Comunicaciones

 

Área temática de las jornadas: Fronteras territoriales, temporales, lingüísticas, genéricas, culturales, de soportes y medios

 

García- Santiago: mujeres atravesando fronteras

 

Ayelen Argerich

Mónica Cuello

 

ayerargerich@hotmail.com

lic_mcuello@yahoo.com.ar 

                                   

Universidad Nacional de Lanús

 

 

Resumen

Los estudios del concepto de identidad desarrollados por Stuart Hall en su texto Questions of Cultural Identity (1996) definen la identidad como un punto de encuentro, un punto de sutura entre los discursos y las prácticas que nos interpelan como sujetos sociales. Hall sostiene que la identidad es una posición que el sujeto debe adoptar sabiendo que es una representación y que, como tal, es un constructo hecho a partir de una división o carencia. Nos preguntamos en este trabajo qué sucede con la identidad del sujeto migrante, queremos indagar a qué discursos y prácticas están sujetos. Para intentar una respuesta a este interrogante nos vamos a focalizar en dos textos, en primer lugar, Almost a Woman (1998), una memoria escrita por Esmeralda Santiago y la novela Dreaming in Cuban (1992) de Cristina García. Dentro de estos relatos, nos interesan particularmente los personajes de Monin, madre de la protagonista del texto de Santiago, y Lourdes, madre de una de las protagonistas de la novela de García. Ambos personajes migran de sus países de origen Puerto Rico y Cuba, respectivamente, a los Estados Unidos al comienzo de la década del 60, movidas por diferentes razones. En el caso de Monin, son la pobreza y la falta de oportunidades las que la empujan fuera de su tierra y, en el caso de Lourdes, el problema es político y es la Revolución cubana. Las dos tienen que insertarse en una sociedad que las interpela y construye una representación de ellas que motiva estos discursos.

Palabras clave: frontera- migrante- identidad- representación.

Abstract

Discussions of the concept of identity developed by Stuart Hall in the text Questions of Cultural Identity (1996) define identity as a meeting point, a point of suture between discourses and practices which interpellate us as social subjects. Hall maintains that identity is a position which the subject adopts and as such, it is a representation, a construct which stems from a lack or a division. In this paper we would like to explore what happens with the identity of the migrant subject and which discourses and practices impact on them. To answer such a question, we will focus on two texts: in the first place, Almost a Woman (1998), a memoir written by Esmeralda Santiago, and then the novel Dreaming in Cuban (1992) by Cristina García. We will focus on the characters of Monin, mother of the protagonist in Santiago´s text, and Lourdes, mother of one of the main characters, in Garcia´s novel. Both characters leave their home countries, Puerto -Rico and Cuba, and for different reasons migrate to the United States in the early sixties. As far as Monin is concerned, poverty and the lack of opportunities for progress push her abroad. As for Lourdes, it is a political problem, the Cuban Revolution, that drives her away. Both characters have to cope with a community which interpellates them and makes a representation of them that responds to discourses of discrimination.

Key words: border- migrant- identity- representation.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Introducción

Los estudios del concepto de identidad desarrollados por Stuart Hall en su texto Questions of Cultural Identity (1996) definen la identidad como un punto de encuentro, un punto de sutura entre los discursos y las prácticas que nos interpelan como sujetos sociales. Hall sostiene que la identidad es una posición que el sujeto debe adoptar sabiendo que es una representación y que como tal es un constructo hecho a partir de una división o carencia. Nos preguntamos en este trabajo qué sucede con la identidad del sujeto migrante, queremos indagar a qué discursos y prácticas están sujetos.

