI, en el caso de la Multisectorial Defendamos Alberdi, se vienen realizando en el Club Biblioteca Popular Recreativo Deportivo Alberdi (en adelante Club Deportivo Alberdi) y supone -en respuesta y en diálogo de saberes- el abordaje de problemáticas cotidianas, retomando aportes de la PTTTS y del cuidado/producción de bienes comunes. Además se están pensando otras estrategias de continuidad que amplíen y expandan el trabajo hacia otras organizaciones y/o instituciones de alcance local, nacional y transnacional, en una articulación con el equipo del Dpto. de Geografía, desde donde se proponen continuidades para trabajar en la coproducción y visibilización de paisajes pluridiversos con migrantes que en sus redes, trayectorias y cosmologías desbordan los límites entre lo local y lo global, y con la comunidad originaria del Pueblo La Toma en sus prácticas de apropiación múltiple -ambiental, material y espiritual- de espacios barriales y del arroyo el Infiernillo de la ciudad de Córdoba.

 

Posición epistemológica y bases conceptuales

Desde fines del siglo XX, y signado por la caída del muro de Berlín, la consolidación del Neoliberalismo y el desarrollo del capitalismo contemporáneo, se produjeron diversas transformaciones que vienen recibiendo el nombre de giros epistemológicos. Estos giros signan modos de ver y hacer, al interior -y más allá- de las ciencias en general y de las ciencias sociales en particular. Entre ellos se encuentran los giros: lingüístico, performativo, decolonial, narrativo, estético, visual, emocional, ecoterritorial, antropocénico  y espacial.  

En este artículo ponemos en tensión y diálogo aportes específicos de algunos de estos giros. Tal es el caso del carácter performativo y la impronta emocional del descuido y destrucción de bienes comunes en tiempos de Antropoceno así como cuestiones que hacen a la impronta del giro espacial en relación con el derecho a la ciudad y el derecho al paisaje.

Acerca del Giro espacial

Desde las transformaciones implicadas en el giro espacial, el espacio deja de ser un mero escenario o reflejo de los procesos sociales para considerarse como co-productor, activo y performativo de procesos y subjetividades. A su vez, es interpretado como abierto, heterogéneo y relacional, y atravesado por relaciones de poder con “geometrías variables” y múltiples (Massey 2008; Zusman 2008). Los estudios poscoloniales harán suyos estos debates, y a su vez, mostrarán con énfasis particular, la relación de conocimiento, poder y espacio sobre la que opera la gubernamentalidad[8] colonial -histórica y contemporánea-. Desde allí también se alude que en las “zonas de contacto” en sus “fracturas” y “ambivalencias” emergen paisajes, lugares y saberes híbridos, mestizos, de frontera. En América Latina, el giro espacial se ha planteado en las dos últimas décadas a partir de los vínculos establecidos entre el posestructuralismo y los estudios decoloniales y de(s)coloniales (Haesbaert 2021; Zusman 2008). Este giro va más allá de ser un fenómeno académico. Fueron las epistemologías de(s)coloniales quienes apuntaron en esto. Movidos por las urgencias que presenta la defensa de los territorios y paisajes que habitan, diversos colectivos sociales incorporaron en sus agendas y reivindicaciones consignas que tienen que ver con esos conceptos al tiempo que desde sus prácticas y saberes los problematizan y amplían.

En este camino se hacen presentes reflexiones que colocan el derecho al paisaje de la mano con los derechos humanos, para abarcar éticas políticas donde el paisaje podría contribuir de manera propositiva a promover la justicia social (Egoz, Makhzoumi y Pungetti 2016:3). Interpretamos que esta discusión traerá cada vez, como ya lo ha hecho en diferentes contextos y ámbitos, la cuestión de la preservación de determinados entornos en una interface que se mueve entre derecho al paisaje y los derechos humanos. Muchas de estas propuestas señalan que los derechos ambientales y los derechos a las libertades culturales, sociales y económicas establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos están implícitos en la idea de un derecho al paisaje. Aunque es objeto de discusión, se establece que el derecho al paisaje sólo puede ser interpretado en términos de un derecho colectivo. Se señala, que el derecho al paisaje puede contener una dimensión más sensible histórica y cultural, y simultáneamente involucrar lo ambiental. En la práctica la tensión entre el derecho individual y colectivo se tensiona por la convicción ideológica derivada de los derechos de la propiedad privada que constantemente contradice el argumento colectivo cuando se otorga supremacía al valor económico del suelo –urbano o rural- y el derecho de la propiedad individual. Lanzar la discusión del derecho al paisaje sobre los derechos humanos reposiciona la interpretación ya extendida del término paisaje en una nueva arena política, que reconociendo el papel de las agencias y agendas globales en tanto políticas semióticas, abre un tema para indagar de manera minuciosa en el contexto latinoamericano[9].

Podríamos afirmar entonces, que, entre los temas de abordaje y debates que emergen a partir del giro espacial cobran especial relevancia el derecho a la ciudad y derecho al paisaje.

Derecho a la ciudad y derecho al paisaje

La Nueva Agenda Urbana, establecida en la “Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos Humanos Sostenibles para Todos” en diciembre de 2016, sostenía:

 

Nuestro objetivo es lograr ciudades y asentamientos humanos donde todas las personas puedan gozar de igualdad de derechos y oportunidades, con respeto por sus libertades fundamentales, guiados por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, incluido el pleno respeto del derecho internacional. A este respecto, los fundamentos de la Nueva Agenda Urbana son la Declaración Universal de Derechos Humanos, los tratados internacionales de derechos humanos, la Declaración del Milenio y el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005, y se basan asimismo en otros instrumentos, como la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo. (Nueva Agenda Urbana, 2016).

 

En esta se señala: “Ecuador es el primer país en reconocer los derechos de la naturaleza en su Constitución, promulgada en 2008. También incluye el reconocimiento del derecho a la ciudad, el derecho a un hábitat sano y seguro, y el acceso a una vivienda adecuada” (Musset 2017: 4 bastillas nos pertenece). Musset denuncia el “extractivismo” conceptual y político realizado por la doxa neoliberal en el texto de dicha Nueva Agenda Urbana promulgada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Habitat III-ONU). El reconocido término crítico derecho a la ciudad de H. Lefebvre, sugiere Musset, así como ciudad justa, se presentan aquí como nociones hegemónicas y términos políticamente correctos para referir a desigualdades socioeconómicas que se expresan en los espacios urbanos.[10] Lo anterior puede señalarse también en relación al derecho al paisaje. El debate sobre este último se articula con la ampliación de derechos culturales y las declaraciones sobre patrimonio tangibles e intangibles de la UNESCO.[11]

(Des) montaje transdisciplinar, en tanto propuesta epistemológica

Como señalamos, el segundo y tercer eje de abordaje de este artículo, está vinculado con una propuesta epistemológica considerada como (Des) montaje transdisciplinar -(D)MT-, emergente de la puesta en tensión y diálogo de aportes devenidos de diversos giros epistemológicos (lingüístico, performativo, decolonial, narrativo, estético, afectivo, visual y ecoterritorial)[12]. Dicha propuesta parte de la consideración de la transdisciplina como puesta en tensión y diálogo entre aportes disciplinares, no disciplinados e indisciplinados del campo de las ciencias, las artes, así como de conocimientos/saberes/experiencias de comunidades (indígenas, campesinas y urbanas), organizaciones y movimiento sociales que trabajan en favor de procesos del bienestar, el buen vivir basados en procesos de equidad socio-política, cultural, territorial, ambiental y de géneros (Cotaimich 2023b y 2021b). Un (D)MT constituye un proceso de abordaje de un recorte de realidad en términos de montaje atendiendo a cuestiones que generan diversas formas de inequidad y malestar, retomando aportes del campo de las artes (Ej: artes escénicas, visuales, audiovisuales y multi y/o transmediales) para pensar y/o promover montajes de carácter instituyente y/o transformador de esas realidades[13].

