conocimiento ecológico aSociado a laS PrácticaS  
SilvoPaStorileS en la región chaqueña Semiárida  
(Santiago del eStero, argentina)  
ecological Knowledge aSSociated with SilvoPaStoral PracticeS in  
the Semi-arid chaco region (Santiago del eStero, argentina)  
1
Enrique Roger *  
Summary  
Background and aims: Traditional Ecological Knowledge is part of the cultural heritage  
1
. Jardín Botánico “Lucas D. Roic”.  
of the human groups inhabiting the semi-arid Chaco region. Until now such knowledge  
has not been studied in its silvopastoral context, an important socio-economic activity  
in the region. The aim of this work was to analyze current local ecological knowledge  
in the aforementioned context, and to identify, characterize and value the plant  
species involved.  
Facultad de Ciencias Forestales,  
Universidad Nacional de Santiago  
del Estero, Argentina. Av. Núñez  
del Prado (Costanera Norte)  
1
335, Capital, Santiago del Estero.  
M&M: The study was carried out in the northeast of Santiago del Estero province  
Argentina.  
(Argentine). There, with prior informed consent, interviews were conducted with 55  
people selected through the “snowball” technique. In addition, ethnobotanical walks  
were carried out in which the ethnographic aspects related to silvopastoral practices  
were recorded. In turn, ecological environments were characterized, and the social,  
cultural and productive context was analyzed. The silvopastoral valuation index was  
constructed to rank hierarchically the species mentioned by the interviewees.  
Results: Information related to the main characteristics of the social and productive  
system, the practices that ecological knowledge guided, the plant and animal species  
involved in this context, management strategies, forms of provision, contributions by  
environmental units and local valuation of the species are presented. The value of  
local flora in traditional silvopastoral systems is discussed.  
*
eroger@unse.edu.ar  
Citar este artículo  
RꢀꢁER, E. 2020. Conocimiento  
ecológico asociado a las prácticas  
silvopastoriles en la Región  
Chaqueña Semiárida (Santiago del  
Estero, Argentina). Bol. Soc. Argent.  
Bot. 55: 661-679.  
Conclusions: The results of this research show the importance of ecological knowledge  
in the main local socio-productive practice, which can be useful for management  
strategies of plant diversity conservation.  
Key wordS  
Traditional ecological knowledge, silvopastoral practices, semi-arid Chaco.  
reSumen  
Introducción y objetivos: El Conocimiento Ecológico Tradicional forma parte del  
patrimonio cultural de los grupos humanos que habitan la región chaqueña semiárida.  
Hasta el presente no se lo había estudiado en el contexto silvopastoril, actividad  
socio-económica de importancia en la región. El objetivo del trabajo fue analizar el  
conocimiento ecológico actual en el contexto mencionado, e identificar, caracterizar y  
valorar las especies vegetales involucradas.  
M&M: El estudio se realizó en el noreste de la provincia de Santiago del Estero  
(Argentina). Allí, previo consentimiento informado, se hicieron entrevistas a 55  
personas seleccionadas a través de la técnica “bola de nieve”. Además, se hicieron  
caminatas etnobotánicas en las que se registraron los aspectos etnográficos  
relacionados con las practicas silvopastoriles. A su vez, se caracterizaron los  
ambientes ecológicos, y se analizó el contexto social, cultural y productivo. Se  
construyó el índice de valoración silvopastoril para valorar jerárquicamente las  
especies mencionadas por los entrevistados.  
Resultados: Se presenta información relacionada con las principales características  
del sistema social y productivo, las prácticas que el conocimiento ecológico orientó,  
las especies vegetales y animales involucradas en este contexto, estrategias de  
manejo, formas de provisión, aportes por unidades ambientales y valoración local  
de las especies. Se discute el valor de la flora local en los sistemas silvopastoriles  
tradicionales.  
Conclusiones: Los resultados de esta investigación dejan constancia de la importancia  
del conocimiento ecológico en la principal práctica socio-productiva local, que puede  
ser útil al momento de definir estrategias de manejo y conservación de la diversidad  
vegetal.  
Recibido: 24 ꢀct. 2020  
Aceptado: 11 Feb. 2020  
Publicado en línea: 10 Dic. 2020  
Publicado impreso: 20 Dic. 2020  
Editora: Norma Hilgert  
PalabraS clave  
Conocimiento ecológico tradicional, prácticas silvopastoriles, Chaco semiárido.  
ISSN versión impresa 0373-580X  
ISSN versión on-line 1851-2372  
661  
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020  
introducción  
El Conocimiento Ecológico Tradicional es  
uno de los aspectos esenciales de los estudios  
etnobiológicos y/o etnoecológicos. Ha sido definido  
como “un cuerpo acumulativo de conocimientos,  
creencias y prácticas, que evoluciona a través de  
procesos adaptativos y que es transmitido por vías  
culturales entre generaciones, que incluyen las  
relaciones entre los seres humanos con su medio  
ambiente” (Berkes, 1999). Este conocimiento es  
único y propio para cada grupo humano, en el cual  
se ponen en práctica criterios de selección y toma de  
decisiones de diversa índole y constituye el acervo Fig. 1. Interacción personas-ambiente y su  
integración mediante el Conocimiento Ecológico  
Tradicional.  
cultural y la identidad de los pueblos (Calle, 1996;  
Riat, 2015), está basado en la experiencia popular,  
y se desarrolla en el marco de la cultura local  
(Fig. 1). En la Argentina en general, y en la región  
chaqueña en particular, numerosas investigaciones su objetivo central es la producción pecuaria. Este  
etnoecológicas y etnobotánicas han abordado y modelo requiere que se reduzca significativamente  
recopilado parte del patrimonio cultural y popular la cubierta forestal para incrementar el desarrollo de  
en la compleja relación personas-ambientes.  
las pasturas implantadas, por mayor disponibilidad  
El Gran Chaco Americano es el ecosistema de luz solar. Es poco frecuente que se realicen  
más importante de Sudamérica luego de la selva conjuntamente con forestaciones comerciales.  