Para intentar una respuesta a este interrogante nos vamos a focalizar en dos textos. En primer lugar, consideramos Almost a Woman (1998), una memoria escrita por Esmeralda Santiago y la novela Dreaming in Cuban (1992) de Cristina García. Dentro de estos relatos nos interesan particularmente los personajes de Monín, madre de la protagonista del texto de Santiago, y Lourdes, madre de una de las protagonistas de la novela de García. Ambos personajes migran de sus países de origen Puerto Rico y Cuba, respectivamente, a los Estados Unidos al comienzo de la década del 60, movidas por razones bien diferentes. En el caso de Monín, son la pobreza y la falta de oportunidades las que la empujan fuera de su tierra y, en el caso de Lourdes, el problema es político y es consecuencia del inicio de la Revolución cubana. Las dos, aunque con razones distintas de emigración, están unidas por su condición de migrantes: tienen que insertarse en una sociedad que las interpela y construye una representación de ellas que motiva estos discursos.

 

Consideraciones teóricas

Como señalábamos en la introducción, Stuart Hall sostiene que el sujeto se constituye a través del juego de prácticas de autoconstitución, reconocimiento y reflexión. Siguiendo a Laclau, Hall afirma que tenemos que pensar la relación entre el sujeto y su articulación con los discursos que lo constituyen, esta relación no es necesariamente de correspondencia.

Hall enfatiza la necesidad y el desafío de pensar la manera en que el cuerpo (sujeto) étnico, racializado se constituye discursivamente a través de un ideal normativo de un “eurocentrismo compulsivo” como modo de subrayar la creciente importancia política que esto tiene.

Restrepo, Walsh y Vich interpretan a Hall desde América y completan la discusión previa. Ellos presentan cinco perspectivas para entender al pensador jamaiquino desde nuestro continente. Esto aparece en un volumen llamado Sin garantías (2010) que compila los ensayos de Stuart Hall por primera vez traducidos al castellano. La primera perspectiva cuestiona el eurocentrismo como el único marco para producir teoría. Hall ha producido sus teorías desde una perspectiva racializada y colonial. Por tanto, establece una relación diaspórica con el concepto de identidad, desde aquí introduce el concepto de políticas de ubicación que explican que las identidades están sujetas a algún grado de posicionalidad. (Restrepo et al. 8).

La segunda perspectiva resalta la importancia de las categorías de raza y etnicidad como base de un análisis social. Hall señala que la relación entre estas dos categorías ha constituido un problema teórico por resolver. Esto es particularmente significativo dentro del contexto latinoamericano ya que los conflictos de clase han excluido históricamente a los habitantes nativos y a las personas traídas de África. Estas gentes fueron consideradas campesinos y colocados en esta categoría que ha sido cuestionada por movimientos sociales. A modo de solución para este problema, Hall propone una política cultural que pueda transformar los discursos y las prácticas para construir de este modo, identidades que no necesariamente tengan su origen en el racismo y la colonización. Por ello, siguiendo a Fanon, Hall nos invita a trabajar con los conceptos de raza y etnicidad desde afuera y desde adentro para así cuestionar los sistemas de representación que fijan y naturalizan las diferencias y eventualmente fortalecen los límites de la identidad (Restrepo et al. 9).

La tercera perspectiva posiciona a Hall en un lugar que ha sido definido como cíclico, el pensador adopta el método, propuesto por Lawrence Grossberg, de contextualismo radical, esto es un entendimiento de las contingencias históricas del presente y la capacidad de transformar la realidad. Esta forma de abordar estos temas es una manera de politizar la teoría y de teorizar la política (Restrepo et al. 9).

La cuarta perspectiva trae consigo conceptos de multiculturalismo, comunidad y estado-nación. Los estados-nación dentro de un contexto de modernidad capitalista funcionan dentro de la lógica del capital y Hall los considera entidades políticas y simbólicas que producen una idea de nación que muestra una comunidad imaginaria homogénea. Además, Hall define el multiculturalismo como las estrategias y políticas adoptadas para enfrentar los problemas de diversidad y multiplicidad que las sociedades multiculturales enfrentan. Si consideramos los cambios introducidos por los movimientos sociales en América Latina hay que señalar tres posiciones que adopta Hall: los movimientos sociales producen momentos teóricos, los ciclos históricos insisten en la teoría y constituyen la evolución de esta. Por lo que pensar a partir de estos movimientos y teorizar desde la práctica se han vuelto fundamentales para su modo de mirar la realidad.

