la vegetación de laS montañaS de córdoba  
argentina) a comienzoS del Siglo XXi: un maPa baSe  
Para el ordenamiento territorial  
(
the vegetation of the córdoba mountainS (argentina) at the  
beginning of the XXi century: a baSe maP for land uSe Planning  
1
1
, Laura E. Hoyos y  
Ana M. Cingolani * , Melisa A. Giorgis  
Marcelo Cabido  
Summary  
Background and aims: A detailed and updated vegetation map is necessary to land  
use planning. Given the need for a land-use plan for the Córdoba mountains, we  
decided to: make a vegetation map of these mountains; describe the vegetation of  
the mapped classes; interpret their distribution along the elevation gradient, and  
discuss the implications for land use planning.  
M&M: We elaborated a preliminary map from satellite images and field information,  
where we discriminated 14 vegetation units. Then, after a field control, we performed  
the final map, grouping the vegetation units into seven classes.  
1
. Instituto Multidisciplinario de  
Biología Vegetal, CONICET- UNC,  
Córdoba, Argentina.  
2
. FCEFyN, Universidad Nacional de  
Córdoba, Córdoba, Argentina.  
Results: In the final map we identified: native forests, exotic forests, native scrublands,  
grasslands, lawns, grasslands with rock and/or bare soil and rocky areas. These  
classes were discriminated with an overall 82.6% precision. In addition, we separated  
water bodies, flood areas, crops and urban areas. The scrublands were the most  
widespread class, covering 37% of the landscape, followed by crops, covering 23%  
of the territory. Native forests only occupied 5.5% of the area. Scrublands and forests  
decreased along the elevation gradient, while grasslands and rocky areas increased.  
Conclusions: We suggest that land use planning should promote the restoration  
of native forests to occupy 20-40% of the landscape, the control of the advance of  
urban areas and crops, and the management of invasive alien species to limit their  
expansion.  
Citar este artículo  
CINGOLANI, A. M., MELISA  
A. GIORGIS, LAURA E. HOYOS  
&
MARCELO CABIDO. 2022. La  
vegetación de las montañas de  
Córdoba (Argentina) a comienzos  
del siglo XXI: un mapa base para el  
ordenamiento territorial. Bol. Soc.  
Argent. Bot. 57: 65-100.  
Key wordS  
Biological invasions, distribution, disturbance, elevation gradient, forests, rocky  
areas, urbanization.  
reSumen  
Introducción y objetivos: Un mapa de vegetación detallado y actualizado es clave  
para el ordenamiento territorial. Dada la necesidad de un ordenamiento para las  
Sierras de Córdoba, nos propusimos: confeccionar un mapa de vegetación de  
estas montañas; describir la vegetación de las clases identificadas; interpretar su  
distribución a lo largo del gradiente altitudinal y discutir las implicancias para el  
ordenamiento territorial.  
M&M: Construimos un mapa preliminar a partir de imágenes satelitales e información  
de campo, donde discriminamos 14 unidades de vegetación. Luego de hacer un  
control a campo, elaboramos el mapa final, agrupando las unidades de vegetación  
en siete clases.  
Resultados: En el mapa final identificamos: bosques nativos, bosques exóticos,  
matorrales nativos, pajonales, céspedes, pastizales con roca y/o suelo desnudo  
y roquedales. Estas clases se discriminaron con una precisión general del 82,6%.  
Además, separamos cuerpos de agua, zonas inundables, cultivos y zonas urbanas.  
Los matorrales, que fueron la clase más extendida, abarcaron un 37% del paisaje,  
le siguieron los cultivos, que cubrieron un 23% del territorio. Los bosques nativos  
sólo ocuparon un 5,5% del área. Matorrales y bosques disminuyeron a lo largo del  
gradiente altitudinal, mientras que pastizales y roquedales aumentaron.  
Conclusiones: Sugerimos que un ordenamiento territorial de las montañas debería  
promover la restauración de los bosques nativos hasta ocupar un 20-40% del  
paisaje, el control del avance de las zonas urbanas y cultivos, y el manejo de  
especies exóticas invasoras para limitar su expansión sobre las fisonomías nativas.  
Recibido: 28 Sep 2021  
Aceptado: 21 Feb 2022  
Publicado impreso: 31 Mar 2022  
Editora: Karina L. Speziale  
PalabraS clave  
Bosques, distribución, disturbio, gradiente altitudinal, invasiones biológicas,  
roquedales, urbanización.  
ISSN versión impresa 0373-580X  
ISSN versión on-line 1851-2372  
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Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
introducción  
es indispensable contar con información de base  
sólida y espacialmente explícita (Paruelo et al.,  
En la actualidad, a excepción de áreas 2014). Por ello, se necesitan mapas de los distintos  
muy remotas, casi todo paisaje del planeta se componentes de un territorio, en particular de la  
encuentra en mayor o menor medida intervenido cobertura del suelo y tipos de vegetación (Palacio  
por actividades humanas (Ellis & Ramankutti, Prieto et al., 2004; Paruelo et al., 2014). Los  
2
008; IPBES, 2019; Zalles et al., 2021). En este mapas de vegetación son muy informativos ya que  
escenario, y debido a su complejidad estructural y a documentan el estado de los ecosistemas en un  
su relativa inaccesibilidad, las montañas del mundo momento determinado, contribuyen a evaluar los  
han experimentado, hasta el momento, una menor servicios ecosistémicos de forma espacialmente  
transformación en relación a los terrenos bajos explícita y permiten otorgar valores de conservación  
circundantes. Apesar de ocupar una baja proporción a las áreas (Eva et al., 2004; Paruelo et al., 2014).  
de la superficie terrestre (12-24%), las montañas En el caso de los sistemas montañosos, donde aún  
son parte del reservorio clave de la biodiversidad persiste una gran parte de la vegetación en estado  
del planeta, ya que albergan cerca de un 85% de los natural o seminatural, no solo es clave contar con  
vertebrados y una cantidad desproporcionadamente mapas de cobertura basados en un relevamiento de  
alta de las especies de plantas (Tang et al., 2006; campo espacialmente representativo, sino también  
Körner et al., 2011; Rahbek et al., 2019; Perrigo interpretar adecuadamente los patrones de la  
et al., 2020; Körner, 2020). Además, brindan a la vegetación y sus factores estructuradores, con  
población humana bienes y servicios ecosistémicos apoyo en la bibliografía científica disponible. En  
esenciales como, por ejemplo, agua potable, energía particular,esindispensableconocer,otenerhipótesis  
y áreas de recreación (Körner, 2004; Viviroli et al., fundadas, acerca del papel de las intervenciones  
2
020; Mengist et al., 2020). Debido a su relevancia, humanas en la estructuración del paisaje y cómo  
es imprescindible que los ecosistemas de montaña éstas afectan la dinámica de la vegetación en el  
se mantengan en buen estado de conservación tiempo. Ello incluye comprender cómo funcionan  
(Brooks et al., 2006). Sin embargo, estos ambientes los mecanismos de retroalimentación entre disturbio  
comparativamente mejor conservados, hoy están y vegetación, y cómo estos mecanismos interactúan  
amenazados por diversos factores, tales como con los factores físicos (Lugo, 2020). Sin una  
la urbanización, las invasiones biológicas, la interpretación adecuada, incluso mapas de calidad  
intensificación de la ganadería y el avance de la excelente pueden llevar a formular planes de  
agricultura desde las zonas más bajas (Haider et al., manejo inadecuados. Por ejemplo, si se desconoce  
2
018; Körner, 2020). Además, los cambios globales o se interpreta mal cuál será la trayectoria de la  
en el clima ponen en riesgo la biodiversidad vegetación de un sitio en ausencia de disturbio y  
exclusiva de las zonas más altas de las montañas bajo las condiciones bióticas y abióticas actuales,  
(Matteodo et al., 2013; Pauchard et al., 2016).  
apostar a una restauración pasiva del ecosistema  
Una herramienta para evitar los problemas natural podría generar sorpresas, con desenlaces  
ocasionados por el crecimiento desordenado y inesperados y contraproducentes (Lamb & Gilmour,  
los cambios acelerados en el uso de la tierra es el 2003).  
ordenamiento territorial. Se trata de una estrategia  
EnlaprovinciadeCórdoba(Argentina), unagran  
política y un proceso técnico-administrativo que proporción de las áreas de llanura fue transformada  
permite la planificación del manejo de un territorio, a uso agrícola (Zak & Cabido, 2002; Hoyos et al.,  
considerando las necesidades e intereses de los 2013, 2018; Agost, 2015; Cabido et al., 2018).  
diferentes actores sociales (Palacio Prieto et al., Por tal motivo, las áreas montañosas, localmente  
2
004; Paruelo et al., 2014). Por definición, se llamadas Sierras de Córdoba, constituyen uno de  
trata de un proceso participativo, y tiene por los principales reservorios de biodiversidad de la  
objetivo lograr un manejo sustentable de los Provincia (Altrichter et al., 2004; García et al.,  
recursos y un incremento en la calidad de vida 2008; Cingolani et al., 2010; Lescano et al., 2015;  
de la población (Palacio Prieto et al., 2004; Giorgis et al., 2011a; 2017, 2021a; Rodriguez  
Paruelo et al., 2014). Para poder cumplir con las et al., 2017; Cabido et al., 2018; Gurvich &  
distintas etapas de un ordenamiento territorial, Villegas, 2020). Además, estas montañas brindan  
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A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
importantes beneficios a la sociedad, tales como el el desarrollo de un ordenamiento territorial  
almacenamiento de carbono, la provisión de casi participativo dentro de sus ejidos, compatible  
toda el agua potable de la provincia, y la producción con el ordenamiento territorial a nivel provincial,  
de forraje (Jobbágy et al., 2013; Cingolani et al., pero con mayor nivel de detalle y adaptable a  
2
015; Díaz et al., 2018; von Müller et al., 2017; las problemáticas y necesidades propias de cada  
Vaieretti et al., 2021). Por otro lado, el paisaje de localidad (Barchuck et al., 2010).  
montaña es un recurso turístico y recreativo que,  
Un mapa de vegetación detallado de las  
al mismo tiempo, promueve hábitos saludables al montañas de Córdoba es un insumo necesario para  
favorecer actividades al aire libre (Heil et al., 2007; llevar a cabo la actualización del ordenamiento  
Cingolani et al., 2014, 2015a,b, 2016). Sin embargo, territorial en la Provincia, permitir el desarrollo de  
estos ecosistemas están amenazados debido a la zonificaciones y ordenamientos a escalas de mayor  
creciente urbanización y la invasión por especies detalle (municipios, comunas, áreas protegidas) y  
exóticas (Gavier & Bucher, 2004; Gavier-Pizarro facilitar la elaboración de planes de manejo a nivel  
et al., 2012; Hoyos et al., 2010; Tecco et al., 2016; predial. Sin embargo, aunque se dispone de mapas  
Giorgis et al., 2017). A ello se suman los numerosos a escala de toda la provincia (Cabido et al., 2018;  
incendios, el sobrepastoreo y la tala, que producen Zak et al., 2019; IDECOR 2017-2018) y de algunos  
pérdida de suelos y mantienen la vegetación en sectores de las montañas (Cingolani et al., 2004;  
estados sucesionales tempranos, a veces muy Natale et al., 2020), hasta el momento no existe  
degradados (Cingolani et al., 2013, 2014; Giorgis un mapa completo de la vegetación de las Sierras  
et al., 2013, 2017, 2020; Argañaraz et al., 2015, de Córdoba basado en un estricto relevamiento  
2
020; Kowaljow et al., 2018). Esta situación genera de campo. Tampoco se dispone de un estudio  
numerosos conflictos, y la sociedad, a través de que discuta integralmente la dinámica espacial y  
diferentes organizaciones civiles y público en temporal del paisaje a escala regional, basado en  
general, reclama por la protección efectiva de los la información científica disponible. En el presente  
ecosistemas de montaña (Berardo et al., 2014; trabajo nos propusimos cubrir estas necesidades.  
Cáceres et al., 2011, 2016; Cabrol & Caceres, 2017; Específicamente, nuestros objetivos fueron: (1)  
Aguiar et al., 2018).  
confeccionar un mapa de la vegetación actual de  
En Argentina, la principal herramienta legal las Sierras de Córdoba; (2) describir la vegetación  
para promover la conservación de los ecosistemas de cada una de las clases identificadas en el mapa;  
boscosos es la Ley Nacional Nº 26.331 de (3) describir e interpretar la distribución de las  
Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental clases de vegetación y su variación a lo largo del  
de los Bosques Nativos” (conocida como “Ley gradiente altitudinal; (4) discutir las implicancias  
de Bosques”), sancionada en el año 2007. La Ley del mapa resultante para el ordenamiento territorial  
de Bosques obliga a las provincias a realizar un de bosques nativos de la Provincia.  
ordenamiento territorial de bosques nativos que  
debe ser actualizado cada cinco años (Aguiar et  
al., 2018; Vallejos et al., 2018). Esta Ley prevé materialeS y métodoS  
compensaciones a propietarios que conserven sus  
bosques, para lo cual deben presentar una línea de Área de estudio  
base, mapa de vegetación, y plan de manejo de sus  
Las Sierras de Córdoba son parte del sistema  
predios (Aguiar et al., 2018). En la provincia de de las Sierras Pampeanas y están conformadas  
Córdoba, el Ordenamiento Territorial de Bosques por tres cordones montañosos que incluyen cinco  
Nativos se sancionó en el año 2010 a través de la sistemas serranos, corren en dirección norte-sur y  
2
Ley 9814, aunque su primera actualización aún está ocupan alrededor de 33700 km , cerca del 20 % de  
pendiente debido al alto grado de conflictividad la superficie provincial. Varían en altitud desde los  
que el tema generó y sigue generando en la 300-500 m, dependiendo del sector considerado,  
sociedad (Cáceres et al., 2016; Cabrol & Cáceres, hasta los 2790 m s.n.m., en la cumbre del cerro  
2
017). Simultáneamente, los habitantes de las Champaquí. El cordón occidental contiene al  
distintas localidades ubicadas en las Sierras de sistema de las Sierras de Pocho-Guasapampa,  
Córdoba demandan que las autoridades promuevan el cordón central incluye a los sistemas de las  
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Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
Sierras Grandes-Cumbres de Gaspar y Sierras bosques, que están conectados a través de un piso  
de los Comechingones y el cordón oriental, a los de transición (Kurtz, 1904; Cabido et al., 1998;  
sistemas de las Sierras Chicas y las Sierras del Martínez et al., 2017; Argañaraz et al., 2020;  
Norte (Fig. 1). Las montañas están constituidas Giorgis et al., 2021a; Fig. 1C). La flora del piso más  
principalmente por rocas metamórficas de los bajo, hasta 1300 m s.n.m. (de aquí en más “piso  
períodos Neoproterozoico - Cámbrico y sectores serrano”), ha sido tradicionalmente relacionada con  
con rocas intrusivas representadas por batolitos, la Provincia Fitogeográfica del Chaco, clasificada  
siendo el de Achala el más importante. Los batolitos como el Distrito Chaco Serrano (Cabrera, 1976),  
se formaron en el Devónico, pero la configuración aunque más recientemente se han encontrado  
actual del sistema serrano es consecuencia de la también afinidades florísticas con la Provincia  
orogenia Andina que reactivó fallas previas en el del Espinal (Cabido et al., 2018). Sus bosques,  
Terciario e incluso en el Cuaternario. También hay en los estados sucesionales más avanzados, están  
sectores con rocas volcánicas y sedimentarias, así caracterizados por orco quebracho (Schinopsis  
como depósitos Cuaternarios (Martino et al., 2016). marginata) y garabato macho (Senegalia gillesii)  
El gradiente de altitud en las montañas de hacia el noroeste del área, y molle (Lithraea  
Córdobapuedeserdivididoendospisosaltitudinales molleoides), tala (Celtis ehrenbergiana) y Croton  
con diferentes afinidades fitogeográficas y lachnostachys hacia el sureste (Kurtz, 1904; Luti  
potencialmente cubiertos por distintos tipos de et al., 1979; Giorgis et al., 2017; Cabido et al.,  
Fig. 1. A: Ubicación de la provincia de Córdoba en Argentina y Sudamérica. B: Ubicación de las montañas  
en la provincia de Córdoba subdivididas en cinco sistemas serranos. Abreviaturas: N: Sierras del  
Norte, Ch: Sierras Chicas, PG: Sierras de Pocho-Guasapampa, G: Sierras Grandes, Co: Sierras de los  
Comechingones. C: Ubicación de los tres pisos altitudinales descriptos para las montañas de Córdoba: Gris  
claro: piso serrano (≤ 1300 m); Gris medio: piso de transición (1301-1700 m); Gris oscuro: piso subandino  
(≥ 1701 m). D: Ubicación de los 792 puntos donde se hicieron relevamientos de campo en las montañas de  
Córdoba, incluyendo los 452 sitios seleccionados de trabajos previos (○) y las 340 parcelas utilizadas para  
el control del mapa (●).  
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A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
2
018; para la nomenclatura botánica seguimos el a 500 m s.n.m., varían desde aproximadamente 17  
trabajo de Giorgis et al., 2021a). La composición y 19 °C en el norte y noroeste respectivamente,  
florística del piso más alto (de aquí en más “piso hasta 16 °C en el extremo sur. Las temperaturas  
subandino”), por encima de los 1700 m s.n.m., está disminuyen con la altitud, hasta medias de 7,5 °C  
relacionada principalmente con la flora andina. Los en el sector más alto próximo a la cumbre del cerro  
bosques montanos que se desarrollan aquí están Champaquí (Marcora et al., 2008; Fick & Hijmans,  
caracterizados por tabaquillo (Polylepis australis) 2017; Argañaraz et al., 2020). En las partes más  
y maitén (Maytenus boaria) (Kurtz, 1904; Luti altas del gradiente altitudinal las precipitaciones  
et al., 1979; Cabido et al., 2018). El piso de superan los 900 mm anuales, mientras que en las  
transición, entre 1300 y 1700 m s.n.m., tiene una áreas más bajas se observa un gradiente regional  
flora predominantemente chaqueño-serrana en su longitudinal, desde medias entre 700-800 mm al  
parte más baja que es progresivamente reemplazada este, hasta medias de 400-500 mm al oeste. La  
por la flora subandina a medida que se asciende mayor parte de las lluvias está concentrada en los  
(Giorgis et al., 2017, 2021a). La forma en que se da meses más cálidos, de octubre a marzo (Colladon &  
este recambio puede ser variable y dependiente de Pazos, 2014; Colladon, 2018).  
la posición topográfica y la ubicación geográfica,  
entre otros factores. El piso serrano representa un Enfoque metodológico  
8
8% de la superficie de las sierras, mientras que los  
Nuestro enfoque metodológico consistió en  
pisos de transición y subandino ocupan, sumados, construir un mapa preliminar a partir de imágenes  
2
solo un 12% (ca. 4000 km , Fig. 1; Giorgis et al., satelitales e información de campo obtenida de  
2
021a).  
trabajos previos (Cingolani et al., 2004; Giorgis  
Si bien se ha propuesto que las montañas de et al., 2017) y, posteriormente, luego de hacer un  
Córdoba tienen potencial climático para sostener control a campo, elaborar el mapa definitivo. Al  
fisonomías de bosques en todo el gradiente elaborar el mapa preliminar tratamos de separar  
altitudinal (Marcora et al., 2008, 2013; Giorgis 14 unidades de vegetación diferentes (paso 1).  
et al., 2017; Argibay & Renison, 2018 y otros Luego de realizado el control de campo (paso 2)  
trabajos citados allí), en la actualidad, debido en y la matriz de confusión entre clases del mapa  
parte a la historia de disturbio antropogénico, los preliminar (paso 3) decidimos juntar unidades  
bosques maduros en buen estado de conservación de vegetación similares que no se discriminaban  
son escasos (Renison et al., 2011; Giorgis et al., bien, a los efectos de definir las clases del mapa  
2
017). El paisaje está dominado por fisonomías de final y estimar su precisión (paso 4). Sin embargo,  
bosques bajos abiertos, matorrales, pastizales y, en mantuvimos la descripción de las 14 unidades por  
la parte más alta, también por grandes extensiones separado. De este modo, cada clase del mapa final  
de roca (Cingolani et al., 2004, 2008; Giorgis et al., estuvo compuesta, en algunos casos, por dos o tres  
2
017). Las áreas rocosas consisten en afloramientos unidades de vegetación similares entre sí.  
que son el resultado de procesos geomorfológicos  
y grandes sectores de roca expuesta por la erosión Paso 1. Elaboración de un mapa preliminar  
del suelo (Cingolani et al., 2004). Por otro lado, Selección de las imágenes y capas: Utilizamos  
la invasión por especies leñosas exóticas se ha cinco escenas Landsat 4-5 TM (cortesía del U.S.  
tornado una problemática grave en las montañas de Geological Survey) de abril o mayo de 2009 y  
Córdoba y la superficie invadida está aumentando cinco correspondientes a septiembre del mismo  
exponencialmente (Hoyos et al., 2010; Giorgis et año, pertenecientes a las fajas 229 y 230 (229-81,  
al., 2011b, 2016, 2017, 2021a; Gavier-Pizarro et al., 82 y 83 del 05/04/2009 y 12/09/2009, y 230-81  
2
012; Tecco et al., 2016; Milani et al., 2020). y 82 del 14/05/2009 y 19/09/2009), todas con  
Al igual que en todas las montañas, las resolución de 30 x 30 m. Para cada faja armamos  
condiciones climáticas en las Sierras de Córdoba una única imagen de cada fecha juntando las  
varían fuertemente con la altitud y, de forma escenas correspondientes. Luego, para cada una  
menos acentuada, también con la latitud y longitud de las cuatro imágenes resultantes (2 fechas x 2  
(Marcora et al., 2008; Argañaraz et al., 2020). Así, fajas), agregamos una capa adicional consistente  
las temperaturas medias anuales de las zonas bajas, en el índice verde normalizado y otra capa con el  
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Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
valor de iluminación del sol para el momento en leñosas exóticas. Al nombrar las unidades (Tabla  
que se tomaron las escenas. Esta última capa tuvo 1), llamamos “bosque” solo a aquellas dominadas  
la finalidad de corregir, al menos parcialmente, los por árboles; sin embargo, gran parte de las unidades  
problemas de clasificación que pudieran originarse restantes también pueden ser consideradas bosques  
por los diferentes grados de iluminación. Esta capa en un sentido amplio, ya que se corresponden con  
se construyó a partir de un modelo topográfico del estados sucesionales o estados degradados del  
terreno, teniendo en cuenta en cada caso el zenit bosque nativo (Cingolani et al., 2004, 2008; Giorgis  
y el azimut del sol en el momento en que pasó el et al., 2017). De los trabajos de Cingolani et al.  
satélite (ERDAS, 1995). Así, cada imagen incluyó (2004) y Giorgis et al. (2017), seleccionamos 452  
ocho capas, seis de ellas correspondientes a la de los sitios relevados en el campo, procurando  
radiancia en las bandas TM (1, 2, 3, 4, 5 y 7), una que fueran representativos de las 14 unidades  
consistente en el índice verde, y una consistente en de vegetación definidas para el presente trabajo  
la iluminación del sol.  