Amazónica (Hueck & Seibert, 1972; Perovic et al., Este modelo se introdujo desde principios de  
2
008), y es un sitio de diversidad étnica y cultural, siglo, conjuntamente con el traslado de la frontera  
en el que habitan variadas poblaciones originarias agro-ganadera desde la región pampeana central  
y también criollas, que datan de tres, cuatro o más hacia la región chaqueña (Gasparri et al., 2002;  
generaciones (Gordillo & Leguizamón, 2002). Gran Paruelo et al., 2005; Volante et al., 2005; Vallejos  
parte de este ambiente se encuentra en territorio et al., 2014). Por otro lado, en modelos a menor  
argentino, donde se divide en tres subregiones, escala o “tradicionales”, el bosque nativo es el  
siendo el Distrito Chaqueño Occidental o Semiárido principal proveedor de beneficios, en los que se  
una de ellas, ubicada hacia el centro norte del país combinan la ganadería y la actividad forestal (Tabla  
(Cabrera, 1971). En esta región, la ganadería y la 1). Esta estrategia de uso del ambiente forma  
explotación forestal constituyen actividades básicas parte del patrimonio cultural rural, puesto que se  
de la economía rural (Sarmiento, 1963), por lo que ha adoptado desde la etapa colonial, cuando se  
la producción silvopastoril tradicional es una de las produjo la introducción del ganado a mediados  
principales estrategias sociales y productivas entre del siglo XVIII (Saravia Toledo, 1998). Este modo  
las poblaciones criollas o campesinas (Guzmán tradicional de subsistencia requiere la utilización de  
et al., 2012). En términos técnicos, los sistemas los recursos disponibles de los bosques nativos, y  
silvopastoriles son una variante de los sistemas define un modo de vida característico (Buliubasich  
agroforestales, en los que especies vegetales leñosas & González, 2009; Leake, 2010).  
interactúan en asociaciones espacio-temporales,  
con especies animales, en una misma unidad se mantiene un profundo conocimiento sobre  
productiva. el ambiente (Venencia et al., 2012; Jiménez-  
Para desarrollar estas prácticas tradicionales,  
En Santiago del Estero, los sistemas Escobar & Martínez, 2019), que desde un enfoque  
silvopastoriles se desarrollan de dos maneras etnocientífico, se ha llamado Conocimiento  
posibles. Por un lado, en producciones a grandes Ecológico Tradicional. Este conocimiento local  
escalas o en modelos “comerciales”, basados en se corporiza en prácticas y discursos relacionados  
el monocultivo de gramíneas palatables, ya que con el uso y manejo de los recursos ambientales  
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E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero  
Tabla 1. Cuadro comparativo de los componentes, elementos, aportes e importancia porcentual  
hipotética de los componentes en modelos silvopastoriles locales. Nota: la presunción de importancia  
hipotética se elaboró a partir de la observación personal del investigador y de las apreciaciones  
de los colaboradores y se relaciona con las superficies y tiempo destinado a cada componente.  
Importancia porcentual  
Componente  
Elementos  
Aportes  
Tradicional  
hipotética  
Tradicional  
Herbáceas  
anuales o  
perennes),  
naturales o  
implantadas  
Comercial  
Comercial  
Tradicional Comercial  
Gramíneas  
forrajeras,  
por lo general  
implantadas  
(
Forraje y  
autoconsumo  
Agrícola  
Pecuario  
Forraje  
10  
40  
45  
45  
Ganado mayor.  
Por lo general,  
una única  
Ganado mayor  
y menor.  
Carne, leche,  
huevos, cuero,  
grasa  
Por lo general,  
carne  
Diverso  
especie y raza  
Forraje, madera  
(
venta y  
Ocasionalmente  
Bosque, con  
reducción intensa  
de la cubierta  
forestal  
Bosque nativo,  
leñosas y  
autoconsumo), forraje y servicio  
Forestal  
medicinas,  
protección,  
energía,  
ambiental  
(sombra para  
los animales)  
50  
10  
herbáceas  
entre otros.  
(Hurrell et al., 2015). El interés por conocer el se han intensificado los estudios etnocientíficos,  
funcionamiento de estos sistemas en regiones áridas con numerosas contribuciones referidas al empleo  
o semiáridas se ha incrementado recientemente, local de los recursos ambientales y en distintos  
debido a la fragilidad de los ambientes, contextos o por distintos grupos sociales. Sin  
la multiplicidad de beneficios que ofrecen, la embargo, hasta el presente, no se pudo identificar  
necesidad de conservación de las especies, la algún estudio dedicado al tema que nos ocupa,  
importancia biocultural, los aspectos sociales e siendo acotado y fragmentario el aporte respecto  
históricos y la cosmovisión de los pueblos que a la diversidad vegetal y las prácticas productivas  
los manejan, entre otros aspectos (Muiño, 2010; en el manejo silvopastoril tradicional local. Por lo  
Moreno-Calles et al., 2013, 2014). Las etnociencias tanto, este trabajo tuvo el propósito de analizar el  
aportan las pautas metodológicas para la evaluación estado actual del conocimiento ecológico local en  
de esos sistemas de conocimiento, en relación a el contexto silvopastoril, e identificar, caracterizar  
la identificación y uso de los recursos y también y valorar jerárquicamente las especies vegetales  
en su carácter evolutivo (Albuquerque, 1999; involucradas.  
Albuquerque & Medeiros, 2013; Hurrell et al.,  
2
019). Por su parte, también han sumado interés los  
estudios que relacionan el manejo de los bosques, materialeS y métodoS  
con el conocimiento que poseen las comunidades  
que viven en ellos, por lo que el uso asignado a las Área de estudio  
plantas por una comunidad es una representación  
El estudio se desarrolló en la región chaqueña  
de las peculiaridades culturales, ideológicas y semiárida de Argentina, en la provincia de  
tecnológicas de un grupo humano (Bates, 1985).  
