laS PlantaS que alimentan el fogón: PrimeroS  
reSultadoS del regiStro fitolítico de eStructuraS de  
combuStión de cueva de loS catalaneS (araucanía,  
chile)  
PlantS that feed the hearth: firSt reSultS of the Phytolith record of  
combuStion StructureS from cueva de loS catalaneS (araucanía, chile)  
1
Constanza Roa Solís * & Débora Zurro  
Summary  
Background and aims: Fire management is a widely discussed topic in Archaeology,  
which has been mainly addressed through anthracology and carpology. Phytolith  
analysis complements these techniques thanks to some silica phytolith advantages:  
1
. División de Arqueología  
Museo de La Plata (Laboratorio  
Arqueobotánica), Facultad de  
y Museo,  
1) they are preserved in a wide variety of environments without requiring carbonization  
Ciencias Naturales  
or special conditions and 2) they account for different taxonomic categories and  
different plant organs. The present study seeks to identify the plant specific signal  
from the combustion structures of Cueva de los Catalanes, in comparison to areas  
without evidence of combustion and throughout the occupational sequence.  
M&M: The material analyzed corresponds to sediment samples from Cueva de Los  
Catalanes’s different occupation levels and combustion structures. Phytolith analysis  
and the statistical processing of the data were carried out.  
Results: This work suggests that phytolith assemblages are very heterogeneous.  
However, samples coming from the combustion structures show both higher  
concentrations and diversity of phytoliths. Likewise, pre-Hispanic samples are richer  
in phytoliths and the spectrum shows some different features, which correlate with  
higher densities of the archaeological materials.  
Universidad Nacional de la Plata,  
Av. 122 y Av. 60, La Plata, Argentina.  
2
. HUMANE-Human Ecology and  
Archaeology Research Group.  
Institució Milà Fontanals de  
i
Investigación en Humanidades,  
Consejo Superior de Investigaciones  
Científicas (IMF-CSIC), Carrer  
Egipcíaques, 15, Barcelona, España.  
*c.roasolis@gmx.com  
Conclusions: Phytolith analysis is outlined as a useful as well as a complementary  
tool to understand the study area’s fire management, having a wide potential poorly  
explored.  
Citar este artículo  
ROA SOLÍS, C. & D. ZURRO. 2022.  
Las plantas que alimentan el  
fogón: primeros resultados del  
registro fitolítico de estructuras  
de combustión de Cueva de los  
Catalanes (Araucanía, Chile). Bol.  
Soc. Argent. Bot. 57: 591-614.  
Key wordS  
Archaeobotany, Ceramic Period, fire management, hearth, Late Holocene, phytoliths.  
reSumen  
Introducción y objetivos: El manejo del fuego es una temática ampliamente tratada  
en Arqueología, generalmente mediante análisis antracológicos y carpológicos.  
El análisis de fitolitos complementa a estas técnicas gracias a ventajas de los  
silicoficolitos: 1) se conservan en muy variados ambientes, sin requerir carbonización  
ni condiciones especiales; 2) dan cuenta de distintas categorías taxonómicas y  
de distintos órganos de las plantas. El presente estudio busca identificar la señal  
vegetal específica de las estructuras de combustión de la Cueva de los Catalanes,  
en comparación a áreas sin evidencias de combustión y a lo largo de la secuencia  
ocupacional.  
M&M: El material analizado corresponde a muestras de sedimento de los distintos  
niveles de ocupación y de las estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes.  
Se llevó a cabo el análisis de fitolitos y el procesamiento estadístico de los datos.  
Resultados: Se sugiere que los conjuntos fitolíticos se comportan de manera muy  
heterogénea. No obstante, aquellos provenientes de las estructuras de combustión  
presentan mayores abundancias y diversidad de silicofitolitos. Asimismo, las  
muestras prehispánicas son más ricas en fitolitos y el espectro muestra algunas  
características diferentes, que se correlacionan con mayores densidades de los  
materiales arqueológicos.  
Conclusiones: El análisis de silicofitolitos se presenta como una herramienta útil y  
complementaria para entender el manejo del fuego en la región de estudio, con  
amplio potencial pobremente explorado.  
Recibido: 17 May 2022  
Aceptado: 27 Ago 2022  
Publicado impreso: 30 Sep 2022  
Editora: María Laura Ciampagna  
PalabraS clave  
Arqueobotánica, fitolitos, fogón, Holoceno Tardío, manejo del fuego, PeríodoAlfarero.  
ISSN versión impresa 0373-580X  
ISSN versión on-line 1851-2372  
591  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022  
introducción  
En este sentido, el análisis de silicofitolitos  
presenta una ventaja específica que lo diferencia  
La presencia de hogares ha sido tradicionalmente de otras técnicas definidas por el estudio de  
el principal criterio diagnóstico que ha permitido órganos y tejidos específicos como la Carpología  
identificar un contexto como escenario de una o la Antracología, ya que permiten caracterizar la  
ocupación humana. El fuego forma parte intrínseca variabilidad del registro vegetal tanto taxonómica  
de la historia de nuestra especie (Barbetti, 1986) como anatómicamente (raíces, tallos, hojas, flores,  
y es prácticamente una constante en contextos frutos) (Metcalfe, 1969; Twiss et al., 1969; Bozarth,  
arqueológicos muy diferentes, como herramienta 1992; Ollendorf, 1992; Piperno & Pearsall, 1993;  
que ha servido al ser humano en distintos propósitos Kealhofer & Piperno, 1998; Piperno & Stothert,  
(
Oakley, 1955; Perlès, 1977; Pérez de Micou, 2003; Ball et al., 2006; Piperno, 2006; Ball et al.,  
1
2
991; Galanidou, 2000; Lumley, 2006; Frank, 2009). De esta manera, los conjuntos fitolíticos  
012; Massone, 2017). Así, el estudio tanto de las tanto del material carbonizado como de las cenizas  
estructuras de combustión como de las especies permiten caracterizar distintas partes y tipos de  
y materias usadas como combustible son temas plantas que alimentaron la estructura de combustión  
ampliamente tratados a lo largo de la historia de la en el desarrollo de actividades específicas. Esto es  
Arqueología (Leroi-Gourhan & Brézillon, 1972; relevante por cuanto sabemos que los hogares no  
March, 1995; Théry-Parissot, 1998; March & siempre cumplen la misma función, ya que pueden  
Lucquin, 2007; Vallverdu et al., 2012).  
estar dirigidos a la producción de calor, de luz,  
Una estructura de combustión (Pérez de Micou, cocción, ahumado de alimentos o generación de  
991; Frank, 2012) comprende una base de señales de humo, de manera que los combustibles  
1
sedimentos termo-alterados y una parte superior pueden variar en función de estas elecciones y las  
con cenizas y carbones (Albert et al., 2000; características de los combustibles disponibles  
Berna et al., 2007; Cabanes et al., 2007). El (Lejay et al., 2016). Por tanto, para el estudio del  
contenido de una estructura reune tanto el material material vegetal combustionado, los silicofitolitos  
involucrado en la combustión, que proviene representan una excelente línea de evidencia, que  
directamente de la preparación y alimentación del contribuye a un estudio arqueobotánico integral del  
fuego, y el material derivado de las actividades manejo del fuego.  
desarrolladas en ella, pues estos espacios suelen  
En Suramérica, específicamente en la Patagonia,  
ser utilizados como lugares de descarte dentro de se han estudiado las estructuras de combustión en  
un asentamiento (Binford, 1991[1983]; Hansen, contextos cazadores-recolectores desde distintas  
2
001), siendo un resumen (o fotografía) de todo perspectivas etnoarqueológicas, contextuales y  
tipo de materiales empleados en la ocupación. experimentales (March et al., 1989; March et al.,  
Ahora bien, durante el acondicionamiento, el 1991; Pérez de Micou, 1991; March, 1992; Massone  
encendido y el mantenimiento del fuego, se et al., 1998; Frank, 2012; Massone, 2017; Morales  
utilizan principalmente productos de origen vegetal et al., 2017; Hammond & Ciampagna, 2019). En  
(
salvo contadas excepciones o contextos muy cuanto a los residuos vegetales, se han estudiado  
específicos). Estos productos vegetales podrán principalmente desde la antracología (Solari, 1991,  
corresponder a plantas leñosas, y también a tallos 1992, 1993, 1994, 2000, 2003, 2009; Solari et al.,  
y hojas de plantas herbáceas, que generalmente no 2002; Solari & Lehnebach, 2004; Rojas, 2004;  
generan residuos macrobotánicos carbonizados.  