La quinta y última perspectiva se centra en el aspecto político de los estudios culturales. Desde su creación, estos se han caracterizado por la articulación entre cultura y poder, las formas de dominación, y procesos de conflicto político y resistencia social. Hall cree en una teoría que presenta un conflicto, en el cual el teórico se cuestiona, discute y postula, esta metodología reflexiva nos ayuda a pensar sobre hechos críticos.

 

Las obras literarias y su análisis

El primer texto que nos ocupa es Almost a Woman (1998), un relato autobiográfico de la escritora puertorriqueña Esmeralda Santiago que forma parte de la trilogía comenzada por When I was Puerto Rican (1994) y completada por My Turkish Lover (2006). Siguiendo el planteo de Hall, en el análisis pensaremos la relación entre el sujeto, en este caso Monin, y cómo se articula con los discursos que la atraviesan como mujer migrante.

El segundo volumen de las memorias de Santiago comienza cuando su protagonista Negi (Esmeralda), una jovencita de trece años, emigra junto a su madre y sus diez hermanos desde su Puerto Rico natal a Brooklyn. Su relato se va tejiendo entre su intento de adaptación a la nueva cultura y una madre estricta que siente que va a perder a su hija en ese nuevo mundo. A medida que va avanzando la historia, Negi va creciendo tanto como sus deseos de independencia. La figura de Monin, su madre, cumple un rol fundamental. Cada paso que da Negi está marcado por las palabras y acciones de su madre, por sus deseos y sus miedos.

Como señala Hall, la identidad es un punto de sutura entre los discursos y las prácticas que nos interpelan como sujetos sociales. Para este trabajo nos vamos a centrar en los discursos y las prácticas que van formando la identidad de la mujer migrante. En la novela de Santiago el personaje de Monin es una madre que tiene que sobrevivir con sus once hijos en un mundo nuevo que no entiende. Arrastrada por necesidades económicas y en busca de un tratamiento médico para uno de sus hijos, Monin llega a Brooklyn soñando con un futuro mejor. Su madre, que ya vivía allí, la recibe en un pequeño departamento. En los ocho años que Negi vivió con su madre se mudó más de veinte veces, buscando un lugar más limpio, más grande, más barato, con más habitaciones, un lugar que estuviera cerca de familiares, cerca de gente conocida, y, más que nada, que redujera los peligros y prejuicios que tiene que enfrentar una mujer migrante sin marido, sin trabajo estable y con once hijos. Como explica Negi

 

We moved in loops around the neighborhoods we wanted to avoid, where there were no Puerto Ricans, where graffiti warned of gang turfs, where people dressed better than we did, where landlords didn't accept welfare, or didn't like Puerto Ricans, or looked at our family of three adults, eleven children and shook their heads (Santiago 1)

 

Monin no solamente carga con el peso de ser migrante, sino que también es atacada por ser madre soltera, por tener once hijos de diferentes padres, por no tener un trabajo estable para poder alimentarlos y tener que recurrir a la ayuda social para sobrevivir. La identidad de Monin se va desarrollando entre estos discursos y prácticas que la interpelan como mujer, migrante, madre soltera, pobre. Tal como señala Hall, debemos entender la construcción de la identidad de Monin a la luz de las contingencias históricas del lugar donde elige residir.