Santiago del Estero, departamento Copo, ubicado  
En Santiago del Estero, provincia ubicada en en el norte de la provincia siendo el tercero en  
2
el centro de la región chaqueña semiárida, desde superficie (5 % del total provincial, 12.600 km ).  
fines de la década de 1990 y principios de 2000 Limita al norte con las provincias de Chaco y  
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Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020  
Salta, al este con la provincia de Chaco, al oeste el punto de vista fitogeográfico, el área de estudio  
con el río Salado y al sur con el departamento se ha incluido en la región del “Parque Chaqueño  
Alberdi. La capital administrativa es Monte Occidental” (Ragonese & Castiglioni, 1970),  
Quemado. En el extremo noreste del departamento “Distrito Chaqueño Occidental” (Cabrera, 1971),  
Copo se encuentra el Parque Nacional Copo, y “Chaco seco” (Burkart et al., 1999) “Chaco seco” y  
sus áreas provinciales de amortiguamiento: el una pequeña porción en “Chaco Húmedo” (Brown  
Parque Provincial Copo y la Reserva Provincial et al., 2006) o “Bosque de xerófitas con Schinopsis  
Copo. Por su valor de conservación, estas áreas lorentzii (Oyarzabal et al., 2018). La formación  
protegidas son sitios representativos de la región vegetal característica se compone de bosques  
chaqueña semiárida, en las que se han desarrollado cerrados de “quebracho colorado santiagueño”  
numerosas investigaciones científicas en el ámbito Schinopsis lorentzii (Griseb.) Engl. y “quebracho  
de la biología y la ecología.  
blanco” Aspidosperma quebracho-blanco Schltdl,  
El área de estudio de este trabajo incluyó en tres estratos arbóreos, arbustos en distintos  
los alrededores del Parque Nacional Copo, niveles de altura, comunidades de herbáceas y  
abarcando el “Parque Provincial Copo”, enredaderas, epífitas y musgos (Ledesma, 2009;  
la “Reserva Provincial Copo” y la “Colonia Palacio & Roger, 2016).  
Pampa de los Guanacos” (Fig. 2). La ubicación  
Para caracterizar la vegetación se tuvo en cuenta  
geográfica aproximada es: 26° 5´ S, 61° 54´ O y la lo señalado por los entrevistados, las referencias  
superficie total del área de estudio es de 171.267 bibliográficas consultadas, el relevamiento de la  
hectáreas. El sitio se encuentra en la subregión vegetación in situ y el análisis de las imágenes  
de los antiguos cauces del río Juramento-Salado, digitales. Se definieron cuatro unidades de  
atravesada por paleocauces inactivos arenosos y vegetación, que se describen a continuación.  
carente de cuerpos naturales de agua superficial  
Bosque: unidad cuyas especies dominantes son  
(
Basualdo, 1981; Chebez, 2012). El clima es de árboles, asociadas a un sotobosque dominado por  
tipo subtropical, marcadamente estacional, con arbolitos, arbustos y demás formas biológicas.  
temperatura promedio anual superior a 18 °C, Por lo general, se ubican las zonas más altas. Este  
y precipitaciones entre 500 y 800 mm anuales ambiente normalmente es conocido como “monte”  
(
Torres Bruchman, 1981; Tálamo, 1999). Desde (Fig. 3A).  
Fig. 2. Ubicación del área de estudio, alrededores del Parque Nacional Copo, Departamento Copo,  
Provincia de Santiago del Estero, Argentina.  
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E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero  
Arbustal: como su nombre lo indica, está Riat, 2015; Torrico Chalabe & Trillo, 2015; Trillo,  
dominada por arbustos, con un estrato arbóreo 2016), descendientes en su mayoría de los primeros  
formado por ejemplares dispersos y de poca altura. habitantes, que arribaron a principios del siglo XX,  
Son comunes en los suelos bajos que acumulan en busca de trabajo en los “obrajes madereros”. Éstos,  
agua durante el período de lluvia. Localmente una vez que se asentaban en el lugar, iban adoptando  
llamado “fachinal” o “bajo” (Fig. 3B).  
una economía de subsistencia, basada en la ganadería  
Pastizal: formación compuesta predominante- y el aprovechamiento forestal (Di Lullo, 1937;  
mente por gramíneas y otras herbáceas. Carecen Bilbao, 1965; Basualdo, 1981).  
de cobertura arbórea, pero pueden estar asociados  
En esta región, la ganadería comenzó su desarrollo  
a arbustales de baja cobertura o parches arbustivos a mediados del siglo XVIII, cuando se estableció la  
aislados. Se desarrollan por lo general sobre Reducción Jesuita de San José de Petacas, en la actual  
paleocauces. En la zona se los denominan “abras” o ciudad San José del Boquerón (Furlong, 1936; Di  
caños” (Fig. 3C). Lullo, 1949). Por su parte, a decir de Saravia Toledo  
Área modificada: unidades de vegetación propias (1998) la cría de ganado doméstico en la región  
de suelos alterados por acción antrópica. Existen chaqueña semiárida de laArgentina, se habría iniciado  
distintos tipos; periferias de asentamientos humanos, en la provincia de Santiago del Estero, unos 1500  
alrededores de obras viales, represas (Fig. 3D), años antes de la conquista, cuando se criaban llamas  
canales de riego, áreas de cultivos agrícolas (Fig. 3E), (Lama glama) para la provisión de lana y carne, y  
borde de caminos y rutas, entre otros.  
tenía un lugar especial en la economía de la época,  
Estas unidades suelen involucrar diferentes estados a través del “caravaneo” (González, 1977; Tartusi  
de la sucesión vegetal, asociados a factores físicos & Nuñez Regueiro, 1993). Por ello, la actividad  
(por ejemplo, incendios) por lo que pueden variar en silvopastoril (como modo particular de vida) se puede  
espacio y tiempo.  
analizar desde la etnobotánica y la etnoecología, dado  
que involucra prácticas socio-culturales de antaño,  
legadas entre generaciones (Roger, 2017).  
Contexto social, cultural y productivo  
Tal como sucede en otras regiones argentinas  
y del Chaco Americano, la población local es Metodología  
de tipo “campesino” o “criollo” (Scarpa, 2012;  
El trabajo de campo se realizó entre junio  
Fig. 3. Diversidad de ambientes en el área de estudio. A: Bosque. B: Arbustal. C: Pastizal. D: Área  
modificada (represa). E: Área modificada (cultivo).  
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Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020  
de 2012 y julio de 2017. Previo consentimiento encuentran dentro de su área de distribución natural  
informado con la población local (I.S.E., 2006), u original -histórica o actual-, resultado de procesos  
se aplicaron estrategias usuales de la botánica y naturales sin intervención humana) (Sérsic, 2015),  
la etnobotánica. Se realizaron entrevistas abiertas e introducida (especies presentes en un área dada,  
y semiestructuradas y caminatas etnobotánicas. cuya presencia se debe a la introducción intencional  
Para la selección de los colaboradores se utilizó o accidental, como consecuencia de las actividades  
la técnica “bola de nieve” (Alexiades & Sheldon, humanas) (reformulado de Richardson et al., 2000).  
