Presentación

Cristina Elgue-Martini

El N.° 8 de nuestra Revista de Culturas y Literaturas Comparadas está dedicado a “La re-significación de los mitos: Siglos XX y XXI”. Como escribía Northrop Frye en su estudio sobre la Biblia, el término mito tiene dos acepciones fundamentales: según la primera, mito es un relato, un ordenamiento secuencial de palabras y, en este sentido, todo mito cuenta una historia; pero, en su segunda acepción, un mito es una historia que tiene un significado especial para una sociedad, ya que le cuenta acerca de sus dioses, de su historia, de sus leyes o de su estructura social: un mito es una historia sagrada. Como dice el crítico canadiense: “En este segundo sentido, por lo tanto, significa lo opuesto a ‘No realmente verdadero’: significa estar cargado con una seriedad e importancia especial” (33) [1]. Y, en efecto, la historia de las culturas da muestra de que el sujeto y la cultura han necesitado de los mitos para hablar de su origen, de su historia, de su organización.

Por otra parte, a partir de Sigmund Freud, los mitos ocupan un puesto privilegiado en el campo del psicoanálisis. En efecto, Freud introdujo una concepción transhistórica y biológica del hombre y vio el mito como una expresión de ideas reprimidas. Las interpretaciones de los sueños constituyen la base de las exégesis de los mitos para Freud y su trabajo con los sueños. Según Caldwell, reconoce la importancia de las relaciones contextuales para la interpretación de cualquier elemento individual en un sueño. Esta sugerencia, desde la perspectiva del autor, podría llevar a un acercamiento entre el estructuralismo y los enfoques psicoanalíticos del mito (Caldwell 344).

También desde el psicoanálisis, Jacques Lacan sostiene que todo mito tiene su valor de verdad, porque la verdad solo puede expresarse en forma mítica:

Se trata de algo que intentaremos expresar en una fórmula esencial que muestra cómo en el seno de la experiencia analítica se encuentra algo que, hablando con propiedad, se denomina mito. El mito es precisamente lo que puede ser definido como otorgando una fórmula discursiva a esa cosa que no puede transmitirse al definir la verdad, ya que la definición de la verdad sólo se apoya sobre sí misma, y la palabra progresa por sí misma, y es en el dominio de la verdad, donde ella se constituye. (Lacan, 1952, en Textos de Psicología)

Concentrándonos en el campo de la literatura, el lanzamiento por parte de la editorial británica Canongate, en 2005, de la serie The Myths “con el objetivo de reunir los mejores escritores del mundo, cada uno de los cuales ha re-escrito un mito en un estilo contemporáneo y memorable”, da cuenta de la vigencia de la temática. La introducción a la serie que acabamos de citar comienza con la definición de los mitos como “historias universales y atemporales que exploran nuestros deseos, nuestros sueños y proporcionan narraciones que nos recuerdan lo que significa ser humano”. En el primer volumen de la serie, dedicado a Una breve historia del mito, su autora Karen Armstrong, señala que la historia del mito es la historia de la humanidad, nuestras historias y creencias, y que nuestra curiosidad e intentos de comprender el mundo nos relaciona con nuestros antepasados y entre nosotros mismos (Armstrong 2005).

Este número de la Revista de Culturas y Literatura Comparadas contiene reflexiones de académicos latinoamericanos a propósito de la recreación de mitos en literatura y series televisivas. En su artículo “El Edipo de David Guterson: convergencia y travestismo durandiano”, Gustavo Bernal Díaz se aproxima a la novela Ed King, del norteamericano David Guterson, como una renarración de la tragedia griega Edipo Rey de Sófocles. Conforme plantea y analiza el autor, Ed King, personaje central de la novela, es un conglomerado, una convergencia de figuras míticas que es posible revelar con el método mitocrítico del antropólogo francés Gilbert Durand, el cual consiste en descubrir en los personajes, situaciones y lugares de una obra literaria, el material mítico subyacente –en este caso, Ícaro, Narciso, judío errante, esfinge y Frankenstein–, que conforman al personaje Ed. La figura de Frankenstein (mito latente) se impone ante la del mítico Edipo (mito patente) por la transformación descripta en la mitocrítica de Durand con la figura del travesti: una entidad mítica que encubre a otra.

El artículo de Marcela González de Gatti se titula “Reivindicación de la visión mitopoética en Mortal Love (2004) de Elizabeth Hand” y es parte de una investigación mayor de la autora referida al fenómeno cultural del neovictorianismo. Según expresa González de Gatti, como novela neovictoriana, Mortal Love aspira a llevar a cabo una transmediación del estilo pictórico del prerrafaelismo victoriano con el propósito mayor de capitalizar el potencial transgresor de su denso simbolismo y su rescate tanto de un folclore arcano como de un medievalismo esotérico. El artículo aborda la recuperación de las coordenadas intertextuales de la novela y los procesos transformadores que operan sobre los pre-textos, provenientes, predominantemente, de relatos de la mitología celta. El análisis propone que tales transformaciones vehiculan una impugnación de sistemas basados en un racionalismo extremo y reivindican una cosmovisión mítica.