Zurro et al., 2009; Caruso Fermé 2013a, 2013b;  
Dentro de los microrestos botánicos Caruso Fermé & Civalero 2014, 2019; Ciampagna  
se encuentran los silicofitolitos: réplicas et al., 2016; Massone & Solari, 2017; Caruso Fermé  
mineralizadas de células vegetales. Estos restos & Zangrando, 2019).  
permanecerán en los sedimentos en muy variables  
La mayor parte de los grupos que habitaron  
contextos de depositación, ya sea como resultado históricamente el gran territorio de Patagonia  
de actividades antrópicas o fenómenos naturales, detentaban un modo de vida cazador-recolector,  
sin ser alterados por el decaimiento orgánico o bien pescador-cazador-recolector, y generaron  
(
Osterrieth et al., 2009; Zurro, 2011; Madella & registros materiales específicos en relación a un  
Lancelotti, 2012). modo de vida de amplia movilidad. No obstante,  
592  
C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
hacia el Holoceno tardío la parte septentrional comunidades mapuches, cuyos espacios históricos  
de este territorio (o Norpatagonia) conformó el de recolección se han visto mermados.  
Wallmapu o “País Mapuche”, siendo habitado por  
Este trabajo busca evaluar la potencialidad del  
este pueblo a ambos lados de la cordillera de los análisis de fitolitos en estructuras de combustión de  
Andes (Argentina y Chile). En esta zona se inserta sitios arqueológicos de Araucanía. Por una parte, y  
el área sur de Chile, donde durante los ultimos desde un punto de vista metodológico, se plantea  
dos mil años habitaron poblaciones con modos la posibilidad de identificar una señal específica  
de vida hortícola a agrícola, presentando mayor en el input vegetal de estructuras de combustión,  
nucleamiento poblacional (Quiroz & Sánchez, de manera cualitativa y cuantitativa, que las haga  
1
997; Adán & Mera, 2011; Campbell, 2014; distinguibles de aquellos contextos de muestreo  
Campbell et al., 2018a). Las particularidades que no corresponden a rasgos arqueológicos (y que  
de estas poblaciones, suponemos, han incidido hemos definido como “muestras blancas”). Dada  
en los registros de estructuras de combustión la posible multifuncionalidad de los hogares, así  
arqueológicas. Dichas estructuras son espacios como la posibilidad de que a los restos se sumen  
dentro del sitio arqueológico que corresponden, restos de lo cocinado o deshechos de la limpieza  
además, a lugares de agregación social. En el área de los suelos de ocupación, desde un punto de vista  
mapuche, en específico, se reconoce la importancia metodológico en las estructuras de combustión  
del fogón como área de socialización, usada para se esperaría encontrar una mayor abundancia y  
calentarse, iluminarse y cocinar, siendo además un diversidad de morfotipos de fitolitos, así como una  
espacio manejado por mujeres (Egert & Godoy, mayor concentración de microrestos de plantas  
2
008).  
Como discutimos más profundamente en otros  
leñosas (dicotiledóneas).  
En segundo lugar, y desde un punto de  
trabajos (Roa, 2018; Roa & Capparelli, inéd.), el vista substantivo, se pretende evaluar el uso de  
estudio de las plantas involucradas en el manejo plantas involucradas en el manejo del fuego a lo  
del fuego y, con esto, el estudio del uso de plantas largo de la secuencia ocupacional de la cueva,  
y la relación de las comunidades con su entorno, atendiendo a los cambios histórico-culturales  
presenta grandes potencialidades en el sur de Chile, que la secuencia representa, sugeridos por otros  
especialmente en la región de la Araucanía gracias materiales arqueológicos (por ejemplo, cambios  
al conocimiento etnobotánico de que disponemos. entre los períodos Alfarero temprano y tardío, o  
En esta área ha habitado históricamente el pueblo entre los niveles pre y post-contacto). A modo de  
mapuche, el cual se ha relacionado con su entorno hipótesis, en base a la inexistencia de estructuras de  
no-humano de manera respetuosa, llevando a combustión en la cueva en momentos posteriores a la  
cabo la recolección de plantas en conjunto con su colonización europea y, a la ostensible disminución  
cultivo, lo que además se ve complementado con en la densidad de materiales arqueológicos,  
la gran biodiversidad del bosque templado. Se suponemos que el input vegetal disminuiría en  
recolectaron plantas para diversos fines, incluidas relación al período prehispánico.  
distintas etapas del manejo del fuego, utilizándose  
plantas herbáceas y leñosas como combustibles e  
iniciadores (Roa & Capparelli, inéd.). Sin embargo, materialeS y métodoS  
la relación entre el ser humano y el paisaje ha  
cambiado de manera drástica en los ultimos dos Área de Estudio  
siglos con el advenimiento de los colonos chilenos  
La Cueva de los Catalanes (37º 48’ lat. S; 72º  
y europeos en el territorio (Solari et al., inéd.); en 29’ long. W; 130 msnm) de Lolcura Bajo (comuna  
la actualidad, esta zona se encuentra invadida por de Collipulli, región de la Araucanía), se ubica  
la industria forestal, la que incentiva la plantación en el valle central en la cuenca del río Renaico  
de especies arbóreas de rápido crecimiento, que (Fig. 1A). Esta área corresponde a una zona  
requieren de mucha agua y acidifican la tierra de climática transicional entre los macro-bioclimas  
manera acelerada, en detrimento del bosque nativo Mediterráneo y Templado (Luebert & Pliscoff,  
y de las reservas de agua. Esto ha conllevado 2017), combinando la distribución del bosque  
un empobrecimiento económico y social de las templado y elementos del bosque esclerófilo.  
593  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022  
Fig. 1. Cueva de los Catalanes A: Área de emplazamiento de la cueva (Región de la Araucanía). B:  
Entrada de la cueva donde se observan sus dos aperturas. C: Vista del interior desde la entrada con un  
angostamiento que separa entrada e interior. B: foto de C. Dávila, C: foto de A. Peñaloza.  
Estudios de paleoambiente en los valles de Purén presenta importantes áreas con actividad silvícola  
y Lumaco cercanos a la cueva, describen que (52,14%), además de agroganadera (29,08%), las  
1
la composición florística se ha mantenido más que ocupan la mayor parte del territorio .  
o menos similar desde hace cuatro mil años  
1
(Abarzua et al., 2014), aunque ciertos cambios se  
CONAF. Corporación Nacional Forestal, Parques  
Nacionales. Disponible en: http://www.conaf.cl/parques-  
nacionales/ [Acceso: 7 junio 2018] y BCN. Biblioteca del  
Congreso Nacional, Sistema Integrado de Información  
Territorial. Disponible en: https://www.bcn.cl/siit [Acceso:  
7 junio 2018]  
han percibido durante los ultimos dos mil años en  
la zona cordillerana, presentando una tendencia  
hacia condiciones de mayor sequedad, con un  
período más humedo entre 660-1561 d.C. (Torres  
et al., 2008). Actualmente, la comuna de Collipulli  
594  
C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
Yacimiento  
unidades de 1 x 1 m (Fig. 2A), de las cuales tres se  
La cueva se extiende a lo largo de 33 m y dispusieron en un eje lineal al interior de la cueva  
presenta dos zonas bien diferenciadas: la entrada de (P1, P2, P3); la última se excavó fuera de la línea  
1
2 m de ancho y 5 m de alto, y la sección interior de goteo (P4), en la otra orilla del canal de regadío  
cuya altura promedio es de 2 m (Fig. 1B-C). y resultó presentar una estratigrafía completamente  
Inmediatamente afuera de la cueva corre un canal removida (Campbell et al., 2018b; Roa, 2018). El  
de regadío construido posiblemente durante la grueso de la ocupación se concentra en las unidades  
primera mitad del siglo XX.  