1
996; Bernard, 2000; Villasante et al., 2002 Para valorar jerárquicamente las especies se  
Albuquerque et al., 2014). En total se entrevistaron construyóelíndicedevaloraciónsilvopastoril(IVS)  
5 personas, 44 varones (80 %) y 11 mujeres (20 que focalizó sobre el número de etnocategorías  
), cuyas edades oscilaron entre los 31 y los 80 sobre el total de categorías, y el número de  
5
%
años. La toma de datos culminó cuando el 10 % menciones de una especie en cada categoría de uso.  
final de los interlocutores no aportó información Para la confección de este índice se tuvieron en  
nueva o significativa” sobre las especies vegetales, cuenta antecedentes como el de Palacio (2007) o  
alcanzando así la “saturación teórica” (Palacio, Scarpa (2007), aunque enfocado exclusivamente en  
007). La información obtenida fue registrada en la actividad silvopastoril, y cuya finalidad es la de  
2
cuaderno de campaña y en medios audiovisuales. analizar el valor asignado a las plantas reconocidas  
Durante las entrevistas y caminatas se observó en ese contexto.  
y caracterizó el sistema socio-productivo, y se  
Las categorías etnobotánicas se definieron  
hicieron registros fotográficos al respecto. Los por interpretación del investigador (categoría  
principales temas abordados con los interlocutores ética) a partir de la información brindada en las  
fueron el tipo de ganado que se cría en la zona, las entrevistas, en: forrajera, veterinaria, postes y  
prácticas de manejo silvopastoril que involucran varillas, combustible, construcción rural, cercos  
especies vegetales y sus categorías de uso actual, verdes o secos, infraestructura ganadera, carretas  
nombres comunes, partes empleadas y la forma de o partes de carretas, utensilios varios, floculante,  
provisión.  
insectífuga, sustancias (látex, taninos o resinas),  
Asimismo, se recolectaron muestras botánicas de servicio ambiental, y tóxica.  
las especies empleadas en el contexto silvopastoril,  
que se acondicionaron de acuerdo a las técnicas  
usuales y una vez identificadas, se depositaron en  
el herbario del Jardín Botánico de la Facultad de  
Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de  
Santiago del Estero (FCF). Para la identificación de  
Siendo: Ivs: Índice de valoración silvopastoril;  
Cat i: número de categorías de la especie i; N  
las especies se consultó bibliografía especializada, cat: total de categorías de uso;  
Cat i: número de  
y se consultó con especialistas. Para el tratamiento menciones de la especie i en cada categorías de uso;  
taxonómico, asignación de nombres científicos, y N Cat ij: número total de menciones de todas las  
hábito y origen se recurrió a la consulta en bases especies en cada categoría.  
de datos digitales (dándole prioridad según el  
A modo de ejemplo, Prosopis nigra (Griseb.)  
orden de mención) (Flora Argentina, 2020; The Hieron. var. nigra, “árbol negro” o “algarrobo  
Plant List, 2020; Trópicos, 2020). Se confeccionó negro”, la especie de mayor índice en este  
una tabla con las plantas vasculares mencionadas, estudio, fue citada por los entrevistados en 11  
ordenadas alfabéticamente de acuerdo a familia etnocategorías, con 139 menciones totales por  
botánica y nombre científico. Se adicionó, además, categoría de uso (52 menciones como forrajera, 26  
forma biológica, origen geográfico y categorías poste, 20 combustible, 12 construcciones rurales y  
etnobotánicas en las que se mencionaron las cercos, 5 infraestructura ganadera y construcción de  
especies. Las formas biológicas se definieron en: carretas, 2 veterinaria, 2 sombra, 2 tóxica, y 1 cabo  
árbol, arbusto, sufrútice o subarbusto, hierba, de herramientas) o Aloysia scorodonioides (Kunth)  
trepadora y otra (Dimitri 1974; Hurrell, 2006; Cham, “palo ángel”, “poleo del campo”, entre las  
Cabanillas & Hurrell, 2012). Para el origen de menor valoración, sólo citada en dos ocasiones,  
geográfico se indicó: nativa (plantas que se en una única categoría de uso (forrajera).  
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E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero  
reSultadoS  
El principal sistema socio-productivo de la zona  
naturales, y con forrajes comprados o cultivados en  
los “piquetes”.  
La cría de animales tiene propósitos de generación  
es el silvopastoril tradicional. Las condiciones de ingresos por venta y para autoconsumo. El  
climáticas desfavorables (altas temperaturas, producto más común en la comercialización es la  
períodos prolongados sin lluvias) hacen que la carne, y para ese fin se venden los animales vivos o  
agricultura sea una actividad de interés menor. faenados. Se producen, además, leche y derivados,  
Ésta se practica a escala reducida, en pequeños huevos, plumas, cuero y grasas (éstas últimas suelen  
lotes de cultivos de forrajes para el ganado (avena, utilizarse en medicinas caseras y también se venden  
maíz, sorgo, cucurbitáceas, entre otros), para como productos medicinales o alimenticios).  
autoconsumo o venta (cucurbitáceas, cítricos) o de  
plantas medicinales y/u ornamentales en los jardines la ganadería se obtienen casi exclusivamente de  
contiguos a las viviendas. los bosques nativos. Éstos proporcionan forrajes,  
La actividad forestal y los recursos para sostener  
La ganadería incluye el manejo de una (aunque algunas especies pueden resultar tóxicas  
o varias especies animales, en su mayoría de para el ganado) y principios activos que se utilizan  
origen euroasiático: Caprino (Capra aegagrus en la medicina veterinaria tradicional. Los bosques  
hircus), llamado “cabra” o “chiva” y “majada” al proporcionan la materia prima para producir bienes  
conjunto de estos animales, sin importar el número diversos. El sistema de aprovechamiento forestal  
que los constituya. Las razas más comunes son es el típico para la región, utilizando herramientas  
“Anglo Nubian” y “Sanen”, y en menor frecuencia manuales (motosierras, hachas, machetes y palas)  
“Boer”. Bovino (Bos taurus), “vaca” (hembra), y traslado interno en carros o vehículos de porte.  
