ISSN
Bol. Soc. Argent. Bot. 54 (4):
OBITUARIO
VICKI ANN FUNK
1947 - 2019
En la noche del 22 de octubre pasado falleció Vicki Funk, en Washington D.C., USA, a los 71 años de edad. Vicki (tal era su verdadero nombre y no un apodo por Victoria) nació el 26 de noviembre de 1947 en Owensboro, Kentucky. Allí pasó la mayor parte de su niñez y adolescencia, excepto por algunas estadías en bases de la Fuerza Aérea en Virginia, Texas y Ohio, dado que su padre era piloto de la fuerza aérea. Vicki asistió a la Murray State University en Murray, Kentucky, desde 1965 hasta 1969, cambiando su especialidad varias veces hasta decidirse por la biología. Durante la universidad, Vicki trabajó como consejera de campamentos, modelando, y haciendo paquetes en tiendas locales.
Después de graduarse, Vicki pasó más de dos años en Alemania trabajando a tiempo parcial y viajando. A su regreso, enseñó en escuelas secundarias durante un año y luego pasó un verano trabajando en la estación biológica Hancock en el lago Kentucky, donde se enamoró del trabajo de campo. Ingresó al programa de posgrado en biología de la Murray State University en el otoño de 1973, donde fue ayudante diplomado. Vicki obtuvo su maestría en el verano de 1975 bajo la asesoría de Marian Fuller, con un estudio florístico y geológico de ciertas áreas del condado de Kentucky. En 1975, Vicki fue a la Ohio State University, en Columbus, Ohio, para hacer su doctorado con Ron Stuckey. Pasó parte de ese verano estudiando plantas acuáticas, pero quedó cautivada con la botánica tropical y con la familia Compositae (nombre que Vicki prefería por sobre el nombre de Asteraceae). Así, comenzó un doctorado bajo la dirección de Tod Stuessy. De sus cinco años de doctorado, pasó casi un año colectando plantas en México, América Central y Colombia. Su tesis, The systematics of Montanoa Cerv. (Compositae), fue presentada en diciembre de 1980.
Durante la realización de su tesis, Vicki encontró un libro del entomólogo alemán Willi Hennig sobre cladismo que cambiaría para siempre su visión de la sistemática. Esta metodología ya estaba siendo empleada por zoólogos y paleontólogos en el American Museum of Natural History de New York. Así comenzó su búsqueda del uso de métodos cladísticos para ensamblar y analizar datos sistemáticos y estudiar la evolución de las plantas. Ello llevó a Vicki a convertirse en una verdadera pionera en el uso de la cladística dentro de la comunidad botánica. Después de trabajar durante algunos años en pequeños herbarios, Vicki realizó una pasantía postdoctoral en el New York Botanical Garden, donde estudió las Compuestas junto a Arthur Cronquist. Mientras estuvo en New York, Vicki pasaba un día a la semana en el American Museum para desarrollar experiencia con la comunidad cladística. Esta búsqueda fue alentada por Cronquist a pesar de que él estaba inmerso en los paradigmas dominantes de la época; las acaloradas discusiones que surgían entre él y Vicki se volvieron legendarias, aunque finalmente Cronquist aceptó las ideas del cladismo.
En octubre de 1981, Vicki fue contratada como curadora de Compuestas en el departamento de Botánica del National Museum of Natural History del Smithsonian Institution, cargo que ejerció por el resto de su vida. Allí centró sus esfuerzos de investigación en la flora de los Andes y, a sugerencia del botánico español José Cuatrecasas que trabajaba en el Smithsonian, comenzó a estudiar el género Werneria (Compositae). Así comenzaron sus numerosas expediciones a distintos puntos de los Andes, dado que la mayoría de las especies de Werneria crecen en sus elevaciones, cerca de los 5000 metros de altura. El estudio de
665
Bol. Soc. Argent. Bot. 54 (4) 2019
este género siempre apasionó a Vicki, pudiendo concluir recientemente la revisión sistemática, que será publicada en la revista Smithsonian Contributions to Botany. En 1986, Vicki aceptó colaborar con el Programa del Smithsonian de la Flora de las Guayanas. Desde 1987, como directora de este programa, Vicki sostuvo un liderazgo intelectual, administrativo y financiero apoyando programas de investigación y de recolección de numerosos grupos de organismos desde pájaros y mamíferos hasta insectos y especialmente plantas, resultando en más de 60.000 nuevas colecciones y datos. Vicki creía firmemente que trabajar en el Smithsonian era un honor y un privilegio y, en consecuencia, se ofreció como voluntaria con energía, creatividad y dedicación para servir al museo y a la institución en múltiples proyectos.
