Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (3) 2022
Las dolencias tradicionales y sus tratamientos
Presentamos a continuación la etiología el
diagnóstico y las formas de terapia más usuales de
las dolencias populares documentadas en el lugar
entre la población criolla, especialmente los relatos
de “curanderos” o “especialistas” de la medicina
tradicional.
“Tiran el cuerito y allí mismo le produce
diarrea, les hace un tiro y es porque dicen
tienen muy pegado el empacho”. “Es un exceso
de comida, comen demás”. “La madre le pasa
el empacho a través del pecho (al niño) porque
no se cuida en lo que come”. “Antes nos
purgaban una o dos veces por semana nuestros
padres; hoy la comida es todo chatarra. (Lo
curo) con la cinta roja y con rezos por tres días
y le aconsejo un té de menta, o de ruda o de
boldo en saquito”. Según algunos especialistas
el empacho se cura tres veces, cuando no
regresa el paciente a completar el tratamiento,
puede afectarle a quien practica la curación.
-
Culebrilla: “La culebrilla dicen que rodea el
cuerpo que es como un microbio que se va
corriendo.” “Es como un parásito que le sale
a uno; los curanderos lo van curando con
tinta china o lapicera y hacen crucecitas en
las ampollas o ronchas. Produce picazón, está
molesto, va al médico y el médico lo manda al
curandero. “Es como una erupción que arde y - Ojeadura: Es una dolencia cuya etiología se
pica”. “Son ronchas alrededor del cuerpo que los
doctores no la curan”. “Dicen que es un gusano
que lo trae una mosca”. En el centro de salud
una enfermera señala que la etiología de esta
dolencia folk es un herpes en forma de granos que
giran y dan la vuelta al cuerpo en forma de faja
o cinta, y al cerrarse “al chocar la cabeza con
la cola allí muere la persona”. Por su parte una
especialista afirma: “Un médico me dijo que es un
virus que se transmite a través de la sangre, por
vía sexual y habiendo tenido la enfermedad no se
reinfecta”. “Es mucha ponzoña en el cuerpo; se
hace una mancha en la piel y produce comezón,
náuseas, dolor de cuerpo, vómitos y fiebre.
Algunos médicos lo tratan con antibióticos. Los
curanderos lo curan tres días con la tinta china.
encuentra fundamentalmente en el efecto de
la mirada. Cuando “tienen ganas de verlo a
la criatura recién nacidas, o la ven con lentes
de aumento” “los niños lloran mucho”, se
ven afectadas. “Hay miradas fuertes en un
niño, no hay maldad (es bonito, le llama la
atención), los ojeas sin mala intención. En
cambio, he notado sin más al ir a la iglesia
que hay miradas que corren como escalofrío y
mirada fuerte en el cuerpo y espalda que roza.
Esa mirada a los niños los destruye, les parte
la mollerita en cruz, duermen con los ojos
entreabiertos. Lloran con síntomas igual a la
pata de cabra. La criatura se tira para atrás,
con dolor de cabeza muy intenso, podés tomar
analgésico, te deja un ratito, pero vuelve. Una
vez que cura, pasa, les hago que mojen los
ojos con agua y que no los sequen. Eso es un
alivio, una frescura”. “Es en la mollera, un
tremendo dolor de cabeza en los niños que se
llega a partir la mollerita; yo la voy ubicando
que tal vez sea una meningitis; hoy el médico
le dice meningitis”. “Se cura en la cabecita,
cuando uno se acuesta están sobresaltados,
dicen que es la mirada fuerte buena o mala”.
La ojeadura “se cura con un vaso con agua
en la que le agregan una tapita con aceite; la
curandera toca el aceite en la punta del dedo y
pone el dedo en el vaso de agua, y de acuerdo
a la cantidad de gotas cuánta gente te quiere
ver; si la gota es grande estás muy ojeado”.
“La ojeadura se cura con una oración con las
manos en la cabeza, se dice el nombre del niño
enfermo”. Otro especialista señala que se cura
con oración a la Virgen.
“Dicen que puede ser (originado) cuando comen
los quirquinchos. Una curandera refiere sanar con
la intercesión de la “Virgencita de Luján”. Otro
especialista originario de la localidad de Frías (en
la provincia limítrofe de Santiago del Estero) da a
conocer una curación mediante un hacha caliente
en la que se asienta un trapo, aplicando este último
en el lugar de las erupciones.
Empacho: Se origina en un desorden
fundamentalmente de tipo digestivo por el
consumo en exceso de algunos alimentos. “Come
mucha grasitud, se forma un bolo fecal en el
estómago; lo curan de palabra y con la cinta, la
persona la tiene en la boca del estómago y dirá
las palabras sabias -diría mi mamá- y lo cura”.
-
“Lo cura la curandera, le tira el cuerito, mi
sobrina que es maestra jubilada, ella curaba con
la cinta, y se curaban no sé cómo. Los días santos
le enseña”.
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