El relato de Negi está marcado por los temores y deseos de su madre. El deseo de que se adapte a esta nueva cultura, que aprenda el idioma, que estudie y que no se deje engañar por los “pocavergüenzas” (Santiago 56) estadounidenses. Pero a estos deseos se le suma el miedo a perder a su hija dentro de esta nueva cultura. Ella siente que, a medida que Negi se va adaptando a la vida estadounidense, se va alejando de la vida puertorriqueña y, por lo tanto, de ella. Negi tiene que luchar con las expectativas y los miedos que la madre deposita en ella: unos la empujan y otros la frenan.

“Who said you could go out to the sidewalk? This isn't Puerto Rico. Algo te puede suceder.” (Santiago 5) le dice Monin a Negi la primera vez que ella sale sola a las calles de Brooklyn. Más adelante, Negi explica la frase:  

 

Something could happen to you was a variety of dangers outside the locked doors of our apartment [...] I listened to Mami´s lecture with downcast eyes and the necessary, respectful expression of humility. But inside, I quaked. Two days in New York, and I'd already become someone else. It wasn't hard to imagine the greater dangers lay ahead (Santiago 5).

 

Para Monin lo desconocido es peligroso. Dentro del departamento ella entiende todo, sabe lo que pasa, tiene el control. Pero afuera hay un mundo lleno de misterio, un mundo en el que la gente habla un idioma que ella no entiende y, por lo tanto, tiene que depender de su hija para poder comunicarse.

Al referirse a la forma de alimentar a sus hijos, dice Monín a su madre: “They should learn to eat like Americans- in case someday they're invited to an American home, they don't act like jíbaros in front of their food” (Santiago 24). La madre de Monín, Tata, cree que sus nietos deberían alimentarse solamente con comida puertorriqueña. Al escuchar esta conversación, Negi aprovecha y le dice a su madre “Mami, all American girls wear make up to school” (Santiago 24), creyendo que su madre le daría permiso para que no quedara como una “jíbara” frente a las chicas estadounidenses. Sin embargo, Monin le responde “I don't care what American girls do. You're Puerto Rican and too young to wear makeup” (Santiago 24). Esta situación es una de las tantas que confunde a Negi:

 

It was good to be healthy, big, and strong like Dick, Jane, and Sally. It was good to learn English and to know how to act among Americans, but it was not good to behave like them. Mami made it clear that although we lived in the United States, we were to remain 100 percent Puerto Rican. The problem was that it was hard to tell where Puerto Rican ended and Americanized began. (Santiago 25)

 

Monín tampoco puede distinguirlo. Quiere que sus hijos sean puertorriqueños, que no pierdan su esencia latina, que se aferren a su cultura y la defiendan, pero a la vez quiere que adquieran la cultura estadounidense para no quedar como “jíbaros”. Como plantea Hall, la identidad es una posición que el sujeto debe adoptar. Sin embargo, estas posiciones no son fijas, están en constante cambio y, muchas veces, son contradictorias. Este es el caso de Monín, que se posiciona en contra de la nueva cultura a la vez que intenta que sus hijos la incorporen.

El miedo de Monín va creciendo a medida que sus hijos van adquiriendo nuevas costumbres. Negi habla inglés, come comida estadounidense, lee libros estadounidenses, y quiere ser como las chicas estadounidenses. Y el problema se vuelve aún mayor cuando Negi le dice a su madre que se quiere cambiar de escuela. Desde que se mudan a Brooklyn, Negi y sus hermanos asisten a la escuela del barrio, en la que la mayoría de los estudiantes son latinos. Al ver en ella talento artístico, uno de sus profesores le recomienda que se inscriba en la Escuela de Artes Escénicas para tener más posibilidades de entrar a la universidad. Cuando Negi le comunica esto a su madre, ella se ofende. Para Monin esta nueva escuela es una “school for blanquitos” (Santiago 56). A pesar de todo, apoya a su hija y Negi logra aprobar el examen de admisión. A partir de ahí, cada cambio de Negi, cada desafío hacia ella, cada contestación, va a ser culpa de la escuela. En la siguiente cita Negi explica a qué se refiere su madre cuando habla de blanquitos:

 

When Mami accused me of wanting to go to a school for blanquitos, she guessed that most of the people at Performing Arts would be white and, therefore, richer than we were. In Puerto Rico, as in the United States, whiteness meant economic advantage, and when Mami talked about blanquitos, she referred to people of superior social status more than to skin color (Santiago 57).  

