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Prospectiva con enfoque
narrativo en un organismo
científico-tecnológico.
El método de escenarios en INTA1
Foresight with a narrative approach in a
scientific-technological organization.
The scenarios method at INTA
María Mercedes Patrouilleau2
Resumen: El trabajo analiza la experiencia de desarrollo de la pros-
pectiva con enfoque narrativo en un organismo cientíco tecnológico
de Argentina: El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, a la
luz de los aportes de los estudios críticos del futuro y en particular del
método de Análisis Causal por Capas (Inayatullah, 1998).
Se analizan particularmente dos ejercicios realizados entre los
años 2007 y 2011: Prospectiva del Desarrollo Nacional al 2015 y
Escenarios del Sistema Agroalimentario Argentino al 2030, dando
cuenta del conocimiento epistemológico y metodológico que se fue
desarrollando en este proceso. Ambos trabajos se estructuraron en
torno al método de escenarios. En esta ocasión, loe ejercicios de
construcción de escenarios son analizados a través de otro método
prospectivo, el análisis Causal por Capas o CLA (Inayatullah, 1998).
El CLA se utiliza a modo heurístico para comprender la ecacia de los
ejercicios en la construcción de una visión estratégica institucional.
A partir de esta estrategia analítica se analiza cómo el enfoque na-
rrativo impregna el método de escenarios en el proceso de desarrollo,
1 Versiones anteriores de la sistematización de esta experiencia fueron publicadas por
CEPAL en 2016 (Patrouilleau, 2016) y en European Journal of Futures Research (Patroui-
lleau, 2017) 5: 3 La presente es una versión traducida de la de 2017 que ha sido además
revisada y actualizada.
2 Dra. en Ciencias Sociales. Investigadora del INTA. E-mail: patrouilleau.mercedes@
gmail.com.
Palabras claves:
Prospectiva
Estudios del futuro
Método de escenarios
Enfoque narrativo
Análisis Causal por Capas
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potenciando los efectos del proceso prospectivo. El artículo permite
reexionar sobre la utilidad del enfoque narrativo en prospectiva para
alimentar la visión estratégica de organizaciones complejas que es-
tán conformadas, en gran medida, por esquemas de pensamiento
lineales y en donde prima la dimensión empírica de la realidad como
criterio de verdad. El artículo también da cuenta del bagaje de los es-
tudios prospectivos, las teorías y algunos de los principales métodos.
Abstract: This paper analyzes the experience of developing foresight
with a narrative approach in a scientic and technological organiza-
tion in Argentina: The National Institute of Agricultural Technology, in
the light of the contributions of critical studies of the future and in
particular of the method of Causal Analysis by Layers (Inayatullah,
1998).
In particular, two exercises carried out between 2007 and 2011 are
analyzed: Prospective of National Development to 2015 and Sce-
narios of the Argentine Agrifood System to 2030, accounting for the
epistemological and methodological knowledge that was developed
in this process. Both works were structured around the scenario me-
thod. On this occasion, the scenario building exercises are analyzed
through another prospective method, the Causal Analysis by Layers
or CLA (Inayatullah, 1998). CLA is used heuristically to understand
the e󰀨ectiveness of the exercises in the construction of an institutio-
nal strategic vision.
Based on this analytical strategy, it is analyzed how the narrative
approach permeates the scenario method in the development pro-
cess, enhancing the e󰀨ects of the prospective process. The article
reects on the usefulness of the narrative approach in foresight to
nurture the strategic vision of complex organizations that are largely
shaped by linear thinking schemes and where the empirical dimen-
sion of reality prevails as a criterion of truth. The article also gives an
account of the background of prospective studies, theories and some
of the main methods.
Key words:
Foresight
Future studies
Scenario method
Narrative approach,
Causal Layered Analysis.
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Introducción: contexto y método de análisis
En 2006, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) comenzó a recurrir
a la disciplina de la prospectiva para orientar procesos de innovación y desarrollo. El
Instituto contaba con algunos antecedentes de acercamiento al estudio prospectivo,
en trabajos con metodologías aplicadas a la planicación sectorial, territorial o estra-
tégica, y con modelos de simulación aplicados en ciertas áreas de la investigación de
apoyo a las ciencias agrarias (meteorología, biodiversidad y econometría). El comien-
zo del año 2006 tuvo que ver con una orientación a comprender los macro-procesos
que afectaban y condicionaban el desarrollo agropecuario en Argentina, con una di-
mensión macroeconómica y geopolítica para fortalecer el pensamiento estratégico
institucional.
Para contextualizar esta experiencia, debemos comenzar diciendo que el INTA es
una institución pública y estatal argentina para el desarrollo tecnológico del sector
agropecuario fundada en 1956. Una de sus características distintivas es que está pre-
sente a través de diferentes organismos en todo el territorio nacional, con unidades
que se abocan al desarrollo tecnológico, las estaciones experimentales agropecuarias
(EAA), así como a la investigación básica y aplicada relacionada con el sector en el
marco de sus institutos y centros de investigación. El organismo también tiene prota-
gonismo en la implementación de políticas de extensión rural en coordinación con la
Secretaría de agricultura, Ganadería y Pesca y otros entes públicos. Cuenta con una
amplia red de agencias de extensión rural en todo el país (AER).
INTA es una institución pública de carácter técnico con participación en los ámbitos
privado y académico en el proceso de toma de decisiones en el ámbito agrario. En el
contexto argentino, se destaca por haber resistido el período de privatizaciones en los
años 90, constituyéndose en uno de los pocos organismos de innovación agrícola a
nivel latinoamericano que integra tanto la investigación como la extensión.