(Tabla 1). Debido a los ajustes mencionados  
más arriba, algunos sitios fueron reclasificados  
Delimitación del área de estudio: Para delimitar manualmente. Para la selección tuvimos en cuenta:  
el área correspondiente a las Sierras de Córdoba (1) que los sitios representativos de cada unidad de  
consideramos los límites provinciales y, en la mayor vegetación estuviesen ampliamente distribuidos  
parte del área, la cota de 500 m s.n.m. Sin embargo, dentro de toda el área montañosa, (2) que no  
en algunos sectores de las Sierras de Pocho- fuesen intermedios entre dos unidades, (3) que  
Guasapampa y Sierras del Norte, la topografía estuviesen incluidos dentro de áreas con vegetación  
montañosa se extiende por debajo de dicha altitud, relativamente homogénea desde el punto de vista  
por lo cual establecimos los límites manualmente espectral, y (4) que dicha vegetación no hubiese  
mediante la interpretación visual de las escenas cambiado substancialmente entre la fecha del  
Landsat, imágenes de alta resolución disponibles en relevamiento de campo y la fecha de las escenas  
Google Earth, y una representación tridimensional utilizadas para la clasificación. A los efectos de  
del relieve. De este modo, en algunos sectores el cumplir con estas premisas, nos basamos en nuestro  
límite inferior de las montañas descendió hasta una conocimiento de campo y en las observaciones  
altitud de 300 m s.n.m.  
registradas en el momento de los relevamientos,  
así como en la interpretación visual de imágenes  
Definición de las unidades y selección de sitios disponibles en Google Earth. Los 452 sitios de  
de entrenamiento: Para definir las unidades de campo seleccionados consistían en áreas de 30 x 30  
vegetación y obtener sitios de entrenamiento m en el piso subandino, y áreas de 20 x 20 m en los  
para clasificar las imágenes, tomamos como pisos serrano y de transición (Cingolani et al., 2004  
base los estudios de Cingolani et al. (2004) y y Giorgis et al., 2017, respectivamente). Los sitios  
Giorgis et al. (2017), que incluyen la parte más del piso subandino fueron relevados entre los años  
alta (piso subandino) y la parte más baja (pisos 2000 y 2002, y los del piso serrano y de transición  
serrano y de transición), respectivamente. En entre los años 2005 y 2009. Cada sitio incluía  
dichos estudios se relevaron a campo más de 800 información sobre la cobertura (%) de distintos  
sitios y se describieron 16 tipos fisonómicos de estratos de vegetación, roca y suelo desnudo (Tabla  
vegetación (ocho en cada trabajo). Para el presente 2), además de las especies dominantes y otro tipo  
trabajo redefinimos 14 unidades de vegetación de información propia de cada estudio. Asimismo,  
caracterizadas por la fisonomía y, en algunos cada sitio contaba con datos de altitud (m s.n.m.),  
casos, las especies dominantes. Cada unidad fue pendiente (%) y orientación (16 categorías) tomados  
denominada con un nombre y una letra mayúscula en el campo.  
(
A - N, Tabla 1). En general, la definición de  
unidades coincidió con los tipos fisonómicos Clasificación de las imágenes: Trabajamos con  
descriptos en los trabajos citados (individuales o las dos fajas (229 y 230) por separado. Para el  
agrupados), pero hicimos algunos ajustes y cambios pixel donde está ubicado cada uno de los sitios  
tanto para compatibilizar ambos estudios como para seleccionados obtuvimos los valores de radiancia  
discriminar la vegetación dominada por especies en las seis bandas TM de ambas fechas, además  
70  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
1
Tabla 1. Unidades de vegetación que se utilizaron para confeccionar el mapa preliminar y para describir  
las clases del mapa final de las Sierras de Córdoba en el presente trabajo. En la segunda columna  
2
se indica a qué tipos fisonómicos de los trabajos previos (Cingolani et al, 2004, Giorgis et al, 2017)  
corresponde cada unidad. En la última columna se indica la clase del mapa final en la que quedó incluida  
cada unidad.  
Tipo fisonómico según  
1
Unidades de vegetación  
Clase mapa final  
2,3  
trabajos previos  
G (5, 6, 7, 8)  
C (1)  
A
B
C
D
E
F
G
H
I
Bosque nativo serrano  
1
1
2
3
3
3
4
4
4
5
6
6
7
7
Bosque nativo subandino  
4
Bosque exótico  
G (8, 7, 5, 6)  
G (4)  
Matorral serrano cerrado  
Matorral serrano abierto  
Matorral subandino  
Pajonal fino con arbustos  
Pajonal fino sin arbustos  
Pajonal grueso  
G (3)  
C (2)  
G (1), C (4)  
C (4), G (1)  
C (3)  
J
Césped  
C (5), G (1)  
G (2), C (6)  
C (6), G (2)  
C (7)  
K
L
Pastizal arbustivo ralo  
Pastizal con roca  
M
N
Afloramiento con pedregal  
Pavimento de erosión  
C (8)  
1
Los nombres asignados a las unidades en el presente trabajo no son necesariamente iguales a los nombres  
en los trabajos previos, y buscaron representar de forma abreviada las características más distintivas de  
la unidad. La descripción detallada de las unidades se presenta como resultado (Figura 3 y Apéndice 3).  
2
Los números del tipo fisonómico según el trabajo original se indican entre paréntesis luego de la letra que  
identifica al trabajo (G Giorgis et al., 2017, C Cingolani et al., 2004), en orden de importancia.  
3
Debido a los ajustes realizados al definir las unidades para el presente trabajo, en algunos casos cada  
unidad estuvo representada por sitios de más de un tipo fisonómico de los trabajos anteriores, y cada  
tipo fisonómico de los trabajos previos a veces tuvo sitios representativos correspondientes a más de una  
unidad del presente trabajo.  
4
Incluye algunos matorrales completamente dominados por especies leñosas exóticas.  
del índice verde y el valor de iluminación del a los efectos de construir funciones lineales de  
sol (ocho variables para cada sitio y fecha). Para clasificación de Fisher que separasen esas unidades;  
la faja 229 utilizamos 403 sitios, mientras que para ello, utilizamos los valores de las 16 variables  
para la faja 230, cuya superficie montañosa es obtenidas de las imágenes (8 variables por fecha).  
menor, utilizamos 151 sitios (102 sitios estaban Luego de un primer análisis, descartamos el índice  
en la zona de superposición de ambas fajas y verde de las imágenes de abril/mayo ya que no  
los utilizamos en ambos casos). Posteriormente, aportaba mejoras a las clasificaciones para ninguna  
siguiendo la metodología propuesta por Cingolani de las dos fajas. Por lo tanto, el análisis definitivo  
et al. (2004), hicimos un Análisis Discriminante para cada faja se llevó a cabo con las 15 variables  
de las 14 unidades para cada faja separadamente, restantes. Obtuvimos de ese modo las funciones de  
71  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
Tabla 2. Estratos de vegetación y otras variables de cobertura estimadas en los 452 sitios relevados  
1
en los trabajos previos y en las 340 parcelas de control de campo del presente estudio . En la segunda  
2
columna se indican los criterios considerados para definir y reconocer dichas categorías .  
2
Categoría  
Descripción  
Estratos  
Arbóreo  
Leñosas generalmente mayores a 3 m de altura, La cobertura aérea y la cobertura  
total son siempre idénticas para este estrato, que es el más alto.  
3
Arbustivo  
Leñosas entre 50 cm y 3 m de altura.  
3
Herbáceo de latifoliadas altas  
Dicotiledóneas herbáceas y otras plantas de hojas anchas, como por ejemplo  
helechos, entre 15 cm y 1m de altura, Se incluyen ejemplares pequeños de especies  
leñosas y subarbustos o sufrútices.  
3
Herbáceo de pastos altos  
Gramíneasoplantasgraminiformes(ciperáceas,juncáceasyotrasmonocotiledóneas  
de hoja fina) mayores a 15 cm de altura, En general pastos de crecimiento en  
macollo tipo “pajas” pero también otro tipo de gramíneas altas.  
3
Herbáceo de plantas bajas  
Gramíneas y dicotiledóneas herbáceas menores a 15 cm de altura, En algunos  
casos pueden ser las mismas especies de los estratos anteriores pero muy  
consumidas por el ganado o en estado de plántula.  
Superficie descubierta  
3
Roca  
Afloramientos y roca expuesta por la erosión del suelo. Esta última incluye  
pedregullo (roca suelta) o pavimentos (roca masiva y relativamente plana). Dado  
que no siempre es evidente el origen de la roca, la diferencia entre afloramientos y  
roca expuesta por erosión se utilizó solo en algunos casos con fines descriptivos.  
Suelo desnudo  
Superficie expuesta de suelo y arena.  
Identidad  
4
Especies arbóreas subandinas Polylepis australis y Maytenus boaria de cualquier tamaño.  
4
Pajas gruesas  
Especies de pastos de crecimiento en macollo con hojas gruesas, Incluye a Poa  
stuckertii, Cortaderia selloana y Paspalum quadrifarium de cualquier tamaño.  
4
Leñosas exóticas  
Especies leñosas exóticas sensu Giorgis et al, (2021) de cualquier tamaño.  
1
Para todas las categorías se estimó la cobertura aérea (sin considerar la vegetación que está por debajo  
del follaje de otra vegetación). En el caso de los estratos de la vegetación y la superficie descubierta, la  
suma de las coberturas aéreas es de 100.  
2
En algunos casos, consideramos que la altura de un estrato podía exceder levemente, el rango impuesto  
a la categoría. Se trató de casos en que la vegetación excedida (por exceso o por defecto) cubría escasa  
superficie y, a la vez, formaba un estrato continuo con el resto de los individuos de dicha categoría.  
3
Variables para las que se estimó, adicionalmente, la cobertura completa (incluyendo la parte cubierta por el  
follaje de otra vegetación) en las parcelas utilizadas para el control de campo y la descripción de unidades.  
4
Un valor cero de estas variables indica, según corresponda, que las especies arbóreas presentes eran  
serranas, mientras que las pajas era finas, y las especies leñosas eran nativas.  
clasificación que mejor separaban las 14 unidades de priorizamos los resultados para la faja 1 en el sector  
vegetación en función de las variables mencionadas. donde ambas se superponían.  
Siguiendo a Cingolani et al. (2004), para cada faja  
aplicamos las funciones de clasificación a cada Tratamiento de zonas quemadas y sectores con  
uno de los píxeles, y de ese modo le asignamos nubes: Para descartar la influencia de los incendios  
la unidad de vegetación más probable, quedando de la temporada seca 2009, que ocurrieron  
un mapa preliminar con 14 unidades espectrales. poco tiempo antes de la toma de las escenas de  
Al unir las dos fajas para formar un único mapa, septiembre, delimitamos manualmente las áreas  
72  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
quemadas y las eliminamos de las imágenes 2009, no se consideraron cultivos. Con un filtro,  
clasificadas. Luego reemplazamos estas áreas por eliminamos los pixeles aislados que aparecían  
clasificaciones hechas sobre las escenas de mayo como cultivos, ya que constatamos que se trataba  
de 2009 únicamente (anteriores a la ocurrencia de errores en casi la totalidad de los casos. Por  
de todos los incendios de la temporada). Para último, realizamos una exhaustiva exploración  
poder realizar dichas clasificaciones utilizamos la visual de toda el área para corregir errores de  
metodología ya descripta, pero considerando solo forma manual, con apoyo de imágenes de Google  
las 8 variables correspondientes a la imagen de Earth. Separamos las zonas urbanas en su totalidad  
abril o mayo, según la faja. Procedimos de igual de forma manual, utilizando exclusivamente  
modo para un sector con nubes en la imagen de imágenes de Google Earth de fechas próximas al  
abril de la faja 1, dónde solo utilizamos la imagen 2009. Interpretamos como zonas urbanas a toda  
de septiembre.  
agrupación de alrededor de cinco casas o más,  
separadas por distancias aproximadas máximas  
Separación de otras clases: Procedimos a separar los de 100-300 m. Posteriormente subdividimos las  
cuerpos de agua, las zonas inundables alrededor de zonas urbanas en cuatro categorías diferentes  
ellos, las zonas urbanas y los cultivos con diferentes según la cobertura dominante. Para ello hicimos  
estrategias de clasificación e interpretación visual una interpretación visual, a través de imágenes  
de las escenas Landsat, imágenes de alta resolución de Google Earth, de las 14 unidades espectrales  
disponibles en Google Earth de fechas próximas preliminares que quedaban incluidas dentro de las  
al año 2009, y capas topográficas. Identificamos zonas urbanas, y las reasignamos de la siguiente  
los cuerpos de agua a través de clasificaciones manera: A-F, zonas urbanas con vegetación leñosa;  
supervisadas de las dos imágenes correspondientes G-J, zonas urbanas con vegetación herbácea; K-L  
al mes de septiembre (una para cada faja) con zonas urbanas con un mosaico de edificaciones  
posterior corrección manual. En esta categoría y vegetación y M-N, zonas urbanas totalmente  
incluimos los lagos artificiales (embalses) y también edificadas. No discriminamos la vegetación  
algunaspequeñaslagunas,aguadasysectoresanchos leñosa nativa de la exótica porque ambos tipos de  
de ríos. Por otro lado, separamos manualmente las vegetación están muy mezclados en gran parte de  
zonas inundables alrededor de los lagos, y dentro las zonas urbanas.  
de ellas reasignamos las 14 unidades espectrales a  
dos categorías: zonas frecuentemente inundables programa ERDAS, (1995), QGIS 2.8.1, (2015) y  
unidades A, B, C, D, E, F, K, L, M, N, Tabla 1) Google Earth Pro 7.3 (2019), además del SPSS  
Para todos los procedimientos utilizamos el  
(
y zonas ocasionalmente inundables (G, H, I, J). 5.0 (Norušis, 1992) para obtener las Funciones de  
Para separar los cultivos, que incluyen las pasturas Clasificación de Fisher.  
perennes, hicimos clasificaciones no supervisadas  
de las imágenes de septiembre de cada faja, para Paso 2. Control de campo  
cada unidad espectral del mapa preliminar, o grupos Relevamiento a campo de las unidades del mapa  
de unidades similares, por separado (obtuvimos en preliminar: Una vez obtenido el mapa preliminar,  
total 35 clases en por faja). Por otro lado, como realizamos un relevamiento de campo con el  
los cultivos se asocian sobre todo a las zonas de objetivo de hacer el control de dicho mapa y, al  
piedemonte, más llanas y bajas, elaboramos un mismo tiempo, describir las unidades de vegetación  
mapa con 10 clases topográficas, a partir de la con un criterio unificado. Seleccionamos áreas  
combinación entre altitud, rugosidad y pendiente. homogéneas de al menos 0,81 ha (3 x 3 pixeles)  
Posteriormente, seleccionamos 4000 puntos en las correspondientes a las 14 unidades espectrales  
distintas combinaciones de clases espectrales y (excluyendo los cultivos, zonas urbanas, cuerpos de  
topográficas. Sobre la base de la evaluación visual agua y zonas inundables asociadas), y marcamos un  
de dichos puntos a través de imágenes de Google punto en el centro. Consideramos toda la extensión  
Earth de fechas próximas al año 2009, para cada faja de las montañas e incluimos muchos puntos alejados  
separamos las clases correspondientes a cultivos. de los caminos para mejorar la representatividad del  
Los cultivos abandonados, cuando interpretamos relevamiento. Sobre la base de nuestro conocimiento  
que el abandono se produjo con anterioridad al año de campo e imágenes de Google Earth, evitamos  
73  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
lugares que hubieran cambiado visiblemente (por subdominantes en los distintos tipos de bosques de  
ejemplo, que se hubieran cultivado, urbanizado, las montañas y del área de contacto con el Chaco de  
quemado o invadido por leñosas exóticas) entre la llanura y Espinal, y que pueden alcanzar más de 7 m  
fecha del mapa preliminar de vegetación (mayo- de altura en sus estados de mayor desarrollo (Demaio  
septiembre 2009) y la fecha del control a campo et al., 2002; Giorgis et al., 2017; Cabido et al., 2018;  
(entre noviembre de 2017 y febrero de 2020).  
ver lista en Apéndice 3). También registramos, para  
En el campo, llegamos a cada punto pre- cada parcela, la pendiente, orientación y altitud con  
seleccionado utilizando un GPS y marcamos una clinómetro, brújula y GPS respectivamente. En total  
parcela de 30 x 30 m alrededor del mismo. En cada relevamos 340 parcelas a campo (entre 11 y 37 por  
parcela evaluamos la cobertura (%) del terreno de unidad, dependiendo de la extensión de cada unidad).  
siete variables que incluyeron roca, suelo desnudo  
y cinco estratos de vegetación (arbóreo, arbustivo, y Clasificación de las 340 parcelas relevadas a campo:  
tres tipos de estratos herbáceos, ver detalles en Tabla Asignamos las 340 parcelas a las unidades de  
2
). En el caso de la roca y los estratos de vegetación vegetación a partir de los datos estimados a campo.  
estimamos la cobertura (%) de dos maneras: la Para ello nos basamos en los rangos de cobertura  
cobertura aérea” y la “cobertura completa”. La aérea de las distintas variables para las 14 unidades,  
primera solo incluye lo que puede observarse según obtenidos a partir de los 452 sitios tomados de  
una vista aérea, es decir, en el caso de la roca, lo que los trabajos previos. Clasificamos cada parcela en  
no está cubierto por vegetación, y en el caso de los alguna de las 14 unidades si sus valores de cobertura  
distintos estratos, lo que no está cubierto por el follaje aérea de todas las variables, descriptas en Tabla 2,  
de los estratos superiores. En consecuencia, según la estaban dentro de los rangos correspondientes a esa  
visión aérea, las coberturas de las siete variables unidad. En los pocos casos en que la clasificación  
mencionadas arrojan una suma total de 100%. La según este criterio fue ambigua o dificultosa, hicimos  
cobertura completa incluye también, en el caso de la una asignación manual basada en las variables que  
roca, aquella superficie rocosa que tiene vegetación consideramos más importantes para definir la unidad.  