“toros” (macho) o “buey” al toro castrado al año Entre los productos obtenidos se mencionan postes  
y medio de edad. En su mayoría son del tipo y varillas (entre otros productos forestales, como  
Criollo” o “Bagual” (localmente denominado durmientes, rodrigones o tirantes), combustibles  
Pampa”) y esporádicamente de razas mejoradas (leña y carbón) para comercialización o uso propio;  
como “Braford”. Porcino (Sus scrofa domesticus), también se utilizan las especies para construcciones  
chancho” o “cerdo”, cuya importancia relativa rurales rústicas, utensilios varios (por ejemplo,  
se ha incrementado en los últimos años, debido cabo de herramientas), construcción de corrales  
a la demanda para la venta de las crías llamadas y cercos, infraestructura ganadera, fabricación de  
“lechón”. Equino (Equus caballus), en su mayoría carretas, entre otros (Fig. 4A). La venta de madera  
caballos” y “yeguas”, pero también “burros” también genera ingresos monetarios, por venta a los  
(
Equus asinus) y “mulas” (E. asinus × E. caballus), aserraderos instalados en las principales ciudades  
que en general se los llama “yeguarizos” o (Los Pirpintos, Pampa de los Guanacos, El Caburé,  
ieguarizos”. Se utilizan para actividades de carga Monte Quemado).  
y/ o transporte, solitarios o en carros. Algunas Entre las prácticas silvopastoriles más comunes,  
personas se esfuerzan en su cría y cuidado ya que el corral es una construcción rústica cercada cuya  
se emplean como caballos de carrera, en encuentros finalidad es el resguardo de los animales durante el  
tradicionales llamados “cuadreras”. Ovino (Ovis período libre de pastoreo. Consisten en alambrados  
aries), “oveja” (hembra) y “carnero” (macho). con postes provenientes casi exclusivamente de  
Sus crías, los “corderos” son comercializados para especies nativas, por lo general de “quebracho” en  
consumo y representan un menú muy valorado entre “palo a pique”. Una variante particular e ingeniosa  
la población. También aportan lanas. Predomina la son los corrales bajo sombra de árboles grandes  
raza “Criolla”. Entre las Aves de corral, “gallinas”, (“algarrobo”, Prosopis spp.; “guayacán”, Libidibia  
gallos” y “pollos” (Gallus gallus domesticus), paraguariensis; “mistol”, Ziziphus mistol; “morera”,  
patos” (Anas platyrhynchos), “gansos” (Anser Morus alba; “quebracho”, Schinopsis balansae,  
anser) y “pavos” (Meleagris sp.) son las especies Schinopsis lorentzii), que diversifica los beneficiosos  
más comunes, y en menor frecuencia se crían “suris” ambientales aportando sombra, protección, y  
o “ñandúes” (Rhea americana).  
provisión natural de frutos y hojas (Fig. 4B).  
El tipo de ganadería es de “cría”, y se alimentan  
El cerco, piquete o potrero, es un terreno de  
en el interior de los bosques prediales con forrajes no más de tres hectáreas destinado al cultivo a  
667  
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020  
Fig. 4. Algunas prácticas de manejo silvopastoril local. A: Aprovechamiento forestal, apilado de materia  
prima para la elaboración de productos madereros. B: Corral de ramas bajo sombra de “quebracho”. C:  
Cerco de “chaguar”. D: Cerco de ramas. E: Recolección de gramíneas para alimentación animal. F: “Troja”  
para almacenamiento de “maíz”.  
pequeña escala, ya que las condiciones ambientales espinosas (Bromelia spp., cactáceas) (Fig. 4C) a  
y de riego son limitantes. Se cultivan gramíneas los que denominan “cercos vivos” o con ramas  
o herbáceas (“avena”, Avena sativa; “maíz”, Zea secas de varias especies, apiladas entre postes de  
mays; “sorgo”, Sorghum bicolor; cucurbitáceas, “quebracho” o de “algarrobo” conocidos como  
etc.). Son comúnmente rectangulares o circulares “cercos de ramas” (Fig. 4D), a veces pueden ser  
y se delimitan mediante plantación de especies combinados. Además, suele llamarse “cerco” o  
668  
E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero  
pequeño cerco” a los jardines peridomésticos, tapan con plásticos o ramas, y se entremezclan  
donde se cultivan plantas ornamentales, medicinales ramas y hojas de algunas especies insectífugas  
o alimenticias. Las clausuras, son sitios donde como “paico” (Dysphania ambrosioides) o “hierba  
crecen forrajes naturales y que se protegen a modo lucero” (Pluchea sagittalis), para evitar el ataque y  
de cerco para evitar el pastoreo en distintas épocas daños de insectos. La quemazón: en esta práctica se  
y permitirlo cuando se considera necesario. El queman intencionalmente pequeñas superficies del  
desarbustado”, que consiste en la eliminación terreno (preferentemente pastizales) para favorecer  
de árboles pequeños y arbustos del sotobosque, el rebrote y posterior ramoneo de gramíneas  
manteniendo sólo los árboles grandes, a fin de forrajeras, que son sólo palatables con este accionar  
incrementar el desarrollo de pasturas palatables, por (“aibe”, Elionurus muticus; “pluma de indio”  
mayor ingreso de luz solar. Se realiza en pequeñas Pappophorum pappiferum). Otra práctica que  
superficies. La recolección, mediante la cual, se se pudo observar en este aspecto, consiste en el  
cosechan forrajes para abastecer a los animales en apilado y quema controlada de algunas cactáceas,  
los corrales, se realiza en el cerco o a campo. Se con lo que se eliminan o atenúan las espinas,  
recolectan frutos de las especies forestales nativas mejorando su valor forrajero.  
(
“algarrobo”, Prosopis spp; “chañar”, Geoffroea  
decorticans; “claveles del aire” Tillandsia spp.; están relacionadas al ámbito silvopastoril local  
mistol”, Ziziphus mistol; “tuna”, Opuntia ficus- (56 familias y 134 géneros) (Anexo). Diez  
Se encontró que unas 180 especies vegetales  
indica; “tusca”, Vachellia aroma) y es muy familias concentraron el 59 % del total de plantas  
común la recolección de gramíneas forrajeras silvopastoriles: Amaranthaceae, Asteraceae,  
desde banquinas, bordes de caminos, o pastizales Bromeliaceae, Cactaceae, Euphorbiaceae,  
naturales, que se amontonan en carros y se trasladan Fabaceae, Malvaceae, Poaceae, Solanaceae y  
hasta los corrales (Fig. 4E). El almacenamiento: Verbenaceae, siendo Fabaceae la que presenta  
la conservación de frutos para alimentación del mayor cantidad de referencias etnobotánicas (Fig.  
ganado se hace efectiva en silos denominados 5). Las especies forrajeras (131), veterinarias (53)  
trojas”, construidos con madera de “quebrachos”, y tóxicas (48) son las más diversas y las que mayor  
algarrobos” o “guayacán” y otras especies con consenso tuvieron en el relato de los interlocutores.  
diámetros más finos que sirven para el “quinchado”,  
por ejemplo “ancoche” (Vallesia glabra) o “suncho” Cactaceae, Fabaceae, Poaceae y Solanaceae, por su  
Baccharis salicifolia) (Fig. 4F). Las trojas se aporte en riqueza específica.  