Si bien INTA es una institución vinculada al sector agropecuario, donde la gestión
técnica se aplica a las disciplinas agrarias (principalmente a la agronomía, veterinaria,
ingeniería forestal, entre otras), las diversas funciones que abarca (desarrollo tecno-
lógico, investigación básica y aplicada para el sector y extensión rural) dan pie a la
promoción de otros tipos de conocimiento, incluyendo las disciplinas referidas a la
comunicación social, a la implementación de políticas públicas, y también a enfoques
interdisciplinarios y de la complejidad para comprender la realidad territorial.
Este trabajo analiza la introducción de otra disciplina, la prospectiva y especial-
mente su versión con enfoque narrativo en el seno de INTA, incluyendo la revisión
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del proceso y los productos surgidos de dos ejercicios de construcción de escenarios
realizados entre 2007 y 2012, los procesos de capacitación desarrollados por el orga-
nismo para lograr que sean apropiados los productos de los ejercicios realizados, y la
inuencia de nuestra interacción con colegas especializados en prospectiva tanto en
Argentina como en otros países, con los que el equipo interactuó a lo largo del proce-
so y que brindaron también una perspectiva de las contribuciones de la experiencia.
Los dos ejercicios analizados no fueron los únicos realizados por el equipo en INTA;
pero fueron los trabajos trocales, que estructuraron un largo período de un trabajo
muy intenso en desarrollo prospectivo.
Dado el avance del enfoque narrativo en los últimos tiempos en el campo de la
prospectiva a nivel internacional, la experiencia de desarrollo de la disciplina en INTA
se analiza siguiendo un método de esta escuela del enfoque narrativo que es el Aná-
lisis Causal por Capas (Inayatullah y Patrouilleau, 2020).
La dimensión narrativa ha formado parte de la prospectiva y los estudios del futu-
ro desde su creación. Algunos de los principales métodos de los estudios del futuro
-como el método de los escenarios, la construcción de visiones o el método del bac-
kcasting- implican la construcción de tramas narrativas. Sin embargo, sólo en las últi-
mas décadas se ha profundizado sobre los aspectos pragmáticos, ontológicos y epis-
temológicos que pone en juego la cuestión narrativa aplicada a la prospectiva. Uno
de los autores que ha realizado este puente entre prospectiva y narrativa es Sohail
Inayatullah a través de su método de Análisis Causal por Capas (conocido como CLA,
por sus siglas en inglés: Causal Layered Analysis) basado en la teoría posestructura-
lista (Inayatullah, 1998; Milojević e Inayatullah, 2015).
Concebido como un método para abrir las dimensiones del pasado y del presente
con el n de crear opciones para el futuro, el CLA se centra no tanto en la dimensión
horizontal de buscar analizar el largo plazo, como en la dimensión vertical de la cons-
trucción de opciones de futuro, a través de un esquema de categorización de cuatro
capas discursivas: la de la letanía, la de las causas sociales, la del discurso y visión
del mundo y la de la metáfora y el mito. Inayatullah sostiene que los discursos a partir
de los cuales se discuten los asuntos públicos en la sociedad pueden deconstruirse
en estas cuatro capas, con el n de comprender las causas profundas, de deconstruir
nuestros propios mitos y poder reconstruir nuevas nociones que orienten hacia futuros
alternativos.
Aunque en cada una de estas capas predomina un tipo particular de uso del len-
guaje, en todas hay ciertas referencias al discurso narrativo (Milojević e Inayatullah,
70
2015). La primera capa, que se denomina letanía hace referencia a la visión objetivis-
ta del lenguaje de las variables, las tendencias, las series de datos y los slogans re-
petidos. La segunda capa ahonda en las causas sociales del discurso cientíco desde
sus diferentes disciplinas principalmente las ciencias sociales y económicas y otras,
en la interpretación de los factores políticos e históricos. La tercera capa recoge las
cosmovisiones y el discurso, las expresiones culturales que sustentan el orden social.
La cuarta capa profundiza en el análisis de las metáforas y los mitos, con los arque-
tipos y paradojas que estos plantean (Inayatullah, 1998). El método CLA propone un
trabajo de deconstrucción del discurso, trabajando un mismo corpus a través de las
distintas capas de análisis.
Además del CLA, Inayatullah destaca otros conceptos que nos permiten ahondar
en la forma de imaginar y narrar los futuros, estos son: los futuros usados, los futuros
negados o desapropiados (disowned futures) y los futuros alternativos.
Con este marco analítico ya explicitado, a continuación, se repasa la introducción
y el desarrollo de la prospectiva narrativa en INTA para analizar el avance de las es-
trategias narrativas y los efectos de esta experiencia en la Institución. Antes se hace
una contextualización sobre el desarrollo de la prospectiva en Argentina y en América
Latina.
El método CLA se utiliza como recurso heurístico para analizar la aplicación del
método de escenarios, que de por tiene una dimensión narrativa pero no muchas
veces reconocida y formalizada metodológicamente. En el trabajo realizado en INTA
casualmente el método de escenarios fue adquiriendo progresivamente un énfasis
narrativo. Si bien el uso de recursos narrativos en el primer ejercicio fue escaso, cre-
ció considerablemente en todo el proceso de construcción de escenarios futuros a lo
largo del segundo ejercicio. Instintivamente se fue poniendo énfasis en el uso de re-
cursos metafóricos y grácos, aumentando nuestra audacia en el uso de dichos recur-
sos. La vinculación con la escuela de la prospectiva narrativista por parte del equipo
fue posterior al desarrollo del método de escenarios en estos primeros ejercicios en
INTA, por eso se entiende que fue intuitivamente, guiados por la lógica del método de
escenarios, que se fue incorporando los recursos narrativos.