por encima, y en el caso de los estratos, lo que está  
cubierto por el follaje de otros estratos; por lo tanto, Cultivos y zonas urbanas e inundables: Hicimos un  
la suma puede ser mayor al 100 %. En el caso del control de la clase cultivos y clases no cultivadas a  
estrato arbóreo, al ser el más alto, ambos tipos de través de Google Earth. Seleccionamos 1000 puntos  
estimaciones (aérea y completa) coinciden. Además al azar dentro de toda el área montañosa estudiada,  
de las siete variables estructurales mencionadas excluyendo zonas urbanas, cuerpos de agua y zonas  
estimamos también la cobertura aérea de especies inundables asociadas, con una distancia mínima de  
leñosas exóticas (según lista de Giorgis & Tecco, 70 m entre ellos. También excluimos puntos que  
2
014), de árboles característicos del piso subandino por azar quedaron, en el mapa, ubicados muy cerca  
y de pastos de crecimiento en mata de hoja gruesa (menos de 10 m) del borde entre la clase cultivos y  
Tabla 2). Estas variables fueron estimadas sin alguna de las clases no cultivadas. Revisamos cada  
(
tener en cuenta el tamaño o el estrato en el que se punto y registramos si se trataba de un cultivo o no,  
encontraban las plantas, es decir, estuvieron basadas según interpretación visual de imágenes de Google  
en la identidad de las especies, y se necesitaban para Earth. En caso de encontrar errores, los corregimos,  
poder diferenciar entre sí algunas de las unidades pero los registramos como error. Por lo tanto, el  
de vegetación definidas para el presente trabajo. error real del mapa final es levemente inferior al  
Estimamos las coberturas en categorías del 5%, pero informado en los resultados. Para las zonas urbanas  
para valores menores al 5% utilizamos categorías del y las zonas inundables, al haber sido separadas  
1
1
%, excepto cuando éstos estaban muy por debajo del de forma completamente manual, no hicimos un  
%, en cuyo caso registramos 0,1%. Además, para control ni estimamos el error.  
cada estrato de vegetación estimamos visualmente  
la altura modal, así como las alturas mínima y Paso 3. Matriz de confusión para el mapa preliminar  
máxima. Finalmente, hicimos una lista de todas las  
Como resultado de los pasos metodológicos  
especies nativas arbóreas presentes en la parcela. descriptos arriba, cada parcela control resultó  
Para ello consideramos 18 especies dominantes o incluida en alguna de las 14 unidades de vegetación  
74  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
según dos criterios: espectral (mapa preliminar) Paso 4. Elaboración del mapa definitivo y  
y de campo, que consideramos como la “verdad estimación de su precisión  
de campo”. Con el fin de analizar la coincidencia  
A partir de los resultados de los pasos  
entre la clasificación según ambos criterios anteriores, decidimos juntar algunas unidades  
confeccionamos una matriz de confusión. A partir fisonómicamente similares que no se diferenciaban  
de dicha matriz calculamos la precisión general del todo bien entre sí según el criterio espectral.  
del mapa preliminar como la proporción (%) Redujimos de este modo la cantidad de clases  
de las parcelas cuya clasificación según ambos a siete (además de los cultivos, zonas urbanas,  
criterios coincidía, en relación a la cantidad total de cuerpos de agua y zonas inundables asociadas).  
parcelas. Para cada unidad calculamos también la Para este procedimiento consideramos los índices  
precisión del productor y la precisión del usuario. de confusión general de cada par de unidades y su  
La precisión del productor es la proporción (%) de similitud fisonómica, además de la precisión de las  
parcelas de una determinada unidad de vegetación clases resultantes. También tuvimos en cuenta los  
a campo que resulta correctamente clasificada en el casos en que una clase propia del piso subandino  
mapa. La precisión del usuario es la proporción (%) aparecía representada en el mapa a alturas bajas o  
de parcelas de una determinada unidad espectral en viceversa. En esos casos decidimos unir unidades  
el mapa preliminar que coincide con la verdad de con fisonomías similares aun cuando el índice  
campo. Calculamos también una precisión general de confusión no fuese particularmente alto. No  
del productor como el promedio entre las precisiones utilizamos variables topográficas para diferenciar  
del productor de cada clase, y una precisión general unidades propias del piso subandino de unidades  
del usuario como el promedio entre las precisiones propias del piso serrano porque los límites son  
del usuario de cada clase (Congalton &Green, complejos y se debería realizar un relevamiento de  
1
999). En cada celda de la matriz de confusión, campo con un diseño específico para hacer modelos  
además del número de parcelas, incorporamos el que permitan cartografiar esos límites de forma  
promedio de dos proporciones (%): el número de correcta.  
parcelas en la celda con respecto al total de la fila  
De este modo, el mapa final resultante estuvo  
(criterio espectral), y el número de parcelas de la compuesto de siete clases de vegetación principales,  
celda con respecto al total de la columna (criterio de además de los cultivos, zonas urbanas, cuerpos  
campo). En las diagonales este valor es el promedio de agua y zonas inundables. Cada una de las  
entre la precisión del productor y la precisión del siete clases incluyó una, dos o tres unidades de  
usuario, y representa un índice de precisión general vegetación, que se describieron de forma separada,  
de cada unidad. En las celdas que no son diagonales pero no se diferenciaron en el mapa. Finalmente,  
este valor representa un índice promedio entre hicimos una matriz de confusión para las siete  
el error del usuario y el error del productor para clases del mapa definitivo, siguiendo el mismo  
dicha celda. Luego calculamos un índice general de procedimiento que el explicado más arriba para las  
confusión para cada par de unidades, promediando 14 unidades del mapa preliminar.  
los valores de las dos celdas correspondientes a  
cada combinación. En otras palabras, esto significa Descripción de las unidades de vegetación y clases  
que el índice general de confusión para cada par de del mapa final  
unidades resulta del promedio entre cuatro errores  
%): dos del productor (uno correspondiente a cada con un criterio unificado nos basamos solo en las  
unidad) y dos del usuario (uno correspondiente a 340 parcelas utilizadas para el control de campo.  
cada unidad). Consideramos la cobertura vegetal aérea y/o  
Para describir la vegetación de las 14 unidades  
(
En el caso de los cultivos, hicimos los mismos completa de los distintos estratos y las variables  
cálculos que los mencionados arriba, pero sólo específicas asociadas a la identidad de las especies,  
considerando dos categorías: cultivos y áreas no así como la superficie descubierta (suelo desnudo y  
cultivadas. Además, informamos cuáles son las roca) y la altura media y máxima de la vegetación.  
unidades espectrales del mapa preliminar con Para estimar la altura media, hicimos un promedio  
las cuales los cultivos se confundieron en mayor de la altura modal de cada estrato ponderado por  
medida.  
la cobertura aérea de dicho estrato (en el caso de  
75  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
la roca y suelo desnudo asumimos una altura igual del control de campo (Apéndice 1, Tabla A1.1). La  
a cero). Como altura máxima de cada parcela, precisión del productor varió entre el 55% para el  
consideramos el valor mayor del rango de alturas pastizal-arbustal ralo (unidad K) y el 100 % para el  
para el estrato más alto. Para todas las unidades pajonal grueso (unidad I). Esto significa que solo  
calculamos el promedio de cada variable, así como el 55% de las parcelas que a campo eran pastizal-  
la mediana y los percentiles del 10 y 90 %. También arbustal ralo salieron clasificadas como tales en  
calculamos, para cada unidad, la frecuencia (%) el mapa preliminar; y que todos los sitios (100%)  
de parcelas con presencia de especies leñosas que fueron pajonales gruesos en el campo fueron  
exóticas por un lado, y con presencia de especies clasificados como tales en el mapa preliminar. En  
arbóreas nativas por otro. Asimismo, sobre la promedio, la precisión del productor fue de 70,8%  
base de las especies dominantes de cada estrato y (Apéndice 1, Tabla A1.1). La precisión del usuario  
otra información registrada en los relevamientos varió entre el 43,2% para el matorral serrano abierto  
de campo, y descripciones florísticas de trabajos (unidad E) y el 95,6% para el césped (unidad J).  
previos, hicimos una lista de los tipos florísticos que Esto significa que solo el 43,2% de las parcelas que  
pueden estar incluidos en cada unidad. Finalmente, en el mapa quedaron clasificadas como matorrales  
describimos las condiciones topográficas de altitud, abiertos, pertenecían realmente a esa unidad según  
pendiente y orientación, y la distribución en los la verdad de campo; y que el 95,6 % de las parcelas  
cinco sistemas serranos (Fig. 1) de las 14 unidades. que en el mapa fueron clasificadas como céspedes,  
En este caso utilizamos la información de los tenían realmente esta vegetación en el campo. En  
4
52 sitios de los trabajos previos, además de la promedio, la precisión del usuario fue del 70%.  
información de las 340 parcelas relevadas para Las dos unidades que mostraron el mayor grado  
el control de campo (total 792 puntos de campo). de confusión entre sí (23%) fueron los dos tipos de  
Asimismo, hicimos una descripción muy breve de matorrales serranos (unidades D y E, Apéndice 1,  
los cultivos, áreas urbanas, cuerpos de agua y zonas Tabla A1.2); en segundo lugar, el pastizal con roca  
inundables asociadas a ellos, a partir de nuestro y el afloramiento con pedregal (unidades L y M,  
conocimiento del terreno y observación detallada con una confusión del 16.6%). Siguen dos tipos de  
de imágenes de Google Earth.  
pastizales (unidades H e I) por un lado, y los dos  
Para describir la distribución espacial de las tipos de bosques nativos por otro (unidades A y  
clases en el mapa final dividimos las montañas en B), así como el bosque nativo serrano y el bosque  
cinco franjas altitudinales, siguiendo el criterio exótico (A y C); los tres pares con una confusión  
de Argañaraz et al. (2020): ≤ 900 m, 901-1300 del 12,5%. Posteriormente los dos pastizales con  
m, 1301-1700 m, 1701-2100, 2101-2500, >2500 cobertura vegetal parcial (K y L, 12,4%) y luego  
m. Las dos primeras franjas coinciden con el piso los dos tipos de pajonales finos (G y H, 10,5%). El  
serrano, la tercera con el piso de transición, y las resto de los pares tuvieron una confusión menor  
dos últimas con el piso subandino. Calculamos la al 10% (Apéndice 1, Tabla A1.2). Mediante el  
proporción de cada clase dentro de cada franja para examen visual del mapa preliminar observamos,  
todas las montañas en conjunto, y para los cinco en coincidencia con lo detectado a través de la  
sistemas serranos por separado.  
matriz de confusión, que el bosque nativo serrano  
y el subandino aparecían parcialmente confundidos  
en el mapa, con parches de cada uno de ellos en el  
piso altitudinal que no le correspondía; y lo mismo  
sucedía con los matorrales serranos y el matorral  
subandino.  
reSultadoS  
Mapa preliminar y precisión (pasos 1, 2 y 3)  
Las funciones de clasificación obtenidas con el  
Por otro lado, la precisión de los cultivos/  
Análisis Discriminante hecho con los 452 sitios áreas no cultivadas fue del 98,3%. La precisión  
seleccionados de los trabajos previos permitieron del productor fue del 98,7% para las áreas no  
separar parcialmente a las 14 unidades en las dos cultivadas, y del 96,7% para las áreas cultivadas,  
fajas. El mapa preliminar resultante de aplicar dichas con un promedio de precisión del productor de  
funciones tuvo un 67,9 % de precisión general, 97,7%. Para el usuario, la precisión fue del 99,1%  
calculada según la información obtenida a través para las áreas no cultivadas, y del 95,4% para  
76  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
las áreas cultivadas, con un promedio del 97,2%.  
Los bosques nativos se caracterizan por tener  
(Apéndice 1, Tabla A1.3). La unidad espectral que más del 40% de cobertura arbórea y alturas  
más se confundió con los cultivos fue el pastizal máximas de hasta 15 m. A veces pueden tener  
arbustivo ralo (K), le siguieron el pajonal fino con una alta proporción de roca debajo del follaje, en  
arbustos (G), el afloramiento con pedregal (M) y el particular en la unidad B (Fig. 3, Apéndice 3, Tabla  
césped (J). Por último, el pajonal fino sin arbustos A3.1). En la unidad A, están dominados por árboles  
(H), el pastizal con roca (L) y el pavimento de propios del piso serrano o de la transición con la  
erosión (N). El resto de las unidades no mostraron llanura, tales como el molle (Lithraea molleoides),  
confusión con los cultivos.  
orco quebracho (Schinopsis marginata) o tala  
Celtis tala), entre otros, y es común encontrar en  
ellos especies leñosas exóticas. En la unidad B,  
(
Mapa final y precisión (paso 4)  
En función de los resultados anteriores, para los bosques están dominados por las dos especies  
elaborar el mapa final juntamos las dos unidades características del piso subandino, el tabaquillo  
de bosque nativo (A, B), las tres unidades de (Polylepis australis) y en menor medida el maitén  
matorral (D, E, F), los tres pajonales (G, H, I), los (Maytenus boaria), acompañados de algunos  
dos pastizales con cobertura vegetal parcial (K, L) molles y otras especies serranas en los sectores más  
y las dos unidades ocupadas mayoritariamente por bajos de su distribución (Apéndices 3 y 4). Según  
roca (M, N). Mantuvimos separados a los céspedes los puntos de campo, el bosque serrano llegó hasta  
(J) y los bosques exóticos (C). De este modo, el casi los 1500 m de altitud y se encont en los cinco  
mapa definitivo quedó compuesto por siete clases sistemas serranos; el bosque subandino descendió  
espectrales representativas de las siguientes clases hasta cerca de los 1400 m, y se encontró solo en  
de vegetación (1) bosques nativos, (2) bosques las Sierras Grandes y Comechingones. Ambas  
exóticos, (3) matorrales nativos, (4) pajonales, (5) unidades se localizaron generalmente en laderas  
céspedes, (6) pastizales con roca y/o suelo desnudo y escarpadas, y con una orientación preferentemente  
(7) roquedales (Tabla 1, Fig. 2, Apéndices 2A y 2B).  
suroeste (Tabla 4 y Apéndice 5).  
El mapa final tuvo una precisión general del  
La clase de bosques nativos ocupó un 5,5% de  
82,6% (Tabla 3). La precisión del productor varió la superficie total de las montañas, y casi el 70% se  
entre el 64,7% para los céspedes (5), y el 95,6% para distribuyó por debajo de los 900 m, principalmente  
los bosques nativos (1), con un promedio del 79%. en las Sierras Chicas y Grandes. Si bien estuvo  
La precisión del usuario varió entre 66,7% para los presente en todas las franjas altitudinales, la mayor  
pastizales con roca y/o suelo desnudo (6) y 95,6% proporción se encontró en el piso serrano, donde  
para los céspedes (5), con un promedio del 85,2%. La ocupó alrededor del 6% de la superficie. A medida  
clase que tuvo mejor precisión en promedio (usuario que se asciende en altitud, la ocurrencia de bosques  
y productor) fue la de los bosques nativos (1), con nativos disminuye, abarcando menos del 1% de  
casi un 90%, y la clase con menor precisión fue la la superficie en la franja más alta (Figuras 2 y 4,  
de los pastizales con roca y/o suelo desnudo (6), con Apéndices 2A y 2B, Apéndice 6).  
un 67%. Las clases que más se confundieron entre sí  
fueron los roquedales (7) con los pastizales con roca Clase 2, Bosques exóticos: Esta clase tuvo casi un  
y/o suelo desnudo (6), que mostraron un 11 % de 79 % de precisión en promedio (Tabla 3), e incluye  
confusión general (Tabla 3).  
sólo a una unidad (C). Por error, puede contener  
algunos pequeños parches de bosque serrano nativo  
(A, Apéndice 1, Tabla 1.1). El bosque exótico  
Clases del mapa final y unidades de vegetación  
Clase 1, Bosques nativos: Es la clase que tuvo la (unidad C) tiene siempre más del 70% de cobertura  
mayor precisión en promedio (Tabla 3) y abarca dos leñosa, principalmente de especies exóticas, que  
de las 14 unidades de vegetación: el bosque nativo pueden superar los 20 m de altura. Ocasionalmente  
serrano (A) y el bosque nativo subandino (B). En predominan las leñosas menores a 3 m, formando  
el mapa final, esta clase también puede incluir por matorrales con emergentes arbóreos. Casi siempre  
error algunos matorrales serranos cerrados (D) y hay también presencia de especies arbóreas nativas  
abiertos (E) o bosques exóticos (C, Apéndice 1, (Fig. 3,Apéndice 3). Esta unidad incluye plantaciones  
Tabla A1.1).  
y sectores invadidos por pinos (Pinus spp), así como  
77  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
Fig. 2. Mapa final de vegetación de las Sierras de Córdoba. A: Ubicación de los cinco sistemas serranos en  
la provincia de Córdoba. B: Mapa de vegetación. Para una mejor visualización de la distribución de cada  
clase (Apéndice 2A). El mapa en formato digital (GeoTiff) y otros archivos asociados se pueden descargar  
de la página web de la revista, en la carpeta de datos primarios (Apéndice 2B).  
78  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
Tabla 3. Matriz de confusión entre las 7 clases espectrales del mapa final y las 7 clases de vegetación  
1
según el criterio de campo ("verdad de campo) . El número en la primera línea de cada celda indica  
la cantidad de parcelas del relevamiento de control correspondiente a cada combinación. En la última  
columna se indica la cantidad de parcelas en cada clase espectral y la precisión del usuario para cada  
clase (%). Al final de cada columna se indica la cantidad de parcelas en cada clase de vegetación según  
el criterio de campo, y en la última fila la precisión del productor para cada clase (%). En las diagonales,  
El número entre paréntesis es el promedio entre la precisión del productor y la precisión del usuario para  
cada clase. Para el resto de las combinaciones (fuera de la diagonal), el número entre paréntesis es el  
promedio entre el error del productor para la clase de vegetación que está en la columna (porcentaje de  
parcelas en la celda en relación al total de la columna) y el error del usuario para la clase que está en la  
fila (porcentaje de parcelas en la casilla en relación al total de la fila).  
Clases de vegetación según criterio de campo  
1
2
3
4
5
6
7
Total  
%)  
(
Mapa  
1
44  
89,8)  
1
5
(14,1)  
13  
3
(4,9)  
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
52  
(84,6)  
14  
(
2
3
(3,3)  
(78,8)  
1
(92,9)  
75  
1
63  
(86,9)  
1
1
(1,3)  
76  
7
(11,2)  
6
2
(3,5)  
-
(1,7)  
(2,1)  
-
(84,0)  
93  
4
-
10  
(15,7)  
22  
(1,2)  
(86,4)  
1
(8,4)  
-
(81,7)  
23  
5
-
-
-
-
-
-
-
(
1,9)  
(77,2)  
2
(95,7)  
51  
6
3
4,9)  
-
5
34  
(67,3)  
3
7
(
(7,5)  
(4,7)  
-
(15,7)  
29  
(66,7)  
32  
7
-
-
(
7,3)  
(82,8)  
38  
(90,6)  
340  
Total  
46  
19  
70  
83  
34  
50  
(%)  
(95,6)  
(68,4)  
(90,0)  
(91,6)  
(64,7)  
(68,0)  
(76,3)  
(82,6)  
1
1
Bosque nativo, 2 Bosque exótico, 3 Matorral, 4 Pajonal, 5 Césped, 6 Pastizal con roca y/o suelo desnudo  
y 7 Roquedal.  
2
El promedio general de confusión entre dos clases se calcula como el promedio entre las dos celdas que  
combinan ambas clases, que a su vez es el promedio entre el error de usuario y de productor para dicha  
celda.  
grandes extensiones invadidas por siempreverde  
Esta clase ocupó el 1% de la superficie total del  
(Ligustrum lucidum), y en menor medida por otras mapa y se encontró principalmente en las Sierras  
especies. A campo, encontramos puntos de bosque Grandes, Chicas y Comechingones. En coincidencia  
exótico entre los 671 y los 1314 m de altitud con la información de campo, la mayor parte se  
en casi todos los sistemas serranos, ubicados en distribuyó por debajo de los 1300 m; en particular  
pendientes generalmente moderadas con orientación entre 901 y 1300 m. Esta franja altitudinal, además,  
preferentemente sur (Tabla 4, Apéndice 5).  
es la que tuvo la mayor ocurrencia de bosques  
79  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
Fig. 3. Cobertura aérea promedio (%) por unidad de los tres estratos principales y de superficie descubierta  
(roca y suelo desnudo). A Bosque serrano, B Bosque subandino, C Bosque exótico, D Matorral serrano  
cerrado, E Matorral serrano abierto, F Matorral subandino, G Pajonal fino con arbustos, H Pajonal fino sin  
arbustos, I Pajonal grueso, J Césped, K Pastizal arbustivo ralo, L Pastizal con roca, M Afloramiento con  
pedregal, N Pavimento de erosión.  
exóticos, que cubrieron casi el 3% de su superficie.  