Acerca de la Promoción transdisciplinar, transcultural y transnacional de la salud

De la propuesta epistemológica (conceptual y metodológica) del (D) MT se desprende otra, orientada específicamente al campo de la salud integral, considerada como Promoción transdisciplinar, transcultural y transnacional de la salud (PTTTS) y cuidado de bienes comunes ambientales y culturales, de los cuales dependen la salud y la vida humana- y más que humana (Cotaimich 2023b).  Esta última se plantea como (des) montaje de los modos hegemónicos de concebir la promoción de la salud, a partir de nociones como las de proceso/salud/enfermedad/atención/cuidado/vida/muerte; y la puesta en tensión y diálogo de aspectos que hacen a diferentes dimensiones del campo de las salud (pública, ambiental, colectiva, mental, territorial y espiritual). Ello considerando relaciones y propuestas que vinculen e artes, ciencias, poesía, territorialidades y políticas de cuidado ante las urgencias que supone estar viviendo en tiempos considerados por algunes como Antropoceno, Capitaloceno, Tecnoceno y/o considerados por otres, como D. Haraway como Chthuluceno (Haraway 2019). Por otra parte, la PTTTS supone un énfasis en el uso del prefijo trans en su sentido más básico, en tanto remite al movimiento entre (Ej: entre disciplinas, universos culturales, naciones, géneros). Movimiento que está en la base misma de la vida, porque no podemos pensar(nos) sino en relación permanente entre seres y/o entre vidas humanas y más que humanas. Vaya esta última expresión para tener presente que somos la especie que más ha destruido la vida en este planeta, cuestión ante lo cual Haraway realiza una invitación epistemológica y política para que pensemos en generar menos “familias” -según lógicas hegemónicas- y más “parentescos” entre seres más que humanos (Haraway, 2019). Por otra parte, la PTTTS se plantea como estrategia orientada a considerar la imprescindible relación entre aspectos de orden singular, particular y general, así como de alcance local, nacional y transnacional. En lo concreto del abordaje de una problemática esto supone considerar cómo esta emerge de (in) equidad socio-política, cultural, ambiental, territorial y de géneros que son fruto del modo de producción y subjetivación capitalista, considerando al capitalismo desde dimensiones culturales, cognitivas, eco-financieras, emocionales, digitales y de la fe (Cotaimich 2023b). Al mismo tiempo supone considerar que, ante el avasallamiento de empresas, estados neoliberales, y sectores financieros, comunidades (indígenas, campesinas y urbanas), organizaciones y movimientos sociales generan poéticas y políticas de lucha, resistencia y/o re-existencia, que buscamos fortalecer.

Tanto el (D) MT como la PTTTS son pensadas como aportes para el abordaje, fortalecimiento y/o generación de formas de equidad, bienestar y buen vivir ante la gravísima crisis climática que estamos viviendo a nivel planetario, que nos coloca en un tiempo límite para la sobrevivencia no sólo de seres humanos sino del resto de las especies. Desde allí, se vienen poniendo en juego en procesos signados por desafíos colectivos que, como, señalamos reconocen y promueven estrechas vinculaciones entre teoría y práctica, investigación y extensión, en diálogos de saberes y diálogos inter-especies. Aquí, a través del presente artículo nos interesa promover reflexiones, diálogos e interrogantes sobre la relación entre estas propuestas y las de espacio y derechos a la ciudad y el paisaje, a partir de reflexiones dialécticas en torno al proyecto de extensión Re-encontrarnos.  

 

Acerca del re-encuentro con la Multisectorial Defendamos Alberdi

La Multisectorial Defendamos Alberdi, es una organización vecinal que desde el año 2013 trabaja activamente en la promoción de derechos ciudadanos, culturales, territoriales y en la defensa del patrimonio y la identidad barrial en barrio Alberdi de la ciudad de Córdoba[14]. Uno de los denominados “Barrios Pueblo” de la ciudad de Córdoba, próximo a su área central. En los últimos años, como muchos otros barrios de América Latina y del mundo, atraviesa profundas transformaciones producto de políticas que priorizan la dinámica del mercado y el avance inmobiliario (Pedrazzani, Llorens 2020)[15]. De la misma manera, es considerado como germen y presente de luchas políticas tan significativas como las de la Multisectorial que, entre otras cuestiones dieron lugar a la expropiación y restauración del antiguo Cine- teatro Colón en un espacio cultural conocido como La Piojera. Es por ello que se destaca por ser un barrio en cuyo paisaje se anudan historias y trayectorias diversas (Massey 2006; 2008; Ingold 2015). Una “mixtura social” (Smith 2004) objeto de interés también por emprendedores inmobiliarios privados, como por políticas públicas -culturales- orientadas al mercado.

Actualmente Defendamos Alberdi retomó actividades suspendidas en pandemia y se encuentra trabajando con el Club Deportivo Alberdi.

 

Dimensiones transversales al trabajo con las organizaciones

Desde hace más de diez años Defendamos Alberdi trabaja en lo que denominan defensa de la vida urbana, gestión popular y paisaje barrial. Reivindicaciones que en diversas experiencias urbanas, cada una con sus particularidades históricas, geográficas y culturales, han interpretado o definido el derecho a la ciudad (Harvey 2013; Soja 2014; Mitchell 2017, Musset 2015, 2017) y al cual se viene vinculando el derecho al paisaje (Mitchell 2017; Olwig 2019; Massey 2006). Articulando aportes del campo de la Geografía, la Psicología Sanitaria y la PTTTS proponemos ambos derechos con derechos humanos y constitucionales. En este último caso, por Ej. con el derecho a vivir en un ambiente sano, (Art. 41 de la Constitución Nacional)[16]. También proponemos colocarlos en una política de interpretación que los sitúe como derechos colectivos más que individuales, articulando aspectos singulares (personal y/o familiar), particulares (grupos, organizaciones e instituciones), y generales (contexto de producción y subjetivación capitalista) (Cotaimich 2023b).

Desde allí, venimos abordando problemáticas enunciadas en el marco de diversas organizaciones del barrio. Tal es el caso, por ejemplo, del Club Deportivo Alberdi, institución que alberga alrededor de 300 personas, considerando adultez, niñez y jóvenes, -cifra por cierto aproximada y cambiante-. Nos encontramos trabajando a partir de demandas configuradas conjuntamente con sus integrantes, desde un enfoque que articula derechos en la clave mencionada, promoviendo una re-apropiación de la institución, considerándola en tanto bien común, territorio y paisaje, que juega un importante papel en la salud y bienestar barrial.

 

Abordaje dialéctico entre teoría y práctica

Paisajes de la extensión: espacio-tiempos heterogéneos y diálogo de saberes

Desde una posición relacional que vincula aportes conceptuales y prácticas, en relación con los ejes presentados, a continuación nos ocuparemos del proceso del cual emerge el proyecto Re-encontrarnos, co-creación senti-pensante dialógica, emancipatoria y decolonial. 

Lo señalado en torno al giro espacial y su relación con el derecho al paisaje puede verse plasmado en los modos de pensar Alberdi, en tanto espacio barrial, o el Club Deportivo Alberdi, en tanto espacio institucional, ambos en relación, entre sí y con otros espacios de alcance local, nacional e internacional. Por Ej. en el último mundial de fútbol, habitantes del barrio, expresaron afectividades diversas en relación con la selección nacional y sus modos de jugar/configurar campos de fútbol. Ámbitos que pueden ser considerados en términos de espacios, paisajes y montajes, en tanto configuraciones espacio-temporales, objetuales y vinculares que inciden en la configuración performativa de las subjetividades (Cotaimich 2021b). Otro tanto sucede con el barrio, en relación con otros barrios, cuando, por ejemplo, integrantes de la Multisectorial enfatizan una crítica ante la gentrificación que sufren, afín a la que afecta a barrios de Córdoba y de otros puntos del planeta. Observamos estas cuestiones en las constantes re-definiciones de necesidades y estrategias en interacciones con el funcionariado público, como también, con equipos universitarios, como es nuestro caso. 

Por otra parte, y resonando con necesidades vitales de los tiempos que corren, nos interesa extender la espacialidad de los diálogos de saberes a diálogos inter-especie, no siempre tenidos en cuenta a la hora de abordajes territoriales de problemáticas urbanas. Por ese motivo, otro de los desafíos de este proyecto fue relacionar realidades tan diversas -y en otro sentido tan cercanas- como las que vive el Club Deportivo Alberdi, y la comunidad indígena del Pueblo La Toma, otra de las organizaciones con las cuales articula acciones Defendamos Alberdi, la cual, entre otras cosas, reivindica el cuidado de uno de los árboles más antiguos de Córdoba, alrededor del cual aún hoy se generan rituales a la Pachamama, así como genera acciones para su apropiación y restitución como propiedad comunitaria.

Otro tanto sucede con el arroyo "El infiernillo" cuyo curso y entorno, en gran parte, ha quedado en un territorio subterráneo vuelto espacio de sacrificio, al convertirlo en desagüe pluvial de construcciones de grandes obras de infraestructura vial y espacio de “revitalización” y especulación inmobiliaria. Así como con la plaza Cisneros de barrio Alberdi, donde los habitantes generan encuentros y rituales bajo lógicas horizontales de producción de lo común.

Caminar paisajes (d)e in-justicias. Una experiencia de tránsito y trans-form(a)cción

En el proyecto de extensión que venimos compartiendo, se pusieron en diálogo diversos tipos de demandas y reivindicaciones que trabajan en aras del fortalecimiento de lazos y de agendas conjuntas, y que ponen en tensión las formas de planificación y organización de los territorios y paisajes barriales y urbanos. En esa línea es que en 2022, nos involucramos en una actividad denominada Alberdi no es tu negocio. Un recorrido por la memoria y la identidad, visibilizando nuestras luchas, que consistió en una serie de conversaciones e instancias de form(a)cción colectiva presentadas a modo de itinerarios dialógicos-caminantes que se propusieron, justamente desde el caminar, aproximarse a los pliegues del habitar y los paisajes barriales. Esta, como señalamos, devenía de experiencias anteriores en las cuales trabajamos con la Multisectorial Defendamos Alberdi en un Foto-mapeo colectivo socializado en el Museo-Casa de La Reforma en una instancia a la cual nos referiremos más adelante.