La práctica latinoamericana de la prospectiva en el contexto de los estudios de
los futuros
Varios procesos estimularon el comienzo de la formalización de un campo de estu-
dios que se llamó futures studies en la segunda mitad del S. XX. Y que en español
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conocemos más con el nombre de prospectiva. El auge de la previsión cientíca li-
gada a la innovación tecnológica, las inquietudes respecto del futuro del mundo, en
el contexto de la guerra fría y la amenaza nuclear, las aventuras espaciales que se
dieron en este contexto, fueron dando forma al desarrollo de una forma incipiente de
estos estudios que fue la futurología. El acercamiento del horizonte del año 2000 y
el cambio de milenio también signicó un estímulo para la sistematización del campo
de estudios (Hölsher, 2014). Posteriormente la preocupación por el futuro ambiental
del planeta, las elucubraciones sobre la posibilidad del agotamiento de los recursos
naturales y tiempo después del cambio climático.
En la formalización de este campo de estudios tuvo gran incidencia una corriente
losóca francesa, que acuñó el término prospective, y desarrolló una epistemología
para trabajar en este campo (Berger, 1964; Jouvenel, 1972) y la corriente norteame-
ricana que incorporaba la prospectiva en la geopolítica y en las grandes empresas
(Durance, 2010). En las ciencias sociales, la Asociación Internacional de Sociología
(ISA) incorporó prontamente un grupo de trabajo sobre Futures Research, en los años
setenta, que aún sigue funcionando, y varios programas de posgrado y desarrollos
académicos aportaron en el desarrollo del corpus conceptual de los renovados estu-
dios del futuro ya en los años 2000 (Bell, 2003; Slaughter y Hines, 2020).
La consolidación del campo de estudios se basó en un fuerte trabajo de articula-
ción entre academias, centros de investigación, empresas, grandes organizaciones, a
partir de grandes proyectos de planicación estratégica, en los gabinetes de la geopo-
lítica internacional, en un espacio híbrido de diálogo entre el pensamiento cientíco
y las aplicaciones prácticas (Patrouilleau, 2022). La consolidación de la parte cien-
tíca se dio a partir el trabajo de asociaciones acadéicas internacionales dedicadas
al tema, del trabajo de un puñado de revistas internacionales y de los programas de
posgrado en universidades de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Australia y paí-
ses escandinavos, principalmente. El uso de la prospectiva en diferentes organismos
gubernamentales y el creciente progreso académico determinaron el avance de los
Estudios del Futuro y lo transformaron en una multidisciplina sobre el futuro formada
por diferentes escuelas de pensamiento3.
El pensamiento creativo y alternativo se fue convirtiendo en un rasgo de los es-
tudios del futuro. La innovación metodológica se convirtió también en una marca de
3 Inayatullah (1990) identica diferentes enfoques: empírico, interpretativo y crítico; Slaughter (1999) esboza
cuatro tradiciones en los Estudios del Futuro (una empírica, analítica y crítica, una segunda que es crítica, una
tercera que es activista y una cuarta que es multicultural. En cambio, Ahlqvist y Rhisiart (2015) sugieren una
división más esquemática entre los paradigmas utilitario y emancipativo.
72
los estudios del futuro, que por su disposición a la práctica, su terreno híbrido de de-
sarrollo, tiene una tendencia a innovar en este aspecto. Los ejercicios prospectivos
comprenden diferentes fases de implementación y múltiples técnicas y métodos que
se introducen y se articulan a lo largo del proceso4.
Los Estudios del Futuro recurren a dispositivos intelectuales para recopilar, proce-
sar y analizar piezas de información, utilizando y adaptando el conjunto de herramien-
tas y técnicas y metodologías disponibles, según las características de cada ejercicio,
teniendo en cuenta la demanda que origina el ejercicio, la amplitud del foco de indaga-
ción, la conformación del equipo, instancias de diálogo social, entre otras cuestiones.
Los estudios del futuro incluyen también un enfoque crítico, desarrollado en los últi-
mos tiempos, que es el que usamos en este análisis, que enfatiza la posibilidad de de-
construir las formas habituales de organizar el pensamiento y la acción, introduciendo
la crítica y el giro post-estructural en las ciencias sociales, así como otras perspectivas
disruptivas, como los estudios de género y postcoloniales (Inayatullah, 1990).
En América Latina existen y existieron trayectorias muy interesantes de prospecti-
va, aunque todavía el campo de estudios no está tan desarrollado ni en la academia
ni en los otros espacios en donde suele desarrollarse internacionalmente: centros de
investigación, organismos gubernamentales especícos, organizaciones técnicas.
Los primeros intentos de formalizar los aspectos metodológicos y epistemológicos
de los Estudios del Futuro coincidieron con la primera ola de Estudios del Futuro que
surgió en América Latina hacia nes de los años sesenta y principios de los setenta,
a través de redes de prospectivistas que circulaban en diferentes países (Argentina,
Venezuela, Chile, México, Perú) en un contexto de exilios y dictaduras en la Región.
El conocimiento desarrollado en este periodo no llegó a institucionalizarse ni incorpo-
rarse en organizaciones técnicas o en el ámbito académico. Estos estudios dialogaron
con los principales desarrollos a nivel internacional, buscando dar una mirada regional
sobre los grandes temas globales y aportando una mirada particular sobre los mode-
los de desarrollo (Medina Vásquez, et al, 2014).