P1 y P2 (Fig. 2B).  
Este yacimiento fue excavado en dos ocasiones,  
En base a los fechados absolutos y a la  
la primera de ellas en 1956 (Menghin, 1959- distribución de los materiales, se ha propuesto en  
1
2
960; Berdichewsky, 1968) y la segunda en trabajos previos una ocupación continua desde  
016 (Campbell et al., 2017). Las muestras del una fecha probablemente anterior a los 637-759  
presente estudio fueron obtenidas a partir de esta años cal. d.C. hasta la actualidad (Campbell et al.,  
última intervención. En 2016, se excavaron cuatro 2018b). En base a los resultados de la estratigrafía,  
Fig. 2. Plano de excavación y crono-estratigrafía de la Cueva de los Catalanes. A: Plano de la excavación  
del año 2016 con las unidades de excavación (gris) en vistas lateral (arriba) y en planta (abajo). B: Resumen  
crono-estratigráfico y toma de muestras.  
595  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022  
fechados y materiales arqueológicos, se segregó una Análisis de fitolitos  
ocupación prehispánica que incluye las capas L10 a  
El análisis de silicofitolitos se desarrolló en el  
L5, y una ocupación post-contacto europeo o histórica Laboratorio BIOGEOPAL de la Institució Milà i  
entre las capas L4 a L1 (Roa, 2018). La ocupación Fontanals (CSIC). Desde una muestra aproximada  
prehispánica exhibió fechas durante el período de 4 g de sedimento se extrajeron los silicofitolitos  
Alfarero, presentando materiales como alfarería y de acuerdo al protocolo de Madella et al. (1998).  
líticos concordantes con las tradiciones descritas para Este procedimiento incluye la remoción de carbonatos  
este período, además de cultivos nativos (Zea mays L., con HCl, la defloculación de la muestra con calgón  
Chenopodium quinoa Willd., Phaseoulus vulgaris L., (NaPO ) y la eliminación de la materia orgánica  
3
6
Madia sativa Molina) comunes a otros sitios del área con peróxido de hidrógeno (H O ). Luego de estos  
2
2
sur del país. Por otro lado, la ocupación post-contacto pasos se obtiene la fracción insoluble en ácido  
se diferencia por la aparición de cultivos europeos (Acid Insoluble Fraction, en adelante AIF) (Albert  
(Triticum sp.) y algunos elementos de cultura material & Weiner, 2001). Finalmente, se lleva a cabo la  
introducida como loza. No obstante, esta ocupación separación densimétrica de los minerales con SPT  
presenta materiales de factura indígena no del todo (Na (H W O )H O), obteniendo el residuo de sílice  
6
2
12 40  
2
diferenciables de los períodos precedentes (Gajardo, amorfo, donde permanecen los silicofitolitos (Tabla 1).  
016; González, 2018). En los niveles prehispánicos, El residuo de peso conocido (0,5-1,7 mg) fue  
2
hemos diferenciado las primeras ocupaciones montado en láminas con el medio fijo DPX Mountant  
correspondientes al período Alfarero temprano (350- (Sigma-Aldrich®). El conteo de silicofitolitos y  
1000 d.C.; capas L10 a L8.3) y las siguientes durante tejidos se llevó a cabo hasta completar un total de 250  
el período Alfarero tardío (1000-1550 d.C.; capas silicofitolitos aislados por lámina (Zurro, 2018). Este  
L8.2 a L5). Llama la atención que la mayor parte de conteo se realizó segun transectas dentro de la lámina,  
los materiales arqueológicos provienen de los niveles registrando el porcentaje revisado de la lámina donde  
del período Alfarero temprano, disminuyendo hacia se encontraba la suma de 250 silicofitolitos, para luego  
el período Alfarero tardío, con un aumento aparente extrapolar el número de silicofitolitos por lámina y,  
durante momentos post-contacto (Gajardo, 2016; por gramo de sedimento, de acuerdo al peso montado  
González, 2018; Roa, 2018; Peñaloza, com. pers.).  
(Albert & Weiner, 2001; Zurro, 2011).  
La determinación morfo-tipológica se realizó  
con un microscopio Leica bajo aumentos de 200x  
Muestreo  
En el momento de la excavación las muestras no y 630x, utilizando descriptores del International  
fueron tomadas para el análisis de fitolitos, por lo que Code of Phytolith Nomenclature 1.0 (Madella et al.,  
no se dispone de todas las muestras que un muestreo 2005), que considera la proveniencia taxonómica  
dirigido habría proporcionado. No obstante lo anterior, y anatómica (Tabla 2). De acuerdo a su nivel de  
el muestreo posibilita abordar nuestras preguntas determinación, se consideraron dos categorías  
ya que nuestro interés radica en identificar criterios clasificatorias: determinado y no-determinado. En el  
diagnósticos para las muestras de combustión. Así, se caso de la primera, corresponde a aquellos fitolitos  
analizaron tanto muestras procedentes de estos rasgos que fueron adscritos a categorías morfo-tipológicas  
(en las que a priori hay una alta expectativa de obtener concretas, con valor taxonómico, anatómico o ambos;  
resultados relativos a la gestión de recursos vegetales), mientras que la segunda da cuenta de los fitolitos  
como aquellas procedentes de áreas carentes de rasgos que no se corresponden con una categoría morfo-  
específicos (muestras blancas) y que nos permitirán tipológica particular, ya sea a causa de su estado de  
caracterizar de forma general el contexto en estudio. silicificación incompleta o tafonomización, como a  
Con todo, el conjunto analizado corresponde a 31 sus morfologías variables o no-consistentes (sensu  
muestras de sedimentos arqueológicos, de las cuales Albert et al., 2000).  
2
0 provienen del muestreo vertical de un perfil Adicionalmente, se evaluó el daño tafonómico  
estratigráfico (P1), nueve de estructuras de combustión (mecánico o químico) para cada morfotipo,  
de las cuales seis son muestras de rasgos de ceniza y desdoblándolos en tafonomizados y no tafonomizados  
(
tres muestras de rasgos de sedimento termo-alterado; (los datos se presentan de acuerdo al porcentaje de  
P1, P2, P3) y las dos restantes de sedimentos asociados tafonomización del conjunto) (Madella & Lancelotti,  
a tubos de pipa y carporrestos (P2) (Tabla 1).  
2012).  
596  
C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
Tabla 1. Descripción de las muestras y resultados. Abreviaturas= ACC: Adscripción crono-cultural; E:  
Excavación; EC: Estructura de combustión; ES: Esqueletos silíceos por PS; H: Período Histórico; IDS:  
Índice de Diversidad de Simpson; MB: Muestras blancas; PAT: Período Alfarero Temprano; PT: Período  
Alfarero Tardío; PE: Perfil estratigráfico; UE: Unidad Estratigráfica; PO: Peso original; PL: Peso en  
lámina; T: Tafonomización.  