 

Monin está convencida de que su hija cambió no por haber crecido, sino porque ahora se cree “blanquita”. Ante los desafíos de Negi, que son normales en todo adolescente, su madre responde “Don't think just because you're going to that school for blanquitos I´m going to put up with any pocaverguenzas from you” (Santiago 56). Acá aparece la noción de raza. Hall considera que es extremadamente necesario pensar de qué manera el cuerpo étnico, racializado, se emplea principalmente para subrayar la importancia política que tiene. En Estados Unidos, Monin construye su identidad alrededor de la noción de raza. Ella es diferente de los “blanquitos”, que tienen más ventajas y más posibilidades que los “jíbaros”.

Monin siente que su hija se aleja y, a pesar del orgullo que siente por todos sus logros, sabe que no es la misma que era en Puerto Rico. Monín siente que lo “estadounidense” está construyendo un muro entre ella y su hija. Su hija está cambiando y eso la preocupa y la llena de miedos. Negi ve el rechazo de su madre a este cambio, pero no puede hacer nada.

 

Every time Mami said I had changed, it was because I'd done something wrong. I defied her, or was disrespectful, or didn't like the same things as before. When she said I had changed, she meant I was becoming Americanized, that I thought I deserved more and was better than everyone else, better than her. She looked at me resentfully, as if I had betrayed her, as if I could help who I was becoming, as if I knew (Santiago 59).

 

El segundo texto, Dreaming in Cuban (1992), es la primera novela de la cubano- americana Cristina García. En esta obra, se nos relata la historia de Celia del Pino y tres generaciones de su familia marcadas por la Revolución cubana. La narración transcurre entre Cuba y los Estados Unidos, y se centra en Celia, sus hijas Lourdes y Felicia, y su nieta Pilar. La novela está contada mayormente en tercera persona, algunas secciones están en primera persona y otras son epistolares. El relato no tiene un desarrollo lineal, sino que está fragmentado y, por tanto, cambia de personajes, tiempo y espacio.

Para realizar este trabajo nos vamos a centrar en el personaje de Lourdes, hija mayor de Celia y Jorge del Pino. La figura de Lourdes se contrapone a la de su madre. Mientras que Celia profesa una devoción por el “líder” (léase Fidel Castro) y la revolución, Lourdes ha escapado a los Estados Unidos a causa de esta y aborrece a su jefe. No puede entender por qué su madre permanece en la isla. Lourdes, dueña de una panadería, vive en Nueva York con su esposo Rufino Puente y su hija adolescente Pilar. La siguiente cita nos muestra a Lourdes a través de los ojos de su hija Pilar: “My mother says that Abuela Celia´s had plenty of chances to leave Cuba but that she's stubborn and got her head turned around by El Lider. Mom says “Communist” the way some people says “cancer”, low and fierce” (García 26). Para Pilar su madre es radical en sus opiniones, “Mom's views are strictly black-and-white” (García 26). Desde el inicio del relato vemos como el conflicto político, según explica Hall, va a marcar a los personajes que constituyen este relato.

Cuando sale de Cuba, Lourdes le dice a su esposo Rufino “I want to go where it's cold...”, al llegar a Nueva York le asegura “This is cold enough” (García 70). ¿Por qué actúa Lourdes de este modo? ¿Por qué escapa de su tierra natal? Con su hija Pilar pequeña y después de perder su segundo embarazo al caer de un caballo, Lourdes enfrenta una situación que la decide a emigrar. Mientras Rufino está en La Habana comprando una ordeñadora, unos soldados vienen a la finca a entregarle un papel que declara que esta es propiedad del gobierno revolucionario. Ella reacciona con violencia, se resiste a entregar las tierras y los soldados la violan y lastiman con un cuchillo: “When he finished, the soldier began to scratch at Lourdes´ belly with great concentration. A primeval scraping. Crimson hieroglyphics.” (García 72). No se vuelve a hacer referencia a este episodio a lo largo de la novela.