El matorral serrano cerrado (D) tiene siempre  
A partir de los 1300 m la proporción de bosques más del 50% de cobertura arbustiva, mientras  
exóticos disminuye, siendo extremadamente baja que el matorral abierto (E) varía entre el 30 y  
por encima de los 2100 m (Fig. 4, Apéndice 6, Tabla 60%. El estrato arbóreo raramente supera el 25%,  
A6.1).  
y la superficie descubierta, sea suelo desnudo  
o roca, es casi siempre inferior al 15% (Fig. 3,  
Clase 3, Matorrales nativos: Los matorrales nativos Apéndice 3, Tabla A3.2). Ambos matorrales están  
tuvieron un 87% de precisión en promedio (Tabla dominados por diferentes especies de arbustos,  
3
). Incluyen al matorral serrano cerrado (D) y incluyendo espinillo (Vachellia caven), romerillo  
abierto (E), y al matorral subandino (F). Por error (Baccharis aliena) y garabato macho (Senegalia  
en el mapa también aparecen en esta clase algunos gillesii), entre muchas otras. Además, en el estrato  
pastizales con roca y/o suelo desnudo (unidades arbustivo casi siempre aparecen especies arbóreas  
K y L) que están en laderas orientadas al suroeste, nativas y, muchas veces, especies leñosas exóticas.  
y también muy bajas proporciones de pajonales, En el matorral abierto son muy abundantes las  
bosques y roquedales (Tabla 3, Apéndice 1, Tabla pajas Festuca hieronymi y/o Jarava seudoichu  
A1.1).  
(Apendices 3 y 4). Ambos tipos de matorral serrano  
80  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
Tabla 4. Altitud (mediana, mínimo y máximo), pendiente (mediana, mínimo y máximo) y orientación  
1
2
predominante (cuadrante y %) de cada una de las 14 unidades de vegetación (U) incluidas en las 7 clases del  
3
mapa final (CM) . Los datos se obtuvieron a partir de los 792 puntos de campo (452 sitios de trabajos previos +  
340 parcelas de control) y en la tercera columna se indica el número de puntos para cada unidad (N).  
Altitud  
m s.n.m.)  
Pendiente  
(%)  
Orientación  
predominante  
CM  
U
N
1
(
1
1
2
3
3
3
4
4
4
5
6
6
7
7
A
134  
919  
32  
(1 - 120)  
40  
S - SO - O  
(57)  
(
367 - 1479)  
B
C
D
E
F
G
H
I
27  
52  
112  
98  
25  
53  
64  
24  
46  
55  
41  
34  
27  
1852  
S - SO - O  
(44)  
(
1391 - 2091)  
(17 - 197)  
15  
970  
SE - S - SO  
(46)  
(
671 - 1314)  
(2 - 100)  
24  
878  
O - NO - N  
(40)  
(
360 - 1671)  
905  
(0 - 150)  
16  
S - SO - O  
(41)  
(
403 - 1534)  
(2 - 100)  
33  
1972  
SE - S - SO  
(56)  
4
(
1289 - 2460)  
(3 - 150)  
18  
1093  
O - NO - N  
(45)  
(
634 - 1408)  
(0 - 65)  
10  
1824  
NE - E - SE  
(48)  
5
(
1042 - 2359)  
(1 - 90)  
5
2141  
N - NE - E  
(58)  
6
(
1233 - 2245)  
(1 - 22)  
3
J
1837  
NE - E - SE  
(56)  
(
641 - 2579)  
964  
(0 - 30)  
20  
K
L
N - NE - E  
(53)  
(
376 - 2674)  
1868  
(1 - 75)  
23  
N - NE - E  
(49)  
(
1109 - 2483)  
(5 - 133)  
20  
M
N
2098  
NE - E - SE  
(47)  
(
1185 - 2635)  
(1 - 120)  
3
2183  
NO - N - NE  
(70)  
(
1329 - 2310)  
(0 - 167)  
1
Se indica el cuadrante con mayor cantidad de puntos de campo, y entre paréntesis la proporción (%) de puntos  
incluidos en dicho cuadrante.  
2
Unidades de vegetación: A Bosque nativo serrano, B Bosque nativo subandino, C Bosque exótico, D Matorral  
serrano cerrado, E Matorral serrano abierto, F Matorral subandino, G Pajonal fino con arbustos, H Pajonal fino sin  
arbustos, I Pajonal grueso, J Césped, K Pastizal arbustivo ralo, L Pastizal con roca, M Afloramiento con pedregal,  
N Pavimento de erosión.  
3
Clases del mapa final: 1 Bosques nativos, 2 Bosques exóticos, 3 Matorrales, 4 Pajonales, 5 Céspedes, 6  
Pastizales con roca y/o suelo desnudo, 7 Roquedales.  
4
El único matorral subandino encontrado por debajo de los 1600 m tenía predominancia de maitén, mientras que  
el tabaquillo estaba ausente.  
5
Se encontró un punto más bajo, a 372 m s.n.m. que se trataba de una pastura dominada por pasto llorón  
(
Eragrostis curvula).  
6
El sitio más bajo, a 1233 m, estuvo dominado por Paspalum quadrifarium, los restantes sitios, por encima de los  
039 m, estuvieron dominados por Poa stuckertii.  
2
81  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
Fig. 4. Superficie ocupada (%) por las siete clases principales de vegetación y los cultivos, para cada una  
de las cinco franjas altitudinales. Las dos primeras franjas corresponden al piso serrano, la tercera al piso  
de transición, y las dos últimas al piso subandino. Notar que las escalas de los ejes verticales son diferentes  
en cada figura. Las zonas urbanas, cuerpos de agua y zonas inundables asociadas no se incluyeron en la  
figura, por encontrarse muy concentradas en la franja más baja. Para más detalles, ver Apéndice 6.  
82  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
se registraron a campo hasta altitudes superiores a 3, Apéndice 3, Tabla A3.3). A campo, el pajonal  
los 1500 m en el piso de transición, sin alcanzar el fino con arbustos (G), dominado generalmente  
piso subandino (Tabla 4). Se ubicaron en laderas por Festuca hieronymi o más raramente por  
con pendientes generalmente moderadas a altas Jarava pseudoichu, se encontró casi siempre por  
y orientaciones preferentemente oeste. Ambos se debajo de los 1400 m de altitud. El pajonal fino  
encontraron en los cinco sistemas serranos, pero sin arbustos (H), dominado habitualmente por  
el matorral cerrado es más común en las Sierras F. hieronyimi, F. lilloi y/o Deyeuxia hieronymi,  
de Pocho y Sierras del Norte (Apéndice 5). El se encontró mayoritariamente por encima de  
matorral subandino (F) tiene una cobertura leñosa los 1040 m. Ambas unidades de pajonal fino se  
del 20 al 70%, en general en forma de arbustos registraron prácticamente en todas las sierras.  
de tabaquillo, o más raramente de maitén. Es más En las partes más bajas y planas incluyeron  
rocoso que los matorrales serranos (15-40% de algunas pasturas abandonadas, dominadas por  
roca, Fig. 3 , Apéndice 3, Tabla A3.2). A campo esta pastos perennes exóticos altos (ej. Eragrostis  
unidad se encont a partir de los 1300 m de altitud. curvula) y pastos nativos. El pajonal grueso (I),  
Al igual que el bosque subandino, solo aparece dominado casi siempre por la gramínea de hoja  
en las Sierras Grandes y Comechingones, en ancha Poa stuckertii y raramente por Paspalum  
laderas generalmente escarpadas, con orientaciones quadrifarium, se encontró solo en Sierras Grandes  
preferentemente sur (Tabla 4, Apéndice 5).  
y Comechingones, en sitios con poca pendiente,  
Los matorrales nativos ocuparon un 37 % del y casi nunca por debajo de los 2000 m (Tabla 4,  
área mapeada, y al igual que los bosques nativos, Apéndices 4 y 5).  
casi el 70 % de su superficie se concentró por  
La clase de pajonales abarcó un 13% de la  
debajo de los 900 m. Sin embargo, la franja que superficie montañosa estudiada y se distribuyó en  
tuvo la mayor proporción de matorrales fue la franja todos los sistemas serranos, pero fue especialmente  
superior del piso serrano, entre 901 y 1300 m. A importante en las Sierras Grandes. Los pajonales  
medida que se asciende los matorrales disminuyen, se concentraron entre los 901 y 1300 m; aunque es  
hasta ocupar menos del 10% de la superficie en la en la franja correspondiente al piso de transición  
franja más alta de las montañas (Fig. 4, Apéndice 6, (1301-1700 m) donde estos pastizales alcanzan  
Tabla A6.1).  
la mayor proporción, al cubrir más del 40% de su  
superficie (Fig. 4, Apéndice 6).  
Clase 4, Pajonales: Los pajonales tuvieron un 86%  
de precisión en promedio (Tabla 3). Esta clase Clase 5, Céspedes: Esta clase tuvo un 77% de  
incluye a los pajonales finos con y sin arbustos (G precisión en promedio, e incluye una única  
y H) y al pajonal grueso (I). Por error, en el mapa unidad, el césped (J). Por error, en el mapa  
quedaron también algunos parches de césped (J) también aparecen algunos parches de pajonal  
y pastizales con suelo desnudo y/o roca (K y L), fino sin arbustos (H) y pequeños cultivos (Tabla  
además de una baja proporción de matorral abierto 3, Apéndice 1, Tabla A1.1, A1.3). El césped está  
(E) y, muy raramente, cultivos (Apéndice 1, Tabla dominado por un estrato herbáceo de plantas bajas,  
A1.1, A1.3). cuya cobertura siempre es mayor al 50%. Los  
El estrato herbáceo en conjunto siempre arbustos son escasos y los árboles casi inexistentes  
cubre más del 55% en las tres unidades, y (Fig. 3,Apéndice 3, TablaA3.4). Dominan distintas  
está compuesto casi exclusivamente por pastos especies de gramíneas y dicotiledóneas herbáceas,  
altos en el pajonal grueso (I), mientras que en que varían según la altitud, incluyendo Lachemilla  
los pajonales finos, las latifoliadas herbáceas pinnata, Piptochaetium montevidense, Dichondra  
altas pueden ser más abundantes, en particular spp, Krapovickasia flavescens, entre muchas otras  
en el pajonal fino con arbustos (G). En este (Apéndice 4). A campo, encontramos puntos de  
último, además, el estrato arbustivo alcanza cierta césped entre los 640 y 2580 m de altitud, ubicados  
importancia, ya que puede cubrir hasta un 35% en lugares relativamente planos a lo largo de todas  
de la superficie. Es frecuente encontrar especies las sierras a excepción de las Sierras de Pocho-  
arbóreas nativas de bajo porte incluidas en dicho Guasapampa, aunque fueron más comunes en las  
estrato, y a veces, también leñosas exóticas (Fig. Sierras Grandes (Tabla 4, Apéndice 5).  
83  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
Los céspedes abarcaron poco más del 1% del donde esta clase abarca la mayor proporción de la  
área de estudio, concentrados principalmente en superficie, ocupando casi el 40% (Fig. 4, Apéndice  
las Sierras Grandes y Comechingones. Estuvieron 6). En las zonas bajas a veces entran en esta clase  
distribuidos en todas las franjas altitudinales, pero algunos lechos de ríos.  
por encima de los 2100 m es donde ocupan la mayor  
proporción de la superficie, superando el 10% (Fig. Clase 7, Roquedales: Esta clase tiene una precisión  
4
, Apéndice 6).  
general del 83 % (Tabla 3) e incluye al afloramiento  
con pedregal (M) y al pavimento de erosión (N).  
Por error, también quedaron incluidos en esta  
Clase 6, Pastizales con roca y/o suelo desnudo:  
Esta clase tuvo la menor precisión general, que fue clase algunos pastizales con roca (L, Apéndice  
del 67% (Tabla 3). Incluye al pastizal arbustivo 1, Tabla A1.1, A1.2). Ambas unidades están  
ralo (K), cuya cobertura vegetal varía entre el 60 y dominadas casi completamente por roca, con  
8
5 %, y al pastizal con roca (L), con una cobertura más del 70% en el primer caso (M) y más del  
entre el 40 y el 75 %. Por error, también quedaron 85 % en el segundo (N). Los afloramientos con  
incluidos en esta clase algunos matorrales (E y F), pedregal (M) tienen una proporción similar de  
pajonales (G y H), céspedes (J), afloramientos con afloramientos rocosos y áreas de roca expuesta por  
pedregal (M) y algunos cultivos (Apéndice 1, Tabla erosión del suelo, la cual incluye pedregales (roca  
A1.1, A1.3).  
suelta) y, a veces, pavimentos (roca masiva). En la  
La unidad K suele tener un estrato arbustivo unidad N predomina la roca expuesta por erosión,  
disperso, típicamente con un 25% de cobertura, principalmente en forma de pavimentos. La escasa  
mientras que en el pastizal con roca (L) los vegetación presente en estas unidades pertenece a  
arbustos son poco importantes o están ausentes. El los estratos herbáceos bajo y alto, ocasionalmente  
pastizal arbustivo ralo (K) puede estar dominado con algunos pocos arbustos que pueden incluir  
por distintas especies, entre ellas las pajas Jarava ejemplares pequeños de especies arbóreas nativas  
pseudoichu, Festuca hieronymi y arbustos de (Fig. 3, Apéndice 3, Tabla A3.5). A campo, ambas  
espinillo y romerillo, entre muchos otros. Es común unidades fueron encontradas solamente en las  
encontrar especies de árboles nativos en el estrato Sierras Grandes y Comechingones, siempre por  
arbustivo. El pastizal con roca (L) suele estar encima de los 1185 m, en lugares con pendientes  
dominado por Deyeuxia hieronymi, Festuca spp, muy variables y orientaciones este y norte (Tabla 4,  
Sorghastrum pellitum y/o Jarava juncoides, entre Apéndice 5).  
otras (Fig. 3, Apéndice 3, Tabla A3.4, Apéndice 4).  
Esta clase ocupó alrededor de un 2% de la  
A campo, encontramos puntos de pastizal arbustivo superficie mapeada y la mayor parte se concentró  
ralo en todos los sistemas serranos y a lo largo del en el piso subandino. Es además en este piso donde  
gradiente altitudinal completo, mientras que los los roquedales abarcaron la mayor proporción de  
puntos de pastizal con roca (L) estuvieron siempre superficie (alrededor del 20%, Fig. 4, Apéndice 6,  
ubicadas por encima de los 1100 m y concentrados Tabla A6.1). En los sectores más bajos, esta clase  
en las Sierras Grandes y Comechingones (Tabla también incluye algunas áreas muy disturbadas,  
4
, Apéndice 5). El pastizal arbustivo ralo (K) en como canteras, caminos, o cultivos abandonados  
las zonas más bajas y planas incluye puntos en muy erosionados, así como obras de infraestructura  
áreas que fueron cultivadas y abandonadas, que humana aisladas que no fueron cartografiadas como  
aún conservan más de un 20% de suelo desnudo. zonas urbanas. Además, se incluyen aquí lechos de  
Ambas unidades suelen ubicarse en laderas suaves río arenosos o pedregosos con escasa agua.  
y moderadas orientadas preferentemente al este  
(Tabla 4). Clases 8, 9 y 10, Cuerpos de agua y zonas inundables  
La clase de pastizales con roca y/o suelo asociadas: Los cuerpos de agua (clase 8), que son  
desnudo ocupó el 15% de la superficie mapeada, y en su mayoría embalses ubicados en fondos de  
se concentró en la franja más baja, donde es habitual valles tectónicos, y las áreas inundables aledañas  
que se trate de cultivos o pasturas abandonadas (clases 9 y 10) ocuparon un 0,4% de la superficie,  
con parte de su suelo descubierto; pero es en la y estuvieron casi en su totalidad en la franja más  
franja inferior del piso subandino (1701-2100 m) baja del piso serrano. Las zonas frecuentemente  
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A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
inundables (clase 9) tienen el suelo húmedo la de las clases urbanas, mientras que el mosaico de  
mayor parte del año y en períodos con abundancia edificaciones y vegetación (clase 14) ocupó un  
de lluvias forman parte del cuerpo de agua. Las 34%. Las zonas completamente edificadas (clase  
zonas ocasionalmente inundables (10) sólo forman 15) y la vegetación herbácea (clase 13) ocuparon  
parte del cuerpo de agua durante algunos períodos sólo un 11 y 7 % respectivamente (Apéndice 6,  
de años extremadamente lluviosos. Pueden tener Tabla A6.2).  
vegetación rala o estar dominadas mayormente por  
suelo desnudo, y, al estar sometidos a un régimen de  
inundación variable, la cobertura vegetal también diScuSión  
es muy cambiante.  
El paisaje de las Sierras de Córdoba  
Clase 11, Cultivos: Los cultivos ocuparon un 23%  
El mapa, basado en información satelital y  
del área, y la gran mayoría se localizó en la franja un extenso relevamiento de campo, refleja una  
más baja del piso serrano, donde cubrieron el 34% alta heterogeneidad ambiental, propia de todas  
de la superficie (Fig. 4, Apéndice 6). Por encima de las montañas (Rahbek et al., 2019). En casi  
los 900 m de altitud abarcan muy poca superficie, y cualquier sector fuera de las áreas cultivadas, y  
ya en el piso subandino están casi completamente transitando muy cortas distancias, se atraviesan  
ausentes. Aparecen también como cultivos, por parches de bosques, matorrales, pastizales y, a  
error, algunos parches de pastizal arbustivo ralo veces, roquedales que forman complejos mosaicos  
(que a veces son cultivos abandonados), pajonales y a escalas locales. A su vez, a lo largo del gradiente  
céspedes, pero en muy baja proporción. En el sector altitudinal existe un cambio importante desde un  
nor-oeste del área de estudio es frecuente encontrar predominio de matorrales y cultivos en las partes  
cultivos abandonados, y en los casos en que el bajas, hasta una mayor cobertura de pastizales y  
abandono fue en una fecha próxima a la fecha de la roquedales en los sectores más altos. En menor  
imagen satelital utilizada, la discriminación resulta medida, también hay cambios en los gradientes  
difícil; por tal motivo, a veces pueden aparecer geográficos, que se expresan con una mayor  
sectores con mosaicos de cultivos y pastizales con dominancia de matorrales en contraposición a una  
roca y/o suelo desnudo (clase 6).  
menor de pajonales y cultivos hacia el noroeste del  
área. Los bosques nativos ocuparon poca superficie,  
Clases 12, 13, 14 y 15, Zonas urbanas: Estas pero sus especies arbóreas estuvieron presentes en  
clases ocuparon en conjunto el 1,5% del área y se casi todas las unidades de vegetación descriptas,  
concentraron mayormente en la franja más baja del aunque en muchos casos como ejemplares muy  
piso serrano (Apéndice 6, Tabla A6.1). Incluyen reducidos en tamaño. Esto sugiere que una gran  
zonas totalmente urbanizadas, zonas residenciales parte de la superficie de las Sierras de Córdoba tiene  
y zonas de interfaz urbano-rural con viviendas potencial para recuperar cobertura boscosa con  
separadas entre sí. La clase 12 está ampliamente adecuadas estrategias de manejo, en coincidencia  
cubierta por vegetación leñosa, mientras que en la con estudios previos (ej. Renison et al., 2006,  
clase 13 domina la vegetación herbácea. La clase 14 2015; Marcora et al., 2008, 2013; Giorgis et al.,  
es un mosaico de edificaciones, vegetación herbácea 2017). Los bosques exóticos aún cubren muy poca  
y vegetación leñosa, dado principalmente por superficie, alrededor de cinco veces menos que los  
zonas residenciales con sus respectivas arboledas bosques nativos. Sin embargo, hubo plantas leñosas  
y parques. La clase 15 comprende principalmente invasoras en casi la cuarta parte de las parcelas  
edificaciones, calles y sectores de suelo descubierto relevadas, y en la gran mayoría de las unidades de  
sin vegetación. La vegetación leñosa de la clase 12 vegetación. Estos resultados refuerzan la idea de  
generalmente consiste en una mezcla de especies que en un futuro próximo la superficie de bosques  
nativas y exóticas, aunque en las ciudades grandes exóticos puede aumentar considerablemente, como  
predominan las especies exóticas, mientras que en han señalado otros autores (Hoyos et al., 2010;  
los lugares más pequeños y áreas de interfaz pueden Giorgis et al., 2011b, 2016, 2017; Gavier-Pizarro  
predominar las especies nativas. Esta clase (12) et al., 2012; Giorgis & Tecco, 2014; Milani et al.,  
ocupó casi la mitad de la superficie incluida dentro 2020).  