Por su parte, Ernesto Pablo Molina Ahumada, en su trabajo “El valor de la derrota. Mito heroico y fracaso en novelas de Ricardo Piglia y Luis Mateo Díez”, vincula dos obras de autores contemporáneos,La ciudad ausente (1992) de Ricardo Piglia y Fantasmas del invierno (2004) de Luis Mateo Díez, señalando como rasgo común la resignificación del mito heroico para aludir a la circunstancia de ciudades dictatoriales. La hipótesis sostiene que esa resignificación problematiza el triunfo y fracaso del héroe y los revela como variantes en tensión dentro de una “constelación mítica” heroica (Monneyron y Thomas, 2004), de modo tal que el fracaso puede significar no una renuncia a los ideales heroicos, sino su afirmación frente a un contexto social desfavorable.

En “Queerness en el bosque de Sherwood: repensando la masculinidad en la TV británica”, Cecilia Inés Luque constata que, en los últimos 17 años, muchas series y películas han reinterpretado leyendas de la Antigüedad clásica y de la Edad Media; sus protagonistas se han convertido en íconos contemporáneos de masculinidad. Estas adaptaciones han introducido variaciones en la estructura narrativa épica, a saber: algunos de los héroes son emocionalmente vulnerables, sensibles y solidarios; las Misiones se logran sólo mediante el trabajo cooperativo del héroe con otro(s) individuo(s) igualmente heroico(s). La hipótesis de la autora sostiene que los cambios que han sufrido contemporáneamente las reglas de la homosocialidad patriarcal burguesa han provocado cambios simultáneos en las formas de pensar la masculinidad y la heroicidad. Para probar su hipótesis Luque compara la serie Robin Hood (BBC, 2006-2009) con The Merry Adventures of Robin Hood of Great Renown in Nottinghamshire (Howard Pyle, 1883) y Robin Hood: A Comic Opera (De Koven y Smith, 1890).

Romina Rauber titula su artículo “Corsi e ricorsi: mundos felices y mundo devastado en Slapstick (Payasadas) de Kurt Vonnegut”. El trabajo consiste en un análisis hermenéutico-literario de la novela Payasadas (Slapstick, 1976), del estadounidense Kurt Vonnegut, en el cual la historia “real” o extraficcional (el presente del autor) se funde con la fantasía tragicómica de un futuro en que la humanidad sobrevive a una serie de catástrofes, en una extrapolación de las consecuencias del modo de vida tardocapitalista que implica un ricorso en el devenir histórico. Asimismo, la confluencia de referencias autobiográficas, sátira y alusiones mítico-simbólicas al relato bíblico de la caída y del fin del mundo resultan en una interpenetración de lo fáctico y lo ficcional que permite la confesión del dolor y sirve para transmitir tanto el afán de autorrealización personal como la impaciencia ante la irresponsabilidad y la necedad humanas, y para exhortar a una presencia consciente del valor de la vida. Estos elementos convergen en la autobiografía del protagonista (Wilbur Swain), la cual funciona como correlato ficcional y simbólico del ciclo histórico y de ciertas vivencias del autor.

Bibliografía

Armstrong, Karen. A Short History of Myth. Edinburgh: Canongate, 2005.

Atwood, Margaret. The Penelopiad. Edinburgh: Canongate, 2005.

Caldwell, Richard. “The Psychoanalytic Interpretation of Greek Myth”. In L. Edmonds (ed.) Approaches to Greek Myth. Baltimore, MD: Johns Hopkins University Press, 1990.

Durand, Gilbert. Las estructuras antropológicas de lo imaginario: introducción a la arquetipología general . Madrid: Taurus, 1982.

---. De la mitocrítica al mitoanálisis : figuras míticas y aspectos de la obra . Barcelona- México D.F: Anthropos, 2013.

---. Mitos y sociedades: introducción a la mitología. Buenos Aires: Biblos, 2003.

---. Lo imaginario. Barcelona: Ediciones del Bronce, 2000.

Frye, Northrop. The Great Code. The Bible and Literature. Toronto: Academic Press Canada, 1982.

Lacan, Jacques, 1952. Notas de Seminario. 1952. En “Los textos en el Psicoanálisis”. Textos de Psicología. Web.

Monneyron, Fréderic y Thomas, Joël. Mitos y literatura. Bs. As: Nueva Visión, 2004.

Nota: Se han omitido las obras del corpus.



[1] Mis traducciones.