Del episodio antes mencionado, una contingencia histórica de fundamental importancia para el personaje y su familia, el relato salta en el tiempo y espacio y nos muestra a Lourdes ya establecida en Nueva York, ella abraza la cultura estadounidense y hace notables esfuerzos por sentirse parte de esta sociedad:

 

Unlike her husband, she welcomes her adopted language, its possibilities for reinvention. Lourdes relishes winter most of all- the cold scraping sounds on sidewalks and windshields, the ritual of scarves and gloves, hats and zip-in coat linings. Its layers protect her. She wants no part of Cuba, no part of its wretched carnival floats creaking with lies, no part of Cuba at all, which Lourdes claims never possessed her (García 73)

 

¿Cómo se reinventa Lourdes? ¿Qué discursos la atraviesan? Ciertamente la revolución para ella no es una instancia de liberación, el episodio de la violación que señalamos anteriormente constituye un hecho que la marca a fuego y la hace percibir al nuevo régimen que gobierna Cuba como una concreta amenaza hacia su integridad física y espiritual. Los silencios del relato nos impiden saber si Celia o Felicia conocen lo que le ocurrió a Lourdes. Ella percibe el discurso revolucionario desde su confrontación con los soldados y su desgraciado desenlace. Este discurso la atraviesa y la empuja fuera de Cuba. Por ello, Lourdes construye su identidad en la diáspora, su identidad está sujeta a una posicionalidad determinada que la caracteriza, tal vez por esto, acoge la lengua y cultura del país de residencia con tanto agrado. Necesita poner esta distancia para poder reinventarse.

 

Algunas conclusiones

Los textos nos muestran dos motivos diferentes para emigrar. Por una parte, Lourdes de Dreaming in Cuban tiene su identidad dividida, la revolución para ella fue sometimiento y vejación. No puede permanecer en la isla, tiene que reinventarse en un contexto diametralmente opuesto, inclusive desde lo geográfico. Trata así de dejar atrás su pasado familiar, su relación conflictiva con su madre y su violación por parte de los soldados de la revolución. Sin embargo, hay algo de sus raíces que está allí y emerge cuando vuelve a Cuba para el funeral de su hermana y baila con su sobrino Ivanito: “When Lourdes finally danced with her nephew, she felt beholden to the congas, to a powerful longing to dance. Her body remembered what her mind had forgotten” (García 114).

Cuando el relato llega a su fin, el miedo por el futuro de su sobrino Ivanito y el dolor por su propio sufrimiento triunfan. Lourdes solo puede pensar en salvar a su pequeño sobrino huérfano de crecer en la isla. Lo deja en la embajada de Perú con una nota con los datos del niño como refugiado político y sus datos para que puedan reunirse en Nueva York. Como señala Hall, podemos ver cómo los procesos de conflicto político, la Revolución cubana específicamente, ha despertado en Lourdes una resistencia que no puede superar y que constituye un componente importante en la construcción de su identidad.