Actualmente existen redes técnicas abocadas al tema. Pero es débil aún la institu-
cionalización de la disciplina, tanto en términos de revistas académicas, como de pro-
gramas de posgrado, que existen en algunos pocos países o son de corta duración5.
4 A modo de ilustración, puede mencionarse el trabajo de Hines y Bishop sobre “framework foresight” que sis-
tematiza las fases y los métodos en un proceso de prospectiva y el Diamante de Popper (2008), que ordena
con una lógica metodológica las herramientas usadas en prospectiva, tanto las de desarrollo propio como oras
herramientas metodológicas cientícas.
5 Apenas hay revistas académicas sobre Estudios del Futuro en América Latina. Hay algunas publicaciones
orientadas a los medios de comunicación y a temas relacionados con el medio ambiente que se reeren más
al futuro de la comunicación o del ambiente, no al campo de estudios y sólo dos publicaciones académicas
centradas en la prospectiva aplicada a determinadas disciplinas (no desde una perspectiva multidisciplinar).
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existe un conjunto de profesionales de diferentes países de la región que se
han incorporado a asociaciones y programas internacionales sobre Estudios del
Futuro (como Millenium Project, World Futures Studies Federation), es decir que
no estamos ante una falta de prospectólogos/as, sino ante una falta de programas
sobre Estudios del Futuro diseñados y organizados en función de los problemas que
plantea la Región.
También se verica cierto crecimiento en la organización de eventos: seminarios,
congresos y conferencias realizados con el n de compartir diferentes prácticas de
prospectiva en América Latina. Sin embargo, aún falta desarrollar un corpus con-
ceptual y un procedimiento de análisis que pueda estar en línea con todo el corpus
de conocimiento ya desarrollado en el campo de los Estudios de Futuro6.
Los trabajos de prospectiva iniciados en INTA comenzaron tiempo antes de que
comience a difundirse más ampliamente la disciplina en las redes académicas de
Argentina. Para asistir metodológicamente en los ejercicios, el equipo logró integrar
a algunos de los profesionales que habían liderado la primera ola de desarrollo de
los Estudios de Futuro en Argentina7. Aun así, el desafío que implicaba la tarea no
era nada sencillo. El equipo no estaba familiarizado con la tarea de construir una
visión o escenarios de futuro, y el INTA tenía una marcada orientación tecnológica
y de extensión, con un foco disciplinar muy especíco: la ingeniería agrícola. Su
carácter de organismo técnico tampoco ayudaba para introducir temas geopolíticos
ni de política nacional.
En términos de programas de posgrado con cierta duración (maestrías o doctorados), existen cuatro programas
de nivel de maestría, en México, Colombia y Ecuador. En el caso de Brasil, Argentina, Chile y Perú, sus princi-
pales desarrollos han sido impulsados por organismos estatales y técnicos, ya sea a través de programas de
prospectiva aplicada a la tecnología y más recientemente a través de la creación de agencias u organismos de
asistencia al pensamiento estratégico en las instituciones.
6 Por ejemplo, el Congreso Prospecta celebrado en Argentina en 2012, 2014 y 2022 bajo la organización de
la Universidad Nacional de Cuyo y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la iniciativa del Instituto
Latinoamericano y del Caribe de Planicación Económica y Social (ILPES) de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) de la ONU que, desde 2014, ha incorporado una conferencia internacional
y una reunión especial sobre estudios de prospectiva a la lista de eventos que esta Organización celebra regu-
larmente para las acciones de planicación.
7 Gilberto Gallopín fue el principal asesor en los primeros dos ejercicios. Él fue uno de los coautores del Modelo
Mundial Latinoamericano realizado en la Fundación Bariloche (Herrera, et al, 1976) y es un referente interna-
cional de la prospectiva, reconocido por sus trabajos con modelos matemáticos de simulación y método de
escenarios. Alfredo Eric Calcagno dio apoyo técnico también y capacitaciones sobre el método de experimen-
tación numérica que desarrolló durante los años setenta para trabajar sobre actores y políticas. Jorge Beinstein
también brindó capacitaciones y participó del segundo ejercicio. Jorge se había formado en prospectiva durante
su exilio en Francia y en Yugoslavia. El equipo también participó de capacitaciones que realizada el Ministerio
de Ciencia, Tecnología e Innovación en aquellos tiempos.
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Brindar un marco para la comprensión de la nueva etapa
de la economía argentina
La demanda planteada por las autoridades de INTA sobre el primer ejercicio fue la de
vislumbrar los alcances y las potencialidades del nuevo esquema macroeconómico
aplicado en Argentina, una vez abandonado el modelo económico de convertibilidad
que había vinculado la moneda nacional al dólar estadounidense por más de una -
cada, entre 1991 y 2002.
El país atravesaba un momento de progresiva normalización de las instituciones
luego de la crisis de 2001 y encaraba algunos cambios de rumbo sobre los conceptos
y los modos de gestionar el desarrollo económico. Una nueva estructura macroeco-
nómica emergía, ofreciendo un nuevo contexto para la producción, que ya había co-
menzado a experimentar cambios signicativos a lo largo de las décadas anteriores,
debido a los nuevos desarrollos tecnológicos que habían causado un impacto en el
sector agrícola. En el contexto internacional se vislumbraban nuevas oportunidades
económicas a partir del corrimiento del eje del crecimiento económico hacia el sudes-
te asiático, motorizado principalmente por China.