PO  
g)  
PL  
(mg)  
N/fito x  
g/AIF  
T
%
Muestra Unidad UE ACC Profundidad Muestreo  
Origen  
ES  
IDS  
(
P1.1  
P1.2  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P1  
P2  
P2  
P2  
1-2  
3
H
H
0-10 cm  
10-20 cm  
20-30 cm  
30-40 cm  
40-50 cm  
50-60 cm  
60-70 cm  
70-80 cm  
80-90 cm  
90-100 cm  
100-110 cm  
110-120 cm  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
PE  
E
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
MB  
4,006 0,50  
4,004 0,80  
4,004 0,80  
4,005 0,70  
4,003 0,90  
4,131 0,80  
4,004 1,70  
4,046 0,80  
4,026 0,70  
4,004 1,60  
4,033 0,90  
4,008 0,50  
4,002 1,00  
4,019 1,30  
24.757  
28.058  
8
6
29 0,88  
36 0,89  
P1.3  
3
H
169.827 12  
118.712 22  
7
2
6
8
0,88  
0,86  
0,85  
0,86  
P1.4  
3
H
P1.5  
4
H
98.852  
86.502  
219.527  
728.373  
63.914  
33  
28  
8
P1.6  
4
H
P1.7  
4
H
11 0,88  
0,8  
P1.8  
5
PT  
PT  
PT  
PT  
PT  
2
7
P1.9  
5
29 11 0,87  
P1.10  
P1.11  
P1.12  
P1.13  
P1.14  
P1.15  
P1.16  
P1.17  
P1.18  
P1.19  
P1.20  
P1.15b  
P2.6  
5
131.436 35  
665.498 42  
5
5
0,84  
0,83  
5
5
307.737 41 10 0,85  
90.498 33 21 0,9  
102.844 23 26 0,87  
4,038 1,00 1.049.669 67 0,84  
5
PT 120-130 cm  
PT 130-140 cm  
PT 140-150 cm  
5
5
5
9.2 PAT 150-160 cm  
10 PAT 160-170 cm  
10 PAT 170-180 cm  
10 PAT 180-190 cm  
10 PAT 190-200 cm  
9.1 PAT 140-150 cm  
4,008 1,40  
4,039 1,50  
4,012 0,80  
4,009 0,70  
4,045 0,80  
4,099 0,70  
559.488 45 28 0,84  
208.696 24 19 0,85  
397.284 30 25 0,83  
178.345 32 26 0,81  
229.226 70 23 0,83  
EC grande,  
ceniza  
262.021 69 57  
0,9  
5
PT  
PT  
50-60 cm  
90-100 cm  
100-110 cm  
Lente ceniza 0,731 1,10 2.036.314  
4
9
0,86  
P2.10  
P2.11  
7
E
EC, ceniza 4,047 0,80 1.221.587 24 31 0,87  
EC grande,  
ceniza  
8.1 PT  
E
4,017 0,60  
51.093  
73 51 0,88  
597  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022  
PO  
g)  
PL  
(mg)  
N/fito x  
g/AIF  
T
%
Muestra Unidad UE ACC Profundidad Muestreo  
Origen  
ES  
IDS  
(
EC en  
cubeta,  
ceniza  
P2.12R2  
P2  
8.2 PT  
110-120 cm  
E
4,019 0,70  
160.992 34 43 0,85  
EC grande,  
ceniza  
P2.13b  
P2.9R1  
P3.5  
P2  
P2  
P3  
P3  
8.3 PAT 120-130 cm  
E
E
E
E
1,600 0,50 1.547.738 36 41 0,86  
4,005 0,60 167.377 34 27 0,81  
EC, termo-  
alterado  
6-7 PT  
80-90 cm  
40-50 cm  
40-50 cm  
EC, termo-  
alterado  
-
-
-
-
4,042 0,50 9.018.750 15 22 0,84  
4,043 0,80 3.051.623 12 21 0,79  
EC, termo-  
alterado  
P3.5b  
MB, asoc.  
semillas  
carbonizadas  
P2.13(1)  
P2.14(2)  
P2  
P2  
8.2 PT 120-130 cm  
8.3 PAT 130-140 cm  
E
E
4,023 0,60  
4,014 0,80  
271.561 59 35 0,85  
MB, asoc.  
tubos de pipa  
209.798 61 26  
0,8  
Cuantificación  
conteo menor al 1% de la muestra. Todos los análisis  
La abundancia se presenta de acuerdo a la y figuras se desarrollaron en Microsoft Excel y Past3.  
concentración de silicofitolitos por gramo de AIF  
(
Albert & Weiner, 2001). Este método permite  
cuantificar la cantidad de fitolitos con respecto a reSultadoS  
la fracción mineralógica de la muestra, que suele  
ser más estable en comparación a la proporción de  
Todas las muestras presentaron silicofitolitos y  
materia orgánica u otros componentes del sedimento. tejidos silicificados, además de diferentes restos de  
plantas como tejidos quemados y microcarbones; y  
Análisis estadístico  
otros organismos de sílice biogénico como diatomeas y  
Para comparar las muestras, aplicamos en espículas de espongiarios. Todos estos se encontraban  
primer lugar estadísticos descriptivos (frecuencia relativamente en buen estado de conservación.  
absoluta y relativa), Índice de Diversidad de  
Un 87% del total de silicofitolitos fueron  
Simpson (Marston, 2014), considerando variables determinados (n= 6864), clasificándolos en 44  
nominales, sobre el Grand-Total de fitolitos. No morfotipos, y cuatro categorías más amplias con  
obstante, para la comparación entre dicotiledóneas valor taxonómico que no pudieron clasificarse en  
y monocotiledóneas, solo se tomaron en cuenta un morfotipo particular, ya sea por su posición en  
categorías relevantes a nivel taxonómico (Tabla el portaobjeto o por su estado de tafonomización:  
2). Adicionalmente, desarrollamos el Análisis de 1) Monocotiledóneas no-determinadas, 2) células  
Correspondencia (AC), de manera de hacer visibles cortas no-determinadas, 3) Dicotiledóneas no-  
posibles patrones de la muestra en estudio, pues determinadas y 4) células epidérmicas Dicotiledóneas  
este tipo de análisis multivariado simplifica la no-determinadas. Por otra parte, el 13% del total de  
visualización de los datos en dos dimensiones silicofitolitos que no pudo ser agregado a categorías  
(Barceló, 2007; Smith, 2014; Baxter, 2015). Antes morfo-tipológicas concretas, se considera “no-  
de llevar a cabo el AC, se desarrolló el test de determinado” (n= 1051).  
Chi-cuadrado en base a la hipótesis nula de que  
los morfotipos están distribuidos igualmente en Diversidad  
las muestras (Shennan, 1992; Barceló, 2007). Con  
La diversidad fue calculada con el Índice de  
el fin de utilizar solo categorías estadísticamente Simpson (Tabla 1), bajo la hipótesis de que las muestras  
representativas, se agruparon morfotipos en de estructuras de combustión serían más diversas.  
categorías más amplias, aunque sin perder su valor Se observa una alta diversidad en todas las muestras,  
anato-taxonómico y excluyendo las categorías con un no obstante, las muestras de rasgos, en específico  
598  
C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
Grand-total  
P3E.5b  
P3E.5  
P2.9R1  
P1.15b  
P2.12R2  
P2.13b  
P2.11  
P2.10  
P2.6  
P2.14  
P2.13  
P1.20  
P1.19  
P1.18  
P1.17  
P1.16  
P1.15  
P1.14  
P1.13  
P1.12  
P1.11  
P1.10  
P1.9  
P1.8  
P1.7  
P1.6  
P1.5  
P1.4  
P1.3  
P1.2  
P1.1  
599  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022  
Grand-total  
P3E.5b  
P3E.5  
P2.9R1  
P1.15b  
P2.12R2  
P2.13b  
P2.11  
P2.10  
P2.6  
P2.14  
P2.13  
P1.20  
P1.19  
P1.18  
P1.17  
P1.16  
P1.15  
P1.14  
P1.13  
P1.12  
P1.11  
P1.10  
P1.9  
P1.8  
P1.7  
P1.6  
P1.5  
P1.4  
P1.3  
P1.2  
P1.1  
600  
C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
de ceniza (0,85-0,9), se presentan ligeramente más muestras de rasgos de ceniza (P1.15b, P2.11, P2.12R2,  
diversas que las muestras blancas (0,79-0,85).  