85  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
La vegetación de las montañas a comienzos del inmaduros del bosque. Según trabajos previos, el  
siglo XXI  
disturbio por fuego y ganado retarda la sucesión,  
El mapa muestra que las Sierras de Córdoba limitando el desarrollo de los bosques (Cingolani  
están dominadas, en primer lugar, por matorrales, et al., 2008; Giorgis et al., 2013, 2020; Torres et  
que ocuparon más de un tercio del paisaje y, en al., 2014; Renison et al., 2015; Carbone & Aguilar,  
segundo lugar, por cultivos, que ocuparon casi un 2017; Kowaljow et al., 2018; Alinari et. al. 2019).  
cuarto de la superficie. La gran preponderancia de Las especies leñosas nativas tienen una alta  
matorrales en las montañas también fue observada capacidad de rebrote después del fuego. Incluso  
por Zak et al. (2019), quienes cartografiaron en si la parte aérea se quema completamente, en la  
estos ambientes una superficie muy similar a la mayor parte de los incendios más de un 70% de  
2
nuestra, de alrededor de 12000 km . El resto del los individuos sobrevive y rebrota (Renison et al.,  
área estuvo cubierta principalmente por pastizales 2002a; Gurvich et al., 2005; Torres et al., 2014;  
de fisonomía y composición variable, incluyendo Alinari et al., 2015, 2019; Lipoma et al., 2016).  
aquellos con suelo o roca expuesta.  
Debido a la abundancia de combustibles finos en  
La clase de bosques nativos ocupó una baja matorrales y pajonales, la frecuencia de incendios  
superficie y, además, la mitad de las parcelas es más alta en estas fisonomías que en los bosques  
relevadas en el campo tuvieron árboles de menos de (Giorgis et al., 2013; Argañaraz et al., 2015a,b,  
9
o 7 m, en el caso del bosque serrano y subandino 2017, 2020; Kowaljow et al., 2018; Alinari et al.,  
respectivamente. Estos resultados indican que 2019). Por tal motivo, es habitual que los árboles  
quedan muy pocos bosques bien desarrollados en presentes en los matorrales o pajonales no logren  
las montañas, en coincidencia con trabajos previos superar los 3-4 m antes de quemarse nuevamente  
(
Cingolani et al., 2004, 2008; Renison et al., 2011; (Gurvich et al., 2005; Herrero et al., 2015;  
Giorgis et al., 2017; Zak et al., 2019; Natale et Alinari et al., 2015, 2019). Esta retroalimentación  
al., 2020). En los pisos más bajos se encontró que positiva entre fuego y vegetación contribuye a  
solo un 10% de las comunidades nativas serranas perpetuar las fisonomías no boscosas en el tiempo  
de Lithraea y Celtis (molle y tala) relevadas a (Kowaljow et al., 2018), escenario frecuentemente  
campo podían clasificarse como bosques altos, observado en sistemas estacionalmente secos de  
es decir, con al menos algún árbol mayor a los 10 Sudamérica y otras regiones del mundo (Bond  
m. El resto de los sitios estudiados tuvo árboles et al., 2012; Tepley et al., 2018; Giorgis et  
considerablemente más bajos, que a veces apenas al., 2021b). También el ganado produce daño  
superaban los 3-4 m de altura (Giorgis et al., en los árboles pequeños, lo cual disminuye su  
2
017). Dado que la especie dominante, el molle, crecimiento y aumenta la mortalidad (Renison et  
crece, en promedio, 10 cm por año (Vera, 2016), al., 2015; Torres & Renison 2015, 2016; Giorgis et  
estos resultados sugieren que hay muy pocos al., 2020).  
stands de bosque serrano con árboles que superen  
Los pajonales aumentaron marcadamente por  
los 100 años de edad. En los bosques subandinos, encima de los 900 m de altitud, con coberturas  
al relevar sitios que tuvieran al menos un individuo máximas en el piso de transición. Debido a que  
mayor a 2 m de altura, se encontró que sólo el no hay restricciones climáticas severas para el  
9
% de dichos sitios eran bosques densos y bien establecimiento de especies leñosas nativas a lo  
desarrollados, con árboles mayores a los 6 m y largo de todo el gradiente altitudinal (Marcora  
edades superiores a los 60 años. El resto de los et al., 2008, 2013; Renison et al., 2005, 2015;  
stands evaluados frecuentemente se correspondían País Bosch et al., 2012; Giorgis et al., 2017), se  
con fisonomías de matorral, pastizal o roquedal, y podría interpretar que estos pastizales también  
los ejemplares eran pequeños y con fustes jóvenes son estados sucesionales que con el tiempo  
(
Renison et al., 2011). devienen en bosque nativo. Sin embargo, hay  
Los matorrales nativos ocuparon grandes pajonales que son muy estables, y su cobertura  
extensiones y, a juzgar por la presencia de de leñosas no aumenta aunque pasen muchos  
ejemplares, pequeños o grandes, de especies años sin experimentar incendios (Giorgis et al.,  
arbóreas nativas en casi todas las parcelas 2013, Cingolani et al., 2014). En el caso de los  
relevadas, podemos interpretar que son estados pajonales de la franja más alta del piso serrano  
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A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
(
901-1300 m) esta estabilidad puede deberse a una  
Los pastizales con roca y/o suelo desnudo  
presión reducida de propágulos de especies leñosas, ocuparon bastante superficie en todas las franjas,  
como resultado de una larga historia de disturbios, con valores máximos en el piso subandino. Tienen  
en combinación con la presión ganadera actual un origen muy heterogéneo, ya que pueden abarcar  
que limita su desarrollo (Giorgis et al., 2013). Sin desde cultivos abandonados o zonas erosionadas  
embargo, muchos pajonales son persistentes en por la ganadería hasta sectores con presencia de  
el tiempo incluso si se excluye el ganado. En el afloramientos rocosos que limitan el desarrollo  
piso subandino, esta persistencia fue atribuida a de la vegetación. En el piso serrano esta clase  
la limitada capacidad de dispersión del tabaquillo, está compuesta mayoritariamente por el pastizal  
y a su dificultad para establecerse en los suelos arbustivo ralo (unidad K). En las partes más llanas  
cubiertos por la broza abundante que producen las del piedemonte hacia el noroeste del área, estos  
pajas (Torres et al., 2008; Zimmermann et al., 2009; pastizales aparecen a menudo en sitios que fueron  
Cingolani et al., 2014). En el piso de transición desmontados, cultivados y luego abandonados. En  
no hay estudios que analicen la trayectoria de este sector de la Provincia, donde llueve menos  
los pajonales ante la exclusión ganadera, pero de 500 mm anuales, hubo un auge de conversión  
algunos resultados sugieren que el clima también a cultivos de secano con anterioridad al año  
puede jugar un rol importante en su estabilidad, ya 1979, en particular en lugares de fácil acceso,  
que las condiciones climáticas están alejadas del que fue atribuido a un aumento temporario de  
óptimo tanto para las especies leñosas del bosque las precipitaciones (Hoyos et al., 2013, 2018).  
serrano como para la especie dominante del bosque Posteriormente, al disminuir nuevamente las lluvias,  
subandino (Marcora et al., 2008, 2013; Argibay & estos cultivos fueron abandonados, y se retornó a la  
Renison, 2018; Alinari et al., 2019).  
cría de ganado (Hoyos et al., 2018). En sectores  
Los céspedes, que ocuparon muy poca más rugosos del piso serrano, estos pastizales  
superficie, alcanzaron su mayor desarrollo en la suelen estar en sitios con altas cargas ganaderas,  
franja más alta. Estos pastizales de baja estatura donde la vegetación está muy sobrepastoreada y  
son seleccionados y mantenidos por el ganado, y se observan signos de erosión del suelo, a veces  
están dominados por plantas tolerantes al pastoreo con presencia de roca expuesta (Giorgis et al.,  
(Cingolani et al., 2003, 2007, von Müller et al., 2011c). La mitad de las parcelas del pastizal  
2
017). Se mantienen más fácilmente en ambientes arbustivo ralo (K) tuvieron ejemplares de especies  
con alta disponibilidad de humedad y/o nutrientes, arbóreas nativas, lo cual sugiere que, a pesar de  
ya que sus especies necesitan recursos para rebrotar la degradación, hay potencial de recuperación de  
y mantenerse vivas a pesar del alto consumo del cobertura arbórea. En el piso subandino es más  
ganado (Cingolani et al., 2005, 2007; Hempson et común que esta clase esté compuesta de pastizales  
al., 2015). Por ello, la persistencia de los céspedes es con roca (L), donde la vegetación leñosa es  
favorecida en los sectores más altos de las montañas, escasa. Muchos de estos pastizales se encuentran  
ya que allí se mantiene mejor la humedad del suelo en ambientes topográficamente similares a los  
(Cingolani et al., 2003; Tecco et al., 2016). Debido bosques subandinos, pero en situaciones con mayor  
a la alta presión ganadera que sostienen, cualquier disturbio histórico por fuego y ganadería (Cingolani  
planta leñosa que logre establecerse es ramoneada et al., 2008). Se estima que dicho disturbio produjo  
intensamente, y raramente logra sobrevivir (Teich la retracción de los bosques, y por ese motivo  
et al., 2005; Cingolani et al., 2014; von Müller los afloramientos rocosos propios de este piso  
et al., 2017; Giorgis et al., 2020). Cuando el quedaron al descubierto, y/o se generaron parches  
pastoreo se excluye, los céspedes se transforman de roca expuesta por erosión (Cingolani et al.,  
en pajonales, pero si hay presión de propágulos de 2008; Renison et al., 2010; Cingolani et al., 2008,  
especies leñosas, se puede iniciar una trayectoria 2013).  
hacia matorrales o bosques (Cingolani et al., 2014;  
Los roquedales ocuparon una baja superficie y  
Giorgis et al., 2020). Por su escasa biomasa, suelen se concentraron mayormente en el piso subandino.  
quemarse poco. De hecho, muchas veces actúan Predomina la roca expuesta por erosión, intercalada  
como barrera para los fuegos (discutido en Alinari con afloramientos rocosos en la unidad M. Se  
et al., 2019 y Argarañaz et al., 2020).  
asocian a sitios que han experimentado un disturbio  
87  
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histórico muy intenso (Cingolani et al., 2004, et al., 2020; Zeballos et al., 2020). Por ejemplo,  
2
008, 2013). Muchos ambientes rocosos, incluso en las Sierras de los Comechingones se registraron  
2
algunos de aquellos que son el resultado de la solamente 43 km de bosques de transición con la  
degradación del suelo, tienen una amplia diversidad Provincia Fitogeográfica del Espinal (Natale et al.,  
y heterogeneidad en su composición florística y 2020). Se trata de bosques secundarios, sin árboles  
comunidades de líquenes, con especies endémicas de gran tamaño, muy fragmentados y, en general, en  
de alto valor para la conservación (Funes & Cabido, un estado de conservación regular a malo (Natale et  
1
2
995; Cingolani et al., 2003; Cantero et al., 2001, al., 2020; Zeballos et al., 2020).  
017, 2021; Rodriguez et al., 2017; Apéndice 4).  
Las zonas urbanas ocuparon menos del 2%  
Los bosques exóticos se concentraron en la de la superficie, concentradas en el piso serrano.  
franja más alta del piso serrano. Al igual que en Sólo el 11 % de estas zonas consistió en áreas  
otras partes del mundo, en las montañas de Córdoba completamente edificadas, mientras que el resto  
la superficie dominada por especies leñosas incluyó vegetación leñosa y herbácea, junto con  
exóticas está aumentando de forma exponencial un mosaico de edificaciones y vegetación. Esto  
como resultado del proceso de invasión (Hoyos et indica que la gran mayoría de las zonas urbanizadas  
al., 2010; Gavier-Pizarro et al., 2012; Rejmánek en las montañas de Córdoba son áreas de interfaz  
&
Richardson, 2013; Richardson et al., 2014; urbano-rural. De hecho, al comparar nuestro mapa  
Milani et al., 2020). En los pastizales y matorrales con un mapa de áreas de interfaz para las Sierras  
del piso serrano con altas cargas ganaderas, los Chicas (Argañaraz et al., 2017), observamos que el  
animales limitan el establecimiento o crecimiento 75% de la superficie de nuestras clases urbanas se  
de las especies leñosas, tanto nativas como exóticas corresponde con áreas de interfaz. Pero las áreas de  
(Torres et al., 2015, 2016; Capó et al., 2016; Marcora interfaz, que ocupan un 15% de las Sierras Chicas,  
et al., 2018). Esto mantiene al sistema en un estado exceden nuestras zonas urbanas, ya que incluyen  
inmaduro, y sin una invasión severa. Cuando bajan también sectores con menor densidad de población,  
las cargas ganaderas, las especies leñosas invasoras, que en nuestro mapa aparecen principalmente como  
si están presentes, aumentan considerablemente su matorrales y bosques. Esto indica que la superficie  
tasa de crecimiento en relación a las nativas, por afectada por el proceso de urbanización es mayor  
lo que el sistema puede resultar completamente a la estimada con nuestro mapa. La urbanización  
invadido en pocos años (Capó et al., 2016). En acelerada que están experimentando las Sierras de  
particular, el matorral serrano abierto (E), con una Córdoba constituye un fuerte impacto sobre los  
presencia actual de especies leñosas invasoras en ecosistemas nativos, no sólo por el desmonte y el  
casi el 40% de las parcelas estudiadas, es muy efecto directo de las construcciones, sino también  
propenso a transformarse en bosque exótico. En porque se promueven las invasiones biológicas  
el piso subandino la clase de bosques exóticos aún y aumentan los riesgos asociados a los incendios  
está prácticamente ausente, pero es creciente la (Gavier & Bucher, 2004; Giorgis et al., 2011b,  
presencia de especies leñosas exóticas que avanzan 2016; Gavier-Pizarro et al., 2010, 2012; Argañaraz  
sobre las comunidades nativas (Tecco et al., 2016; et al., 2017). Por otro lado, la presencia de mascotas  
Giorgis et al., 2011b, 2016, 2021a; Milani et al., es una importante amenaza a la fauna, al igual que  
2
020).  
el tránsito vehicular (Hughes & Macdonald, 2013;  
Los cultivos se concentraron casi en su totalidad Pinto et al., 2020). El proceso de urbanización  
por debajo de los 900 m, donde cubrieron un desordenada también genera problemas de  
tercio de la superficie. En su gran mayoría, se contaminación de aguas de ríos y embalses, y, al no  
encontraron en la vertiente este de las Sierras respetarse los cauces de inundación, suele ocasionar  
Chicas y Sierras de los Comechingones, en las pérdida de bienes materiales en momentos de  
zonas más llanas del piedemonte, donde forman un crecientes extraordinarias (Berardo et al., 2014).  
continuo con los cultivos de las llanuras adyacentes.  
En estos sectores, donde las lluvias alcanzan Cambios de la vegetación en el gradiente altitudinal  
más de 700 mm, los cultivos han desplazado  
La dinámica de los ecosistemas montanos está  
casi completamente a los ecosistemas nativos de condicionada por el gradiente altitudinal, donde  
transición con la llanura (Zak et al., 2019, Natale cambian no solo las condiciones climáticas, sino  
88  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
también el tipo e intensidad de las actividades bajo impacto humano, los bosques y matorrales de  
humanas (Perrigo et al., 2020). La combinación Polylepis australis ocuparían actualmente la mitad  
de estos factores genera mosaicos de vegetación de la superficie del piso subandino (Cingolani et al.,  
que cambian a medida que se asciende, pero los 2008).  
mecanismos por detrás de estos patrones no son  
siempre fáciles de interpretar (Körner, 2007; clara el papel del disturbio en mantener un paisaje  
Perrigo et al., 2020). con escasa vegetación leñosa en el piso subandino.  
Los antecedentes mencionados ilustran de forma  
Nuestros resultados reflejan una marcada Sin embargo, dichos antecedentes no explican por  
disminución de las fisonomías dominadas por qué la proporción de bosques y arbustales aumenta  
especies leñosas y un aumento de la proporción de a medida que se desciende en altitud, dado que la  
pastizales y roquedales a medida que se asciende intensidad de disturbio no disminuye desde arriba  
en altitud. Si bien este patrón era conocido (Kurtz, hacia abajo (Fig. 5). La incidencia de fuegos es  
1
904; Luti et al., 1979; Giorgis et al., 2017; máxima en las franjas intermedias y no en las  
Oyarzabal et al., 2018; Zak et al., 2019; Natale et franjas superiores (Argañaraz et al., 2020; Fig.  
al., 2020), a través del mapa lo pudimos cuantificar 5). A su vez, un análisis preliminar de la presión  
en detalle por primera vez para toda la extensión ganadera muestra valores máximos en ambos  
de las Sierras de Córdoba. Tradicionalmente, dicho extremos del gradiente, y no solamente en las partes  
patrón fue interpretado como una consecuencia más altas (Fig. 5). Por otro lado, la proporción  
directa de las bajas temperaturas, que impone de tierras con un alto grado de transformación  
restricciones al crecimiento de los árboles (ej. en su cobertura (el conjunto de los cultivos,  
Luti et al., 1979; Cabido et al., 1987; Cantero et zonas urbanas y bosques exóticos) aumenta hacia  
al., 2001), pero estudios más recientes sugieren abajo, lo cual reduce el espacio disponible para la  
otras explicaciones. A nivel global, los árboles vegetación nativa. Aún así, las fisonomías leñosas  
encuentran fuertes dificultades para crecer cuando nativas cubren proporcionalmente alrededor de  
las temperaturas medias del aire y del suelo durante cuatro veces más superficie en las franjas inferiores  
la estación de crecimiento no superan los 6,7 °C. que en las superiores (Figuras 4 y 5). El papel del  
Por ello, en las montañas lo suficientemente altas, disturbio, entonces, no puede comprenderse en  
se observa un límite (“treeline”) a partir del cual su totalidad sin considerar su interacción con los  
ya no hay bosques (Körner & Paulsen, 2004). Sin factores climáticos y las características propias  
embargo, en los sectores más altos de las montañas de cada especie, además de los mecanismos de  
de Córdoba, las temperaturas, tanto del suelo como retroalimentación entre la vegetación, el fuego y la  
del aire, son mayores a dicho valor (Marcora et ganadería.  
al., 2008; País Bosch et al., 2012; Argañaraz et al.,  
En dos de las especies leñosas más abundantes  
2
020), lo cual sugiere que no existen limitaciones del piso serrano (molle y espinillo), tanto el  
fisiológicas para el crecimiento de los árboles. De crecimiento de los adultos como la recuperación  
hecho, los datos muestran que los bosques están post-fuego son más lentos a medida que se asciende  
presentes a lo largo de todo el gradiente, cambiando (Vera, 2016;Alinari, 2017;Alinari et al., 2019).Asu  
desde bosques predominantemente serranos a vez, la especie dominante en el bosque subandino, el  
bosques predominantemente subandinos alrededor tabaquillo, también tiene un desempeño disminuido  
de los 1400-1500 m de altitud (Tabla 4; Renison en el piso de transición, y una mayor mortalidad  
et al., 2006; Alinari et al., 2015; Giorgis et al., post-fuego, con respecto a sectores más altos del  
2
017; Natale et al., 2020). A su vez, numerosos gradiente (Marcora et al., 2008, 2013; Argibay &  
estudios en el piso subandino sugieren que el Renison, 2018; Lanza et al., 2018). Las dificultades  
disturbio por ganado y fuego produjo la retracción que encuentran las especies leñosas benefician a los  
de los bosques, y está limitando su expansión en pastos que, a su vez, facilitan la propagación de los  
el presente (Renison et al., 2002a; Renison et al., incendios, cuya incidencia es máxima en el piso  
2
006, 2015; Giorgis et al., 2010, 2020; Cingolani et de transición (Fig. 5). Se genera así un mecanismo  
al., 2014; Alinari et al., 2015; Argibay & Renison, de retroalimentación positiva entre el fuego y el  
018). Por medio de simulaciones se estimó que pastizal (Argañaraz et al., 2017, 2020). A diferencia  
si todo el sistema hubiese tenido una historia de del tabaquillo, el maitén tiene su desempeño óptimo  
2
89  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
debido a que los ambientes rocosos y los céspedes  
actúan como barreras a la propagación del fuego  
(Argañaraz et al., 2020). Esto llevaría a esperar  
una mayor cobertura de bosques y matorrales  
en el piso subandino en comparación con el  
de transición. Sin embargo, nuestros resultados  
muestran el patrón opuesto (Figuras 4 y 5). Esto  
puede deberse, al menos en parte, a que las únicas  
dos especies de árboles que pueden prosperar  
en el piso subandino (tabaquillo y maitén) son  
particularmente susceptibles a la herbivoría, no sólo  
del ganado doméstico, sino también de las hormigas  
cortadoras, que llegan hasta la primera franja de  
este piso (Teich et al., 2005; Marcora et al., 2013;  
Renison et al., 2015; Jaacks, 2017; Giorgis et al.,  
2
010, 2020; Arriaga et al., 2021).  