Un relato posible de un recorrido colectivo

En la actividad mencionada se invitó a les participantes, y los propios actores barriales, a poner en juego diálogos entre el entorno vivenciado y el cuerpo propio, es decir en el entre que se desplaza entre lo objetivo y lo subjetivo. Al plantear un recorrido por la memoria y la identidad, visibilizando nuestras luchas, la consigna de la Multisectorial Alberdi no es tu negocio, orientó nuestros sentidos y disposición corporal a las preguntas por ¿Cómo se construyó y construye histórica y espacialmente el territorio y el paisaje de Alberdi? ¿Cómo esto nos atraviesa en el presente? Ello a modo de disparador para movilizar ideas, acciones, deseos, etc. La actividad se inició con una caminata desde el punto donde “La cañada”[17] de la ciudad de Córdoba descarga sus aguas sobre el río Suquía. El encuentro fue en el espacio donde se localiza el complejo inmobiliario denominadas Torres Capitalinas, una espejada edificación, de las más altas de la ciudad. El playón que rodea su base se diseñó buscando extender su espacio semiprivado, atravesando la vereda, hasta la propia acera. Apenas comenzada la actividad y ante la reunión de una treintena de personas en la vereda, se hizo presente el guardia privado de seguridad del edificio para consultar a qué respondía esta aglomeración. Luego les organizadores nos invitaron a ascender un puente con un paseo peatonal, situado a escasos metros, inaugurado hace poco más de dos años por el gobierno municipal. Este puente, un objeto urbano funcional e “hito de atracción”, dibuja una forma de arco con leve pendiente que conecta de manera ágil la vía de la costanera sobre el río, con la torre espejada y la Cañada. Desde el sector más elevado del puente, río abajo, nuestra visión, encuentra el viejo Parque Las Heras. Hoy en proceso de revitalización con un particular enrejado que, siendo mucho más que un escenario urbano, da nueva forma y modalidad a la cosa pública. Hacia el oeste, río arriba, muy a la distancia, el suave horizonte de las primeras estribaciones del cordón de las Sierras de Córdoba dibujan un fondo para las edificaciones citadinas que se presentan en el primer plano; hacia el suroeste, las copas de las tipas le dan vida y color al diseño de piedra grisácea de la Cañada y sus veredas. Dos figuras -Sierras y La Cañada- que en el siglo XX se convirtieron en lugares comunes del paisaje cordobés. Sobre la margen contraria del río, la torre corporativa de una reconocida empresa financiera, antes de capitales locales y hoy transnacional, emitía distintos tonos de naranja ante su encuentro con los rayos del sol, y nos señalan transformaciones en el paisaje económico local como global. Conjuntamente con otras torres habitacionales, muchas en construcción, no hay duda que se intentan diseñar, y si es posible ubicar, para captar la vista –el paisaje- de este entorno. Sobre ambos lados de la costanera, observamos vivos colores que emergen de una sucesión de murales, realizados en el marco de un programa municipal de cultura. Los murales hablan y realizan un paisaje variado de culturas, estilos de vida, de grupos étnicos, de fútbol y de música popular, entre otras.[18] Al descender del puente y regresar al playón, una de las vecinas organizadoras de la actividad, preparó cartones con grandes letras. No sabíamos de qué se trataba. Las repartió una a una a les participantes mientras nos mirábamos algo sorprendides. Luego de un rato, una vez que se ordenaron las letras, se formó sobre el fondo espejado, un mensaje que fue difundido en tiempo real, por las redes sociales de la organización de manera simultánea (Figura nº 1), planteando un tránsito entre el espacio urbano y el espacio virtual.

A continuación se recorrieron a pie, ámbitos barriales dialogando con miembros de la comunidad indígena del Pueblo La Toma, con personas interesadas por el patrimonio, con une activista trans y trabajadora sexual, con miembros de la comunidad afromigrante y del Club Deportivo Alberdi (sobre todo un grupo de madres y jugadoras). Se recorrieron sitios y lugares que por motivos diversos el colectivo consideró relevante para su actividad: la Plaza Colón -denominada en la actividad como “Comechingones”-, el barrio Clínicas, el “renovado” Paseo de la Reforma, la Plaza de Bolsillo, el Club Belgrano, el predio de una antigua cervecería en proceso de “recuperación” finalizando en el Deportivo Alberdi.

Si bien no es nuestra intención describir todo el recorrido, compartimos algunas de nuestras impresiones en tanto docentes de la UNC, ante las cuales cabría preguntarnos ¿Cómo sería la descripción de quienes, aún habitando el barrio jamás transitaron ni se detuvieron a mirar y pensar en estos sitios? Es en ese sentido la invitación de la organización a mirar, transitar y reflexionar sobre la urbe cotidiana, contribuye con ampliar la mirada no sólo a lo que vemos, sino también, por momentos, hacia aquello que no vemos cuando vemos.

Figura nº 1. Red Social Facebook de Multisectorial Defendamos Alberdi

 

Tal es el caso de aquello que, siguiendo a Richard Schechner consideramos como los pliegues liminales de la ciudad, cuyas arrugas algunos sectores intentan planchar, en tensiones como las observadas en Alberdi y que la multisectorial intenta visibilizar, problematizar y desplanchar.[19]

 

La extensión entre paisajes  y (des) montajes

Entonces, ¿Por qué colocar estas inquietudes del habitar barrial en los pliegues del paisaje? ¿Qué valor puede tener o cómo justificamos comenzar por el paisaje? y ¿Qué valor puede tener para la extensión? Indudablemente podrían trazarse otros horizontes de interpretación. En el cotidiano nos encontramos con diversos usos del término paisaje. Algunos de estos, como mostraremos, se encuentran presentes en la descripción de la actividad Alberdi no es tu negocio: a) como un área visible de la tierra muchas veces cargada de dimensiones estéticas; b) como una idea de paisaje con ciertas figuras convertidas en lugar común –como el caso de las Sierras y La Cañada- que puede simultáneamente referenciar y configurar tout court, en este caso Córdoba[20]; c) en su uso para referenciar a una esfera de actividad, como al señalar anteriormente las transformaciones en el paisaje económico; d) como un entorno limitado en el espacio y el tiempo, que expresa en su morfología y relaciones sociales un vínculo entre la comunidad y el territorio.[21] Esta última definición, puede referir tanto a un sentido existencial del habitar –no reducido a lo meramente visual- del paisaje variado de culturas, estilos de vida, grupos étnicos, fútbol y de música popular a las que refieren los murales de Alberdi, todas características reconocidas como de primer orden por los colectivos barriales de Alberdi. Pero este último sentido de paisaje, puede ser rescatado como un valor también por programas de la Municipalidad de Córdoba a los fines de aumentar la renta para el turismo, la actividad inmobiliaria y/o comercial, expulsando otras actividades y habitantes como de hecho denuncian desde la Multisectorial. En este último sentido, paisaje se ha transformado en verbo. Es un verbo el empeño por planificar, revitalizar, renovar y recuperar esgrimido tantas veces por el ejecutivo municipal, y este paisaje tiene una agencia y produce una diferencia[22] (como conocen muy bien arquitectes, paisajistas y polítiques). Pero también en tanto verbo, como mostraron los diversos actores involucrados en el recorrido, los paisajes se hacen en la medida en que nos encontramos en la tarea de desplegar la vida con, y siendo afectados por otras vidas humanas y más que humanas[23].

De este modo, si es una actividad, se vuelve necesaria una aproximación relacional sensible a las temporalidades, ritmos y resonancias, que identifique nuestros compromisos “con los conocimientos e imaginaciones y con las cosmologías [incluyendo precisamente las cosmologías políticas - Fabian, 1983] que las enmarcan” (Massey 2006: 38). Entre estas, las imaginaciones que tengamos sobre las prácticas sociales y la justicia.

En relación con esto, cabe preguntarnos, desde la mirada dialéctica, dialógica y transdisciplinar presentada en un comienzo: ¿Cómo juegan los procesos de inequidad socio-política, cultural, ambiental, territorial y de géneros a la hora de pensar qué paisajes son (im) posibles de imaginar según el lugar desde donde podemos mirar? ¿Desde dónde y cómo miramos para imaginar y realizar performativamente estos paisajes? ¿Desde las Torres Capitalinas, desde abajo de un puente? ¿Desde la cancha del Club Deportivo Alberdi? ¿Desde el Club Belgrano? ¿Desde el Hospital Nacional de Clínicas (HNC)? ¿Desde La Piojera? Y, dentro de cada sitio, ¿Cuáles son las dificultades, dolores, y potencias para imaginar, según el lugar socio-cultural y político y subjetivo (in) material que cada ser ocupa?