P2.13b). Entre las muestras blancas, la mayor parte  
presenta menor tafonomización, aunque ésta tiende  
a ser más alta en los niveles superiores (histórico-  
Abundancia y preservación  
De acuerdo a la abundancia de silicofitolitos (Tabla subactuales; P1.1, P1.2), por una parte y, por otra,  
, número de fitolitos por gramo deAIF), los resultados entre las capas 5, 8, 9 y 10 (niveles prehispánicos;  
1
siguen cierto patrón. Al comparar los valores mínimos P1.13, P1.14, P2.13, P2.14, P1.16, P1.17, P1.18,  
y máximos, y la mediana entre muestras de rasgos y P1.19, P1.20). En otras palabras, en los niveles más  
muestras blancas (Tabla 3), se observa que los rasgos profundos tiende a haber una mayor tafonomización.  
presentan los picos más altos de todo el conjunto,  
correspondiendo estos, en primer lugar, a los rasgos Espectro  
de sedimento termo-alterado de P3, seguidos de las  
Los morfotipos de este análisis han sido  
muestras de ceniza de distintos estratos de P2 (P2.6, propuestos desde trabajos que han investigado la  
P2.10, P2.13b). Cabe destacar que, aunque muy por flora de distintas partes del mundo (Fig. 4). La mayor  
debajo de los máximos presentados por las muestras parte de éstos corresponden a Angiospermas, las  
de rasgos, las muestras blancas mostraron sus mayores que se dividen en dos clases segun el esquema de  
picos en los niveles prehispánicos.  
clasificación de Cronquist (1981): monocotiledóneas  
En relación a la abundancia de tejidos o esqueletos (Liliopsida) y dicotiledóneas (Magnoliopsida), el  
silíceos (Tabla 1), se observa una tendencia de aumento cual se ha reorganizado en los ultimos años (ej. APG,  
hacia los niveles más profundos (prehispánicos). Al 2016). En el presente estudio seguimos utilizando  
comparar los valores mínimos, máximos y la mediana, la clasificación clásica por su valor en el análisis  
se observa que los valores son bastante similares de silicofitolitos y, en especial, en el estudio de  
entre muestras blancas y muestras de rasgos (Tabla estructuras de combustión, asumiendo que dentro de  
3). En el caso de las muestras de rasgo, las mayores las dicotiledóneas se encuentran las plantas leñosas  
abundancias están representadas por muestras de (combustible más comun).  
ceniza (P2.11, P1.15b) de las capas 8 y 9 (período  
Con todo, se presentaron 24 morfotipos de  
Alfarero temprano); mientras en las muestras blancas monocotiledóneas y 21 de dicotiledóneas (Tabla  
las mayores abundancias también se encuentran en 2). Entre las monocotiledóneas, los morfotipos  
estas capas (P1.15, P2.13, P2.14, P1.16), además de más abundantes corresponden a células cortas  
una muestra de la capa 10 (P1.20). Cabe destacar que (Poaceae), células largas, y células buliformes. Entre  
este ultimo estrato se asienta en la roca madre de la las primeras, destacan los morfotipos trapezoidal,  
cueva, por lo cual sospechamos que esta abundancia rondel y bilobado; mientras que entre las células  
se debe a migración vertical.  
largas destacan las de borde psilado, sinuoso,  
Finalmente, la tasa de tafonomización de los almenado, columnado (estas tres las simplificamos  
silicofitolitos resultó ser relativamente baja (Fig. 3, en un solo morfotipo sin-alm-col), equinado y  
Tabla 1), y los mayores picos se presentan en las células dendríticas (estas ultimas diagnósticas de  
Tabla 3. Abundancia de fitolitos y tejidos con los  
valores mínimos y máximos, y la mediana.  
Tipo  
Valor  
Valor  
Categoría  
Fitolitos  
Fitolitos  
Tejidos  
Mediana  
muestra mínimo  
máximo  
Rasgos  
51.093 9.018.750 1.221.587  
Muestras  
blancas  
24.757 1.049.669 208.696  
Rasgos  
4
2
71  
77  
33  
33  
Fig. 3. Silicofitolitos con daño. A: Daño químico  
muestra P1.13). B: Daño mecánico (muestra  
P1.11). Escala= 20 µm.  
Muestras  
blancas  
(
Tejidos  
601  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022  
Fig. 4. Morfotipos en sedimentos de la Cueva de los Catalanes. A: Célula buliforme paralelepípeda. B:  
Blocky. C: Dendrítico. D: Estoma. E: Célula epidérmica “jisaw puzzle”. F: Célula epidérmica. G: Esclereida.  
H: Traqueida. I: Globular granulado. J: Globular verrugoso. K: Globular equinado. L: Papila. M: Cono  
Cyperaceae. N: Célula epidérmica poliédrica escrobiculada. O: Pelo acicular (ND). P: Pelo acicular  
unciforme (ND). Q: Tricoma 1. R: Tricoma 3. S: Tricoma 4. T: Base de pelo ND. U: Célula de pelo 8. V: Célula  
de pelo 10. W: Base de pelo multicelular (dicotiledónea). Escala= 20 µm.  
Poaceae). El morfotipo más abundante de las menor en términos de frecuencia, presentan valor  
células buliformes es el cuneiforme. Los estomas diagnóstico taxonómico a nivel de familia.  
y las papilas se presentaron en menor frecuencia.  
En relación a las dicotiledóneas, los morfotipos  
Conviene destacar en esta categoría los conos de más abundantes son el globular granulado y las  
Cyperaceae que, aunque presentaron una relevancia células epidérmicas. Entre estas ultimas se destacan  
602  
C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
los morfotipos poligonal y jigsaw. Cabe destacar las muestras blancas. Sin embargo, como se  
que las esclereidas fueron contabilizadas dentro de observa (Fig. 5A-B), todas las muestras tienen  
esta categoría porque se presentan mayormente en una ostensible mayor proporción de morfotipos  
esta clase de plantas, en ciertos climas son incluso de monocotiledóneas (esto tiene una explicación  
diagnósticas de taxa arbóreos (Piperno, 1988).  
que será abordada en la discusión). No obstante,  
Adicionalmente, se presentó un morfotipo mientras los rasgos de niveles menos profundos  
de probable gimnosperma (“rectangular suelen presentar una muy alta proporción de  
pitted”; Carnelli et al., 2004), dos morfotipos morfotipos de monocotiledóneas, las muestras de  
correspondientes a elementos vasos (traqueidas y rasgos de las capas 8 y 9 presentan las mayores  
células vasculares), además de cuatro morfotipos proporciones de dicotiledóneas, correspondiendo  
de células de pelo aparentemente sin valor todas a rasgos de ceniza (P2.11, P2.12R2, P1.15b,  
taxonómico.  
P2.13b). En cuanto a las muestras de P3 (sedimentos  
Dicotiledóneas versus monocotiledóneas: termo-alterados), éstas presentan una evidente  
A continuación, interesó evaluar la proporción mayor proporción de monocotiledóneas, incluso al  
de plantas dicotiledóneas en relación a compararlas con las muestras sedimentarias, algo  
monocotiledóneas por muestra; de acuerdo a la similar sucede con P2.6 (rasgo de ceniza).  
hipótesis de que las muestras de rasgos presentarían  
Partes anatómicas: Aquí, interesó evaluar los  
una mayor proporción de dicotiledóneas que órganos de plantas representados en el registro, en  
Fig. 5. Proporción de monocotiledóneas versus dicotiledóneas. A: Proporción en las muestras  
sedimentarias. B: Proporción en las muestras de estructuras (símbolo *: muestras de ceniza). Abreviaturas=  
Monocot: Monocotiledóneas; Dicot: Dicotiledóneas.  
603  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022  
función de lo cual se excluyeron algunos morfotipos tentativamente los agrupamos dentro de esta clase  
que no entregaban información relevante a este (Tsartsidou et al., 2007; Roa, 2016; Gao et al.,  
respecto. Para este ejercicio se consideraron solo 2018). Los morfotipos de tallo-hoja y hoja fueron  
3
1 morfotipos, correspondientes a un 40,63% del los más abundantes, seguidos por la categoría de  
grand-total (n= 3216) (Fig. 6A). Los morfotipos dicotiledónea.  
de monocotiledóneas presentes en las muestras  
Los morfotipos de dicotiledóneas sólo entregaron  
corresponden a fitolitos de tallo-hoja (células largas, información de las hojas (y tallos) principalmente,  
tricomas), hoja (células buliformes y estomas) e por lo cual se decidió comparar las muestras  
inflorescencia-fruto (dendríticos y papilas). La en base solo a la información entregada por los  
categoría tallo-hoja presentó la distribución más morfotipos de monocotiledóneas en un diagrama  
importante en el conjunto de muestras, seguida de la ternario (Fig. 6B). La hipótesis que seguimos aquí  
categoría hojas. Cabe destacar que estos morfotipos es que sería más probable encontrar morfotipos  
resultaron tener mayor valor diagnóstico de distintas de frutos e inflorescencias de gramíneas en los  
partes anatómicas, a diferencia de los morfotipos de períodos más tardíos e incluso post-contacto; esto  
dicotiledóneas, los que no diferencian categorías bajo el supuesto de que durante el período Alfarero  
anatómicas tan precisas.  