El equipo se enfrentó al reto de tener que aprender sobre la marcha, basándose en
el método de los escenarios y en el pensamiento prospectivo que comenzó a apre-
hender de los colegas referentes y a estudiar por su cuenta. Los primeros esfuerzos
se centraron en realizar un diagnóstico prospectivo sobre las fuerzas que promovían
el desarrollo nacional en aquél contexto. Se tomó como base la metodología de es-
cenarios acercada por Gilberto Gallopín, que tenía fuerte basamento en un modelo
metodológico popularizado por Peter Schwartz en los años noventa (Schwartz, 1991),
pero que contemplaba también innovaciones propias que Gallopín había desarrolla-
do, a partir de su experiencia práctica en distintos ejercicios internacionales (Gallopín
y Patrouilleau, 2022).
Siguiendo el enfoque del CLA, puede decirse que tanto en la formulación del
foco del ejercicio (el desarrollo nacional al 2015), como en las fuerzas impulsoras
identicadas, el equipo se apoyó en una narrativa del desarrollo. Se consideraba
que el país estaba en condiciones de reanudar el camino hacia el desarrollo, des-
pués de un largo período en donde había primado una perspectiva diferente, regi-
da por el sentido de la inmediatez y las políticas neoliberales que habían permea-
do los entornos institucionales. El marco conceptual del equipo se basó también
en el enfoque sistémicos del desarrollo sostenible creados y popularizados por
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para investigar
75
sobre la sostenibilidad en términos económicos, ambientales, sociales y políticos del
nuevo esquema de crecimiento de posconvertibilidad.
Este discurso narrativo sobre el desarrollo nunca salió del segundo nivel de análisis
en términos de CLA, se concibió como un análisis objetivo de las causas que habían
determinado los cambios del desarrollo económico y social en Argentina. El equipo
era conciente de que tal perspectiva heterodoxa contrastaba con la visión neoliberal
que había regido el pensamiento nacional en las últimas décadas y que tal interpreta-
ción implicaba un juicio de valor o dilema moral, pero este discurso se presentaba con
un valor de verdad intrínseco, justicado por ciertas escuelas de ciencias económicas.
Este primer ejercicio profundizó sobre las dinámicas macroeconómicas y de rela-
ciones internacionales aplicadas al problema del desarrollo. También se abordó la
dimensión cultural, pero considerándola como una dimensión más que afectaba al
esquema macroeconómico. En cuanto al lenguaje gráco y metafórico, sólo se incor-
poraron dos elementos. Uno fue colocado en la portada de la publicación y contenía el
dibujo de un mapamundi en una pizarra para hacer referencia a un pensamiento sobre
la geo-estrategia. Una segunda gráca abordaba el aspecto comunicacional y cultural
de la inuencia de los medios de comunicación. Era una infografía sobre el grupo de
medios Clarín, y todo su conjunto de empresas.
La riqueza de este ejercicio radicó más en el análisis profundo sobre las dimensio-
nes del desarrollo en Argentina y sus fuerzas motrices, que en la construcción de futu-
ros posibles. Ciertamente, no se logró demasiada densidad en las imágenes de futuro
alternativas. Los dos escenarios que se esbozaron todavía no permitían una mirada
de mediano y largo plazo. El horizonte temporal planteado fue el 2015 y el ejercicio se
estaba realizando en el año 2007. Es decir que sólo se pudo imaginar un horizonte de
unos ocho años a futuro. Eso signicaba el largo plazo para las instituciones argen-
tinas del momento. El discurso narrativo quedó plasmado en los nombres que se le
pusieron a los escenarios: Ma non troppo (expresión italiana que signica “no dema-
siado”) y Ni el tiro del nal (en referencia al tango de Catulo Castillo)8.
Ambos nombres de los escenarios retratan una dimensión trágica, casi admitiendo
que no había futuros alternativos a lo que se utilizaba comúnmente (al futuro usado,
en términos de Inayatullah). Varios otros futuros no fueron visualizados o tenidos en
cuenta, se mantuvieron como futuros negados.
Los resultados obtenidos y los desalentadores escenarios esbozados explican por
qué este ejercicio no resultaba fácil de digerir para la Institución. Por supuesto, debe
haber otras razones que lo expliquen, como la dicultad de legitimar los ejercicios
8 El tango de Catulo Castillo, titulado Desencuentro, termina con estas frases: “Por eso en tu total fracaso de
vivir/ Ni en el tiro del nal te va a salir”.
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de prospectiva durante esta primera etapa y otras cuestiones relacionadas con el
contexto político en los que no vamos a profundizar. De hecho, este trabajo no fue
publicado en aquél momento. Fue editado recién en 2012 por Ediciones INTA (Pa-
trouilleau, 2012) en una especie de acción testimonial en ocasión de la publicación
del segundo ejercicio, que sí se editó al terminarse (Patrouilleau, et al, 2012). Faltó
aun, en esta instancia, en el equipo y en la Institución, la madurez necesaria en el
manejo de la disciplina como para trabajar la comunicación de los resultados del
ejercicio de prospectiva.
La construcción de los escenarios del sistemas agroalimentario argentino
Habiendo trabajado sistemáticamente sobre los posibles factores de cambio y de evo-
lución del desarrollo nacional en el primer ejercicio, el segundo que inició en 2010
apuntó a hacer foco en el sector agropecuario para redenir las dimensiones del de-
sarrollo previamente abordadas, y ahora así alzar un poco más la mirada hacia un
horizonte más lejano.