Podríamos también preguntarnos ¿Qué y cómo imaginan, una mujer que limpia los baños en Capitalinas, una enfermera, o el director del HNC, un cocinero de una pizzería de la calle Colón, una madre que pega las zapatillas de su hije que asiste al Club Deportivo Alberdi? ¿Las infancias que juegan -o que desean jugar- en la cancha de Belgrano campeón? ¿Cómo y qué imaginan empresaries inmobiliariess y les funcionaries públiques que les facilitan la ocupación desigual del barrio? ¿Cómo miran e imaginan quienes ven el barrio desde La Toma? ¿Los animales que también habitan el territorio pueden imaginarlo? ¿Y las vidas muertas? ¿Se puede imaginar desde y/o con la muerte? ¿Qué paisajes son imaginados los días 2 de noviembre en diálogo con comunidades migrantes[24]?

Actualmente mientras las lógicas de mercado neoliberales han sido naturalizadas como hacedoras de paisajes urbanos, puede ser de interés regresar a la vieja observación de Polanyi respecto a que la idea de un sistema de mercado autorregulado es en todo histórica (Polanyi 2003: 55). Esta práctica de desnaturalización sirve también para el paisaje. Realizar una práctica situada de desnaturalización, es a lo que nos invitaron y “provocaron” (Massey 2006) los diversos actores en el recorrido por su barrio. El “paisaje como provocación", refiere al desafío de coproducir las imaginaciones geográficas que serán apropiadas a nuestros proyectos políticos. Por un lado a ir más allá de la forma y dicotomías que contienen la idea de paisaje en occidente -entre ellas naturaleza/cultura, territorio material/representación, etc.-, y por otro a embarcarnos en los desafíos políticos vinculados con el paisaje que reconoce que no hay categorías topográficas universales a priori que orienten nuestras acciones políticas.[25]

Procurando un ejercicio de reflexión que vincule aportes en términos de paisaje y de montaje, cabría pensar una primera instancia de reflexión senti-pensante respecto a cómo se tensionan formas instituidas y hegemónicas de pensar/hacer/configurar un paisaje con otras de carácter instituyente[26]. También cabría considerar los efectos de taxonomías, ocultamientos, violencias epistemológicas e institucionales. En una segunda instancia de montaje del paisaje, promover configuraciones activas de miradas, saberes, experiencias que se juegan en luchas, resistencias y/o re-existencias a nivel local, nacional y transnacional (Cotaimich 2021a y 2021b). Cabe vincular esto con la consideración del "paisaje como provocación" (Massey 2006).

 

Tensionar y abrir los paisajes: el derecho al paisaje barrial

Algunos antecedentes que nos articulaban con Alberdi se pueden encontrar en 2013 cuando se diseñó y se realizó el ejercicio de redacción conjunta con miembros de diversos colectivos barriales el Proyecto de Voluntariado Universitario “Defendamos Alberdi”.  Los diálogos se fueron dando en estas tareas aparentemente más académicas, como en el acompañamiento en marchas y movilizaciones, festivales, mapeos colectivos y demás instancias que tenían la característica principal de tomar -material y discursivamente- la calle como espacio de reivindicación y visibilización política y barrial. Como señala Pedrazzani (2019) en ese enredarnos desde las espacialidades y lazos solidarios con Defendamos Alberdi, surgen múltiples actividades construidas de forma colectiva, entre ellas el proyecto “Recorrido barrial, histórico y patrimonial. Alberdi histórico, un paseo por el barrio” propuesto por la multisectorial y en el que se trabajó de manera conjunta desde metodologías cualitativas y participativas; la participación en la 1a Jornada de Formación en Lucha Barrial (año 2018), espacio de forma(c)ción y encuentro en el que se revisaron y propusieron líneas de acción y buscando formas de potenciar la participación y vinculación. (Pedrazzni 2019; Llorens Pedrazzani 2021. Para rastrear actividades previas ver Correa et. al 2016).[27]

En 2019, La Multisectorial propuso una actividad que denominó Mapeo Fotográfico Alberdi 2019, cuya propuesta fue abordar de forma participante diversas problemáticas que afectan a la comunidad barrial, desde la metodología de la fotografía y el mapeo colectivo. En esta participaron más de 50 personas entre organizaciones, estudiantes y docentes, y vecinxs[28]. De manera colectiva se organizó la dinámica que inició con una charla taller en el salón del Instituto de Enseñanza Media Ipem 105 Domingo Faustino Sarmiento, donde se abordaron técnicas para fotografía de relevamiento barrial, la problemática del paisaje urbano y barrial, y aportes vinculados con estrategias de (des) montaje y promoción transdisciplinar de la salud y cuidado de bienes comunes ambientales y culturales. Posteriormente, se inició una tarea de relevamiento barrial -fotográfico y de registro en ficha- de manera grupal, para lo cual se dividió previamente el barrio y se asignó un sector a cada equipo. El cierre colectivo de la actividad, una vez relevado los diversos sectores barriales, se realizó en una instancia de cartografía social y plenario en el Club Deportivo Alberdi nombrado previamente (Figura nº 2). Como se señaló, el club se localiza en una de las áreas más abandonadas de Villa Páez, y al cual asisten cotidianamente gran cantidad de niños, niñas y jóvenes de sectores populares para realizar actividades deportivas. Desde aquel momento, también surgía el interés por generar acciones vecinales y colectivas para recuperar la pileta abandonada de dicho club y de esta manera abrir y brindar un espacio de recreación, con contenido social y de formación integral, dirigido a niñes y jóvenes de Villa Paez, Marechal y Alberdi. 

Figura nº 2. Mapeo Fotográfico Alberdi 2019. Archivo Documental. Multisectorial Defendamos Alberdi

Esta experiencia da cuenta de cómo los procesos de investigación y extensión se plantean en forma de espiral y van dejando huellas. Por ejemplo, en esta experiencia la Multisectorial inició la apropiación de la noción de gentrificación que trajo el equipo de geografía (y propusimos vincular transdisciplinarmente con el (D)MT y la PTTTS. Como veremos en apartados posteriores, uno de los hechos más significativos fue que, la organización años después siguió re-sginificando esta noción, vinculándola con el derecho al paisaje.

(Des) montar un paisajes público, ponerse la camiseta y convertirlo en bien común

Con posterioridad a la actividad mencionada, se continuó trabajando con el cuerpo de fotografías, registros y cartografías sociales coproducidas abordando de forma participativa a través de reuniones semanales durante más de tres meses, diversas problemáticas que se habían identificado y que afectan a la comunidad barrial, así como analizando diversos aspectos que habían emergido del encuentro. En base a esto, se trabajó en un mapa-folleto informativo en el que se identificaron y analizaron diversas dimensiones: “problemas socio-ambientales”, “consumo y capital privado”, “gentrificación y especulación inmobiliaria”, lucha y reivindicación territorial” y “sentires y emociones” (Figura nº 3).

A posteriori, y a raíz de una invitación del Área de Divulgación Científica y Artística de la SECyT al ELAPPSS, para desarrollar una propuesta para de La Noche de los Museos -Edición 2019[29], en el Museo-Casa de La Reforma Universitaria de 1918, ubicada en barrio Alberdi, se propuso a la Multisectorial que presentara y divulgara públicamente un montaje sintético emergente del Fotomapeo mencionada. Se realizaron encuentros y reuniones en el museo entre el equipo coordinador de la institución, referentes de la Multisectorial e integrantes del ELAPPSS. Fue más que interesante y potencial lo acontecido en el diálogo establecido. La Multisectorial recuperó y sintetizó el Fotomapeo en un montaje de texto y fotografías, y lo presentó ante el equipo del Museo-Casa de la Reforma de 1918, acompañado de una performance. En palabras de integrantes de la organización y del mismo equipo coordinador del museo, hasta el momento, no se habían planteado articulaciones entre esta institución y la comunidad barrial. A continuación compartimos el montaje elaborado conjuntamente con quienes participaron en el Foto mapeo, que fue entregado en La Noche de los Museos, de modo masivo, junto con el tríptico de toda la propuesta, cuyo título fue: “Trans-forma Alberdi 2019. (Des) montar historias y territorios”[30]

Figura nº 3. Montaje elaborado por la Multisectorial Defendamos Alberdi, presentado en el Museo-Casa de La Reforma Universitaria de 1918

 

De parte del equipo coordinador de la institución se remarcó en varias oportunidades que nunca “el barrio” había entrado al museo de esta manera, danzando, festejando, cuestión que da cuenta de algunas cuestiones que pueden acontecer cuando los espacios público se convierten en núcleo calientes de performances (Schechner en Cotaimich 2021b), dejando huellas muchas veces imperceptibles y, de algún modo, transformando el paisaje, en este caso institucional y barrial. La experiencia fue más que interesante según la Multisectorial, ya que hasta el momento no habían ocupado un lugar de visibilidad en dicha institución, menos aún con reclamos, denuncias críticas al estado, y compartiendo sus propuestas para el barrio, las cuales, en dicha ocasión, fueron acompañadas de una danza colectiva con la cual se cerró el evento en dicho museo. Compartimos una fotografía que da cuenta de ello. (Figura nº 4)

https://lh4.googleusercontent.com/hIsSMe3trtGSrj-pTspPmpl-nzhAWliks62yDcAomEFx2jvvbAKoAmYj9Wnl5ybTUQpsHVmWNkvC7DOhTqlsv-wxULCUK5mpr3WzIkL2v56t52s44HjXZgqFDPf5UD84uAMpGFDsBJeS

Figura nº 4. Cierre del (Des) montaje transdisciplinar Trans-forma Alberdi 2019 publicada en redes sociales del Museo -Casa de La Reforma. Fotografía: Julián de la Reta para el ELAPPSS-UNC

La imagen muestra un espiral de danza cuyo centro de colores migrantes, dialoga con el paisaje histórico de la Reforma de 1918, con cuerpos y sentidos diversos que movilizan y fortalecen una reinvención -en performance- de cartografías-paisajes en una clave sensible y colectiva.