tardío se habría intensificado el uso de granos y ya  
Los morfotipos de plantas dicotiledóneas, por en momentos post-contacto ingresarían cereales  
su parte, se clasificaron en fitolitos de hoja- europeos. En el diagrama se observa que la mayor  
tallo (en herbáceas) o solo de hoja (en leñosas), parte de las muestras se agrupa hacia el vértice  
dicotiledónea de proveniencia anatómica de tallo-hoja, y dos muestras se separan del resto  
indeterminada (morfotipos publicados de taxa presentando una mayor proporción de morfotipos  
leñosos y/o arbóreos, ej. globular granulado; de hoja (P1.1 y P1.2), correspondientes a niveles  
Bremond et al., 2005), y elementos de vasos. Si subactuales. A su vez, destacan tres muestras por  
bien estos ultimos no solo se presentan en plantas alejarse del vértice hacia los morfotipos de fruto  
dicotiledóneas, se registran de manera más comun e inflorescencias (P1.6, P1.7, P1.10), los que se  
en estas, así como en abundancia en sedimentos de corresponden con niveles de los períodos Alfarero  
bosques templados de ciertas regiones, por lo que tardío e histórico.  
Fig. 6. Proporciones de morfotipos de fitolitos y esqueletos silíceos. A: Proporciones de las clases de  
morfotipos de los fitolitos de relevancia anatómica y taxonómica. B: Diagrama ternario comparativo entre  
distintas partes de plantas de monocotiledóneas (símbolos= *: muestras blancas; +: cenizas; x: sedimentos  
termo-alterados). C: Proporciones de las clases de morfotipos de los esqueletos silíceos de relevancia  
anatómica y taxonómica. Abreviaturas= M: Monocotiledónea; Inflo: inflorescencia; D: Dicotiledónea; E.  
Vascular: elemento vascular; Monocot: Monocotiledónea; Dicot: Dicotiledónea; Sub-epid.: sub-epidérmico.  
604  
C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
Tejidos silicificados: En relación a los esqueletos conjunto se mueve en dirección opuesta al de la mayor  
silíceos (Fig. 6C), se registró tejido epidérmico, parte de los rasgos de ceniza descritos anteriormente.  
tejido subepidérmico y elementos vasos. De ellos, Finalmente, otra distribución llamativa corresponde  
el tejido epidérmico es taxonómicamente relevante, a aquélla de los niveles superiores de P1 (P1.1, P1.2,  
pudiendo diferenciar entre las clases monocotiledónea P1.3), las cuales se escapan en distintos grados hacia  
y dicotiledónea (Ortega et al., 1993), correspondiendo el cuadrante inferior izquierdo, en dirección de los  
en su gran mayoría a las primeras. En cuanto a las morfotipos de células buliformes (Fig. 7B).  
estructuras subepidérmicas, éstas no permiten su  
En el resto de los casos, la asociación entre  
asignación a las clases taxonómicas, no obstante es muestras y morfotipos no es clara lo cual puede  
posible que en su mayoría correspondan a plantas deberse a que se pierde una buena parte de la  
monocotiledóneas, dada su significativa tasa de información al considerar solo dos dimensiones (de  
silicificación.  
un total de 13).  
Análisis estadístico multivarado  
Como se explicó con anterioridad, el análisis se  
desarrolló sobre un total de 14 morfotipos (n= 5631  
fitolitos).  
El análisis de Chi-cuadrado, cuyo valor p (4,1542 x  
-192  
10  
), permitió rechazar la hipótesis nula, indicando  
que las variables morfotipos y muestras están  
asociadas, aunque esta asociación es precaria (V de  
Cramer= 0,16).  
Los resultados del Análisis de Correspondencia  
muestran que el conjunto se ordenó en 13 dimensiones,  
el cual es un numero elevado. De todos modos, las  
dos primeras dimensiones alcanzaron una inercia  
acumulada de 51,164%, correspondiente al nivel  
de explicación del conjunto, lo cual se considera  
aceptable.  
Ahora bien, al interpretar el biplot (Fig. 7A)  
observamos en primer lugar que, a lo largo del eje  
x (dimensión 1) la mayor parte de las muestras se  
ubica en los cuadrantes derechos, y al agregar el  
eje y (dimensión 2) la mayoría se concentra en el  
cuadrante superior derecho; esto es válido para la  
mayor parte de las muestras blancas. En segundo  
lugar, se observa que las muestras de ceniza (P1.15b,  
P2.10, P2.11, P2.13b) tienden a segregarse hacia el  
lado izquierdo (eje x) y en solo dos casos (P2.12R2,  
P2.6) se mantienen en el lado derecho cercanos a 0 en  
el eje x. El grupo mayoritario del conjunto se separa en  
dirección superior izquierda al agregar la dimensión 2,  
en la dirección del morfotipo de células epidérmicas  
de dicotiledónea. En tercer lugar, en cuanto a las  
muestras de rasgos de sedimento termo-alterado, se  
observa que en el eje x se ubican hacia la derecha, pero  
al agregar la dimensión 2 las muestras de los rasgos de  
P3 (P3E.5 y P3E.5b) se segregan hacia el cuadrante  
izquierdo e inferior, donde se asocian a una muestra  
de rasgo de ceniza (P2.6); resulta interesante que este  
Fig. 7. Análisis de Correspondencia sobre conjuntos  
fitolíticos de muestras de sedimento de Cueva de los  
Catalanes. A: Biplot filas de las muestras blancas y  
rasgos. B: Biplot columnas de morfotipos (símbolos=  
*: muestras blancas; +: cenizas; x: sedimentos termo-  
alterados).Abreviaturas= Dicot epid: célula epidérmica  
de dicotiledónea; LC sin-cre-collum: células largas  
sinuosa-almenada-columnada; LC psi= células largas  
psiladas; LC echin= célula larga equinada; Trapez:  
célula corta trapezoidal; Bilob: célula corta bilobada;  
BC c: célula buliforme cuneiforme; BC p: célula  
buliforme paralelepípeda.  
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diScuSión  
menor, ya sea pre-depositacional (un procesamiento  
de plantas más intensivo) o post-depositacional  
Las muestras de Cueva de los Catalanes (mayor remoción de los depósitos a causa de  
contienen una abundancia significativa de fitolitos, actividades antrópicas más intensivas).  
como se esperaría para un registro vegetal de  
origen antropogénico (Hansen, 2001; Madella desde la etnohistoria y la etnografía sabemos que  
Lancelotti, 2012). En relación a las muestras en la sociedad mapuche los fogones no solo fueron  
Si nos detenemos en el contexto de estudio,  
&
blancas en la gradiente estratigráfica (P1), las utilizados para comer, sino también como puntos  
abundancias de silicofitolitos son más significativas de encuentro donde la gente podía pasar la noche  
a partir de una profundidad de 70 cm (capas 8, trabajando y compartiendo con la familia, así como  
9
, 10), sugiriendo que los niveles prehispánicos atestigua un relato de Lanco: “[las mujeres] en la  
tuvieron un input vegetal mayor, lo que puede noche, nos amanecíamos hilando” (Egert & Godoy,  
deberse al carácter de la ocupación (más intensa, 2008).  
más prolongada, o con mayor procesamiento  
Por otra parte, la tafonomización de los fitolitos  
de plantas). Los tejidos también presentan en las muestras de rasgos de ceniza es relativamente  
relativamente mayores abundancias en los niveles mayor a las muestras sedimentarias; lo anterior es  
prehispánicos (capas 5, 8, 9, 10). La ocurrencia claro en la muestra P1.15b (ceniza), cuya mayor  
de tejidos o agregados silíceos pueden dar cuenta tafonomización contrasta al ser comparada con  
de la estabilidad del depósito y de la degradación el resto de las muestras blancas de P1. Incluso,  
de material vegetal in situ (Zurro, 2006; Shillito, la tafonomización tiende a incrementarse hacia  
2
011; Shillito & Matthews, 2013). En este sentido, los niveles más profundos. Este mayor daño  
las mayores abundancias de tejidos en estas capas tafonómico podría relacionarse a la composición de  
de cronología prehispánica, darían cuenta del las cenizas con abundante carbonato de calcio, el  
procesamiento y descarte de plantas en el sitio.  
que representa un medioambiente menos proclive  
Por el contrario, al tomar en cuenta las muestras para la preservación de ópalos de sílice (Weiner,  
más superficiales en la gradiente estratigráfica 2010).  