En este ejercicio cobraron relevancia diferentes escalas en juego: una escala glo-
bal, una regional y nuevamente, la nacional, buscando dar cuenta de la inserción
internacional del sector agropecuario argentino y su posición estratégica para el desa-
rrollo. La investigación duró un año y medio e involucró tanto a Gilberto Gallopín como
a Jorge Beinstein como asesores y a un amplio equipo de sectorialistas, además del
equipo de prospectiva del INTA.
Apoyado en los conocimientos previos, el segundo ejercicio de Prospectiva Es-
tratégica logró desarrollar escenarios con una visión de futuro a un relativo largo
plazo. Se tomó un período de horizonte temporal de 20 años, de 2010 a 2030. Y se
ahondó mucho más en discursos narrativos derivados de la identicación de eventos,
actores y trayectorias. El contexto macroeconómico de Argentina, la experiencia de
trabajo anterior y la creciente integración institucional del equipo permitieron que este
se concentre en un trabajo más detallado: en primer lugar, sobre un nuevo conjunto de
fuerzas impulsoras para el sector agroalimentario en Argentina, y, en segundo lugar,
sobre la narrativa y la lógica que posiblemente seguirían dichas fuerzas o factores.
Siguiendo la capa del nivel causas sociales del CLA, el ejercicio reforzó la interpre-
tación estructural de la economía, de la mano de un cuidadoso análisis del nuevo con-
texto internacional en el Siglo XXI. Se incluyó un análisis de la crisis nanciera interna-
cional; del papel de China, su peculiar dinámica de crecimiento y ocupación territorial;
sobre la gobernabilidad del sistema agroalimentario internacional; la interacción entre
77
la cuestión alimentaria y la cuestión energética y sobre las deciencias nacionales en
el control y regulación de los recursos naturales.
Se volvió a utilizar el método de escenarios, pero aprovechando mucho más su
potencial, buscando abrir nuevos caminos para encontrar soluciones creativas en di-
ferentes etapas.
En primer lugar, se comenzó la investigación identicando un conjunto de 50 varia-
bles signicativas, que fueron analizadas y discutidas entre el equipo de prospectiva
y el equipo de sectorialistas. Tras varios talleres y múltiples ajustes en la redacción y
justicación de las variables, el equipo denió un conjunto de 22 fuerzas impulsoras.
El equipo adquirió cierta audacia en la forma de nombrarlas, utilizando el lenguaje
narrativo y metafórico, para dotarlas de carga narrativa, hacerlas más directas, para
generar intriga y también para desarrollar una visión más nítida sobre los posibles
eventos9. Cada fuerza impulsora tenía la capacidad de contar una historia. Y eso le
fue dando densidad narrativa a todo el ejercicio. Trabajando sobre la interacción entre
cada una de esas historias fuimos profundizando en la construcción narrativa de los
escenarios, analizando la variación de cada una en función de la otra, los nuevos pro-
cesos que emergían. Algunas de las fuerzas impulsoras iban adquiriendo un carácter
de actor/actriz o de sujeto de la narración10.
Sobre el método de escenarios, el ejercicio instó a algunas innovaciones metodoló-
gicas. Si las deniciones estándar del método de escenarios sugieren trazar un foco y
un horizonte temporal, realizar un diagnóstico prospectivo a través de la identicación
de factores de cambio y la construcción de los escenarios, hay ciertas instancias que
no están del todo identicadas en este paso a paso del método que exigen algunas
precisiones, y que sirven mucho a la hora de construir las narrativas y dar claridad al
ejercicio.
Una de estas precisiones es la de diferenciar entre distintas dimensiones de la rea-
lidad sobre la que operamos en un trabajo de escenarios. El equipo fue necesitando
diferenciar entre las dimensiones a secas (los distintos aspectos de la realidad que
integran las fuerzas impulsoras); la dimensión focal (los aspectos internos al foco del
9 Por ejemplo, algunos de estos nombres metafóricos de fuerzas impulsoras fueron: “Alianzas lábiles en un
mundo multipolar”, “Gobernabilidad alimentaria mundial comprometida”, “Factor China”, “El Enigma de la Ofer-
ta”, “Dictadura de los supermercados y barreras técnicas asociadas”, “Cultura del Agronegocio”.
10 Por ejemplo: “Cultura del agronegocio” describió discursivamente al sector agropecuario, en términos de con-
tenidos y también de formato de enunicación. “Factor China” describió la actuación de un Estado corporativo
supernumerario. “Proyecto de Gobierno” analizó los diferentes y potenciales proyectos políticos en Argentina y
sus capacidades relativas de institucionalización. Y “Dictadura del supermercado y las barreras técnicas asocia-
das” aportó un análisis de actores sobre el mercado y sobre las acciones subsidiarias de los Estados.
78
ejercicio, que condicionan las transformaciones del mismo) y las dimensiones críticas
(los aspectos de la realidad que son especialmente valoradas por quienes demandan
y realizan el ejercicio, y por lo tanto deben también tematizarse, problematizarse y
fundamentalmente no confundirse con las fuerzas impulsoras). Este tercer punto ha-
bía sido ya desarrollado por Gilberto Gallopín en sus estudios (Gallopin y Patrouilleau,
2022). Pero la diferenciación entre los tres aspectos fue trabajada especialmente en
esta ocasión, y aportó mucho para la construcción de las narrativas y también para
toda la construcción gráca que fue ilustrando el ejercicio.