 

Re-encontrarnos luego de la pandemia del COVID-19

La propagación del Covid 19 y las políticas de aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) irrumpió en la cotidianeidad social, y su “modo de aparecer” particular en el paisaje barrial, transformaron de manera repentina la dinámica de las relaciones sociales y lazos comunitarios, así como debieron redefinirse agendas, acciones y modos de participación.

En este contexto, se realiza también un Fotomapeo en Cuarentena 2020 (Figura nº5), planteado como continuidad del Fotomapeo de 2019, contando también con instancias de encuentro virtuales y en cuerpo presente que formaron parte de este cuidar(nos) entre todes en un momento conmocionante, y realizar performativamente otros ejes que como equipo venimos trabajando, relacionados con la promoción transdisciplinar de la salud.[31]

Figura nº 5. Fotomapeo en Cuarentena 2020. Archivo Documental, Multisectorial Defendamos Alberdi

Ante la discursividad ambigua que se instalaba desde el Estado provincial y municipal, respecto a la pandemia y el aislamiento, el Fotomapeo Alberdi en Cuarentena, proponía visibilizar desde Postales del Covid 19 en Alberdi los modos de aparecer de la pandemia en el paisaje barrial, las experiencias diversas, sus ritmos, temporalidades, dificultades, contrastes y conflictos (Figuras nº 6 y 7). Y, con igual relevancia, trabajar en la construcción de sentidos sobre las prácticas de cuidado individual y colectivo, donde cuidado de sí, de otres, y cuidado del territorio barrial se consideraban indisolublemente de la mano.

Figuras nº 6 y nº  7. Postales del Covid 19 en Alberdi. Archivo Documental Multisectorial Defendamos Alberdi

 

A medida que la pandemia se fue diluyendo, dejando huellas de dolores múltiples, los habitantes salieron nuevamente a re-inventar su cotidianeidad, andando, festejando, reparando daños, desplegando sus potencias ante vulneraciones que más que cambiar, se profundizaron. De allí surgió la idea de realizar el proyecto de extensión al cual hemos hecho referencia para re-encontrarnos. De parte de la Multisectorial, la propuesta fue hacerlo, como señalamos, en el fortalecimiento del Club Deportivo Alberdi, territorio habitado por uno de los sectores más vulnerabilizados de la zona, que sufren procesos de inequidad múltiples. Y ello en línea al trabajo que venían realizando en dicha institución. Así las cosas, entrado marzo del 2023 y luego de un arduo trabajo, la Multisectorial, que focalizó su trabajo en este club debido a que allí asiste la población en situación de mayor vulnerabilización social, decidió presentar la camiseta del Deportivo Alberdi en el Museo-Casa de La Reforma Universitaria de 1918 (Figura nº 8). Al respecto compartimos una captura de pantalla de la red Facebook en un posteo donde la organización alude a esta presentación. El patrimonio, expresan, “no es negocio, es identidad”.

Figura nº 8. Captura de pantalla de la Red Facebook de la Multisectorial Defendamos Alberdi[32]

Así, el museo, institución que resguarda bienes públicos ligados a la historia y la identidad barrial, citadina, y de la UNC, volvía a ser ocupado activamente por Defendamos Alberdi, esta vez de la mano del Club Deportivo Alberdi. En otra vuelta de espiral, la organización retoma una re-significación y apropiación iniciada en relación con el proyecto “Trans-forma Alberdi 2019. (Des) montaje transdisciplinar de historias y territorios” antes de la pandemia. Esta vez en un re-encuentro y una re-invención de una institución que también cabe pensar en clave de paisaje y montaje. Esta “acción participante” es realizada desde un “compromiso en pos del bienestar común” (cita del posteo compartido). Bienestar al cual nos propusimos contribuir desde la promoción transdisciplinar de la salud, pensada de modo integral (a nivel personal y territorial). Como equipo universitario senti-pensante que se propuso trabajar en un diálogo de saberes, esta clase de acontecimientos nos conmueve profundamente.

 

A modo de conclusión para cerrar abriendo

Gentrificación, derecho al paisaje, derecho a la ciudad, (des) montaje y promoción de la salud.

A los pocos días de haber realizado la actividad Alberdi no es tu negocio, vinculada con el proyecto Re-encontrarnos, uno de les miembros de la Multisectorial nos acerca un texto del cual copiamos un fragmento. Con el título “¿Que es la gentrificación?”, realizan una descripción situada, desde sus experiencias, deseos y “compromiso en pos del bienestar común”, en la cual proponen una visión política alternativa de barrio y modelo de ciudad, atendiendo a diferencias culturales, históricas económicas y sociales. En dicho texto la organización se apropia activamente de las nociones de gentrificación y paisaje compartida por el equipo de geografía. Esto lo hacen definiendo la primera como: “(…) proceso mediante el cual, inversores económicos se quedan con territorios urbanos, desplazando a los antiguos habitantes. Para que dicho proceso económico y social sea posible es imprescindible la acción política del Estado, principalmente municipal”. A ello agregan que, un barrio mientras “va creando su propia identidad” se encuentra que:

Un buen día el Estado se retira de ese barrio, lo cual vuelve el lugar inseguro, sucio (…) De esta manera el paisaje barrial de esas relaciones sociales (chicos jugando a la pelota en la calle, vecinos y vecinas en las calles juntándose etc.) se transforma en calles peligrosas, demoliciones de casonas antiguas, proliferación de carteles ‘’se vende’’, baldíos y la triste realidad de casas tapeadas y llenas de basura (...) el Estado reaparece, ejecuta obras, pone plazas, saca basurales, pintas murales bajo la consigna de ‘’puesta en valor’’, ‘’recuperación de espacios’. En el medio de este proceso, el negocio inmobiliario, compró casas y terrenos a precios baratos, esperó dicho tiempo y de repente sale a vender estos terrenos y casas, generando el aumento de la renta inmobiliaria, del precio de los terrenos y alquileres.

Nótese cómo aquí se produce también, una apropiación activa de la noción de paisaje, aludiendo en términos cotidianos y concretos a cuestiones que hacen al derecho a la ciudad y el paisaje, encarnadas a partir del malestar cotidiano que esta situación de vulneración genera. A posteriori, remiten a cómo ciertas políticas públicas se presentan como “salvaguarda de la identidad barrial”, cubriendo “el paisaje del barrio” de edificios y comercios “estilo norteamericano”, e invitando a visitar el “barrio del Cordobazo’” en una clave capitalista cultural. Ante ello se preguntan, de algún modo cuestionando la naturalización de la vulneración de derechos: “¿cuál es la idea de espacio público? ¿para qué y quiénes está pensado? ¿cómo patios para los edificios? ‘’Habitar el espacio público’’ ¿para quiénes?”[33]

Como muestra la ciudad de Córdoba, el derecho a la ciudad y el derecho al paisaje pueden ser ambiguos. Mientras algunos pueden presentarse menos capaces para ejercer poder político y modificar el paisaje que habitan, otros, movilizando el derecho al paisaje, han lograron producir sus propias “comunidades”, regulaciones (como en los barrios cerrados), y sus propios paisajes, y así a través de estos, producir una distancia espacial y social. Hacer visibles estas (in)justicias fue parte del trabajo conjunto con la Multisectorial.