Entre las familias forrajeras se destacan  
(
Fig. 5. Diversidad taxonómica de géneros, especies y etnocategorías silvopastoriles. Referencias: AMA  
(
(
Amarantaceae), AST (Asteraceae), BRO (Bromeliaceae), CAC (Cactaceae), EUF (Euphorbiaceae), FAB  
Fabaceae), MAL (Malvaceae), POA (Poaceae), SOL (Solanaceae), VER (Verbenaceae).  
669  
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020  
Entre las plantas de interés “etnoveterinario”, que realza el valor del bosque en un sentido  
la mayoría de las familias inclu una, dos o tres amplio. Con esto se demuestra la importancia  
especies a excepción de Fabaceae (6), Solanaceae del ecosistema desde un punto de vista holístico,  
(
5), Apocynaceae (4) y Asteraceae (4), mientras que podría ser utilizado para el abordaje de las  
que en relación a las especies tóxicas para estrategias de conservación, teniendo en cuenta  
el ganado, la información obtenida coincide todos los elementos considerados “recursos” por  
ampliamente con los antecedentes consultados. la comunidad local.  
Es preciso señalar que, en algunos casos las  
Por su parte, la unidad “bosque” y “áreas  
especies tóxicas pueden ser también forrajeras, modificadas son las que mayores proporciones  
de acuerdo a la época del año, por ejemplo, de especies silvopastoriles resguardaron.  
sacha poroto” (Cynophalla retusa) o “malvón” Estas unidades contienen mayor riqueza de  
(
Sida cordifolia).  
especies, principalmente plantas forrajeras. La  
Por su parte, las especies combustibles, cercos unidad “pastizal” por su parte, es la que menor  
y de construcción ocupan marcadamente la proporción de especies presentó para cada  
atención de la población, lo que se puede categoría. Las plantas tóxicas son más frecuentes  
relacionar con los ingresos que generan por ventas en áreas modificadas y arbustal, mientras que  
o por la cobertura de las necesidades productivas. las veterinarias abundan en todas las unidades, a  
El resto de las categorías se mencionó con poca excepción del “pastizal”, con moderado aporte.  
frecuencia.  
Según su forma de provisión, las especies mayor riqueza en las demás categorías (Fig. 6).  
involucradas en el contexto silvopastoril se El Índice de Valoración Silvopastoril (IVS)  
Por su parte “bosque” y “arbustal” ofrecieron la  
obtienen principalmente de los ambientes mostró una mayor preponderancia hacia  
naturales, pero también se cultivan en cercos las leñosas, y sólo dos especies del género  
o se adquieren en comercios de la zona. Las Prosopis alcanzaron los valores más elevados.  
plantas herbáceas concentraron mayor cantidad En el intervalo 74-40 del índice se incluyen  
de especies silvopastoriles, seguidas de arbustos nueve especies leñosas, confirmando una  
y árboles. Según su origen geográfico, el 89 % consideración por parte de los interlocutores  
de las especies fue de origen nativo (Tabla 2). hacia esta forma biológica. En el intervalo  
Cabe aclarar, que algunas especies se obtienen de 39-10 se mantiene la dominancia de árboles  
los ambientes naturales o también son cultivadas y arbustos (37 especies), pero comienzan a  
(
por ejemplo “gaton pan” (Panicum maximum), incluirse las demás formas biológicas. En las  
maíz”, entre otras.). últimas consideraciones aparecen el resto de las  
Por lo expuesto, para este tipo de sistemas especies con preponderancia de las herbáceas  
socio-productivos, tanto las especies herbáceas debido a la frecuencia de especies que agrupa esa  
como las leñosas tienen un rol destacado, categoría (Fig. 7).  
Tabla 2. Diversidad de especies involucradas en las prácticas silvopastoriles locales, según origen y  
forma de provisión.  
Diversidad de especies  
Forma biológica  
Hierba  
Nativa  
66  
47  
23  
18  
6
Introducida  
Cultivada o comprada  
Porcentaje  
41,67  
27,22  
13,33  
10,56  
3,33  
9
2
1
1
0
0
3
1
4
0
0
0
Arbusto  
Árbol  
Subarbusto  
Trepadora  
Otras  
7
3,89  
670  
E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero  
Fig. 6. Diversidad de especies en cada etnocategoría, según unidades de vegetación.  
Fig. 7. Índice de valoración silvopastoril (IVS) de las especies según forma biológica por intervalos.  
Las herbáceas y en particular las gramíneas, su parte, especies de gran importancia forrajera,  
tuvieron baja frecuencia de menciones, a pesar de como “alfa” no se encuentran entre los forrajes  
que si se tiene en cuenta su interés agronómico, preferidos por los colaboradores. Si bien, reconocen  
pueden ser las más favorables para la alimentación sus virtudes forrajeras, la baja valoración estaría  
animal. Especies cultivadas o naturalizadas como relacionada con la imposibilidad de cultivarla, por  
maíz” o “gatonpan” alcanzaron alta frecuencia las condiciones ambientales e infraestructura de  
de menciones por parte de los entrevistados. Por riego desfavorables.  