Implicancias para el ordenamiento territorial  
A nuestro criterio, los cuatro patrones más  
preocupantes de los resultados obtenidos son (1) la  
baja proporción de fisonomías boscosas y, dentro  
de éstas, la escasez de bosques maduros con árboles  
bien desarrollados; (2) la gran proporción del  
paisaje de piedemonte que ha sido transformada a  
cultivos y zonas urbanas; (3) la gran cantidad de  
ejemplares de especies leñosas exóticas invasoras  
Fig. 5. Patrón de variación de (A) proporción  
de bosques y matorrales en las cinco franjas que se encuentran dentro de las comunidades  
altitudinales y (B) variables indicadoras de impacto nativas; (4) las superficies ocupadas por bosques  
antropogénico a lo largo de las cinco franjas  
altitudinales. Para una mejor visualización de  
los patrones, las escalas de las cinco variables  
se relativizaron a un mismo rango de variación.  
En general, se recomienda que, para lograr  
La proporción de bosques, matorrales y tierras  
altamente transformadas (cultivos, urbanización y  
bosques exóticos) se obtuvo de nuestros propios  
datos (Apéndice 6, Figura 4). La incidencia de  
exóticos, que aún son pequeñas, pero que se  
incrementarán de no tomarse medidas contundentes  
y a corto plazo.  
un paisaje multifuncional, se deben restaurar  
las fisonomías boscosas en un 20-40% de la  
superficie, cuando se trata de ambientes con  
fuegos se obtuvo de Argañaraz et al. (2020). La potencial de sostener bosques nativos (Lamb &  
presión ganadera actual se obtuvo de un análisis Gilmour, 2003; Arroyo-Rodríguez et al., 2020;  
preliminar de la frecuencia de bosteo (medida en  
cuadrados de 30 x 30 cm) de ganado doméstico  
en 850 sitios distribuidos en todas las sierras y a lo  
largo de todo el gradiente altitudinal (datos tomados  
nativas que ya están presentes crezcan y desarrollen  
de Giorgis et al., 2011c, Cingolani et al., 2014 y  
Garibaldi et al., 2021). En el piso serrano, esto  
se podría lograr con un manejo adecuado de los  
matorrales, que permita que las especies arbóreas  
su máximo potencial. Dado que los matorrales en  
el piso serrano están ampliamente distribuidos, es  
factible seleccionar algunas áreas para promover la  
Peirone-Cappri, datos no publicados).  
recuperación del bosque mediante la prevención de  
en el piso de transición (Marcora et al., 2013, incendios, regulación de la ganadería y control de  
Giorgis et al., 2021a), pero faltan estudios para las invasiones. En el piso subandino, los bosques y  
comprender por qué esta especie no forma bosques matorrales son muy escasos, ya que no sólo cubren  
más extensos. Más arriba, en el piso subandino, una baja proporción del área, sino que, además, el  
la incidencia de incendios es menor, en parte área disponible es pequeña, resultando, en términos  
90  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba  
2
absolutos, en 33 km de bosques, y alrededor de estos ecosistemas de transición, como para sostener  
2
2
00 km de matorrales. Esto indica que las especies ciertos servicios ecosistémicos indispensables, tales  
propias de los bosques subandinos, en particular de como control de tormentas de tierra, provisión de  
los bosques maduros, como por ejemplo hongos hábitats para polinizadores y áreas de recreación  
endémicos descomponedores de la madera, están para los habitantes de las poblaciones rodeadas  
seriamente amenazadas (Robledo & Renison, de cultivos (Aguilar et al., 2006; Sacchi et al.,  
2
010). También en este piso se puede promover 2017; Garibaldi et al. 2021). En los sectores de las  
la sucesión de los matorrales existentes a bosques, franjas más bajas donde no hay cultivos, es urgente  
sobre todo mediante la exclusión de la ganadería planificar y ordenar la expansión urbana. El actual  
(Giorgis et al., 2010, 2020; Cingolani et al. 2014). proceso, desordenado y acelerado, está amenazando  
Sin embargo, como la superficie de matorrales a la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en  
también es baja y la capacidad de dispersión de áreas que exceden ampliamente a las ocupadas por  
Polylepis australis es muy limitada, para alcanzar la urbanización en sí, debido al riesgo de incendios,  
mayores superficies boscosas es necesario iniciar invasión por especies exóticas, contaminación  
un proceso de restauración activa mediante la de aguas, depredación de la fauna por animales  
exclusión ganadera y plantación de ejemplares, domésticos y otros problemas.  
algo que ya se está haciendo con éxito en algunas  
En resumen, la alta frecuencia de incendios, la  
áreas (Renison et al., 2002b, 2005, 2015, 2016; presión ganadera, la invasión por especies exóticas  
Sparacino et al., 2020). Aquí también hay que y el avance de los cultivos y las urbanizaciones  
prestar particular atención a la invasión por especies amenazan la persistencia de los ecosistemas  
exóticas, ya que están alcanzando cada vez mayores naturales y constituyen un obstáculo para la  
altitudes en las sierras (Tecco et al., 2016; Milani recuperación de los bosques. El mapa producto  
et al., 2020; Giorgis et al., 2016, 2021a). Además de esta contribución representa una cuantificación  
de promover la recuperación de los bosques para y descripción de la distribución espacial de la  
que cubran al menos un 20-40% del territorio, vegetación de las Sierras de Córdoba al año  
es necesario mantener superficies de matorrales, 2009, y una base para la evaluación futura de los  
pastizales y afloramientos rocosos en buen estado cambios en la cobertura del territorio. Pero, sobre  
de conservación, ya que estas fisonomías albergan todo, representa una oportunidad para diseñar un  
una alta biodiversidad, diferente a la de los bosques, ordenamiento y estrategias de manejo con el fin  
y brindan servicios importantes de producción de de sostener la biodiversidad y maximizar bienes y  
forraje y suministro de agua (Altrichter et al., 2004; servicios ambientales que garanticen el bienestar de  
Gurvich et al., 2008; Jobbágy et al. 2013; Giorgis et todos los habitantes.  
al., 2017; von Müller et al., 2017; Rodriguez et al.,  
2
017; Gurvich & Villegas 2020).  
La extrema reducción de ambientes naturales contribución de loS autoreS  
en el piedemonte, sobre todo al sur y al este del  
área de estudio, resulta alarmante, ya que se trata  
LH, AMC y MC escribieron el proyecto original.  
de un ecosistema de transición con características AMC, con la colaboración de LH, hizo el análisis de  
únicas (Aguilar et al., 2018; Zeballos et al., datos y procesamiento de las imágenes satelitales.  
2
020; Karlin et al., 2021). No sólo quedan pocos AMC y MAG, con la colaboración de MC, hicieron  
relictos de vegetación nativa, sino que están el trabajo de campo y escribieron el manuscrito.  
altamente fragmentados, motivo por el cual han  
perdido parte de su biodiversidad (Aguilar et al.,  
2
018). Asimismo, la proximidad a áreas urbanas agradecimientoS  
y cultivos genera que muchos de estos relictos se  
hayan transformado a bosques exóticos, totalmente  
Agradecemos a Luciana Peirone-Cappri por  
invadidos, o estén en alto riesgo de hacerlo su colaboración en los trabajos de campo, a  
Giorgis et al., 2016, 2017; Natale et al., 2020). Daniel Renison por la lectura crítica del  
(
Es recomendable restaurar algunas de estas áreas, manuscrito y a dos revisores anónimos por sus  
tanto para mantener la biodiversidad propia de comentarios constructivos sobre la primera versión  
91  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
del manuscrito. A Rafael Picco, administrador  
de la reserva Cerro Blanco, por el apoyo a las  
investigaciones y el alojamiento brindado, a  
Patricia por su hospitalidad, a Parques Nacionales  
high mountain Polylepis australis forests to ravines:  
Insights from an un-replicated comparison. Ecol.  
y propietarios de campos por permitirnos trabajar. ALINARI, J., A. M. CINGOLANI, A. R. VON MÜLLER  
A Leonardo Barberá por la colaboración con la  
digitalización de las urbanizaciones. Este trabajo fue  
financiado por Neotropical Grassland Conservancy,  
CONICET-PIP 112-201201-00164 y 112201701-  
& M. CABIDO. 2019. El tamaño de los individuos  
y el microambiente afectan el daño por fuego y la  
supervivencia en árboles del Chaco Serrano. Ecol.  
0
0143. MAG, MC y AMC, son investigadores de  
CONICET. MAG es profesora de la UNC.  
ALTRICHTER, M., M. KUFNER, L. GIRAUDO,  
G GAVIER-PIZARRO; D. TAMBURINI, M.  
SIRONI & L. ARGUELLO. 2004. Small mammal  
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100  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
APÉNDICE 1. Precisión del mapa preliminar.  
1
Tabla A1.1. Matriz de confusión entre las 14 unidades espectrales del mapa preliminar y las  
1
1
4 unidades de vegetación según el criterio de campo ("verdad de campo). Los números en  
la primera línea de cada celda indican la cantidad de parcelas control incluidas en cada  
combinación. Al final de cada fila se indica la cantidad total de parcelas incluidas en cada  
unidad según un criterio espectral, y en la última columna la precisión del usuario (%). Al final  
de cada columna se indica la cantidad de parcelas incluidas en cada unidad de vegetación  
según el criterio de campo, y en la última fila la precisión del productor (%). En las diagonales,  
los números entre paréntesis indican el promedio entre la precisión del productor y la  
precisión del usuario para cada unidad. Para el resto de las combinaciones (fuera de la  
diagonal), el número entre paréntesis es el promedio entre el error del productor para la  
clase de vegetación que está en la columna (porcentaje de parcelas en la celda en relación al  
total de la columna) y el error del usuario para la clase que está en la fila (porcentaje de  
parcelas en la casilla en relación al total de la fila). Al final de la última fila y de la última  
columna se indican la precisión general del productor y del usuario, respectivamente. En la  
última celda, la precisión general del mapa, que es la proporción (%) de parcelas en las que  
ambos criterios coinciden (diagonales) en relación al total relevado (340).  
1
Tabla A1.2. Confusión general para cada par de unidades de vegetación en orden desde el  
par que tuvo la mayor confusión hasta el par que tuvo la menor confusión. Los pares que no  
figuran en la tabla, no mostraron confusión entre las unidades que los conforman. La  
confusión general se calculó como el promedio entre los dos errores para el productor y los  
dos errores para el usuario.  
Tabla A1.3. Matriz de confusión de la clase cultivos y clases no cultivadas del mapa (tanto  
preliminar como final), con las mismas dos categorías según lo observado en el Google Earth,  
que tomamos como "verdad de campo". Esta matriz se debe interpretar igual que la matriz  
presentada en la Tabla A1.1.  
1Unidades de vegetación: A Bosque nativo serrano, B Bosque nativo subandino, C Bosque  
exótico, D Matorral serrano cerrado, E Matorral serrano abierto, F Matorral subandino, G  
Pajonal fino con arbustos, H Pajonal fino sin arbustos, I Pajonal grueso, J Césped, K Pastizal  
arbustivo ralo, L Pastizal con roca, M Afloramiento con pedregal, N Pavimento de erosión.  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A1.1.  
Unidades de vegetación según criterio de campo ("verdad de campo")  
Precisión  
Total usuario  
%)  
78,4  
Mapa  
A
B
1
C
5
D
1
E
F
-
G
-
H
-
I
-
J
-
K
-
L
-
-
-
M
-
N
-
(
A
B
C
D
E
29  
1
(3,4)  
-
37  
15  
14  
27  
37  
11  
31  
32  
30  
23  
20  
31  
17  
15  
(
80,6) (5,9) (19,9) (2,7)  
4
19,0) (78,8)  
1
5,0)  
-
10  
-
1
(4,7)  
-
-
-
-
-
-
-
-
-
66,7  
92,9  
77,8  
43,2  
54,5  
67,7  
78,1  
46,7  
95,6  
55,0  
54,8  
70,6  
93,3  
(
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
13  
(80,6)  
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
(
21  
3
1
-
-
-
-
1
(4,3)  
2
(7,7)  
-
1
(3,5)  
3
(9,1)  
-
-
-
(
67,3) (11,8) (7,4)  
13 16  
(35,1) (54,9) (6,9)  
1
(5,9)  
-
1
2,8)  
-
-
1
-
-
-
-
1
(3,7)  
1
(4,6)  
-
-
(
F
1
7,2)  
-
1
6
-
1
(5,7)  
5
-
-
-
(
(6,6) (60,6)  
G
H
I
-
-
-
-
-
-
-
-
1
3,7)  
-
-
-
-
-
-
21  
-
1
3
-
-
(
(77,6) (13,6)  
25  
7,3) (66,8)  
(3,1) (12,3)  
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
2
-
3
(9,1)  
6
-
2
(6,4)  
1
(3,3)  
-
-
-
-
(
-
-
-
9
14  
-
-
(
25,0) (73,3) (18,8)  
1
3,3)  
1
(3,6)  
3
J
-
-
-
-
-
-
22  
(80,2)  
2
-
-
-
(
K
L
2
9,2)  
-
-
11  
3
1
-
(
(7,9) (55,0) (12,5) (4,9)  
1
7,2)  
-
1
(3,7)  
-
-
-
-
3
17  
6
-
(
(8,2)  
-
(12,3) (55,7) (24,0)  
M
N
-
-
-
-
2
12  
3
(
(
9,2) (63,9) (17,6)  
1
5,0)  
-
-
-
-
14  
(87,8)  
Total  
35  
11  
19  
37  
24  
9
24  
45  
14  
34  
20  
30  
21  
17  
340  
70,0  
67,9  
Precisión  
Productor 82,9  
%)  
90,9  
68,4  
56,8  
66,7  
66,7  
87,5  
55,6  
100  
64,7  
55,0  
56,7  
57,1  
82,3  
70,8  
(
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A1.2.  
Pares  
%
23,47  
16,59  
12,50  
12,47  
12,46  
12,42  
10,46  
9,41  
8,82  
8,43  
7,32  
6,77  
Pares  
%
3.59  
3,58  
3,46  
3,11  
2,83  
2,50  
2,44  
2,34  
2,18  
1,87  
1,85  
1,85  
1,81  
1,76  
1,67  
1,54  
1,35  
D
L
E
M
I
B
C
L
H
J
N
K
L
F
F
J
K
L
C
F
F
A
F
L
K
B
D
E
E
G
H
D
I
F
L
M
E
H
N
M
D
K
M
G
L
H
A
A
K
G
I
M
E
H
E
D
H
G
E
6,65  
6,19  
6,17  
4,53  
K
L
L
J
G
A
J
K
3,97  
D
Tabla A1.3.  
Categorías según Google Earth  
"verdad de campo")  
(
Clases no  
cultivadas  
776  
Precisión  
usuario (%)  
99,1  
Cultivos  
Total  
Mapa  
Clases no  
cultivadas  
7
(2,1)  
207  
(96,1)  
214  
783  
217  
(98,9)  
1
0
95,4  
Cultivos  
(
7
2,9)  
86  
1000  
97,7  
97,2  
98,3  
Total  
Precisión  
98,7  
96,7  
Productor (%)  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Apéndice 2A. Clases del mapa final.  
(1)  
(2)  
(3)  
(4)  
(5)  
(6)  
(7)  
(11)  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Figura A2A.1. Distribución de las siete clases principales de vegetación y los cultivos, en  
las montañas de Córdoba. 1 Bosques nativos, 2 Bosques exóticos, 3 Matorrales, 4  
Pajonales, 5 Céspedes, 6 Pastizales con roca y/o suelo desnudo, 7 Roquedales, 11  
Cultivos. El mapa en formato digital (GeoTiff) se puede descargar de la página web de la  
revista, en la carpeta de datos primarios (Apéndice 2B).  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
APÉNDICE 3. Descripción de las unidades de vegetación.  
Tablas A3.1-A3.5. Mediana y rangos (10 y 90 % percentiles) de las variables  
descriptoras de la vegetación en las 14 unidades de vegetación, basado en las  
parcelas utilizadas para el control de campo (N = 340). Se incluye la cobertura aérea  
y/o completa (%) por estrato de vegetación, superficie descubierta y grupos de  
plantas según identidad. Además, se incluyen la altura media y máxima de la  
vegetación de las parcelas, y la frecuencia (%) de parcelas con presencia de especies  
leñosas exóticas (según Giorgis et al. 2021) y de especies arbóreas nativas  
1
dominantes y subdominantes en los bosques de la región . Se indica el número de  
parcelas de cada unidad utilizadas para la descripción, y en la primera fila la clase  
2
del mapa final en la cual quedó incluida cada unidad.  
1Aspidosperma quebracho-blanco Schltdl., Bougainvillea stipitata Griseb., Condalia  
buxifolia Reissek, Celtis tala Gillies ex Planch., Geoffroea decorticans (Gillies ex  
Hook. & Arn.) Burkart, Lithraea molleoides (Vell.) Engl., Maytenus boaria Molina,  
Myrcianthes cisplatensis (Cambess.) O. Berg., Polylepis australis Bitter, Prosopis alba  
Griseb., Prosopis nigra (Griseb.) Hieron., Ruprechtia apetala Wedd., Sarcomphalus  
mistol (Griseb.) Hauenschild., Zanthoxylum coco Gillies ex Hook. f. & Arn.)  
2Clases del mapa final: 1 Bosques nativos, 2 Bosques exóticos, 3 Matorrales, 4  
Pajonales, 5 Céspedes, 6 Pastizales con roca y/o suelo desnudo, 7 Roquedales.  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A3.1. Bosques.  
Clase 1  
Clase 2  
C Bosque  
exótico  
19  
A Bosque  
serrano  
35  
B Bosque  
subandino  
11  
N° de parcelas  
Cobertura total (%)  
99  
95 – 100)  
95  
100  
(85 – 100)  
(
(90 – 100)  
Estratos (%)  
Leñoso sumado  
85  
(63 - 100)  
60  
81  
(59 - 100)  
80  
91  
(70 - 100)  
85  
(
aérea)  
Arbóreo (aérea =  
completa)  
Arbustivo  
(40 - 80)  
20  
(5 - 40)  
35  
(13 - 67)  
10  
(0,1 - 34)  
4
(0,1 - 10)  
20  
(5 - 54)  
5
(0,1 - 20)  
20  
(0,1 - 40)  
(41 - 93)  
5
(1 - 29)  
15  
(5 - 48)  
15  
(0,1 - 36)  
8
(0,1 - 35)  
40  
(2 - 84)  
2
(0,1 - 35)  
4
(0,1 - 44)  
(30 - 100)  
5
(0,1 - 55)  
15  
(0,1 - 65)  
3
(0,1 - 30)  
1
(0,1 - 5)  
2
(0,1 - 15)  
0,1  
(0 - 15)  
1
(0 - 20)  
(
aérea)  
Arbustivo  
completa)  
Herbáceo sumado  
aérea)  
Latifoliadas altas  
aérea)  
Latifoliadas altas  
completa)  
Pastos altos  
aérea)  
Pastos altos  
completa)  
Herbáceas bajas  
aérea)  
Herbáceas bajas  
completa)  
Sup descubierta  
%)  
Suelo desnudo  
aérea)  
(
(
(
(
(
(
0,1  
(0,1 - 11)  
2
0,1  
(0 - 3)  
0,1  
0,1  
(0,1 - 13)  
5
(
(
(0,1 - 25)  
(0 - 5)  
(1 - 45)  
(
0,1  
(0 - 1)  
0,1  
0
0,1  
(0 - 8)  
0,1  
(
(0 - 1)  
5
Roca (aérea)  
(
0 - 5)  
5
(0 - 10)  
10  
(0 - 5)  
2
Roca (completa)  
(
0 - 35)  
(1 - 60)  
(0 - 40)  
Identidad (%)  
Arboles subandinos  
0
80  
(58 - 100)  
0
(0 - 24)  
0
0
(0 - 0)  
0
(0 - 0)  
80  
(
aérea)  
Paja gruesa  
aérea)  
Leñosas Exóticas  
aérea)  
(0 - 0,1)  
0
(0 - 0)  
0
(
(
(0 - 7)  
(0 - 3)  
(49 - 95)  
Altura (cm)  
Altura media  
443  
401  
600  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
(
282 - 690)  
900  
(245 - 553)  
700  
(349 - 1087)  
1100  
Altura máxima  
(
700 - 1500)  
(500 - 960)  
(700 - 2000)  
Frecuencias (%)  
Especies leñosas  
exóticas  
Especies arbóreas  
nativas  
37  
18  
100  
89  
100  
100  
Tabla A3.2. Matorrales.  