Si el paisaje, muy cómodamente puede haber servido y sirve para estabilizar ciertas historias y relaciones -la sutura operadas por el paisaje en Córdoba de la mano de un parroquialismo cordobesista es ampliamente conocido-, se trata de identificar las geometrías del poder e imaginaciones geográficas que lo sostienen, como la  “provocación” del paisaje a incentivar “la reimaginación del paisaje” (Massey 2006) en sentidos pluridiversos. El espacio de negociación agonístico que es el político debe ser reconocido, incluyendo también la negociación por lo que es el paisaje, la justicia, el derecho al paisaje y el derecho a la ciudad. A sabiendas que todas estas cuestiones inciden y hacen al bienestar común, tal como lo señala la organización, y por tanto hacen al cuidado/producción de bienes comunes y a la salud pensada de modo integral y en relación directa con la garantía de derechos que se encuentran intrínsecamente relacionados y que cobran carne y cuerpo cuando son re-definidos y re-inventados en territorios vivos.

Re-encontrarnos en estas experiencias luego del impacto que produjo la pandemia, nos generó múltiples interrogantes y desafíos en favor de praxis que profundicen relaciones entre investigación, form(a)cción y extensión, entre teorías, prácticas y procesos de transformación y enseñanza-aprendizaje colectivos que compartimos a diario instituciones, comunidades y organizaciones. Desafíos que aquí supusieron relaciones entre derechos al paisaje y la ciudad, (des) montaje y promoción transdisciplinar de la salud, sobre todo orientados a potenciar poéticas y políticas de cuidados en favor de un bien-estar común que involucra vidas humanas y más que humanas, en un tiempo de urgencias pero también de potenciales re-encuentros y re-invenciones.

 

Bibliografía

Bompadre, J. M. (2016). (Des) Memorias de la Docta. De barbudos miscegenados a comechingones comunalizados: procesos contemporáneos de emergencia étnica en Córdoba. Tesis de doctorado en Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba. 2016.

Correa, A. et al. (2016). Alberdi no está en venta. Espacios, historias, relatos de luchas y resistencias. Gráfica del Sur Imprenta- Editorial.

Cosgrove, D. (1998). Social formation and Symbolic Landscape. The University of Wisconsin Press. Wisconsin

Cosgrove, D. (2006) Modernity, community and The Idea of landscape. En: Journal of Material Culture11 (1-2).

Cotaimich V. (2023a). Guía de Observación en Términos de Montaje. Material de apoyo metodológico elaborado en el marco del Espacio Laboratorio de arte/s, performance/s, política, salud y subjetividad/es (ELAPPSS) de la Facultad de Psicología de la UNC

Cotaimich V. (2023b). Aportes, experiencias y (des) montaje de relaciones entre bienes comunes, justicia ambiental y promoción transdisciplinar, transcultural y transnacional de la salud. En Dossier: Extractivismos y sus implicancias en la salud, ambiente y territorios en América Latina y El Caribe del Grupo de Trabajo de Salud Internacional del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Artículo:  (En prensa).

Cotaimich V. (2021a). Hacer teatro (in) dependiente en Córdoba entre 1996 y 2010. (Des) montaje transdisciplinar de un proceso de transformación poética y política en el contexto del capitalismo cultural y cognitivo contemporáneo. Tesis de Doctorado en Artes (2021). Fac. de Artes. UNC.

Cotaimich V. (2021b). Candonga y el milagro del Sauce. (Des) montaje transdisciplinar, política/s pública/s, ordenamiento territorial, salud colectiva, justicia ambiental y producción (in) material de bienes comunes. Tesis Doctoral en Adm. y Política Pública. IIFAP. Fac. de Cs. Soc. UNC-Argentina.

De Certeau, M. (2006). La invención de lo cotidiano. 2. Habitar, cocinar. Ed. Universidad Iberoamericana, A. C. Primera reimpresión en español. México

Despret V. (2021).  A la salud de los muertos. Relatos de quienes quedan. Editorial Cactus. Bs. As.

Egoz S., Makhzoumi, M y Pungetti, G. (2016). The Right to Landscape: An Introduction. Routledge. Londres

Fraser, N. (2000). ¿De la redistribución al reconocimiento? Dilemas de la justicia en la era «postsocialista». New left review. Nº 0 Año 2000. Akal. España

Haesbaert, R. (2021). Território e descolonialidade : sobre o giro (multi)territorial/de(s)colonial na América Latina. CLACSO.

Haraway J. D. (2019). Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno. 4ta. Edición en Argentina. Traducción Helen Torres. Editorial Consonni. 

Harvey, D. (2017). El cosmopolitanismo y las geografías de la libertad. Ed. Akal. Madrid.

Harvey, D. (2018). Justicia, naturaleza y geografía de la diferencia. Ed. IAEN-Instituto de Altos Estudios Nacionales del Ecuador, Quito, y Traficantes de Sueños, Madrid.

Helmann, J. (2021). Negros y Estudiantes. Una etnografía acerca de un conjunto de migrantes haitianos en la Córdoba contemporánea. Trabajo final de Licenciatura en Antropología. Dpto. Antropología. FFyH-UNC. Inedita

Ingold, T. (2015).  Estar vivo: ensaios sobre o movimento, conhecimento e descrição. Ed. Vozes

Lefebvre, H. (1976). Espacio y Política: El derecho a la ciudad, II. Ediciones Península.

Lugones, M. (2008). Colonialidad y género. En: Rev. Tabula Rasa, núm. 9, julio-diciembre, 2008, pp. 73-101 Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. Bogotá

Llorens, S; Pantano, J. P. y Rodigou, J. (2023). Paisajes colectivos de expresión. Hilando y entramando las cartografías-paisajes del O.T.P Cerro Azul. Una experiencia en proceso. En Actas de XI Encuentro Interdisciplinario de Ciencias Sociales y Humanas “Desafíos de las desigualdades: crítica e intervención” CIFFyH-FFyH, UNC y el Instituto de Humanidades (IDH – CONICET). 29 y 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre de 2022. (En publicación).

Massey D. (2006). Landscape as provocation. Reflections on Moving Mountains. En: Journal of Material Culture.Vol. 11(1/2): 33–48 . Sage. London

Massey, D. (2008). Pelo espaço. Río de Janeiro, Bertrand Brasil.

Mitchell, W. J. T. (2002). Introducción. En: Landscape and power. The University of Chicago Press. Chicago. pp 1-4

Mitchell, D. (2008). Muerte sobre la abundancia. Los paisajes como sistemas de repoduccion social. En. Nogué (ed.) El paisaje en la cultura contemporánea. Ed. Biblioteca Nueva

Mitchell, D. (2017). A relational approach to landscape and urbanism: the view from an exclusive suburb, Landscape Research, Londres.

Musset A. (2015). El mito de la ciudad justa: una estafa neoliberal. En: Bitácora Urbano-territorial Nº 25(1) 2015: 125 – 139. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá

Musset A. (2017). Límites y posibilidad de la “ciudad justa”. En: La “ciudad justa”. Un mito neoliberal al servicio del extractivismo urbano. PUNTO DE DEBATE. Fundación Rosa Luxemburgo. Número 15, Septiembre de 2017. Bs. As.

Olwig, K. (2019). Performing on the landscape versus doing landscape. En: The maneaning of landscape. Essayon place, space environment and justice. Routledge. Oxon

Palladino, L. (2018). Re-emergencias comechingonas en Córdoba. Aboriginalidad y procesos de comunalización de la Comunidad Comechingón del Pueblo de La Toma, ciudad de Córdoba (2008/2009). El Pelícano 4: 62-87.

Pedrazzani, C. (2019). Extensión universitaria en y desde Geografía. Una reflexión crítica desde la práctica. Ponencia publicada en Actas del VII Congreso Nacional de Geografía de Universidades Públicas y XXI Jornadas de Geografía de la UNLP. http://jornadasgeografia.fahce.unlp.edu.ar/front-page/actas/ponencias/Pedrazzani.pdf

Pedrazzani, C. y Llorens, S (2020). (Re)pensar la extensión desde lo comunitario. Espacios abigarrados en el diálogo de saberes. IX Jornadas sobre Etnografía y Métodos Cualitativos.  Mesa “Los “quiénes” y “cómo” de la extensión universitaria.  Experiencias y desafíos de la extensión como diálogo de saberes.

Polanyi, K. (2003).  La gran transformación. Fondo de Cultura Económica. México

Schechner, R. (2000). Performance. Teoría y Prácticas interculturales. Edit. Libros del Rojas. Univ. de Bs. As.

Smith, N. (2004). Nueva ciudad, nueva frontera: el Lower East Side como oeste, salvaje oeste. En: Sorkin (edVariaciones sobre un parque temático. La nueva ciudad americana y el fin del espacio público. Ed. G. Gili. Barcelona 79-114

Wylie J. (2007). Landscape. Ed. Routledge. N. Y.