671  
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020  
diScuSión  
2014, Trillo, 2016; Martínez & Jiménez-Escobar,  
017; Jiménez-Escobar, 2019) y es un valioso  
2
En Argentina, sistemas cultural-socio- aporte para el conocimiento de la “etnoflora” de  
productivos similares al descripto en este trabajo la región.  
se han referenciado en otras regiones geográficas  
Diez familias botánicas concentraron casi el  
y en especial en la región chaqueña. En el área 60 % del total de plantas silvopastoriles, entre las  
de estudio, por lo general, los predios están que se destaca Fabaceae, al ser la que presenta  
claramente delimitados y alambrados, a diferencia mayor cantidad de especies y mayor consenso de  
de lo citado por Scarpa (2012) y Jiménez-Escobar referencias etnobotánicas. Con esto, se acentúa  
&
Martínez (2019), para Formosa y Catamarca, la importancia económica y cultural de las  
respectivamente, en que los animales deambulan “Leguminosas” en la provincia, señalada también  
en campos comuneros en los que no existen en otros estudios etnobotánicos locales (Togo et  
límites jurídicos formales.  
al., 1990; Roic et al., 1999; Carrizo et al., 2002,  
La mayoría de los entrevistados (80 %) fueron 2005, entre otras obras).  
hombres mayores de 40 años, con lo cual se  
El consenso de referencias mencionadas para  
asume que entre las razones es que éste grupo las especies forrajeras, veterinarias y tóxicas,  
genérico es el que desempeña prioritariamente puede explicarse de acuerdo al valor local que  
la actividad silvopastoril (Penco Martín & se asigna a la ganadería, también expresado en  
Gordón Vázquez, 2003), en contraste con otras Scarpa (2007) y Riat (2015), resultados que  
actividades sociales y productivas locales como reafirman el interés en el saber de estos recursos  
la del telar, en la que las mujeres suelen ser las por parte de los pobladores locales.  
principales poseedoras de los saberes tradicionales  
Las familias forrajeras más destacadas en  
(
Palacio, 2007). La totalidad de los colaboradores riqueza específica, se habían señalado como tal en  
manifestó que los conocimientos aportados fueron Scarpa (2007) Carrizo & Palacio (2010), Palacio et  
trasmitidos oralmente por miembros familiares de al. (2011), Carrizo & Palacio (2013). Por su parte,  
generaciones precedentes.  
fue escaso el valor forrajero para Asteraceae (1  
Muchas de las prácticas tratadas aquí han sido sola especie mencionada), a diferencia de algunos  
mencionadas entre los antecedentes consultados, antecedentes regionales consultados (Scarpa,  
como, por ejemplo, la quema de cactáceas 2007; Carrizo & Palacio, 2010; Jiménez-Escobar  
(
Morello & Saravia Toledo, 1959) que son & Martínez, 2019). Freire & Molina (2009),  
manifestación de la vigencia de las prácticas de informaron que las Asteraceae poseen bajo valor  
antaño en la actualidad. forrajero, razón por la cual suelen abundar en  
El número de especies implicadas en el ámbito pastizales palatables.  
silvopastoril local es acorde con lo señalado  
Las plantas de interés “etnoveterinario”  
por Cerón (1996), quien expresó que, entre los representaron el segundo grupo en orden de  
grupos étnicos latinoamericanos, el número de importancia, y para el cual no se habían registrado  
plantas útiles oscila entre 120 a 650 especies. Por antecedentesenlaprovinciadeSantiagodelEstero.  
su parte, en sistemas análogos, se ha registrado Martínez & Luján (2011) señalaron a Asteraceae  
el empleo de 204 especies en comunidades de como una familia de importancia veterinaria por  
Argentina (Jiménez-Escobar, 2019), 262 especies la riqueza de especies empleadas con este fin en la  
en Ecuador (García Cruzatty et al., 2008) o 283 provincia de Córdoba (Argentina).  
especies en México (Trujillo et al., 2003), entre  
otros antecedentes.  
Especies tóxicas como, “gramilla” (Cynodon  
dactylon), “hediondilla” (Cestrum parquii),  
A su vez, el listado de especies silvopastoriles “malvón”, “romerillo” (Baccharis coridifolia),  
encontradas en esta investigación complementa y “sacha naranjo” (Anisocapparis speciosa) o  
amplía la información previa reportada en otros “sacha sandía” (Sarcotoxicum salicifolium),  
estudios del chaco semiárido (Scarpa, 2000, mencionadas aquí con frecuencia, han sido  
2
007, 2012; Carrizo & Palacio, 2010, 2013; señaladas en numerosas fuentes bibliográficas  
Martínez & Luján, 2011; Palacio et al., 2011, debido a la presencia de principios activos  
020; Riat, 2012; Suárez, 2014; Trillo et al., nocivos para los animales (Ragonese, 1956;  
2
672  
E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero  
Ragonese & Milano, 1984; Boelcke, 1992; misionera argentina, el 60% de la flora relevada  
Luchetti, 2001; Hurrell & Bazzano, 2003; Barboza constituye un recurso útil para la población.  
et al., 2006; Krapovickas & Tolaba, 2012). El  
Entre los aspectos que distinguen las prácticas  
nivel de toxicidad es, al parecer, variable según silvopastoriles tradicionales, se han observado  
la época del año, o bien, solo algunas partes de la similitudes con lo estudiado en otras regiones del  
planta son tóxicas mientras que otras no lo son. país. Según Scarpa (2000, 2007, 2012) y Córdoba  
Esa condición es reconocida por los pobladores. & Camardelli (2018), la “ganadería criolla” actual  
En algunos casos las especies pueden ser tóxicas y es una modalidad de uso de los recursos naturales,  
también forrajeras, de acuerdo a la época del año, heredada de la ganadería tradicional española y  
por ejemplo, “sacha poroto” o “malvón”.  
adaptada al bosque chaqueño, con baja inversión  
Las áreas “bosque” y “arbustal” ofrecieron la en infraestructura y aprovechando los recursos  
mayor riqueza en las demás categorías, con lo que que ofrece el bosque. Por su génesis común,  
se coincide con Keller (2007) en que la unidad de las formas actuales de producción silvopastoril  
vegetación de mayor estructura vertical, es la que campesina, replican en forma análoga las prácticas  
reúne mayor riqueza de plantas útiles.  
de manejo en ese contexto. En Santiago del  
El escenario actual de degradación de los Estero, en particular, poblaciones que no tienen  
recursosnaturalesylanecesidaddesuconservación aparente conexión entre sí, realizan prácticas y  
plantea diversos desafíos, para los cuales se poseen discursos y conocimientos muy similares.  