Clase 3  
E Matorral  
serrano abierto  
24  
D Matorral  
serrano cerrado  
F Matorral  
subandino  
9
N° de parcelas  
Cobertura total (%)  
37  
98  
93  
65  
(
90 – 100)  
(84 – 100)  
(60 – 85)  
Estratos (%)  
Leñoso sumado  
80  
(65 - 95)  
5
(0 - 22)  
70  
(54 - 86)  
75  
(64 - 90)  
15  
(5 - 33)  
5
(1 - 15)  
20  
(10 - 40)  
5
(0,1 - 15)  
25  
45  
(37 - 61)  
1
(0 - 25)  
40  
(30 - 57)  
40  
(35 - 60)  
49  
(26 - 57)  
7
(0.5 - 22)  
20  
(5 - 40)  
29  
(10 - 50)  
40  
40  
(23 - 70)  
20  
(0 - 40)  
23  
(0,1 - 65)  
25  
(2 - 65)  
25  
(15 - 61)  
3
(0,1 - 15)  
10  
(1 - 30)  
20  
(7 - 35)  
25  
(
aérea)  
Arbóreo (aérea  
completa)  
Arbustivo  
aérea)  
Arbustivo  
completa)  
Herbáceo sumado  
aérea)  
Latifoliadas altas  
aérea)  
Latifoliadas altas  
completa)  
Pastos altos  
aérea)  
Pastos altos  
completa)  
Herbáceas bajas  
aérea)  
Herbáceas bajas  
completa)  
Sup descubierta  
%)  
Suelo desnudo  
aérea)  
=
(
(
(
(
(
(
(
(4 - 40)  
0,1  
(0,1 - 16)  
5
(17 - 70)  
4
(1 - 19)  
10  
(17 - 50)  
2
(0,1 - 11)  
3
(
(
(0,1 - 30)  
(3 - 32)  
(0,1 - 15)  
(
0,1  
(0 - 2)  
1
1
(0,1 - 5)  
5
0,1  
(0,1 - 1)  
35  
(
Roca (aérea)  
(
(
0,1 - 10)  
7
0,1 - 31)  
(0,1 - 15)  
7
(0,1 - 40)  
(15 - 40)  
39  
(20 - 50)  
Roca (completa)  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Identidad (%)  
Arboles subandinos  
aérea)  
Paja gruesa  
aérea)  
Leñosas Exóticas  
aérea)  
0
0
(0 - 0)  
0
(0 - 0)  
0
37  
(6 - 55)  
0
(0 - 29)  
0
(
(0 - 0)  
0
(0 - 0)  
0
(
(
(0 - 5)  
(0 - 12)  
(0 - 7)  
Altura (cm)  
Altura media  
163  
100 - 239)  
600  
108  
(65 - 204)  
425  
131  
(39 - 221)  
493  
(
(
Altura máxima  
250 - 800)  
(225 - 725)  
(200 - 500)  
Frecuencias (%)  
Especies leñosas  
exóticas  
Especies arbóreas  
nativas  
19  
95  
37  
92  
22  
100  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A3.3. Pajonales.  
Clase 4  
H Pajonal fino  
sin arbustos  
45  
G Pajonal fino  
con arbustos  
I Pajonal  
grueso  
14  
N° de parcelas  
24  
Cobertura total (%)  
95  
97  
97  
(
79 – 100)  
22  
(0,1 - 35)  
0
(85 – 100)  
(90 – 100)  
Estratos (%)  
Leñoso sumado  
0
(0 - 2)  
0
0
(0 - 0)  
0
(
aérea)  
Arbóreo (aérea =  
completa)  
Arbustivo  
(0 - 9)  
15  
(0,1 - 35)  
15  
(0,1 - 35)  
74  
(55 - 98)  
10  
(2 - 34)  
20  
(4 - 43)  
50  
(25 - 69)  
58  
(27 - 75)  
(0 - 0)  
0
(0 - 2)  
0
(0 - 2)  
97  
(85 - 100)  
0,1  
(0 - 15)  
0,1  
(0 - 17)  
75  
(45 - 97)  
75  
(48 - 98)  
(0 - 0)  
0
(0 - 0)  
0
(0 - 0)  
97  
(90 - 100)  
0
(0 - 1)  
0
(0 - 5)  
89  
(63 - 97)  
89  
(63 - 97)  
(
aérea)  
Arbustivo  
completa)  
Herbáceo sumado  
aérea)  
Latifoliadas altas  
aérea)  
Latifoliadas altas  
completa)  
Pastos altos  
aérea)  
Pastos altos  
completa)  
Herbáceas bajas  
aérea)  
Herbáceas bajas  
completa)  
(
(
(
(
(
(
5
15  
(1 - 45)  
20  
5
(
(0,1 - 37)  
15  
(1 - 45)  
(1 - 32)  
9
(4 - 34)  
(
(5 - 48)  
Sup descubierta (%)  
Suelo desnudo  
0,1  
(0 - 6)  
2
0,1  
(0 - 7)  
0,1  
1
(0 - 10)  
0
(
aérea)  
Roca (aérea)  
(
(
0,1 - 20)  
4
0,1 - 35)  
(0 - 12)  
2
(0 - 15)  
(0 - 2)  
0
(0 - 2)  
Roca (completa)  
Identidad (%)  
Arboles subandinos  
0
(0 - 0)  
0
(0 - 1)  
0
0
(0 - 0)  
0,1  
(0 - 17)  
0
0
(0 - 0)  
75  
(42 - 93)  
0
(
aérea)  
Paja gruesa  
aérea)  
Leñosas Exóticas  
aérea)  
(
(
(0 - 17)  
(0 - 0)  
(0 - 0)  
Altura (cm)  
Altura media  
57  
49  
83  
(
36 - 88)  
(28 - 66)  
(45 - 114)  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Altura máxima  
200  
105 - 450)  
111  
(80 - 131)  
153  
(95 - 168)  
(
Frecuencias (%)  
Especies leñosas  
exóticas  
Especies arbóreas  
nativas  
21  
37  
4
2
0
0
Tabla A3.4. Otros pastizales.  
Clase 5  
Clase 6  
J Césped  
K Pastizal  
arbustivo ralo  
20  
L Pastizal  
con roca  
30  
N° de parcelas  
Cobertura total (%)  
(
34  
99  
72  
55  
90 – 100)  
(59 – 85)  
(40 – 73)  
Estratos (%)  
Leñoso sumado  
0
(0 - 24)  
0
27  
(0.2 - 45)  
0
2
(0 - 20)  
0
(
aérea)  
Arbóreo (aérea =  
completa)  
Arbustivo  
(0 - 4)  
(0 - 6)  
25  
(0 - 1)  
0
2
(
aérea)  
Arbustivo  
completa)  
Herbáceo sumado  
aérea)  
Latifoliadas altas  
aérea)  
Latifoliadas altas  
completa)  
Pastos altos  
aérea)  
Pastos altos  
completa)  
Herbáceas bajas  
aérea)  
Herbáceas bajas  
completa)  
(0 - 22)  
0
(0 - 22)  
98  
(73 - 100)  
1
(0 - 18)  
1
(0.2 - 45)  
25  
(0.2 - 45)  
51  
(15 - 70)  
6
(0.2 - 24)  
10  
(0 - 20)  
2
(0 - 20)  
45  
(26 - 72)  
2
(0,1 - 10)  
3
(
(
(
(
(0 - 18)  
(1 - 35)  
(0,1 - 15)  
19  
(1 - 35)  
19  
(1 - 35)  
75  
(54 - 92)  
80  
20  
(3 - 45)  
26  
(5 - 45)  
11  
(3 - 59)  
23  
31  
(15 - 50)  
32  
(15 - 50)  
12  
(1 - 33)  
12  
(
(
(
(
(58 - 95)  
(7 - 65)  
(2 - 35)  
Sup descubierta (%)  
Suelo desnudo  
1
(0 - 7)  
1
5
(0,1 - 20)  
16  
0,1  
(0 - 15)  
45  
(
aérea)  
Roca (aérea)  
(
0 - 4)  
1
(0 - 40)  
25  
(25 - 60)  
45  
Roca (completa)  
(
0 - 4)  
(0 - 50)  
(25 - 65)  
Identidad (%)  
Arboles subandinos  
0
0
0
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
(
aérea)  
Paja gruesa  
aérea)  
Leñosas Exóticas  
aérea)  
(0 - 0)  
0,1  
(0 - 16)  
0
(0 - 0)  
0
(0 - 0,1)  
0
(0 - 0,1)  
0
(0 - 15)  
0
(
(
(0 - 0,1)  
(0 - 0,1)  
(0 - 2)  
Altura (cm)  
Altura media  
18  
44  
27  
(
9 - 41)  
120  
(10 - 66)  
225  
(14 - 47)  
110  
Altura máxima  
(
70 - 325)  
(51 - 445)  
(66 - 395)  
Frecuencias (%)  
Especies leñosas  
exóticas  
Especies arbóreas  
nativas  
9
15  
50  
27  
20  
12  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A.3.5. Roquedales.  
Clase 7  
M Afloramiento  
con pedregal  
N Pavimento de  
erosión  
N° de parcelas  
21  
17  
Cobertura total (%)  
22  
10 – 30)  
5
(
(1 – 10)  
Estratos (%)  
Leñoso sumado  
2
(0 - 9)  
0
0,1  
(0 - 2)  
0
(
aérea)  
Arbóreo (aérea =  
completa)  
Arbustivo (aérea)  
(0 - 1)  
2
(0 - 0)  
0,1  
(
0,1 - 8)  
2
(0 - 2)  
0,1  
Arbustivo  
(
completa)  
Herbáceo sumado  
aérea)  
Latifoliadas altas  
aérea)  
Latifoliadas altas  
completa)  
Pastos altos  
aérea)  
Pastos altos  
completa)  
Herbáceas bajas  
aérea)  
Herbáceas bajas  
completa)  
(0,1 - 8)  
20  
(9 - 25)  
2
(0 - 10)  
3
(0 - 14)  
10  
(0 - 2)  
5
(0,1 - 9)  
0,1  
(0 - 0,1)  
0,1  
(0 - 0,1)  
2
(
(
(
(
(4 - 18)  
10  
(5 - 18)  
(0,1 - 7)  
2
(0,1 - 7)  
(
3
2
(
(1 - 13)  
5
(2 - 14)  
(0,1 - 5)  
2
(0,1 - 5)  
(
Sup descubierta (%)  
Suelo desnudo  
0,1  
(0 - 5)  
75  
1
(
aérea)  
(0,1 - 12)  
94  
Roca (aérea)  
(
70 - 90)  
75  
(84 - 99)  
94  
Roca (completa)  
(
70 - 90)  
(84 - 99)  
Identidad (%)  
Arboles subandinos  
0
0
(0 - 0,1)  
0
(0 - 1)  
0
(
aérea)  
Paja gruesa  
aérea)  
Leñosas Exóticas  
aérea)  
(0 - 1)  
0
(0 - 5)  
0
(
(
(0 - 1)  
(0 - 0)  
Altura (cm)  
Altura media  
11  
0,1  
(
3 - 15)  
(0,1 - 3)  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Altura máxima  
100  
70 - 284)  
70  
(40 - 121)  
(
Frecuencias (%)  
Especies leñosas  
exóticas  
24  
38  
0
Especies arbóreas  
24  
1
nativas  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
APÉNDICE 4. Relación entre unidades del mapa y tipos florísticos  
Tabla 4.1. Relaciones más frecuentes entre las unidades de vegetación  
descriptas en este trabajo con un criterio predominantemente fisonómico,  
y tipos florísticos descriptos en la bibliografía. Cada unidad de vegetación  
contiene más de un tipo florístico, y cada tipo florístico puede estar incluido  
en más de una unidad de vegetación debido a la variabilidad en su  
fisonomía, pero sólo se consideraron las asociaciones más habituales. Los  
nombres de cada tipo florístico están identificados con la nomenclatura  
exacta en la que se encuentran publicados. En los casos en que además de  
un nombre se asignó un número o una letra a cada tipo florístico, estos se  
indican al final entre paréntesis. La lista no es exhaustiva, ya que por un  
lado en algunos casos las descripciones eran insuficientes para asignar un  
tipo florístico a una o más unidades de vegetación, y por otro lado, hubo  
algunos trabajos a los que no pudimos acceder.  
Tipos florísticos principales descriptos  
Publicación  
A
Bosque de Schinopsis haenkeana y Aspidosperma  
quebracho-blanco.  
Cabido et al., 1991  
Bosque Serrano  
Bosque de Schinopsis haenkeana.  
Bosque de Lithraea ternifolia.  
Bosque.  
Suárez & Vischi 1997  
Bosques mixtos de Lithraea molleoides y Celtis australis.  
Matorrales de Condalia buxifolia.  
Zeballos et al., 2014  
Lithraea-Celtis (E).  
Schinopsis-Senegalia (H).  
Giorgis et al., 2017  
Cabido et al., 2018  
Natale et al., 2020  
Bosque Chaqueño de Lithraea molleoides - Croton  
lachnostachyus (1.1).  
Bosque chaqueño primario abierto.  
Bosque chaqueño secundario cerrado.  
B
Bosque de Polylepis.  
Cabido & Acosta 1985  
Bosque  
Subandino  
Polylepis australis Deyeuxia hieronymi sub-Andean  
Cabido et al., 2018  
forest and shrubland (1.4).  
Bosque de altura.  
Natale et al., 2020  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla 4.1. Continuación.  
Tipos florísticos principales descriptos  
Publicación  
C
Pinar.  
Giorgis et al., 2005  
Zeballos et al., 2014  
Bosque Exótico  
Bosques de Ligustrum lucidum.  
Bosques mixtos de Lithraea molleoides y Celtis australis.  
Matorrales de Condalia buxifolia.  
Matorral de Cotoneaster glaucophyllus.  
Ligustrum-Lithraea type (F).  
Pinares de baja densidad.  
Bosque introducido.  
Giorgis et al., 2017  
Fiandino et al., 2018  
Natale et al., 2020  
Cabido et al., 1991  
Suárez & Vischi 1997  
Zeballos et al., 2014  
D
Matorral de Flourencia oolepis.  
Estepa arbustiva continua.  
Matorral serrano  
cerrado  
Matorrales de Condalia buxifolia.  
Bosques mixtos de Lithraea molleoides y Celtis australis.  
Grupo Flourensia campestris Kageneckia lanceolata (1).  
Vachellia- Acalypha type (C).  
Cantero et al., 2017  
Giorgis et al., 2017  
Cantero et al., 2021  
Cabido et al., 2018  
Natale et al., 2020  
Schinopsis marginata/Ruprechtia apetala community (1).  
Acacia caven mountain Chaco shrubland (1.2).  
Bosque chaqueño secundario abierto.  
Arbustal chaqueño cerrado.  
E
Estepa arbustiva abierta.  
Suárez & Vischi 1997  
Matorral serrano  
abierto  
Matorrales de Condalia buxifolia.  
Zeballos et al., 2014  
Vachellia- Acalypha type (C).  
Giorgis et al., 2017  
Natale et al., 2020  
Zeballos et al., 2021  
Arbustal chaqueño abierto.  
Jarava pseudoichu/Vachellia caven open savanna (2.1).  
Acalypha variabilis/Nassella cordobensis scrubland (2.2).  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla 4.1. Continuación  
Tipos florísticos principales descriptos  
Publicación  
F
Matorrales de Polylepis.  
Cabido & Acosta, 1985  
Funes & Cabido, 1995  
Matorral  
subandino  
Alianza 1 – Comunidad a.  
Alianza 1 – Comunidad b.  
Polylepis australis – Deyeuxia hieronymi sub-Andean  
Cabido et al., 2018  
forest and shrubland (1.4).  
G
Pajonales de Festuca hieronymi.  
Galera, 1979  
Pajonal fino con  
arbustos  
Pajonales de Pyracantha angustifolia.  
Grupo de Aristida mendocina - Setaria leucopila (2).  
Zeballos et al., 2014  
Cantero et al., 2017  
Giorgis et al., 2017  
Festuca-Cantinoa type (B).  
Vachellia- Acalypha type (C).  
Jarava pseudoichu/Vachellia caven open savanna (2.1). Zeballos et al., 2021  
Acalypha variabilis/Nassella cordobensis scrubland.  
(
2.2).  
H
Pajonales de Festuca hieronymi.  
Galera, 1979  
Pajonal fino sin  
arbustos  
Pajonal-pastizal de Festuca hieronymi y Festuca lilloi  
Cabido et al., 1985  
(
3).  
Pastizal de Deyeuxia hieronymi (4).  
Festuca medium height grassland (3).  
Deyeuxia grassland (4).  
Cabido et al., 1987  
Cabido et al., 1989  
Pastizal de Deyeuxia hieronymi.  
Pastizal de Stipa filiculmis y Stipa tenuissima.  
Pastizal de Stipa neesiana var sublaevis.  
Pajonal de Festuca lilloi.  
Dry-grasslands  
Tall-grasslands  
Acosta et al., 1991  
Cantero et al., 2001  
Nodo de Deyeuxia hieronymi.  
Nodo de Festuca hieronymi.  
Nodo de Stipa filiculmis.  
Deyeuxia hieronymi tussock grassland (4).  
Festuca tucumanica tussock grassland (7).  
Cingolani et al., 2003  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla 4.1. Continuación.  
H
Festuca-Piptochaetium (A).  
Festuca-Cantinoa (B).  
Giorgis et al., 2017  
Pajonal fino sin  
arbustos (cont.)  
Pastizal de altura cerrado y abierto.  
Pajonal de Poa stuckertii (6).  
Poa tall grassland (6).  
Natale et al., 2020  
Cabido et al., 1985  
Cabido et al., 1987  
Cabido et al., 1989  
Cantero et al., 2001  
I
Pajonal grueso  
Pajonales de Paspalum.  
Nodo de Paspalum quadrifarium y Eleocharis montana.  
Nodo de Poa stuckertii.  
Poa stuckertii tussock grassland (2).  
Cingolani et al., 2003  
Natale et al., 2020  
Cabido et al., 1985  
Pastizal de altura cerrado y abierto.  
J
Césped de Muhlenbergia peruviana (2).  
Césped  
Césped de Alchemilla pinnata y Festuca circinata (5).  
Césped de Alchemilla pinnata y Eleocharis albibracteata  
(
7).  
Muhlenbergia short grassland (2).  
Alchemilla-Festuca-Carex turf (5).  
Alchemilla-Eleocharis turf (7).  
Cabido et al., 1987  
Cabido et al., 1989  
Césped de Alchemilla pinnata.  
Césped de Muhlenbergia peruviana.  
Comunidad de Eleocharis dombeyana y Hordeum  
stenostachys.  
Comunidad de Bouteloua megapotamica y Gomphrena  
pulchella.  
Turfs.  
Acosta et al., 1991  
Cantero et al., 2001  
Nodo de Muhlenbergia peruviana.  
Nodo de Eleocharis dombeyana.  
Nodo de Pycreus rivularis y Eleocharis albibracteata.  
Nodo de Rhynchospora brownii y Scirpus giganteus.  
Nodo de Festuca circinata.  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla 4.1. Continuación.  
J
Eleocharis albibracteata - Alchemilla pinnata lawn (1).  
Alchemilla pinnata lawn with P. stuckertii (3).  
Alchemilla pinnata lawn with Carex fuscula and Muhlenbergia  
peruviana (5).  
Cingolani et al., 2003  
Césped  
(
Cont.)  
Muhlenbergia peruviana lawn (6).  
Alchemilla pinnata lawn with Festuca tucumanica (8).  
Mallín.  
Natale et al., 2020  
Cabido et al., 1989  
K
Comunidad de Bouteloua megapotamica y Gomphrena  
pulchella.  
Pastizal arbustivo  
ralo  
Alianza 1 – Comunidad b.  
Alianza 1 – Comunidad c.  
Alianza 3 – Comunidad f.  
Alianza 3 – Comunidad g.  
Funes & Cabido, 1995  
Grupo Digitaria sanguinalis - Eleusine indica - Borreria spinosa.  
Festuca-Piptochaetium (A).  
Cantero et al., 2017  
Giorgis et al., 2017  
Zeballos et al., 2021  
Cantero et al., 2021  
Acalypha variabilis/Nassella cordobensis scrubland (2.2).  
Schizachyrium salzmannii var. aristatum/Sisyrinchium  
unguiculatum community (2.1).  
Bonamia sericea var. sericea/Schizachyrium spicatum  
community (2.2).  
L
Pastizal-pedregal de Sorghastrum pellitum y Stipa flexibarbata  
Cabido et al., 1985  
Pastizal  
con roca  
(1).  
Sorghastrum and Stipa stony grassland (1).  
Cabido et al., 1987  
Cabido et al., 1989  
Pastizal de Deyeuxia hieronymi.  
Pastizal de Sorphastrum pellitum.  
Pastizal-pedregal de Sorghastrum pellitum y Stipa flexibarbata.  
Dry-grasslands.  
Acosta et al.,1991  
Alianza 1 – Comunidad c.  