Zusman, P. (2008). Epílogo. En. Nogué (ed.) El paisaje en la cultura contemporánea. Ed. Biblioteca Nueva

 



[1] Departamento de Geografía y Laboratorio de Estudios Territoriales (LET) de la Facultad de Filosofía y Humanidades – Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Profesor Adjunto de Epistemología de la Geografia. Dpto de Geografía. Facultad de Filosofía y Humanidades. UNC. sllorens@unc.edu.ar

[2] Dra. en Artes, Dra. en Adm. y Política Pública. Lic. y Prof. en Psicología. Artista transdisciplinar Coordinadora del Espacio-laboratorio de arte/s, performance/s, política, salud y subjetividad/es. Prof. Titular de Psicología Sanitaria (AT-CRES-Va. Dolores). Prof. Asistente de Psic. Sanitaria (Lic. en Psic) Fac. de Psicología. UNC. valeria.cotaimich@unc.edu.ar

[3] Dicho proyecto fue seleccionado en la convocatoria “Cultura y Territorio-2021” de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación y cuenta con la dirección de Valeria Cotaimich y la co-dirección de Santiago Llorens. Si bien se desarrollaron acciones preliminares entre el equipo universitario y las organizaciones (entre 2021 y 2022), oficialmente, se comenzó a ejecutar en julio del 2022. En ese marco se articularon acciones entre organizaciones sociales, docentes y estudiantes de la cátedra de Epistemología de la Geografía (Dpto. de Geografía, Facultad de Filosofía y Humanidades-UNC), de la cátedra de Psicología Sanitaria, y del Espacio Laboratorio de arte/s, performance/s, política, salud y subjetividad/es (ELAPPSS), de la Facultad de Psicología (UNC). El proyecto se enmarca en un programa de Extensión Universitaria titulado: “Promoción transdisciplinar y transcultural de la salud. Artes, cuerpo, performance, decolonialidad, género(s) y bienes comunes”, el cual incluye el proyecto: “Promoción transdisciplinar de la salud. (Des) montaje, biopolítica/s, género(s) y cuidado de bienes comunes (ambientales y culturales” que supone un seminario, y de prácticas extensionistas de grado con estudiantes de la cátedra de Psicología Sanitaria. Tanto el programa, como el proyecto fueron aprobados por el HCD de la Facultad de Psicología de la UNC, (2019-2023). Ambos cuentan con la dirección de la Dra. Cotaimich. Ambos devienen de proyectos transdisciplinares de investigación desarrollados desde el ELAPPSS desde el año 2008, que vinculan investigación y extensión, en un diálogo de saberes con personas, comunidades, organizaciones sociales e instituciones públicas de alcance local (de la ciudad de Córdoba y la región de las Sierras Chicas), nacional y transnacional.

[4] El desafío de vincular investigación y extensión fue parte constitutiva de la creación del ELAPPSS, en el cual se radica el programa y proyectos de extensión a los cuales hacemos referencia, donde participan docentes y estudiantes de la Cátedra de Epistemología de la Geografía (Depto. en Geografía-FFyH)

[5] Aproximadamente desde el año 2010 se vienen sosteniendo espacios de diálogo y trabajo con colectivos de Barrio Alberdi. Entre 2012-2013 se redactó de forma conjunta el Proyecto de Voluntariado Universitario “Defendamos Alberdi”. Aquí articuló la cátedra de Epistemología de la Geografía, y cátedras de otras unidades académicas de la UNC y del Instituto de Culturas Aborígenes; el Proyecto“Políticas de Lugar: convergencias de discusiones e intervenciones académicas, sociales y políticas, período (2012-2013). Dir. Santiago Llorens; el proyecto “Políticas espaciales y espacialidad de la política. Un acercamiento desde las imaginaciones geográficas y las espacialidades de colectivos y movimientos sociales subalternos, período (2016-2017) (Dir Santiago Llorens; el Proyecto “Imaginaciones geográficas y espacialidades abigarradas. Estudios sobre imágenes, formas espaciales y procesos sociales en Córdoba”; y el Proyecto Formar SECYT-UNC, período (2020 a 2023). (Dir. Carla Pedrazzani; Santiago Llorens docente responsable)

[6] Dicho proyecto lleva como título: “Promoción transdisciplinar, transcultural y transnacional de la salud y configuración de cuerpos y subjetividades. Abordajes de problemáticas y propuestas relacionadas con el cuidado de bienes comunes, a 100 años de la Reforma Universitaria de 1918”. Subsidiado por la SECyT de la UNC (Categoría CONSOLIDAR). Dirección Dra. Valeria Cotaimich.

 

[7] Se trabajó con tres organizaciones: Jallala (cooperativa de cerámica en proceso, en la Asociación Civil La Choza Poderosa); 2) TAGUA, (mujeres de la localidad de Unquillo que trabajan en torno a problemáticas de género en inter-cuidados comunitarios); y la 3) Multisectorial Defendamos Alberdi.

[8] Entre los antecedentes del proyecto Re-encontrarnos se encuentran actividades realizadas en el Hospital Nacional de Clínicas de la UNC en relación con la defensa de lo público. También se encuentra un investigación donde se abordan tensiones y diálogos entre gubernamentalidad y: la dialéctica entre la/s política/s y lo político (siguiendo a C. Castoriadis); esferas públicas a nivel local y transnacional (en términos de N. Fraser); relaciones entre biopoder y biopolítica -en términos de M. Foucault, Agamben, Espósito, Negri y Hardth, Deleuze y Rose); biopolíticas de lo común; maldesarrollo (siguiendo a M.Svampa); el trabajo en el campo de la salud; formas de (in) justicia ambiental y/o territorial y la configuración performativa de las subjetividades en el contexto del capitalismo actual(Cotaimich 2021b).

[9] En una vía semejante pero más incipiente la Iniciativa Latinoamericana del Paisaje (Lali). Esta ha mantenido sus siglas en inglés de Latin American Landscape Initiative, pero saludablemente en la actualidad prevalece el uso del castellano. Desde aquí emulando el caso del Convenio Europeo de Paisaje han promovido “Cartas del paisaje” para gran número de países de América Latina. También se observa en algunos de estos países, en especial México y Colombia iniciativas por colocar el “derecho al paisaje” en el marco constitucional. 

[10] Rastreando su genealogía retoma a Novy y Mayer (2009. En Musset 2017), quienes afirman que “ciudad justa” es una invención norteamericana en el marco de las políticas urbanas neoliberales. Este se difundió frente al término “igualdad”, considerado un concepto sesgado por el marxismo. De esta manera, señala Musset “ciudad justa” acompañado de otros términos políticamente correctos, como “inclusiva”, “participativa”, “segura”, “sostenible” y “resiliente” desde la matriz neoliberal, se presenta como un “mito” (Musset 2017) que oculta el hecho sistémico de que la búsqueda consistente de igualdad socioeconómica es imposible frente a una matriz de acumulación neoliberal intrínseca y sistemáticamente productora de desigualdades colocada como incontestable.

[11] Cabría vincular esto con las formas instituidas y gubernamentalizadas de conferencias internacionales sobre Promoción de la salud de la ONU que aluden a ciudades sustentables; así como la noción de sustentabilidad implicada en la mayor parte de los acuerdos internacionales relacionados con los ODS de la Agenda 2030.

[12] Dicha propuesta fue realizada, en un primer momento en el marco de la tesis de Doctorado en artes de V. Cotaimich (2021a), y luego transferida y re-significada en su tesis de Doctorado en Administración y Política Pública (2021b), en la cual aborda dos casos donde se vinculan políticas de ordenamiento territorial, formas de (in) justicia ambiental, salud colectiva y cuidado de bienes comunes ambientales y culturales.

[13] El (D)MT, en tanto propuesta epistemológica (poética, política, conceptual y metodológica), viene signando proyectos de investigación y extensión del ELAPPSS desde el año 2008.

[14] Cabe señalar que, según datos de la Municipalidad de la ciudad de Córdoba, el barrio Alberdi cuenta con 31594 habitantes Fuente: Portal de la ciudad. https://nuestraciudad.info/portal/Barrio_Alberd

[15]  Se trata de un barrio de sectores obreros populares y estudiantiles, asociado históricamente a la “Reforma Universitaria de 1918” y a las insurrecciones del “Córdobazo” -1969- y el “Viborazo” -1971-. Con clubes sociales populares y pequeñas industrias y talleres que se vieron fuertemente afectadas por las políticas neoliberales de los 90’; llevando al cierre de fábricas, pérdida de fuentes de empleo y deterioro de condiciones materiales que se manifestaron en el paisaje barrial, como en el debilitamiento de los clubes y espacios sociales. La historia de despojos y resistencias datan desde fines del S.XIX cuando los Comechingones del Pueblo La Toma (hoy Alberdi) fueron desalojados de sus tierras. La comunidad actualmente reclama el derecho a su identidad, cultura, y territorio (Bompadre 2016, Palladino 2018). Por su parte, el barrio ha sido y es actualmente el destino de migrantes de diversas comunidades; entre ellas la peruana y afromigrantes (Jean Baptiste y Llorens 2016; Helmann, 2021) que, desde sus prácticas y experiencias, se fueron apropiando del espacio barrial.