(P1.1, P1.2, P1.3), éstas se comportan diferente en  
Dentro de las muestras de rasgos, llama la  
relación a algunos parámetros; mostrando una baja atención el conjunto fitolitológico de las muestras  
abundancia de fitolitos aislados y tejidos, una mayor de sedimentos termo-alterados de P3. Éstas resaltan  
tafonomización, además de una composición del por su mucho mayor abundancia de fitolitos y mucho  
conjunto fitolítico distinta: presentaron las mayores menor presencia de tejidos, una notoria mayoría de  
proporciones de fitolitos hojas de monocotiledóneas morfotipos de plantas monocotiledóneas, además  
(
células buliformes y estomas). Estas muestras de presentar una menor tafonomización. Asimismo,  
corresponden a niveles de estabulación recientes estas muestras de P3 se comportaron de manera  
de la cueva (siglos XX y XXI), de tal manera similar junto con una muestra de rasgo de ceniza  
que una mayor cantidad de hojas en este contexto (P2.6), lo que podría estar relacionado a una  
podría deberse a heno y/o a las fecas de herbívoros segregación cronológica, dado que estos rasgos  
(Shillito & Matthews, 2013). Por lo cual, vemos se encuentran en niveles menos profundos y, por  
que el registro fitolítico de estas actividades es consiguiente, menos antiguos que el resto de los  
distinguible del resto de las ocupaciones.  
rasgos.  
Dentro del conjunto de estructuras de combustión  
Volviendo al objetivo central del trabajo, se pudo  
determinar que las muestras de rasgos son más hay distintas configuraciones (Tabla 1): rasgos  
heterogéneas que las muestras blancas y que, en de ceniza extendidos (P1.15b, P2.11, P2.13b),  
general, presentan mayores picos de abundancia de de tamaño medio (P2.10), en cubeta (P2.12R2,  
silicofitolitos aislados. Asimismo, en el conjunto de llamado “cenicero” en publicaciones previas;  
rasgos se obser que las muestras más abundantes Menghin, 1959-1960; Berdichewsky, 1968) y  
en silicofitolitos, presentaron menos agregados un pequeño lente (P2.6). En relación al conjunto  
silíceos, y viceversa. En este sentido, se puede fitolitológico no se observaron diferencias entre los  
proponer que las áreas con un input vegetal rasgos atribuibles a su morfología. Lo anterior se  
significativo estarían presentando una estabilidad correlaciona con observaciones etnográficas donde  
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las características morfológicas de los fogones no los alrededores de los asentamientos, tal como  
se relacionan a función o usos particulares, tampoco atestiguaron los cronistas (Nuñez de Pineda y  
a la duración de la ocupación (Galanidou, 2000). Bascuñán, 1863[1673]; Góngora de Marmolejo,  
En este sentido, las distintas morfologías de las 1960[1575]), sin embargo, estos resultados  
estructuras de ceniza pueden no estar relacionadas a llevan a pensar que la disponibilidad de leña no  
conjuntos de fitolitos específicos, ya que no existiría necesariamente dirigió un uso solo de plantas  
una necesaria correlación entre un uso particular y leñosas como combustible primario, lo cual ha  
la morfología.  
sido sugerido en otros trabajos (Aldeias, 2017).  
Así, a pesar de que no encontramos regularidades Esto se hace más claro al observar que la mayor  
del registro en relación a la forma, podemos parte de las evidencias corresponderían a tallos  
expresar que el espectro de fitolitos no nos permitió y hojas de monocotiledóneas, es decir, que la  
definir usos específicos de cada uno de estos rasgos, planta completa fue acarreada y quemada en la  
ya que éstos se derivarán de la interpretación del estructura.  
yacimiento y sus asociaciones contextuales. Sin  
embargo, podemos corroborar que estos espacios Un comentario acerca de las diferencias en la  
concentraron actividades relacionadas al uso de secuencia de ocupación prehispánica  
plantas, que permitieron mostrar un input vegetal  
Finalmente, nos referiremos a ciertas diferencias  
significativo a la vez que heterogéneo. En efecto, entre los conjuntos fitolitológicos de los niveles  
se pudo atestiguar la presencia de distintos órganos relativos al período Alfarero temprano (PAT) y  
de distintas clases de plantas, lo que permitirá aquellos del Alfarero tardío (PT). Esto a través  
enunciar hipótesis guía de otros trabajos, donde de las muestras blancas recuperadas de un perfil  
se podrán mejorar las técnicas de recuperación de estratigráfico, considerando las muestras del PAT  
las muestras acordes a una pregunta específica de (P1.16, P1.17, P1.18, P1.19, P1.20) y del PT  
investigación.  
(P1.8, P1.9, P1.10, P1.11, P1.12). Como veremos,  
En referencia a la mayor proporción de plantas a pesar de que las muestras blancas corresponden  
monocotiledóneas versus dicotiledóneas en a áreas donde no fue posible distinguir a primera  
el conjunto de muestras, incluso en aquellas vista el uso de plantas (como sí es el caso de  
muestras de rasgos, esto se explica en parte las muestras de rasgos), debe considerarse el  
porque la acumulación de sílice está genéticamente supuesto de que los sedimentos de los sitios  
determinada en las plantas. En este sentido, las arqueológicos contienen información valiosa  
monocotiledóneas (especialmente las familias acerca del procesamiento y los restos de las  
Poaceae y Cyperaceae) suelen presentar una plantas (si fueron utilizadas), las que son invisibles  
cantidad considerable de taxones acumuladores al ojo desnudo (Juan i Tresserras, 1997).  
de Si y, por el contrario, muchas dicotiledóneas  
corresponden a taxones no-acumuladores de Si (Ma, las muestras sugiere una mayor regularidad en  
003). Adicionalmente, se ha propuesto que cuando la ocupación o en la estructuración del espacio.  
Durante el PAT, la menor heterogeneidad de  
2
los taxones acumulan sílice, las monocotiledóneas Una significativa agregación de tejidos (mayores  
lo hacen entre un 20-40% más que otras plantas abundancias de esqueletos de sílice), demuestra  
(
Albert & Weiner, 2001). A pesar de que esta además una mayor estabilidad de los depósitos,  
subrepresentación de las plantas dicotiledóneas en lo que sugiere una mayor descomposición de  
el registro fitolitológico se considera un obstáculo las plantas in situ, o bien un menor transporte  
al comparar ambas clases de plantas, es interesante o remoción de los sedimentos. Lo anterior es  
observar que el hecho de que los rasgos de ceniza coherente con posibles ocupaciones más breves,  
presenten evidencias de plantas monocotiledóneas, aunque redundantes, y posiblemente ligadas a un  
significa que este tipo de plantas está siendo patrón estacional del uso del espacio.  
quemado en la estructura de combustión, ya sea  
como iniciadora, como combustible, o como un plantas monocotiledóneas se sustenta en una mayor  
residuo de actividades en torno al hogar. proporción de estos morfotipos (especialmente  
En relación al espectro, una mayor proporción de  
La recolección de leña en Araucanía fue una célula larga psilada, ubicada en distintas familias  
actividad que se podía realizar sin dificultad en y partes anatómicas de esta clase de plantas).  