ha considerado necesario conocer la biología, Incluso, es posible observar pautas comunes que  
ecología y distribución de los recursos, pero incluyen a variadas comunidades campesinas e  
también los aspectos etnobotánicos (Hernández indígenas de gran parte de Argentina e incluso de  
Bermejo & Muñoz, 1994). En ese sentido, la Latinoamérica (Scarpa, 2000, 2007, 2012; Ladio  
complejidad de los sistemas bioculturales requiere & Lozada, 2004; Vidaurre et al., 2006; Muiño,  
de la ayuda de instrumentos metodológicos que 2010; Martínez & Luján, 2011; Riat, 2012, 2015;  
permitan comprender su dinámica, al menos, en Califano & Echazú, 2013; Castañeda Sifuentes  
forma parcial. Entre ellas, los índices pueden ser et al., 2014; Torrico Chalabe & Trillo, 2015;  
útiles para interpretar las interacciones de los Ahumada & Trillo, 2017; Castillo & Ladio, 2017;  
humanos con su ambiente (Begossi, 1996). El Martínez & Jiménez Escobar, 2017; Palacio et al.,  
Índice utilizado en esta ocasión (IVS) mostró una 2020).  
mayor preponderancia hacia las leñosas y según  
Es por esto que, si bien la actividad silvopastoril  
Morello & Saravia Toledo (1959) el aporte de las campesina es heredada de la ganadería tradicional  
leñosas en estos sistemas ganaderos extensivos española y adaptada al ecosistema semiárido,  
es decisivo e imprescindible, ya que el ganado su implementación local incluye prácticas  
aprovecha estas especies, particularmente hojas y “globalizadas” no necesariamente constantes  
frutos, para el enriquecimiento de su dieta.  
según cada ambiente o sitio. Por esto, una misma  
En regiones semiáridas, el conocimiento de especie puede tener distintas menciones de uso  
la flora local y la empleada para algún propósito en sitios diferentes, tanto a nivel local como  
en particular pude ser muy importante como regional. En este caso particular, algunas especies  
herramienta para la planificación y gestión reconocidas en el noreste santiagueño como  
sustentable. Sin embargo, pocas investigaciones forrajeras, veterinarias, tóxicas o combustibles,  
han vinculado numéricamente ambos conceptos. no lo son en otros sitios locales o regionales, y  
En este caso, el 42 % de la flora local tiene viceversa. Por ello, el conocimiento ecológico  
aptitud silvopastoril, si se tiene en cuenta lo adquiere valor único y propio, según el grupo  
citado por Roger et al. (2019), donde se citaron humana que lo ostenta, y adquiere además carácter  
4
27 especies vasculares para la misma región. adaptativo y evolutivo, basado principalmente  
Por su parte, Castell-Puchades et al. (2016), en en las diferencias entre sitios ecológicos. Por  
Cuba, mencionaron que el 48 % de las especies esta razón sería conveniente la referencia de  
relevadas representó algún tipo de uso o valor “conocimiento ecológico local” por sobre  
para las comunidades estudiadas, o a nivel local, “conocimiento ecológico tradicional”, como  
Keller (2007) encontró que en la región de la selva habitualmente se lo menciona.  
673  
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020  
concluSioneS  
por su lectura crítica y sugerencias que permitieron  
mejorar sustancialmente este manuscrito. A la  
Por su valor ecológico, relacionado con la Facultad de Ciencias Forestales (Universidad  
conservación del bosque chaqueño semiárido, Nacional de Santiago del Estero), que brindó los  
el área de estudio fue y es un sitio elegido mediospararealizaresteestudio. Unagradecimiento  
frecuentemente para llevar a cabo investigaciones muy especial a los habitantes del área de estudio,  
en ciencias biológicas y/o ecológicas. Sin embargo, por su hospitalidad y generosidad para compartir  
esta investigación aportó el primer estudio local su tiempo y saberes, como así también por el  
desde una perspectiva etnoecológica, relacionado consentimiento para publicar los resultados de la  
con las prácticas sociales y económicas de la investigación.  
población.  
La actividad silvopastoril es la principal práctica  
socio-productiva entre los pobladores del área de bibliografía  
estudio. Éstos tienen conocimientos referidos a 180  
especies vegetales (42 % del total de la flora del AHUMADA, M. L. & C. TRILLO. 2017. Diversidad de  
lugar) lo que evidencia la importancia del bosque  
en las prácticas socio-económicas locales. Por su  
parte, ese conocimiento se expresa en los discursos,  
en las prácticas y en las estrategias productivas.  
especies naturalizadas del género Opuntia (Cactaceae)  
utilizadas por pobladores del norte de Córdoba  
La mayoría de las especies involucradas en las ALBUQUERQUE, U. P. 1999. La importancia de los  
practicas silvopastoriles son de origen autóctono,  
lo que resalta el valor de los bosques nativos, en el  
contexto de análisis.  
estudios etnobiológicos para el establecimiento de  
estrategias de manejo y conservación en las florestas  
tropicales. Biotemas 12: 31-47.  
Al centrarse en el conocimiento de los grupos  
https://doi.org/10.5007/%25x  
humanos en su relación con su entorno y los usos ALBUQUERQUE, U. P. & P. M. MEDEIROS. 2013. What  
asignados a las plantas, la etnoecología puede  
is evolutionary ethnobiology. Ethnobio. Conserv. 2:  
asistir a otras áreas científicas como la agronomía  
1-4. https://doi.org/10.15451/ec2013-8-2.6-1-04  
o la silvicultura, por su incidencia, por ejemplo, ALBUQUERQUE, U. P., R. F. P. LUCENA & N. L.  
en la elaboración de estrategias de conservación  
biológica y cultural. El conocimiento ecológico  
es importante desde un enfoque bio-ecológico,  
pues destaca la relación mutua de las poblaciones  
con su medio natural, y permite el desarrollo de  
estrategias productivas que son favorables para  
ALENCAR. 2014. Methods and techniques used to  
collect ethnobiological data. In: ALBUQUERQUE,  
U. P., R. F. P. LUCENA & L. V. F. CUNHA  
(eds.), Methods and techniques in ethnobiology and  
la diversidad biológica del sitio, a su vez que se ALEXIADES, M. N. & W. SHELDON. 1996. Selected  
mantienen aspectos culturales de la población.  
Además, documentar ese conocimiento puede  
ser útil para la revalorización y uso sostenible  
Guidelines for Ethnobotanical research. A  
Field Manual. The New York Botanical Garden  
Publication, New York, United States.  
de los recursos que aporta el bosque chaqueño BARBOZA, G. E., J. J. CANTERO, C. O. NÚÑEZ & L.  
semiárido.  
ARIZA ESPINAR (eds.). 2006. Flora medicinal de  
la provincia de Córdoba (Argentina). Pteridofitas y  
antofitas silvestres o naturalizadas. Museo Botánico  
de Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba.  
Córdoba, Argentina.  
agradecimientoS  
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