[16]Art. 41: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras (...) Las autoridades proveerán a la protección de este derecho (...) a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales. Fuente

:https://www.enre.gov.ar/web/bibliotd.nsf/58d19f48e1cdebd503256759004e862f/3e09d3dd4e79a9c303256b1700604cc3?OpenDocument

 

[17] El arroyo La Cañada, atraviesa a la ciudad de Córdoba en dirección suroeste-norte. Hacia mediados del siglo XX fue canalizada con muros de piedra tallada, puentes en arco y árboles de  tipas en ambos márgenes para darle el aspecto de un paseo lineal. En la actualidad es considerada un emblema de la capital cordobesa.

[18] Las imágenes de estos murales por momentos, invitan a preguntarnos y reflexionar acerca de si, este proceso de muralización de las riberas del Río Suquía, emblema local (y uno de los más contaminados de la provincia), supuso instancias de reflexión y diálogo con  muralistas de otras latitudes, quiénes, en sus diseños ponen en jaque poderes, gubernamentalidades y formas hegemónicas biopolíticas. Nos preguntamos esto por el tipo de diseños, temas y colores que se observan. También cabe una reflexión sobre la producción de murales, que remita a pensar en los procesos de producción (in) materiales que estos suponen, en relación con los bienes comunes ambientales y culturales implicados, cuestión que va desde pensar en las materialidades (pinturas, aerosoles, etc) empleados para pintar, como en los saberes puestos en juego en las producciones finales.

[19] Estos pliegues de la ciudad fueron, en parte, objeto de una investigación sobre transformaciones del teatro independiente (TI) de Córdoba a partir de los ´90, en el contexto del capitalismo cultural (Cotaimich 2021a). Allí retomamos a Richard Schecher quien los considera como zonas liminales como: “centros reales y conceptuales de la sociedad (...) zonas de inestabilidad, disturbio y cambios potencialmente radicales en la topografía social; abandonados o todavía no domesticados” (Schechner 2000: 82-83). Como ejemplo Schechner menciona la transformación del barrio del SoHo en New York, en el cual se planteó un proceso de gentrificación. En el caso de la ciudad de Córdoba encontramos zonas afines, cercanas del Ex-mercado de Abasto, la terminal de ómnibus, barrio Güemes, y barrios como Alberdi, en los cuales surgen salas de TI en pliegues cuyas arrugas, con el tiempo, se procuraron planchar.

[20] Sobre “idea” de paisaje (Cosgrove 1998; 2006); sobre figuras del paisaje como “lugar común” (Silvesti 2011)

[21] Sobre paisaje y comunidad (Cosgrove 2006; Olwig 2019).

[22] Sobre paisajes como “verbo” y “agente” WJT Mitchell (2002).  En un sentido diferente Mitchell atendiendo al paisaje, el poder y la producción y reproducción social -material e ideológica- (Mitchell 2017).

[23] Sobre paisaje y habitar (Ingold 2015; Wylie 2006; Olwig 2019), sobre paisaje humano y no humano (Ingold 2015; Wylie 2006; Massey 2006, 2008). El aludir a las afectaciones, y más aún al cuidado de “vidas más que humanas” remite a nuestras lecturas de autoras como Donna Haraway (Cotaimich 2023b).

[24] Al respecto sugerimos la lectura de una de las últimas publicaciones de Despret sobre la muerte (2021).

[25] Siguiendo a Laclau y Mouffe, Massey sostiene que “no hay política universal de categorías topográficas”. Para esta, “se trata de una posición genuinamente política de toma de posición, y no la aplicación de una fórmula sobre espacio y lugar”. Algo como “el debate sobre apertura o cierre [o sobre cualquier otra categoría topográfica], en otras palabras no debería ser colocado en términos de formas espaciales abstractas, sino en términos de las relaciones sociales a través de las cuales los espacios, y aquella apertura o cerramiento, son construidas en las siempres móviles geometrías del poder del espacio tiempo (Massey 2008: 234-25).

[26] Un (des)montaje transdisciplinar del paisaje, supone el abordaje de aspectos instituidos que generan procesos de inequidad y malestar -ante los cuales surgen tensiones, y re-invenciones de lo cotidiano (De Certau, 2006)-; potenciando relaciones con políticas de cuidados de vidas humanas y más que humanas.

[27] El encuentro entre organizaciones y cátedras de Antropología y Geografía devino en una Práctica Socio Comunitaria (2019-2020) en el marco de la Secretaría de Extensión (FFyH-UNC) articulando de esta manera extensión, docencia e investigación, en la que participaron entre otras, la Multisectorial Defendamos Alberdi, el Instituto de Culturas Aborígenes, el Instituto de Presencia Africana, la comunidad comechingón del Pueblo La Toma. La práctica se pudo sostener como tal en el año 2019, el contexto de pandemia y aislamiento implicó la suspensión formal de la misma y la realización de algunas actividades de manera virtual en la que participaron algunas de las cátedras y espacio.

[28] En la misma participaron la Multisectorial Defendamos Alberdi; el Club Deportivo Alberdi en Villa Paez; docentes del Instituto Provincial de Enseñanza Media Sarmiento de barrio Alberdi; la Cátedra de Epistemología de la Geografía, el Seminario de Contra-cartografías del neoliberalismo. Luchas y movimientos sociales en defensa de los territorios y la vida; y el Proyecto Imaginaciones geográficas y espacialidades abigarradas (Dpto. Geografía FFyH-UNC); la Cátedra de Psicología Sanitaria y el ELAPPSS -Espacio Laboratorio de Arte/s, Performances, Política, Salud y Subjetividades- (Facultad de Psicología-UNC); Cátedra de Fundamentos y constitución histórica del Trabajo Social B, de la Licenciatura en Trabajo Social (FCS-UNC), y la Escuela de Cine y Fotografía Lumière.

 

[29]La Noche de los museos, es un evento que, en Córdoba desde el año 2011, comenzó a organizarla el Área de Divulgación Científica y Artística de la SECyT de la UNC, el Programa Museos (PROMU), la SEU-UNC y los gobiernos de la provincia y ciudad de Córdoba. El ELAPPSS ha sido invitado desde su primera edición para presentar propuestas en el Museo de Anatomía Pedro Ara del Hospital Nacional de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas, situado en barrio Alberdi; el Museo Científico Tecnológico de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales y el Museo Botánico (todos de la UNC). En todos los casos se presentaron (Des) montajes transdisciplinares vinculando investigación y extensión universitaria, con participación de comunidades, organizaciones y colectivos/as sociales. En este caso, y poniendo foco en trans-formaciones del barrio, se consideró una oportunidad para presentar pública y con alcance masivo el trabajo realizado. Para ello se contribuyó financieramente con la publicación del material elaborado en relación con el Foto-mapeo, acompañado de una performance con participación activa de integrantes e invitados/as de la Multisectorial.

[30] Si bien la idea y coordinación general de este (Des)montaje transdisciplinar estuvo a cargo de Valeria Cotaimich, se trabajó con la participación activa, y en diálogo, entre la Multisectorial Defendamos Alberdi, el equipo del Museo-Casa de la Reforma Universitaria, el Espacio teatral Urda, referentes de la comunidad migrante peruana del barrio y estudiantes, docentes y colaboras/esa del ELAPPSS.

 

[31] En este participaban el Equipo de Investigación "Imaginaciones geográficas y espacialidades abigarradas" y la Cátedra de Epistemología de la Geografía (Dpto Geografía FFyH,UNC) con aval de la Secretaría de Extensión FFyH; l ELAPPSS -(Facultad de Psicología-UNC); Cátedra de Trabajo Social Primer Año de la FCS-UNC, y la Escuela de Cine y Fotografía Lumière.

[32] Esta presentación se realizó el 14 de marzo del 2023 y fue compartida por la organización en su red social Facebook con una serie de fotografías y señalando https://www.facebook.com/photo?fbid=575471947943602&set=pcb.575472231276907&locale=es_LA

 

[33] Detrás del argumento del cuidado de los nuevos paisajes urbanos, sus gadgets, y de las “nuevas” actividades sociales que en estas se desarrollan, se presenta entre otras cosas una mayor regulación y vigilancia sea a través de la presencia policial o las cámaras de seguridad urbana. Desde aquí identifican tres paisajes que van progresivamente profundizando este proceso. Por un lado las costanera -sobre las márgenes del Río Suquía-, la Avenida Colón entre avenida Santa Fe y Pedro Zanni aproximadamente, y los nuevos espacios “restaurados” o “renovados”, siendo la Plaza Colón el más emblemático pero no el único, donde se despliegan nuevas formas más o menos explícitas de exclusión e inclusión. Por otro lado, murales del Programa “Arte de nuestra gente”, y el celeste del Club Atlético Belgrano, vueltos omnipresentes, han suplantado los otrora explícitos mensajes políticos contestatarios, e inclusive los libres Graffiti, un medio de expresión –convertido casi universal- de diversos grupos urbanos subalternizados.