Sus logros científicos son indiscutibles. Publicó más de 200 trabajos científicos y ha sido presidente de cuatro grandes sociedades biológicas: Society for Systematic Biologists
La carrera de Vicki siempre se destacó por la adopción de nuevas formas de pensamiento, por generar nuevas líneas de investigación, y por trabajar fuertemente en pos de sus objetivos con una gran capacidad organizativa. Tuvo un papel significativamente importante en el uso y desarrollo de la cladística en la botánica y en la biología en general, publicando numerosos trabajos, entre los que se destacan dos libros, uno publicado en 1981 editado con Daniel Brooks y el otro en 1983 con Norman Platnick, que sentaron las bases del uso generalizado del cladismo. Desarrolló enfoques innovadores en biogeografía cladística, influyendo sustancialmente en el desarrollo del campo de la biogeografía, particularmente en los sistemas insulares. A principios de la década de 1990, Vicki se unió a Warren Warner, otro botánico del Smithsonian, para organizar un simposio sobre el potencial de la filogenia en los estudios sistemáticos de la biota hawaiana. Este simposio derivó en un libro que desencadenó una avalancha de nuevos análisis filogenéticos y biogeográficos en islas.
A lo largo de su carrera, Vicki Funk se convirtió en una de las principales investigadoras del mundo sobre la sistemática y evolución de las Compuestas. El libro Systematics, Evolution and Biogeography of Compositae de Funk y colaboradores, publicado en 2009, es un ejemplo sobresaliente de investigación y de las habilidades de organización de Vicki y será un testimonio duradero de su legado y de su impacto en el campo de la botánica sistemática. Este tomo voluminoso, que reúne esencialmente a todos los investigadores mundiales de la familia, ganó la prestigiosa medalla Stebbins otorgada por la IAPT. Los trabajos de Vicki sobre la filogenia de las Compuestas han sido clave para desentrañar la sistemática de grupos complejos, delimitar tribus y subfamilias y comprender la evolución y biogeografía de la familia. Últimamente, Vicki estaba desarrollando numerosos datos moleculares de próxima generación (filogenómica) y nuevos métodos para generar una filogenia robusta de la familia Compositae. También participaba en la Global Genome Initiative (GGI), auspiciada por el National Museum of Natural History del Smithsonian, cuyo fin es recolectar la biodiversidad genómica de la Tierra, preservarla en los biorepositorios del mundo y ponerla a disposición de los investigadores de todas partes del mundo.
Además, Vicki ha sido uno de los líderes más efectivos de la botánica para abogar por la importancia crítica de las colecciones sistemáticas y para advertir sobre la continua pérdida de colecciones regionales. Ella apoyó fuertemente la protección de las colecciones de historia natural y del uso innovador de las mismas. En algunos de sus trabajos pone en evidencia los descubrimientos científicos que estuvieron basados en colecciones y que han cambiado la forma en que nos percibimos a nosotros mismos, a nuestro entorno, y a nuestro lugar en el universo. En 2014, Vicki recibió el premio Rolf Dahlgren, otorgado por la Royal Physiographic Society y la Academy for the Natural Sciences, Medicine and Technology de Suecia, por su compromiso con la investigación basada en colecciones, su trabajo sobresaliente y pionero en sistemática filogenética, y su uso de la filogenia molecular para comprender a la familia Compositae.