A diferencia de Lourdes, para Monin la categoría de raza es una variable importante durante su vida en los Estados Unidos. “There was always the question Puerto Ricans asked when someone became too arrogant about the value of their white skin: ¿Y tu abuela dónde está? Asking “Where is your grandmother?” implied that in Puerto Rico no one really knew the total racial picture and claims of racial purity were suspect” (Santiago 57), explica Negi. En Puerto Rico, a pesar de que algunos tengan la tez más blanca, se asume que todos comparten raíces. Por eso Negi dice que cuando alguien se creía superior por ser más blanco enseguida le decían “¿Y tu abuela dónde está?”, dando a entender que sus antepasados no tenían la tez blanca. En Estados Unidos, en cambio, Monin encuentra una distancia gigante entre los “blanquitos” y los “jíbaros”. Con los “blanquitos” ella no comparte raíces. Y tal como explica Negi, en Estados Unidos ser “blanquito” no tiene que ver con el color de piel, sino con ventajas económicas y poder. Según Monin, el “blanquito” es una persona que nació con privilegios y que se cree superior a ella. El “blanquito” es el que la margina llamándola “jíbara” o, peor, haciéndola sentir una “jíbara”. Monin vive en una contradicción, no quiere que sus hijos se crean “blanquitos” pero tampoco quiere que queden como unos “jíbaros”.

Como plantea Hall, los sujetos construyen sus identidades de múltiples maneras a través de discursos, prácticas y posiciones diferentes, que muchas veces son contrapuestos. Estas posiciones que el sujeto toma no son permanente, sino que cambian constantemente. Monin llega a Estados Unidos atravesada por el discurso del sueño americano.  Llena de sueños escapa de la pobreza que sufría en Puerto Rico para empezar la pobreza del primer mundo. El problema es que en el nuevo país no solamente es pobre, también es migrante y madre soltera de once hijos. La opresión a la que se tiene que enfrentar es triple, pobre, migrante y mujer. Para un migrante es complicado conseguir trabajo estable, pero ¿y si además es el único sostén de once hijos? Monin vive de sueños, pero no de sueños propios, todos sus sueños tienen como protagonistas a sus hijos. En la historia de Negi se desgranan los sueños que Monin deposita en ella. Espera que Negi no tenga que sufrir todo lo que ella sufrió. Por eso, no deja que tenga novio, le dice que no puede salir con un hombre hasta que se case, la incentiva a que estudie, no la deja trabajar hasta que termina el colegio. Negi siente que su madre es hipócrita porque le exige cosas que ella no hizo, “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”. Pero no es la hipocresía la que lleva a Monin a exigirle más a su hija de lo que ella hizo sino el amor y la esperanza de que sus hijos puedan tener una vida mejor. Para Monin no es más fácil la vida en Estados Unidos. Todo lo contrario, enfrenta muchas más adversidades que en Puerto Rico. Viven en departamentos pequeños, trabaja todo el día, pero la plata no es suficiente para mantener a sus hijos, no consigue trabajo estable y, además, está inmersa en una cultura que la llena de rótulos: pobre, mujer, jíbara, migrante. Sin embargo, ella sabe que ese esfuerzo que hace es por sus hijos. No sabemos cuál es el destino de los otros diez. Pero sabemos que, gracias al esfuerzo de su madre, sumado a su talento y perseverancia, Negi logró convertirse en la gran escritora Esmeralda Santiago. La importancia de analizar esta obra radica en que, como establece Hall, las identidades se construyen basándose en representaciones externas, en los discursos que nos construyen y nos dicen qué podríamos llegar a ser. Santiago logra, a través de sus personajes, tejer un discurso que interpela a las mujeres migrantes y les da un panorama de todo lo que pueden lograr, de todo lo que pueden ser y de todo lo que tienen por delante.

 

Bibliografía

Garcia, Cristina. Dreaming in Cuban. New York: Ballantine Books, 1992.

Hall, Stuart & du Gay, Paul. Questions of Cultural Identity. London: SAGE Publications, 2003.

Restrepo, Eduardo; Walsh, Catherine and Vich, Victor (eds). Sin garantías. Trayectorias y Problemáticas en Estudios Culturales. Universidad Javeriana, Instituto de Estudios Peruanos, Universidad Andina Simón Bolívar. Ecuador: Envión Editores, 2010.

Santiago, Esmeralda. Almost a Woman. New York: Vintage Books, 1998.