Presentación

María Cristina Dalmagro

mcdalmagro@gmail.com

Facultad de Lenguas

Universidad Nacional de Córdoba, Argentina

En un contexto en el cual los estudios comparativos muestran en todo momento su preocupación por revalorizar la pluralidad, la diferencia y por encontrar, también, puntos de encuentros en la multiplicidad de sistemas literarios y culturales vigentes en la actualidad, el presente número de la Revista de Culturas y Literaturas Comparadas atiende especialmente al carácter múltiple y plural del comparatismo latinoamericano.

Este N.° 12 reúne artículos que abordan, desde una perspectiva transnacional e interdisciplinaria, diversas temáticas, diversos autores, diversos contextos.

A estas reflexiones se suman aquellas que inauguran nuevas epistemologías, tendientes a provocar nuevos modos de entender estos contrastes y diálogos. Así, y de acuerdo con Ottmar Ette, autor del artículo con el cual abrimos este número, América Latina se presenta como un ámbito de entrecruzamiento transcultural en donde una filología de carácter transareal resulta pertinente. Analiza las condiciones y oportunidades específicas de las literaturas latinoamericanas en el contexto polilógico de las literaturas del mundo. En este marco, sostiene la demanda de pensar en la permanente movilidad. Continúa con la reflexión, ya iniciada en otras publicaciones, sobre las literaturas sin residencia fija y la necesaria poética del movimiento, que va más allá de las concepciones histórico-espaciales, e invita a pensar a partir de los estudios transareales. Desde esta perspectiva, dichas literaturas y las literaturas del mundo en su conjunto conforman una “escuela de pensamiento de lo polilógico y un laboratorio para una convivencia más allá de la exclusión, más allá de una alterización y exclusión interminables”.

En consonancia, pero abordando en su artículo una temática clásica en el contexto de la literatura latinoamericana, afirma Eduardo Coutinho la necesidad de reflexionar desde la “reciprocidad cultural y la interacción plural”. En su artículo, revisita la noción de “transculturación” y la piensa en relación con obras de literatura latinoamericana que han roto con esquemas fijos y han propuesto asociar dicho concepto a la idea de resolución de conflictos a través de la configuración de algo nuevo y original, resultante de la mezcla, o hasta fusión, de elementos antitéticos. Se demuestra, a través del análisis de un ejemplo concreto, el “realismo maravilloso”, la funcionalidad de dicho concepto y su rol fundamental para la comprehensión de la producción literaria y cultural latinoamericana.

También en el marco de lo dialógico, el artículo “Rodó transplatino. Diálogos asimétricos con la revista Nosotros”, de Cristina B. Fernández, interroga sobre las relaciones entre José Enrique Rodó (Uruguay, 1871-1917) y la revista Nosotros (1907-1943) editada en Buenos Aires. Atiende, especialmente, a los nexos de legitimación literaria que se producen en una misma región geocultural, relaciones que son complementarias y asimétricas a la vez y que, en esos contextos, funcionan como vectores de integración regional e hispanoamericana. Va más allá al pensar, de igual modo, en las relaciones entre lo local, lo regional y lo mundial/global, y la necesidad de diseñar estrategias de mutuo fortalecimiento.

El tradicional motivo del viaje —tan transitado por los estudios de culturas y literaturas comparadas— ofrece una nueva mirada en el artículo “El otro viaje en El vasto mar de los sargazos (1966) de Jean Rhys, Yo, Tituba, la bruja negra de Salem (1986) de Marysé Condé y Del rojo de su sombra (1992) de Mayra Montero. Un estudio comparado”, de Pamela Swindt. La autora se detiene a indagar sobre la relación entre dicho motivo y la representación de la mujer en las literaturas caribeñas, en quien el desplazamiento por fronteras geográficas y simbólicas marca la autopercepción y la construcción de su identidad. El concepto de “errancia” atraviesa la lectura propuesta y ofrece un análisis del impacto de dichos movimientos.

Por otra parte, los estudios que conectan la relación entre la naturaleza y la literatura, iniciados sobre fines del siglo XX, también tienen su lugar en el artículo de Marianela Mora titulado “La representación de la naturaleza en tres poetas latinoamericanas”. Son poco frecuentes los trabajos que relacionan textos poéticos de tres mujeres del Cono Sur desde una mirada ecocrítica, lo cual significa revisitar la obra de dichas autoras a partir de un marco epistemológico diferente. Las poetas que conforman el corpus son: Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y Juana de Ibarbourou. El artículo propone una relectura original de algunos textos poéticos de estas autoras.

No podían estar ausentes, igualmente, las reflexiones sobre vinculaciones entre la narrativa argentina y un clásico de todos los tiempos, Don Quijote de la Mancha. María Victoria Martínez se dedica a indagar sobre los distintos tipos de relación entre Las falsificaciones, de Marco Denevi, y los microrrelatos cervantinos. Con un predominio de la ironía, del humor, de la irreverencia, Denevi, sostiene la autora: “incorpora creativamente las innovaciones de la literatura extranjera a la propia (…) para devolverlas transformadas al sistema internacional”. Esta línea de lectura se une con el concepto de transculturación al cual dedica su reflexión Eduardo Coutinho.

La figura de dos personajes provenientes de la literatura oral, con rasgos de mito popular, se erige en el eje del artículo “Enemigas de los viajeros…”, de María Valeria Mancha. Se analiza, en perspectiva comparada, el discurso de la otredad y su representación en dos mujeres que se erigen como “enemigas de los viajeros”, una en Extremadura y la otra en la en la región andina de la Argentina.

En el artículo que cierra este número, Adriana Crolla expone y describe resultados de un trabajo de indagación a partir de entrevistas realizadas a distintos referentes de la literatura comparada en la academia argentina. Expande las fronteras para abarcar, también, a algunos representantes italianos. La pregunta disparadora: ¿Literatura Comparada o Literaturas Comparadas? y las múltiples respuestas le permite trazar un recorrido epistemológico que deja abierta las puertas para la continuidad de la reflexión.

Reconocemos, entonces, que no hay un solo modo de pensar las literaturas y las culturas comparadas, los problemas que los textos de distinta índole (artísticos, literarios, multimediales, entre otros) plantean, las preguntas que nos disparan. La noción básica del comparatismo como “relación” sigue siendo la base sólida sobre la que se afirma su práctica. Comparar es relacionar, es enlazar en un intento por conocer y comprender otras culturas y otras literaturas en su incesante diálogo sin fronteras.

A la vez, reconocemos, y los artículos precedentes así lo demuestran, que América Latina se presenta como un vasto territorio en donde cruces, intersecciones, apropiaciones, interrelaciones, diálogo cultural, son el eje sobre el cual es posible articular nuevas reflexiones comparatistas.