Aunque su salud estaba decayendo, Vicki decidió asistir al congreso nacional de Botánica de los Estados
666
Unidos en julio de 2019 en Tucson, Arizona, para ver a la comunidad botánica de su país y para asistir a la reunión de la IAPT. Si bien estaba sufriendo claramente el cáncer agresivo con el que había estado luchando desde diciembre de 2018, su pasión y creatividad fueron tan evidentes como siempre en la reunión, según cuentan asistentes a la misma. Al estilo típico de Vicki, su apoyo entusiasta a la idea de establecer un nuevo programa de subvenciones para apoyar a los pequeños herbarios fue decisivo para convencer al Consejo de la IAPT de que esta era una iniciativa importante.
En agosto de 2019, con el auspicio de ASPT, Vicki estableció la “Vicki Funk Fund for Graduate Student Research”, que comenzará en 2020 y ayudará a que jóvenes científicos trabajen en la sistemática de plantas. Su última aparición pública fue el 2 de octubre pasado cuando su discípula y amiga, la botánica Sandra Knapp, viajó a Washington D.C. para entregarle la prestigiosa medalla Linneo en nombre de la Linnean Society de Londres por su continuo servicio a las ciencias naturales.
Las líneas aquí escritas muestran que la carrera de Vicky se ha destacado por su fuerte influencia en la investigación, sus innovaciones en las formas tradicionales en las que hacemos botánica sistemática y biogeografía, por sus contribuciones consistentes y significativas a la nomenclatura, a la filogenia y a la taxonomía, y por el asesoramiento de jóvenes investigadores a los que ha logrado transmitir su pasión por la botánica. En este último aspecto, Vicki siempre sobresalió por su extrema generosidad al compartir ideas y colaboraciones, fomentando la capacitación de estudiantes de países en desarrollo, principalmente en América Latina, con un enfoque en las minorías subrepresentadas. Visitó Argentina en numerosas oportunidades, realizando viajes de campo principalmente a los Andes y a Patagonia, y participando como conferencista en las Jornadas Argentinas de Botánica. Vicki tuvo un papel decisivo para que el curso sobre nomenclatura botánica, dictado por los especialistas mundiales en nomenclatura, se realizara en nuestro país bajo el auspicio de la IAPT, previamente a las Jornadas Argentinas de Botánica de 2013. Cualquiera que haya sido parte de su grupo de investigación, se ha beneficiado con todo tipo de interacciones, desde el trabajo de campo, del cual Vicki era una apasionada, la investigación en el herbario, becas y pasantías, publicación de trabajos científicos y el aprendizaje de nuevos métodos. Como parte de su tarea, casi no hay lugar del mundo que Vicki no haya visitado, muchas veces acompañada por su esposo y compañero de vida, Jim Nix.
Vicki fue una persona increíble e inspiradora en muchos sentidos, afectuosa, positiva, humilde, generosa y creativa, no solo en su enfoque de la ciencia, sino también en su forma de ver la vida. Tenía una actitud sensata sobre el trabajo, pero a la vez un maravilloso sentido del humor. Su altruismo modificó la vida de muchos científicos en todo el mundo. Vicki ha sido un motor y un potente faro que alumbró el camino para quienes trabajamos en filogenia, en biogeografía y en la sistemática de las Compuestas. Única en su clase, el mundo ha sido un lugar mejor con ella e indudablemente no será el mismo con su ausencia física, pero su legado permanecerá por siempre. Por 41 años fue familia, mentora, amiga, colega y por sobre todo un modelo como científica y como ser humano. Vicki, te vamos a extrañar, nuestro dolor es infinito.
Liliana Katinas y Jorge V. Crisci
División Plantas Vasculares
Museo de La Plata, La Plata, Argentina
N.B.: Para ver el listado completo de sus publicaciones se puede acceder al sitio:
667