Alianza 2 – Comunidad d.  
Alianza 2 – Comunidad e.  
Funes & Cabido, 1995  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla 4.1. Continuación.  
L
Nodo de Stipa juncoides y Sorghastrum pellitum.  
Cantero et al., 2001  
Cingolani et al., 2003  
Pastizal  
con roca  
Deyeuxia hieronymi tussock grassland (4).  
Festuca tucumanica tussock grassland (7).  
(
Cont.)  
Festuca-Piptochaetium type (A).  
Festuca-Cantinoa type (B)  
Giorgis et al., 2017  
Cabido et al., 1985  
M
Pastizal-pedregal de Sorghastrum pellitum y Stipa  
flexibarbata (1).  
Afloramiento con  
pedregal  
Sorghastrum and Stipa stony grassland (1).  
Cabido et al., 1987  
Funes & Cabido, 1995  
Cingolani et al., 2003  
Alianza 2 – Comunidad d.  
Stipa juncoides - Sorghastrum pellitum - M. peruviana  
stony grassland (9).  
N Pavimento de  
erosión  
Pastizal-pedregal de Sorghastrum pellitum y Stipa  
flexibarbata (1).  
Cabido et al., 1985  
Sorghastrum and Stipa stony grassland (1).  
Cabido et al., 1987  
Stipa juncoides - Sorghastrum pellitum - M. peruviana  
Cingolani et al., 2003  
stony grassland (9)  
REFERENCIAS  
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GALERA, F. M. 1979. Estudio Ecológico de la Estepa Serrana en las Sierras  
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2
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una plantación de Pinus taeda L. (Pinaceae) y un matorral serrano (Cuesta  
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Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
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Composición de especies leñosas en comunidades invadidas en montañas  
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Trithrinax campestris (Arecaceae) in central Argentina. Veg. Classif. Surv.  
2
: 5.  
https://doi.org/10.3897/VCS/2021/59384  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
APÉNDICE 5. Distribución de los puntos de campo en los sistemas  
serranos.  
Tabla A5.1. Cantidad de puntos de campo correspondientes a cada unidad  
de vegetación localizados en cada sistema serrano (N = 792 = 452 sitios de  
trabajos previos + 340 parcelas de control de campo). En cada celda se  
incluye arriba la cantidad de puntos de campo y abajo, entre paréntesis, la  
frecuencia (%, aproximado a números enteros) con respecto al total de la  
columna y al total de la fila (a la izquierda y derecha de la barra,  
respectivamente). En la primera columna se indica la letra con la que se  
denominó a cada unidad de vegetación, y con un subíndice, la clase del  
mapa final en la cual quedó incluida. En la segunda columna el nombre de  
la unidad (abreviado en algunos casos). Las ausencias se indican con un  
guión.  
1Clases del mapa final: 1 Bosques nativos, 2 Bosques exóticos, 3 Matorrales,  
4
Pajonales, 5 Céspedes, 6 Pastizales con roca y/o suelo desnudo, 7  
Roquedales.  
Tabla A5.1.  
Unidades de  
vegetación  
Come-  
Grandes chingones  
Norte  
13  
Chicas  
47  
Pocho-G  
24  
Total  
134  
A
1
Bosque  
serrano  
33  
(9 / 25)  
25  
(7 / 93)  
11  
(3 / 21)  
29  
(8 / 26)  
25  
(7 / 26)  
22  
(6 / 88)  
17  
(5 / 32)  
39  
17  
(17 / 13)  
2
(2 / 7)  
19  
(19 / 37)  
9
(9 / 8)  
10  
(10 / 10)  
3
(3 / 12)  
5
(18 / 10) (25 / 35) (37 / 18)  
B
1
2
Bosque  
subandino  
Bosque  
-
-
-
27  
52  
C
1
21  
(11 / 40)  
24  
-
exótico  
Matorral  
cerrado  
(1 / 2)  
28  
D
3
22  
(38 / 25) (13 / 21) (34 / 20)  
16 37 10  
(22 / 16) (19 / 38) (15 / 10)  
112  
98  
25  
53  
64  
E
3
Matorral  
abierto  
F
3
Matorral  
subandino  
Pajonal fino  
c/arbustos  
Pajonal fino  
s/arbustos  
Pajonal  
-
2
-
25  
(13 / 47)  
15  
-
4
G
4
4
(3 / 4)  
2
(3 / 3)  
(6 - 8)  
(2 / 9)  
8
(8 - 13)  
3
H
(8 - 23)  
-
(11 - 61)  
21  
I
4
grueso  
Césped  
-
1
-
12  
-
-
(6 / 88)  
(3 / 13)  
24  
46  
J
5
29  
4
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
(
1 / 2)  
11  
(6 - 26)  
10  
(5 / 18)  
(8 / 63)  
19  
(5 / 35)  
(4 / 9)  
10  
(10 / 18)  
K
6
Pastizal arb-  
ralo  
5
(15 / 20)  
(8 / 9)  
55  
41  
34  
L
6
Pastizal con  
roca  
31  
(9 / 76)  
33  
(9 / 97)  
27  
(7 / 100)  
10  
(10 / 24)  
1
-
-
-
-
-
-
M
7
Afloramiento  
con pedregal  
Pavimento  
de erosión  
Total  
(1 / 3)  
N
7
-
74  
-
-
65  
-
27  
792  
191  
361  
101  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
1
Apéndice 6. Superficies de cada clase del mapa final por franja altitudinal.  
2
Tabla A6.1. Superficie (km ) de cada clase (o grupo de clases) del mapa final en cada  
franja altitudinal, para la totalidad de la superficie de las Sierras de Córdoba. En la  
segunda línea de cada celda, entre paréntesis, se indica la proporción (%) ocupada por  
cada clase en relación al total de la superficie ocupada por cada franja (dato indicado al  
final de cada columna) y al total de la superficie ocupada por dicha clase (dato indicado  
al final de cada fila). Los valores están aproximados al número entero más cercano en el  
2
caso de la superficie (km ) y al décimo más cercano en el caso de las proporciones (%). El  
2
signo + indica < 0,5 en el caso de la superficie (km ) y < 0,05 en el caso de las  
proporciones (%). El guión indica ausencia. En la última fila se indica la proporción (%) de  
superficie ocupada por cada franja, y en la última columna la proporción (%) de  
superficie ocupada por cada clase en la totalidad del área de estudio. Las dos clases  
correspondientes a zonas inundables (9-10) se agruparon en una única fila, al igual que  
las cuatro clases correspondientes a zonas urbanas (12-15).  
2
Tabla A6.2. Superficie (km ) de cada clase correspondiente a las zonas urbanas del mapa  
final, en cada franja altitudinal. El contenido de la tabla de debe interpretar de la misma  
manera que en el caso de la Tabla A6.1.  
2
Tablas A6.3-A6.7. Superficies (km ) de cada clase correspondiente a cada franja  
altitudinal para los cinco sistemas serranos por separado. El contenido de las tablas de  
debe interpretar de la misma manera que en el caso de la Tabla A6.1.  
1Clases del mapa final: 1 Bosques nativos, 2 Bosques exóticos, 3 Matorrales, 4 Pajonales,  
5
9
Céspedes, 6 Pastizales con roca y/o suelo desnudo, 7 Roquedales, 8 Cuerpos de Agua,  
-10 Zonas inundables asociadas a lagos, 11 Cultivos, 12 Zonas urbanas con vegetación  
leñosa, 13 Zonas urbanas con vegetación herbácea, 14 Zonas urbanas con un mosaico de  
edificaciones y vegetación, 15 Zonas urbanas totalmente edificadas.  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A6.1. Sierras de Córdoba en su totalidad.  
Piso  
Serrano  
Piso de  
Piso  
Subandino  
Transición  
900  
901-1300  
496  
1301-1700  
1701-2300  
>2300  
Clase1  
1
Total  
1868  
%
1273  
66  
31  
2
5,5  
(
(
5,8 / 68,1)  
(6,3 / 26,5)  
(3,2 / 3,5)  
(2,2 / 1,7)  
(0,3 / 0,1)  
2
3
4
5
6
7
8
110  
0,5 / 30,7)  
208  
(2,7 / 58,0)  
40  
+
+
359  
1,1  
(2,0 / 11,2)  
(+ / 0,1)  
(+ / +)  
8533  
3305  
(42,2 / 26,5)  
429  
(20,9 / 3,4)  
143  
(10,1 / 1,1)  
53  
(8,7 / 0,4)  
12463 36,9  
(
39,0 / 68,5)  
1191  
5,4 / 27,5)  
1844  
(23,6 / 42,6)  
759  
(37,0 / 17,5)  
380  
(26,8 / 8,8)  
157  
(26,0 / 3,6)  
4331  
388  
5143  
656  
103  
36  
12,8  
1,1  
(
83  
114  
(1,5 / 29,4)  
77  
53  
61  
(
0,4 / 21,3)  
(3,7 / 19,8)  
(3,7 / 13,7)  
(10,1 / 15,8)  
2603  
1224  
(15,6 / 23,8)  
580  
(28,3 / 11,3)  
533  
(37,6 / 10,4)  
202  
(33,6 / 3,9)  
15,2  
1,9  
(
11,9 / 50,6)  
101  
0,5 / 15,4)  
54  
(0,7 / 8,3)  
94  
277  
(19,5 / 42,3)  
128  
(21,3 / 19,6)  
(
(4,6 / 14,4)  
102  
0,5 / 98,8)  
1
+
+
+
0,3  
(
(
(+ / 1,2)  
(+ / +)  
(+ / +)  
(+ / +)  
9-10  
36  
+
-
-
-
-
-
0,1  
0,2 / 99,1)  
(+ / 0,9)  
1
1
7378  
512  
(6,5 / 6,5)  
2
+
7892  
512  
23,4  
1,5  
(
33,8 / 93,5)  
(0,1 / +)  
(+ / +)  
1
2-15  
442  
69  
1
-
(
2,0 / 86,2)  
21851  
(0,9 / 13,5)  
(0,1 / 0,3)  
Total  
%
7829  
23,2  
2049  
6,1  
1419  
4,2  
603  
1,8  
33751  
100  
100  
64,7  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A6.2. Zonas urbanas.  
Piso  
Serrano  
Piso de  
Transición  
Piso  
Subandino  
900  
901-1300  
35  
1301-1700  
1701-2300  
>2300  
Clase1  
Total  
243  
%
1
1
1
1
2
3
4
5
206  
46,7 / 85,0)  
1
-
-
-
-
-
-
-
-
47,3  
(
(51,3 / 14,6)  
(62,5 / 0,4)  
29  
8
+
37  
175  
57  
7,3  
34,2  
11,1  
100  
(
6,7 / 79,1)  
(10,9 / 20,2)  
(17,6 / 0,7)  
154  
34,8 / 87,9)  
21  
+
(
(
(30,5 / 12,0)  
(14,6 / 0,1)  
52  
5
+
11,7 / 86,2)  
(7,3 / 13,5)  
(5,3 / 0,3)  
Total  
%
442  
69  
1
-
-
-
-
512  
100  
86,2  
13,5  
0,3  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A6.3. Sierras del Norte. No se incluyen los pisos de transición y subandino porque  
no están presentes en este sistema serrano.  
Piso  
Serrano  
900  
901-1300  
Clase1  
1
Total  
211  
%
203  
3,8 / 96,0)  
8
3,8  
(
(2,7 / 4,0)  
2
3
4
5
6
7
8
3
+
3
2843  
371  
27  
0,1  
50,7  
6,6  
0,5  
30,7  
1
(
0,1 / 99,1  
2685 158  
50,7 / 94,4) (50,3 / 5,5)  
(+ / 0,9  
(
355  
6,7 / 95,6  
16  
(5,2 / 4,4)  
(
26  
1
(
0,5 / 96,1)  
1592 128  
30,1 / 92,6) (40,8 / 7,4)  
(0,3 / 3,9)  
1720  
59  
(
58  
1
(
1,1 / 98,5)  
(0,3 / 1,5)  
+
-
+
+
(
+ / 100)  
9
-10  
-
-
-
-
1
1
352  
6,7 / 99,7)  
1
353  
17  
6,3  
0,3  
100  
(
(0,3 / 0,3)  
1
2-15  
17  
0,3 / 100)  
5291  
-
(
Total  
%
313  
6
5604  
100  
94  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A6.7. Sierras Chicas. No se incluye la última franja del piso subandino porque no  
está presente en este sistema serrano.  
Piso  
Serrano  
Piso de  
Transición  
Piso  
Subandino  
900  
901-1300  
1301-1700  
1701-2300  
Clase1  
1
Total  
662  
%
514  
137  
10  
(3,3 / 1,6)  
+
8,4  
(
(
8,5 / 77,6) (9,6 / 20,8)  
(0,3 / +)  
2
3
4
5
6
7
8
48 15  
0,8 / 72,4) (1,0 / 22,3)  
2236 662  
37,0 / 75,1) (46,2 / 22,3) (21,8 / 2,4) (21,2 / 0,2)  
252 388 157 17  
4,2 / 30,9) (27,1 / 47,7) (48,9 / 19,3) (50,9 / 2,1)  
24 36 25  
0,4 / 27,0) (2,6 / 40,1) (7,7 / 27,6) (14,0 / 5,3)  
335 140 54  
5,6 / 62,8) (9,8 / 26,2) (16,8 / 10,1) (13,3 / 0,8)  
4
+
67  
2975  
814  
90  
0,8  
38,0  
10,4  
1,1  
(1,1 / 5,3)  
(+ / +)  
70  
7
(
(
5
(
(
(
(
(
5
534  
16  
6,8  
13  
2
1
+
0,2  
0,2 / 83,9) (0,1 / 10,8)  
(0,2 / 5,0)  
(0,2 / 0,4)  
51  
+
+
-
-
-
-
51  
0,7  
0,8 / 99,1)  
(+ / 0,8)  
(+ / +)  
9
-10  
15  
+
-
15  
0,2  
0,3 / 99,2)  
(+ / 0,8)  
1
1
2284  
8
+
2292  
313  
29,3  
4,0  
(
37,8 / 99,6) (0,6 / 0,4)  
(+ / +)  
1
2-15  
268  
44  
1
(
4,4 / 85,8)  
(3,0 / 14)  
(0,2 / 0,2)  
Total  
%
6041  
77.2  
1433  
18.3  
321  
4.1  
34  
7829  
100  
100  
0.4  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A6.5. Sierras de Pocho-Guasapampa. No se incluye el piso subandino porque no  
está presente en este sistema serrano.  
Piso  
Serrano  
Piso de  
Transición  
900  
901-1300  
1301-1700  
Clase1  
1
Total  
211  
%
120  
90  
1
6,3  
(
7,7 / 56,7) (5,0 / 42,8)  
(8,7 / 0,4)  
2
3
4
5
6
7
8
1
1
+
2
2021  
400  
5
0,1  
60,0  
11,9  
0,1  
(
+ / 28,2)  
(0,1 / 71,3)  
(0,1 / 0,5)  
1171  
845  
5,2  
(
74,8 / 57,9) (47,1 / 41,8) (48,5 / 0,3)  
67 329 3,2  
4,3 / 16,8) (18,4 / 82,4) (30,2 / 8,8)  
(
2
3
+
(
(
(
0,1 / 33,5) (0,2 / 64,9)  
(0,7 / 1,6)  
143 198  
9,1 / 41,8) (11,0 / 57,9) (11,1 / 0,3)  
1
342  
24  
6
10,1  
0,7  
9
15  
+
0,6 / 36,9) (0,8 / 62,8)  
(0,7 / 0,3)  
6
-
-
-
-
-
-
0,2  
(
0,4 / 100)  
9
-10  
3
3
0,1  
(
0,2 / 100)  
1
1
40  
308  
347  
7
10,3  
0,2  
(
(
2,5 / 11,4) (17,1 / 88,6)  
1
2-15  
3
3
0,2 / 50,3) (0,2 / 49,7)  
Total  
%
1564  
46,4  
1793  
53,2  
11  
3368  
100  
100  
0,4  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A6.6. Sierras Grandes  
Piso  
Serrano  
Piso de  
Transición  
Piso  
Subandino  
900  
901-1300  
1301-1700  
1701-2300  
>2300  
Clase1  
1
Total  
562  
%
302  
194  
39  
(3,5 / 6,9)  
27  
(2,5 / 4,7)  
2
6,8  
(
11,5 / 53,6) (6,5 / 34,4)  
(+ / 0,3)  
2
3
4
5
6
7
8
23 110  
0,9 / 15,5) (3,7 / 72,9) (1,5 / 11,4)  
17  
+
+
151  
1,8  
(
(+ / 0,2)  
(+ / +)  
1573  
1343  
594  
255  
337  
90  
(8,6 / 2,7)  
32  
(6,9 / 1,0)  
3294 39,9  
1412 17,1  
(
59,9 / 47,8) (44,9 / 40,8) (22,8 / 7,7)  
115  
260  
106  
(
(
4,4 / 8,2) (19,9 / 42,0) (30,2 / 23,9) (24,8 / 18,4) (22,6 / 7,5)  
13  
0,5 / 6,8)  
48  
42  
38  
55  
196  
2,9  
(1,6 / 24,4) (3,8 / 21,5) (3,6 / 19,4) (11,7 / 27,9)  
311  
496 355 382 149  
1693 20,5  
(
11,9 / 18,4) (16,6 / 29,3) (31,7 / 21,0) (36,5 / 22,6) (31,8 / 8,8)  
9
18  
(0,6 / 3,9)  
70  
250  
125  
472  
22  
5,7  
0,3  
0,1  
3,5  
1,7  
(
0,3 / 1,8)  
(6,3 / 14,9) (23,8 / 52,9) (26,6 / 26,4)  
21  
1
+
+
+
(
0,8 / 96,2)  
(+ / 3,7)  
(+ / 0,1)  
(+ / +)  
(+ / +)  
9
-10  
10  
+
-
-
-
-
-
10  
(
(
(
0,4 / 97,9)  
(+ / 2,1)  
1
1
125  
164  
2
+
291  
143  
4,7 / 42,8) (5,5 / 56,4)  
122 20  
4,6 / 85,2) (0,7 / 14,2)  
(0,2 / 0,7)  
(+ / 0,1)  
1
2-15  
1
-
(0,1 / 0,5)  
Total  
%
2624  
31,8  
2988  
36,2  
1118  
13,6  
1047  
12,7  
468  
5,7  
8246 100  
100  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022  
A. M. Cingolani et al. - Mapa de vegetación de las montañas de Córdoba (Apéndices)  
Tabla A6.7. Sierras de los Comechingones.  
Piso Piso de  
Serrano  
Piso  
Subandino  
Transición  
1301-1700  
900  
901-1300  
1701-2300  
>2300  
Clase1  
1
Total  
222  
%
135  
66  
15  
(2,6 / 7,0)  
5
+
2,6  
(
(
2,1 / 61,0) (5,1 / 29,8)  
(1,3 / 2,0)  
(0,3 / 0,2)  
2
3
4
5
6
7
8
24 81  
0,5 / 25,4) (6,2 / 60,1) (3,3 / 14,4)  
20  
+
+
135  
1,6  
(+ / 0,1)  
(+ / +)  
869 297 98  
46  
20  
1331 15,3  
1333 15,3  
(
13,7 / 65,3) (22,8 / 22,3) (16,4 / 7,4) (13,6 / 3,4) (14,9 / 1,5)  
401 517 261 103 51  
6,3 / 30,1) (39,7 / 38,8) (43,7 / 19,6) (30,4 / 7,7) (37,6 / 3,8)  
(
17  
26  
10  
10  
7
71  
855  
86  
23  
7
0,8  
9,8  
1,0  
0,3  
0,1  
(
(
(
0,3 / 24,6) (2,0 / 37,2) (1,7 / 14,1) (3,1 / 14,6)  
(4,9 / 9,4)  
221 262 171 147  
3,5 / 25,9) (20,2 / 30,7) (28,6 / 20,0) (43,4 / 17,2) (39,4 / 6,3)  
54  
13  
19  
23  
27  
4
0,2 / 15,0) (1,4 / 21,7) (3,9 / 26,9) (8,1 / 32,0)  
(2,8 / 4,5)  
23  
0,4 /  
+
+
+
+
(
(+ / 99,9)  
(+ / 0,1)  
(+ / +)  
(+ / +)  
9
-10  
7
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
(
0,1 / 100)  
1
1
4577  
31  
4608 52,9  
(
72,3 / 99,3) (2,4 / 0,7)  
1
2-15  
31  
2
33  
0,4  
(
0,5 / 94,9)  
(0,1 / 5,1)  
Total  
%
6330  
72,7  
1302  
14,9  
599  
6,9  
338  
3,9  
136  
1,6  
8704  
100  
100  
Bol. Soc. Argent. Bot. 57 (1) 2022