Otro recurso metodológico fundamental fue la elaboración de interrogantes estra-
tégicos en el momento de la denición de la lógica de construcción de los escenarios.
Estos interrogantes proporcionaron la estructura para elaborar las narrativas, estruc-
turaron los principales conictos que iban a atravesar las tramas. Y llevaron a elabo-
rar una síntesis sobre los principales aspectos críticos que expresaba el conjunto de
fuerzas impulsoras identicadas.
El hecho de que la construcción de la narrativa se base en interrogantes ayuda
a entender por qué los escenarios son una elaboración situada, que sólo es válida
durante un periodo de tiempo limitado: a medida que las situaciones cambian, y que
nuestras preocupaciones e intereses se modican, los tipos de escenarios que se
pueden construir sobre un mismo conjunto de variables cambian necesariamente.
Durante el proceso, el equipo cayó en la cuenta de que la forma de emplear el mé-
todo y el lenguaje metafórico empleado empezaron a llamar la atención del público de
la Institución, generando interés y permitiendo de este modo entablar discusiones que
resultaban estratégicas para los problemas que abordaba el INTA.
En cuanto al producto nal, mientras que en el primer ejercicio los escenarios ela-
borados fueron dos, en el segundo, se construyeron cuatro escenarios, bien dife-
renciados entre sí, sobre el futuro del sistema agroalimentario argentino. Estos se
llamaron: My Way (granero o góndola)”, “Un trompo arriba de una calesita”, “Diagonal
Virtuosa” y “ArgenChina”.
El lenguaje metafórico de estos nombres resulta evidente. El primer nombre, “My
Way” hace referencia a una canción, interpretada por Frank Sinatra, que representa
típicamente a la cultura norteamericana. El segundo nombre, “Trompo arriba de una
calesita” retrata gurativamente un escenario de dinámica pendular entre los dos prin-
cipales proyectos políticos de la Argentina que se desenvuelve en un contexto muy
complejo. El tercer nombre da cuenta de lo que representaba para el equipo el futuro
alternativo, la “Diagonal virtuosa”, que comprendía un proyecto agroalimentario con
79
anclaje regional en donde Argentina y Brasil fueran líderes en estructurar ese futu-
ro alternativo conjuntamente. Resalta el término “virtuoso” para destacar el valor de
deseable de aquél escenario, que permitía para el equipo, escapar a las dinámicas
tendenciales más evidentes o más fuertes. El último escenario, “Argenchina”, una
especie de superposición de una lógica china en el país, pretendía poner el foco en
un futuro en el que el país asiático llegaba a modicar el comportamiento del sector
agroalimentario del país.
La creatividad y la apertura que se logró poner en juego en este segundo ejercicio
fueron posibles gracias al intenso intercambio entre el equipo de prospectiva, los sec-
torialistas y el conjunto de la Institución en general, a partir de múltiples talleres que
fueron realizándose en distintos lugares del país, en donde se presentaban avances
del estudio y se recogían reacciones, devoluciones. Fue intenso también el intercam-
bio con las autoridades. Incluso se realizó antes de la edición nal una reunión en
donde estaban los principales referentes institucionales y quien iba a prologar el es-
tudio que fue el reconocido economista y político argentino Aldo Ferrer, que en ese
momento era Embajador argentino en Francia y que aportó también su devolución y
el valor de su aval, para que la prospectiva gane conanza en la Institución.
El diálogo interdisciplinario con los pares de la institución para discutir el trabajo
potenció también la reexividad en el diálogo interdisciplinario. Profundizando en tér-
minos de las capas del CLA, no sólo se analizaron distintas explicaciones causales
sobre los procesos involucrados, sino que se pudieron identicar diferentes narrativas
sobre las que se basan las distintas disciplinas, y poniendo a estas, con sus diferen-
cias, en igualdad de condiciones.
En cuanto al producto realizado, la prospectiva a través de esta experiencia y es-
tos ejercicios llegó al nivel de la construcción de visión y discurso, aunque no al de la
construcción de la estrategia institucional de cara al futuro. Nunca terminó de articular-
se la instancia de prospectiva con la de planicación. Sí hubo pequeñas aplicaciones
a escalas menores y un tercer ejercicio de planicación estratégica que nunca fue
publicado, o sea, por lo tanto, nunca fue reconocido como un plan de acción derivado
del ejercicio prospectivo.
Algunas conclusiones sobre la prospectiva narrativa y el método de escenarios
Analizando los ejercicios de escenarios realizados, y vinculándolo con el estado
de la cuestión del método de escenarios en la literatura especializada a nivel inter-
nacional, puede decirse que el camino recorrido en INTA, del cual se ha reseñado
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aquna parte, en torno a dos ejercicios, ha permitido desarrollar un estilo especial
de construcción e escenarios que está en consonancia con los avances de las últimas
décadas de los estudios críticos del futuro.
El método desarrollado permitió trabajar sobre las diferentes dimensiones de la
realidad que inciden en los futuros analizados (dimensiones, la dimensión focal y la
dimensión crítica), sobre las múltiples escalas de la realidad que también inciden
sobre los futuros posibles, y se articulan, y sobre la dimensión discursiva que es
fundante y se encuentra presente tanto en el lenguaje natural como también en el
lenguaje cientíco.