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Lo cual sugiere el uso de plantas herbáceas estabilidad de los depósitos (mayor remoción  
provenientes de praderas o humedales, ya que y transporte de sedimentos) y/o procesamiento  
prácticamente las unicas monocotiledóneas del de los restos de plantas (ej. molienda). De todas  
bosque son las quilas o colihues (Chusquea spp.). maneras, otra hipótesis se deriva de la producción  
Por su parte, la ausencia de células dendríticas en de sílice en las plantas, ya que una menor  
estas muestras es llamativa, dando cuenta de una proporción de esqueletos podría relacionarse a  
virtual ausencia de inflorescencias-cascarillas de una menor presencia de plantas acumuladoras  
cereales silvestres en el registro. Combinando los de sílice (coincidente con la relativa menor  
datos, se podría sugerir que los tallos y hojas de proporción de monocotiledóneas), o a condiciones  
gramíneas están siendo mayormente utilizados que de menor humedad en la vida de la planta.  
las inflorescencias-granos, posiblemente a causa  
Durante este período destaca además la  
2
de una selección de tallos/hojas para actividades presencia de las células dendríticas en las muestras  
específicas, o bien por el uso estacional de la blancas, a diferencia del PAT. Como dijimos  
cueva durante el período otoño-invierno. No anteriormente, dicha evidencia sugiere el uso de  
obstante, aunque los dendríticos no aparecen los granos de cereales silvestres como aquellos del  
en las muestras blancas, sí se encuentran en género Bromus; los que pueden ser recolectados  
el registro de algunas muestras de rasgos de durante la primavera. El uso de los granos de  
ceniza de posible cronología temprana (P1.15b estas plantas como “famine food” pudo tener una  
y P2.13b), lo cual nos permite aducir el uso de mayor relevancia durante el PT, cuando estos  
inflorescencias solo en el contexto de fogones grupos estaban más adaptados a un modo de vida  
durante el PAT. Adicionalmente, al examinar la agricultor, con un mayor consumo de granos de  
distribución de otros morfotipos relativos a la maíz o quínoa, lo que pudo incentivar una mayor  
inflorescencia (como papilas), se observa que selección de granos de cereales silvestres cuando  
están en las muestras blancas de ambos períodos. las reservas de grano cultivado se agotaban.  
Es posible entonces que el uso/procesamiento de En este sentido, en la cosmovisión mapuche  
cereales silvestres (como Bromus spp.) fue menor contemporánea pewü o primavera se concibe  
en este período.  
como un tiempo de escasez, presentándose justo  
Durante el PT se observan claras diferencias antes de las cosechas del verano. Por otra parte,  
en las abundancias entre las muestras (mayor existen datos del uso de granos de Bromus mango  
heterogeneidad), la que pudiera ser una E. Desv. en el sur de Chile hasta los siglos XIX y  
consecuencia del carácter de la ocupación. En XX (Gay, 1865; Coña, 2010[1930]; Hilger, 2015).  
este sentido, en base al registro fitolitológico, Al respecto, destacamos que en las muestras del  
sugerimos que la ocupación pudo ser menos PH que siguen a los niveles del PT (P1.7, P1.6,  
intensiva o menos redundante en el tiempo. En P1.5), se observa un aumento definitivo de los  
segundo lugar, la proporción más significativa de dendríticos, disminuyendo considerablemente las  
plantas dicotiledóneas en el PT (que se hace más formas globulares; en el diagrama ternario las  
evidente al observar el aumento de los morfotipos muestras P1.7, P1.6 y P1.10 se diferenciaron del  
globulares, en especial el globular granulado resto por la presencia de dendríticos. Lo anterior  
que da cuenta de especies leñosas o arbóreas,  
2
distribuido en distintas partes anatómicas),  
sugiere que estas plantas tuvieron un uso más  
intensivo en este período. Desde la etnohistoria  
se ha podido definir un amplio uso del espectro  
de plantas disponible por parte de las poblaciones  
reche-mapuche, incluyendo la talla en madera, la  
herbolaria, o el procesamiento de cultivos, el que  
pudiera tener su antecedente durante este período.  
Lo anterior, unido a la menor agregación de los  
restos silíceos (menor cantidad de esqueletos  
de sílice), puede interpretarse como una menor  
Este morfotipo provendría de las inflorescencias u  
hollejo de cereales silvestres (Rosen, 1992). Llama la  
atención la escasa representación de este morfotipo en  
el registro en general, lo que sugiere un menor o más  
ocasional uso de esta parte, lo que puede deberse a  
la selección cultural o a la ocupación del yacimiento  
durante una estación en particular. Conviene destacar  
que los dendríticos provienen dentro de las Poaceae a  
cereales, y no han sido registrados para el maíz (el que  
se presenta en el registro carpológico del sitio (Roa et al.,  
2018).  
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C. Roa Solís y D. Zurro - Registro fitolítico de estructuras de combustión de Cueva de los Catalanes  
podría interpretarse como un cambio dado por contribución de loS autoreS  
la adopción de cereales cultivados a partir del  
contacto con europeos (presentes en el registro  
CRyDZdiseñaronlainvestigación, interpretaron  
carpológico). Si consideramos que las muestras de los datos, confeccionaron las figuras y escribieron  
rasgos más superficiales que se comportan de una el manuscrito. CR colectó las muestras y llevó a  
manera similar (P3 y P2.6), provendrían de niveles cabo el análisis.  
post-contacto, vemos clara la intensificación en el  
uso de plantas monocotiledóneas, presentándose  
además un input vegetal mucho mayor.  
En conclusión, pensamos que el registro  
fitolitológico del PT, estaría mostrando una  
agradecimientoS  
Al Dr. Frances Burjachs (IPHES-ICREA), Jonas  
diversificación e intensificación en el uso de plantas Alcaina (CaSEs, UPF), Josep Vallverdu (IPHES),  
en la cueva, aunque de manera más heterogénea en Laboratorio Biogeopal (IMF-CSIC), Unidad  
el tiempo y espacio.  
Arqueobotánica (IPHES) y Camila Roa por las  
imágenes. A las coordinadoras de la Mesa de  
Comunicaciones Estudios en Patagonia, III Jornadas  
Argentinas de Etnobiología y Sociedad, La Plata. Este  
trabajo fue parte de una tesis de maestría financiada  
concluSioneS  
En referencia a los objetivos del trabajo, los por el Proyecto FONDECYT Nº 1115039, beca  
resultados permiten sostener la relevancia del Erasmus+ (International Master in Quaternary and  
análisis de fitolitos como una herramienta útil Prehistory, Unión Europea).Alos revisores del BSAB.  
y complementaria para entender el manejo del  
fuego, además del consumo de plantas, en la  
región de estudio. Este tipo de análisis presenta un bibliografía  
escaso desarrollo, aunque un amplio potencial aun  
inexplorado.  
ABARZÚA, A. M., A. PICHUNCURA, L. JARPA, A.  
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ADÁN, L. & R. MERA. 2011. Variabilidad interna en  
el Alfarero Temprano del centro-sur de Chile: el  
Complejo Pitrén en el valle central del Cautín y el  
En segundo lugar, desde las características del  
conjunto fitolítico fue posible observar diferencias  
en las muestras de ceniza en comparación al resto  
del conjunto: en efecto, se comprobó una mayor  
abundancia y diversidad de morfotipos en estas  
muestras. En cuanto al espectro, es llamativa la  
importante presencia de monocotiledóneas en este  
tipo de rasgos.  
En tercer lugar, se propone una segregación entre  
los rasgos más tardíos (posiblemente post-contacto)  
y los más tempranos (prehispánicos), aunque no se  
observaron diferencias claras entre las ocupaciones  
PAT y PT. No obstante, al considerar el conjunto ALBERT, R. M., S. WEINER, O. BAR-YOSEF &  
global de muestras (incluidas las muestras blancas),  
destacaron señales específicas para las distintas  
ocupaciones. Destaca, por ejemplo, el mayor input  
vegetal en las ocupaciones prehispánicas.  
L. MEIGNEN. 2000. Phytoliths in the Middle  
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Israel: study of the plant materials used for fuel and  
En cuarto lugar, para futuros trabajos se deberá  
enfatizar en una toma de muestras con objetivos ALBERT, R. M. & S. WEINER. 2001. Study of phytoliths  
arqueobotánicos claros. Estas estrategias deberán  
considerar al menos el contenido de las estructuras  
de combustión (cenizas), su parte basal (sedimentos  
termo-alterados), así como muestras blancas en  
asociación horizontal.  
in prehistoric ash layers from Kebara and Tabun caves  
using a quantitative approach. En: MEUNIER, J. D. & F.  
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