En términos metodológicos, y comprendiendo la multiplicidad de escalas y dimen-
siones que se abordar en un trabajo de escenarios como este, es ineludible una diná-
mica e instancia pautada preferentemente de reexividad epistemológica, que ayude
a comprender a cada paso qué se hace al construir escenarios y hacer dialogar a las
diferentes disciplinas cientícas. Esto conlleva un aparte artesanal en la construcción
metodológica, a realizar talleres y discusiones múltiples, a desarrollar la escritura, la
sistematización y a incorporar también instancias de diseño y comunicación visual o
de otro tipo. El conocimiento epistémico no sólo implica la comprensión de los diferen-
tes modelos de producción de conocimiento, sus estructuras lógicas y argumentati-
vas: también implica situar las cosas en su contexto, saber leer y valorar el problema.
Además, signica ser capaz de interpretar la demanda del ejercicio, o incluso co-cons-
truir esa demanda con quienes quieren desarrollar el ejercicio.
En cuanto al cruce que hemos hecho en este análisis entre el método de escena-
rios y el método CLA, hemos comprobado que el CLA potencia le método de escena-
rios. Y así también lo había pensado Sohail Inayatullah cuando propuso que además
de servir para la etapa de profundización del proceso prospectivo, el CLA servía para
la etapa de creación de alternativas, articulándolo con el método de escenarios, pen-
sando cómo cada uno de los escenarios construidos no contienen solo variables y
procesos, sino también discursos, cosmovisiones y mitos Inayatullah (2017).
Las posibilidades del método de escenarios aumentan cuando hacemos hincapié
de manera reexiva en el lenguaje metafórico y en la construcción de narrativas. El
trabajo de la prospectiva es apropiado a partir de la dimensión mítica y metafórica, y
esto permite en un organismo técnico como el INTA y como muchos otros, familiarizar
a las disciplinas cientícas con el trabajo sobre el lenguaje y el discurso.
En los escenarios es posible construir narrativas si se comienza trabajando con
una buena cantidad de cantidad y diversidad de factores, dimensiones y escalas y
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se va trabajando narrativamente en diferentes formas de condensación de toda esa
información. Los factores y escalas y procesos se condensan en el trabajo narrativo
de construir las fuerzas impulsoras, de nombrarlas, diagramarlas y gracarlas. De lo
contrario, unas pocas variables entrelazadas no permiten desarrollar escenarios plau-
sibles que nalmente nos muevan a la acción.
Las narrativas son fundamentales para que el público se apropie de los escenarios,
para que llegue a considerarlos como los futuros posibles y se comporten entonces
como mapas que guían la acción. Las narrativas también son útiles para el recono-
cimiento en la situación de los agentes y sujetos involucrados. En la experiencia de
estos ejercicios, los metáforas e imágenes utilizadas en permitieron introducir dimen-
siones de análisis que solían descuidarse en la práctica institucional, como la dimen-
sión geopolítica y la dimensión cultural.
Desde el punto de vista teórico, el recorrido realizado permitió al equipo ir descu-
briendo las teorías que fueron nutriendo a la prospectiva y al método de escenarios a
lo largo del desarrollo de estas disciplinas (la teoría de los sistemas, el funcionalismo,
la cibernética, la corriente losóca de la fenomenología, la teoría del caos, teorías
económicas sobre la innovación y las crisis, entre otras. La introducción de las cien-
cias sociales, desde la teoría crítica, el posestructuralismo, las teorías del discurso y
de la narrativa potencian las posibilidades de los estudios del futuro, y abre también
a las posibilidades de su práctica por parte de diversos actores sociales. La tradición
crítica latinoamericana tiene mucho que aportar en este sentido, introduciéndose en
el campo de los estudios del futuro, volviendo a participar en los intercambios y dis-
cusiones internacionales.
En cuanto al papel de los distintos tipos de conocimiento en la aplicación de la pros-
pectiva en instituciones complejas, cuyo público está acostumbrado al pensamiento
positivista, lineal y en cuanto al rol de los decisores, esta experiencia nos ha ayudado
a identicar las aportaciones especícas del equipo comprometido con los ejercicios.
Y cómo es necesario generar las instancias para la interacción y discusión con cada
uno de ellos.
En cuanto al papel de los responsables de la toma de decisiones institucionales,
entendimos que sin una demanda -que viene de la mano de la emergencia de ciertas
necesidades, preocupaciones e intuiciones, de un proyecto colectivo y de un acceso
privilegiado a la información- no es posible la prospectiva al servicio de la estrategia.
Los ejercicios también se nutren de la demanda, ya que comunica las principales pre-
ocupaciones, la visión táctica y las estrategias.
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Por último, a lo largo del proceso descrito, la mayoría de las innovaciones metodo-
lógicas e institucionales son el resultado de un proceso de elaboración intelectual y
colectiva con objetivos claros. Durante el proceso, siempre se tuvieron bien claros los
objetivos basados en determinado conocimiento histórico. Las decisiones metodoló-
gicas tomadas a lo largo del proceso se enmarcaron en un proyecto, en una deter-
minada visión narrativa y crítica de la historia y del desarrollo argentino, abierta a la
percepción de otros proyectos co-existentes en juego.
La prospectiva constituye una práctica en la que los aspectos técnicos y políticos,
lejos de neutralizarse, deben potenciarse. En la región, hemos asistido a distintas
oleadas de desarrollo, declive y recuperación de estas prácticas. En los inicios de un
siglo en donde la humanidad se enfrenta a múltiples crisis, económicas, sanitarias,
políticas, ambientales, y en donde los países de la región han desarrollado también
una serie de aprendizajes a partir de las dicultades económicas y políticas de los
últimos tiempos, las elucubraciones sobre el futuro y la visión prospectiva vuelven a
ser imprescindibles.
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